La UE teme que el apoyo de EE UU a Ucrania decaiga si la contraofensiva no triunfa
El Reino Unido, Francia y Pa¨ªses Bajos presionan a Washington para que autorice la exportaci¨®n a Kiev de sus modernos cazas F-16
La gran guerra de Rusia en Ucrania est¨¢ a las puertas de vivir una fase que se anticipa decisiva. Mientras medio mundo ans¨ªa la contraofensiva de las tropas de Kiev, alimentada por un suministro in¨¦dito de armas occidentales, este movimiento toma un cariz crucial. De lo que el ej¨¦rcito de Kiev logre recuperar en ese empuje depender¨¢n mucho el presente y el futuro de Ucrania. Kiev y Occidente lo saben; Mosc¨² lo teme. Con ese car¨¢cter trascendente, a la Uni¨®n Europea le preocupa que si la contraofensiva no es tan victoriosa ¡ªal menos visiblemente¡ª, el apoyo de Estados Unidos, que se asoma a un momento de tensi¨®n en la pol¨ªtica interna, con elecciones presidenciales en 2024, empiece a decaer.
Los aliados de Kiev contin¨²an rebuscando en sus mermados arsenales sin dejar de mirar hacia Estados Unidos, que sigue rechazando cruzar la l¨ªnea roja de suministrar algunos de sus potentes cazas a Ucrania. La ansiada coalici¨®n para enviar aviones de combate modernos no despega, pese a las presiones del Reino Unido, Francia, Pa¨ªses Bajos y otros Estados europeos. Esta semana, tras una visita del presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, Londres y Par¨ªs han dado un paso m¨¢s al establecer programas de entrenamiento para pilotos ucranios ¡ªde momento te¨®ricos, sin acceder a los aviones¡ª y eliminar as¨ª uno de los argumentos de Estados Unidos para no permitir la transferencia de sus preciados F-16: la falta de preparaci¨®n del ej¨¦rcito ucranio. Por ahora, Washington no ha autorizado que los militares de Kiev entrenen a bordo de esos aviones de fabricaci¨®n estadounidense (un permiso necesario para hacerlo, aunque sean propiedad de pa¨ªses europeos).
El Reino Unido, que ha enviado recientemente a Ucrania misiles de precisi¨®n y largo alcance, ve la coalici¨®n para entregar cazas m¨¢s como una se?al hacia Rusia que hacia Ucrania. Es similar a lo que en su momento fue la formaci¨®n de la coalici¨®n de tanques modernos a la que tanto Alemania como Estados Unidos eran reticentes, pero que terminaron por liderar. ¡°Es esencial mostrar a Mosc¨² que nosotros, como naciones, no tenemos objeciones filos¨®ficas o de principios para suministrar a Ucrania los equipos que necesita¡±, declar¨® el mi¨¦rcoles el ministro de Defensa brit¨¢nico, Ben Wallace.
Washington, sin embargo, es m¨¢s partidario de proporcionar otro tipo de armas que, adem¨¢s, tengan un uso inminente (sin aguardar a la formaci¨®n de los militares) de cara a la contraofensiva. Aunque varias fuentes diplom¨¢ticas creen que si las tropas ucranias mantienen el empuje, Estados Unidos podr¨ªa acceder a emitir licencias de reexportaci¨®n de los F-16 que vendi¨®, por ejemplo, a Pa¨ªses Bajos, que ya ha asegurado que junto a Dinamarca y B¨¦lgica podr¨ªa proporcionar un centenar a Ucrania.
Washington y Bruselas han adquirido distintos niveles de compromiso con Kiev. Ambos se mueven bajo la premisa de apoyar al pa¨ªs invadido por las tropas del Kremlin ¡°durante el tiempo que sea necesario¡±. Sin embargo, mientras Estados Unidos ha liderado el apoyo militar ¡ª36.900 millones de d¨®lares (34.268 millones de euros), desde el inicio de la invasi¨®n, seg¨²n el Departamento de Estado¡ª, la Uni¨®n ha establecido un marco de relaci¨®n a largo plazo. Bruselas ha declarado a Ucrania pa¨ªs candidato a entrar en el club comunitario y est¨¢ removiendo sus estructuras para asimilar poco a poco al pa¨ªs del Este en una suerte de uni¨®n de facto a trav¨¦s de tratados y acuerdos ¡ªa los que se une tambi¨¦n el desembolso para ayuda militar¡ª.
La UE ha apoyado a Ucrania con 72.000 millones de euros. De ellos, algo m¨¢s de la mitad fueron en asistencia financiera y 15.300 millones se destinan a ayuda militar, diplom¨¢tica y de defensa, seg¨²n datos de las instituciones comunitarias. La promesa de adhesi¨®n, adem¨¢s, aunque no tenga un cronograma a la vista, es una variable muy importante en la ecuaci¨®n, se?ala una alta fuente comunitaria. Tambi¨¦n lo es el hecho de que para la UE contribuir a la seguridad de su vecino del Este es sumar tambi¨¦n para la ¡°seguridad propia¡±, incide Orysia Lutsevych, jefa del Foro de Ucrania en el laboratorio de ideas Chatham House. Estos dos puntos salieron a relucir hace unas semanas en una reuni¨®n entre diplom¨¢ticos europeos y estadounidenses. En ella, Washington dej¨® claro que el apoyo para Kiev no era un saco sin fondo, y que tanto el desempe?o en la batalla frente a Rusia como el hecho de que la UE mantenga una senda ascendente para contribuir al sost¨¦n resultan cruciales para preservar la unidad y que siga fluyendo el apoyo estadounidense. Tras la ronda de conversaciones con Washington, la parte europea volvi¨® algo inquieta, apunta un diplom¨¢tico que particip¨® en la preparaci¨®n de la cita.
El Gobierno de Volod¨ªmir Zelenski, que tambi¨¦n se muestra preocupado por la posibilidad de perder apoyos, rechaza fiarlo todo a la contraofensiva, considerada por diversos analistas y fuentes de inteligencia occidental como la oportunidad de cambiar la situaci¨®n sobre el terreno; sobre todo para lograr empujar a las fuerzas del Kremlin en el sur, romper sus v¨ªas log¨ªsticas e incluso comprometer el corredor que Mosc¨² ha establecido entre la pen¨ªnsula de Crimea ¡ªque se anexion¨® ilegalmente en 2014¡ª y Donb¨¢s. La presi¨®n es mucha y Zelenski ha tratado de rebajar las expectativas sobre las ganancias de la contraofensiva. Se juega mucho. Y no solo territorio que recuperar.
La Administraci¨®n de Joe Biden no da se?ales de fatiga en su apoyo, pero a la vez es consciente de que tiene que visibilizar que la ayuda multimillonaria enviada a Kiev tiene un impacto. Cuando la invasi¨®n a gran escala cumple 15 meses, los arsenales de los aliados est¨¢n cada vez m¨¢s vac¨ªos y las cuentas son cada vez menos flexibles para nutrir a Kiev. ¡°La dependencia excesiva de Estados Unidos es un riesgo¡±, apunta Lutsevych. ¡°Paliarlo significa aumentar el gasto en defensa e invertir en producci¨®n para reponer el material enviado a Ucrania¡±, a?ade la investigadora.
Inquietud por el rumbo del apoyo a Kiev
El apoyo de los estadounidenses a la ciudadan¨ªa ucrania no ha decrecido, pero s¨ª ha aumentado la inquietud por el rumbo del apoyo a Kiev y su mantenimiento en el tiempo, seg¨²n varios sondeos. En abril, una encuesta de Ipsos y la Universidad de Maryland se?alaba que un 46% de los ciudadanos de EE UU cree que Washington debe mantener el sost¨¦n solo uno o dos a?os, frente al 38% que afirmaban que Estados Unidos ten¨ªa que dar apoyo todo el tiempo que sea necesario.
Los sondeos muestran tambi¨¦n que dentro del primer grupo, ese que cree que el apoyo debe tener una fecha corta de caducidad o que incluso se ha hecho ya demasiado, hay una inmensa mayor¨ªa de votantes republicanos, o m¨¢s bien, de partidarios de Donald Trump, se?ala desde Washington el veterano investigador Bruce Stokes, del German Marshall Fund, especializado en relaciones trasatl¨¢nticas. Hace solo unas semanas, el controvertido expresidente clam¨® en una entrevista con la cadena CNN que Estados Unidos ya hab¨ªa hecho demasiado por Ucrania mientras la UE apenas hab¨ªa movido un dedo. Y eso da muchas pistas de lo que puede pasar en los pr¨®ximos meses. ¡°A Estados Unidos no le gusta verse asociado con los perdedores. De momento, Ucrania no ha estado en ese punto, pero hay temores de que, si la contraofensiva no es tan exitosa, el apoyo de la opini¨®n p¨²blica estadounidense se resienta¡±, abunda Stokes
Hay cierto consenso entre los expertos militares y las fuentes de inteligencia consultadas de que no es probable que la guerra termine este a?o. Y si la guerra se estanca, el tiempo puede correr en favor de Rusia y tambi¨¦n de una China cada vez m¨¢s asertiva, que se est¨¢ beneficiando de la dependencia del Kremlin, apunta una diplom¨¢tica occidental. En cualquier caso, ese escenario no favorece a Occidente, ya que puede hacer flaquear el apoyo incluso de quienes ahora lo mantienen f¨¦rreo. Eso puede transformarse no solo en que la ayuda militar llegue cada vez m¨¢s menguada a Kiev, sino tambi¨¦n en presiones para que se siente a negociar con Rusia los t¨¦rminos de alg¨²n tipo de acuerdo.
La guerra en Ucrania va a ser sin duda un elemento de tensi¨®n en la campa?a electoral estadounidense, prevista para oto?o de 2024, pero que se empezar¨¢ a calentar este oto?o, dice Stokes. Una campa?a en la que Trump pretende volver a ser candidato. E incluso si la guerra termina a finales de este a?o o hay alg¨²n tipo de alto el fuego, incide el experto del German Marshall Fund, la multimillonaria reconstrucci¨®n del pa¨ªs ¡ªas¨ª como qui¨¦n la pagar¨¢ y cu¨¢nto costar¨¢¡ª estar¨¢ sobre la mesa.
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