Cr¨®nica de la final del Mundial desde la c¨¢rcel nicarag¨¹ense de El Chipote
Tras 597 d¨ªas en r¨¦gimen de aislamiento por sus cr¨ªticas a Daniel Ortega, el periodista deportivo Miguel Mendoza rememora desde el destierro en EE UU su experiencia en una de las peores prisiones de Am¨¦rica Latina
Los dos compa?eros de la celda nicarag¨¹ense de El Chipote, una de las c¨¢rceles m¨¢s temibles de Am¨¦rica Latina, sab¨ªan que aquel d¨ªa era el de la final del Mundial de Qatar. Nada m¨¢s sab¨ªan. Como parte de su condena por motivos pol¨ªticos, el r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo les hab¨ªa arrebatado todo contacto con el exterior, tambi¨¦n con informaciones tan aparentemente inocuas como las futbol¨ªsticas.
Cuando comenzaron los gritos, muy de seguido, ...
Los dos compa?eros de la celda nicarag¨¹ense de El Chipote, una de las c¨¢rceles m¨¢s temibles de Am¨¦rica Latina, sab¨ªan que aquel d¨ªa era el de la final del Mundial de Qatar. Nada m¨¢s sab¨ªan. Como parte de su condena por motivos pol¨ªticos, el r¨¦gimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo les hab¨ªa arrebatado todo contacto con el exterior, tambi¨¦n con informaciones tan aparentemente inocuas como las futbol¨ªsticas.
Cuando comenzaron los gritos, muy de seguido, Juan Lorenzo Holmann, director del diario La Prensa, le dijo a su compa?ero de penurias, el cronista deportivo Miguel Mendoza: ¡°Broder, la cosa tiene que estar decidi¨¦ndose por penales¡±. Mendoza, acostado en su litera de concreto, acercaba todo lo posible el o¨ªdo a la pared para escuchar mejor las celebraciones de los goles, que llegan desde la calle y aquel d¨ªa fueron nada menos que 12.
Jaleada por el j¨²bilo, la imaginaci¨®n de Mendoza entr¨® en efervescencia. Se imagin¨® la cancha engalanada. Se imagin¨® tambi¨¦n que su selecci¨®n favorita, Brasil, estaba goleando al contrincante, y que Neymar era el h¨¦roe del partido. Pasaron varios d¨ªas hasta que supo que ni Brasil, ni Neymar, ni nada: el t¨ªtulo se lo llev¨® la Argentina de Messi frente a Francia, aunque ¨¦l habr¨ªa preferido otra cosa.
El cronista es un famos¨ªsimo periodista deportivo nicarag¨¹ense, muy respetado en el mundo del b¨¦isbol, disciplina reina en Nicaragua. Mendoza recuerda la impotencia de sentir c¨®mo le cortaron el cord¨®n umbilical con la informaci¨®n, el sustento de toda una vida, durante los 597 d¨ªas que estuvo preso en El Chipote, adonde lo enviaron tras un ¡°juicio farsa¡± por sus cr¨ªticas al r¨¦gimen en las redes sociales, la radio y la televisi¨®n nacionales, que comenzaron con el estallido social de abril de 2018. ¡°Dijeron que formaba parte de una banda de organizaci¨®n criminal, con la [congresista republicana de Florida] Mar¨ªa Elvira Salazar y Mike Pompeo [destacado miembro de la Administraci¨®n de Donald Trump]. F¨ªjese que yo no conozco a ninguno de los dos¡±.
Apostado al sol de invierno frente al hotel de Herndon (Virginia) que el Gobierno de Joe Biden dispuso para los 222 presos pol¨ªticos desterrados el jueves pasado por la dictadura Ortega-Murillo, Mendoza luc¨ªa el viernes por la tarde un porte delgado, ni la sombra del tipo que se acercaba en junio de 2021 a la Fiscal¨ªa en Managua a apoyar moralmente a los periodistas que eran interrogados por el r¨¦gimen, sin saber que ¨¦l correr¨ªa peor suerte.
Despu¨¦s, en El Chipote tratar¨ªa de ablandar a los guardias para conseguir informaci¨®n sobre lo que pasaba en las competiciones. ¡°Son asuntos inocuos¡¯, les picaba, pero nada¡±, recuerda. Durante el Mundial, lleg¨® a prometer a una enfermera de la prisi¨®n que le regalar¨ªa ¡°la casa en el mar¡± a cambio de obtener alg¨²n dato sobre la suerte de las selecciones en liza.
Mendoza, al que el cautiverio no estrope¨® la risa contagiosa, aclara a continuaci¨®n que no, no tiene una ¡°casa en el mar¡±.
M¨¢s tarde comprendi¨® que uno de los m¨¦todos de tortura psicol¨®gica de los carceleros era precisamente platicar en su presencia sobre temas de actualidad deportiva sin soltar prenda sobre los resultados. Con una sola excepci¨®n: cuando peleaba Rom¨¢n el Chocolatito Gonz¨¢lez, el boxeador estrella de Nicaragua, p¨²gil af¨ªn al r¨¦gimen de Ortega-Murillo. ¡°Creo que pensaron que me molestaban sus triunfos. Luego me enter¨¦ de que a veces me dec¨ªan el resultado cuando Rom¨¢n ganaba, pero cuando perdi¨® en diciembre, no¡±, relata Mendoza entre m¨¢s risas.
Del resultado de la final de Qatar se enter¨® una semana despu¨¦s, el 25 de diciembre, durante una visita de su hija Alejandra, de ocho a?os. Al principio, la ni?a no ten¨ªa permitido ver a su padre en El Chipote, as¨ª que le enviaba cartas. El r¨¦gimen toler¨® finalmente los encuentros. El primero lleg¨® el pasado 7 de diciembre. Alejandra ten¨ªa instrucciones precisas: llevar los resultados del Mundial y acudir a las citas con pap¨¢ cargada con ¡°10 noticias de deportes y 10 noticias de far¨¢ndula¡±. ¡°Solo hubo un d¨ªa que no cumpli¨® con el pacto. Ese d¨ªa trajo una sola noticia de far¨¢ndula¡±, recuerda Mendoza. La protagonista de aquella ¡°noticia de far¨¢ndula¡± era una tal Shakira.
¡°Yo soy cronista deportivo y me he ganado siempre la vida como tal. Nunca he recibido un salario por hacer publicaciones sobre pol¨ªtica. Pero me gusta lo que una colega escribi¨® sobre m¨ª: que fui el cronista deportivo que rompi¨® el hielo, porque nosotros no nos metemos en este tipo de cosas¡±, cuenta Mendoza. ¡°Si est¨¢ ocurriendo algo tan grave como lo que est¨¢ pasando en Nicaragua desde 2018, no puede ser que la p¨¢gina de deportes est¨¦ totalmente desvinculada de la realidad. No puede ser. No me arrepiento de nada, porque si no ser¨ªa arrepentirme de los ¨²ltimos 40 a?os de mi vida¡±.
Suele decirse que los d¨¦spotas toleran las cr¨ªticas, pero no que se r¨ªan de ellos y los ridiculicen. Eso era en parte lo que hac¨ªa Mendoza en redes sociales, y lo que le llev¨® a prisi¨®n. Todos saben ya en el hotel del destierro nicarag¨¹ense que 597 d¨ªas en el infierno de El Chipote no han podido doblegar ese talento.
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