Los profesores redoblan su pulso contra el Gobierno portugu¨¦s con una manifestaci¨®n hist¨®rica en Lisboa
Las escuelas llevan dos meses de protestas para recuperar lo que perdieron con la ¡®troika¡¯ y enterrar la precariedad laboral de los contratados
La ¨²ltima vez que los profesores llenaron el Terreiro do Pa?o en Lisboa fue en 2008. Unos 100.000 docentes se apelotonaron all¨ª contra el nuevo estatuto de la carrera dise?ado por la ministra Maria da Lurdes Rodrigues. 15 a?os despu¨¦s se han vuelto a movilizar masivamente (150.000 personas, seg¨²n los organizadores). Al igual que entonces, lo hacen frente a un Gobierno socialista con mayor¨ªa absoluta, que ...
La ¨²ltima vez que los profesores llenaron el Terreiro do Pa?o en Lisboa fue en 2008. Unos 100.000 docentes se apelotonaron all¨ª contra el nuevo estatuto de la carrera dise?ado por la ministra Maria da Lurdes Rodrigues. 15 a?os despu¨¦s se han vuelto a movilizar masivamente (150.000 personas, seg¨²n los organizadores). Al igual que entonces, lo hacen frente a un Gobierno socialista con mayor¨ªa absoluta, que afronta una conflictividad social que hab¨ªa desaparecido de las calles portuguesas tras el fin de la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisi¨®n Europea) y la salida del Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho en 2015. El mensaje que m¨¢s se repet¨ªa este s¨¢bado en los carteles solo tiene una palabra: ¡°Respeto¡±.
Llegados de todas partes del pa¨ªs, los profesores inundaron durante varias horas el corredor m¨¢s simb¨®lico de la capital, que une la plaza del Marqu¨¦s de Pombal con el Terreiro do Pa?o, al pie del Tajo, con c¨¢nticos, batucadas y carteles para expresar sus reivindicaciones. De las concretas, como el reconocimiento de todo el tiempo trabajado o el fin de la precariedad, a las abstractas, como el reconocimiento de la profesi¨®n. ¡°Son a?os de humillaciones y pisoteos que no nos merecemos. Los profesores somos los pilares de la sociedad y si no hay pilares todo cae por tierra¡±, comenta Patr¨ªcia Montalv?o, que este curso se ha convertido en profesora fija despu¨¦s de 13 a?os de contratos, que la han llevado con la casa a cuestas por todo el pa¨ªs y apenas un salario neto de 1.100 euros al mes.
La marcha ha demostrado que los profesores est¨¢n m¨¢s unidos que sus sindicatos. Docentes como Bernardino Andrade, que es profesor de Matem¨¢ticas en Maia, ha recorrido los 340 kil¨®metros que le separan de Lisboa cada vez que se ha convocado una manifestaci¨®n importante, fuese de STOP, el nuevo sindicato que ha revolucionado las protestas, o de la tradicional Federaci¨®n Nacional de los Profesores, que organiz¨® la manifestaci¨®n de este s¨¢bado. Andrade viste una camiseta de STOP, tiene un meg¨¢fono por el que suena Gr¨¢ndola, vila morena y una ir¨®nica pancarta donde suspende al ministro de Educaci¨®n, Jo?o Costa, por su c¨¢lculo del tiempo trabajado de los profesores fijos. ¡°Hay una guerra de sindicatos y nosotros queremos que est¨¦n unidos¡±, observa. A la marcha de este s¨¢bado se sum¨® tambi¨¦n el l¨ªder de STOP, Andr¨¦ Pestana, que no ve cercano el final del conflicto. ¡°Es cuesti¨®n de que el Gobierno decida que su prioridad es la escuela p¨²blica y le destine el dinero que necesita¡±, exigi¨®.
Desde diciembre Bernardino Andrade ha hecho siete d¨ªas de huelga por una larga lista de demandas: la desaparici¨®n de un sistema de evaluaci¨®n para ascender en la carrera que considera injusto porque fija cuotas m¨¢ximas o el c¨®mputo de todo el tiempo trabajado. ¡°De media los profesores tardan 16 a?os y medio en lograr una plaza fija en una escuela¡±, se queja. Andrade reflexiona tambi¨¦n sobre el futuro de la ense?anza: ¡°El 75% de los profesores tienen m¨¢s de 50 a?os, se jubilar¨¢n en 15 a?os y no habr¨¢ profesores j¨®venes para sustituirlos porque nadie quiere ser profesor. Necesitamos revalorizar esta profesi¨®n¡±.
Algunos que ser¨¢n el recambio generacional tambi¨¦n acudieron a la protesta, como una veintena de estudiantes de la Escuela Superior de Educaci¨®n de Lisboa. ¡°He venido para luchar por mis futuros derechos y tener una voz activa como la de los ciudadanos que voy a educar en el futuro¡±, expon¨ªa Ana Filipa Costa, de 21 a?os y estudiante de Maestrado de Educaci¨®n Preescolar. ¡°Los estudiantes tenemos miedo de lo que nos espera, entramos a trabajar con una mentalidad muy negativa¡±, a?ade.
De Fafe, a casi 400 kil¨®metros de Lisboa, llegaron nueve autobuses de profesores, entre ellos Ivone Silva, que lleva 25 a?os como docente. ¡°Sentimos que hay una gran devaluaci¨®n de nuestro trabajo tanto del Gobierno como de la sociedad¡±, dice. Fernando Oliveira y Manuela Oliveira, una pareja de profesores de Mon?ao, en la frontera con Galicia, representan las dos caras de la protesta. ?l es profesor fijo de Educaci¨®n F¨ªsica, mientras que ella lleva 20 a?os como profesora contratada de F¨ªsica y Qu¨ªmica. Gana lo mismo desde que empez¨®, alrededor de 1.000 euros. ¡°Cada a?o voy a una escuela diferente, el a?o pasado hac¨ªa a diario 220 kil¨®metros para trabajar. Queremos acabar con la precariedad y que el Gobierno nos explique por qu¨¦ en 20 a?os no he conseguido plaza y ahora este curso van a generar m¨¢s de 10.000¡å, critica.
La situaci¨®n de los docentes contratados lusos ha alarmado incluso en la Comisi¨®n Europea, que tiene en marcha un procedimiento sancionador contra Portugal por considerar que les discrimina respecto a los que tienen plaza fija en aspectos como los salarios o la antig¨¹edad. ¡°Lo que se va a solucionar en el caso de los contratados no es por voluntad del Gobierno, si no porque se lo impone Bruselas¡±, lamenta Manuela Oliveira.
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