Brasil, patria del privilegio (que se acab¨® para los universitarios encarcelados)
El Supremo pone fin a la celda individual para los acusados con titulaci¨®n superior, aunque persisten prebendas como la pensi¨®n que cobran 200.000 brasile?as por ser hijas solteras de funcionarios
Durante las ¨²ltimas siete d¨¦cadas, los acusados con t¨ªtulo universitario enviados a la c¨¢rcel en Brasil ten¨ªan derecho a ir a un ala especial, a una celda individual lejos de los presos comunes. Un alivio y casi un lujo en un pa¨ªs de prisiones infames donde escasean el espacio y a veces incluso la comida. El Tribunal Supremo puso fin hace unos d¨ªas a esa prerrogativa, pero en Brasil, patria del privilegio, otras muchas prebendas anacr¨®nicas y extravagantes siguen vigentes. Una de las que m¨¢s ira genera ...
Durante las ¨²ltimas siete d¨¦cadas, los acusados con t¨ªtulo universitario enviados a la c¨¢rcel en Brasil ten¨ªan derecho a ir a un ala especial, a una celda individual lejos de los presos comunes. Un alivio y casi un lujo en un pa¨ªs de prisiones infames donde escasean el espacio y a veces incluso la comida. El Tribunal Supremo puso fin hace unos d¨ªas a esa prerrogativa, pero en Brasil, patria del privilegio, otras muchas prebendas anacr¨®nicas y extravagantes siguen vigentes. Una de las que m¨¢s ira genera son las pensiones vitalicias a las hijas solteras de la ¨¦lite de las Fuerzas Armadas y el funcionariado, un pago incompatible con tener marido o entrar al cuerpo de funcionarios que reciben todav¨ªa 200.000 mujeres. Y parte de ellas, para colmo, hace trampa, seg¨²n revel¨® recientemente el diario Estad?o: el Tribunal de Cuentas ha descubierto que al menos 4.000 la reciben desde la muerte de su padre pese a haberse casado, tener una pareja de hecho legal o trabajar la para Administraci¨®n.
Son casos distintos, pero tanto el de los universitarios encarcelados como el de las solteras hijas de... ilustran el tipo de privilegio que, junto a una infinidad de factores, contribuye a perpetuar en la sociedad brasile?a la arraigada desigualdad sociecon¨®mica, y de oportunidades (sintetizada en esta foto de Tuca Vieira).
Los ejemplos son cotidianos: desde la existencia de un ascensor de servicio y otro social en muchos edificios hasta un sistema tributario tremendamente injusto con los pobres, ahogados por los impuestos directos y la inflaci¨®n mientras los dividendos de los accionistas est¨¢n exentos de tributar. Una brecha que se puede resumir en un dato impresionante: los hombres blancos del 1% m¨¢s rico tienen m¨¢s renta que todas las brasile?as negras y mestizas.
El Tribunal Supremo considera que el trato especial a los egresados de la Universidad encarcelados es inconstitucional porque, en palabras de uno de sus jueces, ¡°no protege a personas fragilizadas y merecedoras de tutela; por el contrario, favorece a aquellos que ya son favorecidos por su posici¨®n econ¨®mica¡±. Los universitarios siempre fueron una parte ¨ªnfima de la poblaci¨®n carcelaria (ahora rondan el 1%) y una vez la sentencia era firme iban a las celdas de los presos comunes, un momento que pod¨ªa demorar a?os.
Este derecho, instaurado por Getulio Vargas en los cuarenta, salt¨® al debate p¨²blico sobre todo a partir de la investigaci¨®n de corrupci¨®n Lava Jato (ahora enterrada y con buena parte de los fallos, anulados), que supuso el encarcelamiento decenas de pol¨ªticos y empresarios considerados intocables. Hasta entonces. El actual presidente, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que era obrero y nunca fue a la universidad, recibi¨® un trato especial en su calidad de exmandatario. Le construyeron una celda a la medida en una comisar¨ªa de Curitiba. (Sus condenas fueron anuladas).
No obstante, los jueces, fiscales, militares, sacerdotes y pastores acusados de delitos merecedores de prisi¨®n preventiva, entre otros, conservan el privilegio que los universitarios acaban de perder.
Tambi¨¦n destacan entre la casta del privilegio, las hijas solteras de la ¨¦lite del funcionariado. Algunos de los ejemplos desvelados por el citado diario dejan a cualquiera boquiabierto. La se?ora Maria Lucia Rangel de Alckmin, de 79 a?os, prima del actual vicepresidente, cobra una pensi¨®n por ser hija soltera de un antiguo juez del Supremo que equivale, atenci¨®n, al salario del presidente de la Rep¨²blica. Es decir, recibe como Lula 39.000 reales (7.000 euros o 7.700 d¨®lares) a cambio de nada.
El pago a las 60.000 hijas solteras de funcionarios (sin incluir los militares) le supone a las arcas p¨²blicas casi 600 millones de d¨®lares al a?o. Las descendientes de la c¨²pula militar que nunca se casaron son unas 140.000 se?oras que reciben unos mil euros al mes.
Entre las beneficiadas, dos hijas de Vinicius de Moraes, que entr¨® a la historia de la m¨²sica como el padre de la bossa nova pero antes fue diplom¨¢tico. Ambas reciben desde 1980, a?o del fallecimiento del artista, esta paga creada a finales de los cincuenta por el presidente Juscelino Kubitschek, el hombre que impuls¨® la creaci¨®n de Brasilia como s¨ªmbolo de pa¨ªs moderno.
El argumento esgrimido en la ¨¦poca era que sin padre ni marido las mujeres no pod¨ªan mantenerse. A medida que las brasile?as fueron ganando independencia econ¨®mica, el debate sobre estas prebendas se aviv¨®. Desde los noventa no se incorporan nuevas beneficiarias, pero se mantienen los pagos a aquellas que ya ten¨ªan derecho desde que quedaron hu¨¦rfanas de padre, algunas cuando a¨²n eran ni?as.
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