Un militar ucranio tratado en Espa?a: ¡°Ya no tengo miedo a morir, solo a perder mi tierra¡±
Dmitro Lohvinenko ha sido atendido en Madrid de la amputaci¨®n de una pierna por un bombardeo ruso. Antes de que estallara la guerra trabajaba de fot¨®grafo
Tan solo son unos pocos pasos apoyado en las muletas, pero son los primeros que da Dmitro Lohvinenko, soldado de infanter¨ªa ucranio de 34 a?os, desde que perdi¨® la pierna derecha durante un bombardeo ruso. Los ha dado en Espa?a, en el Hospital Central de la Defensa G¨®mez Ulla de Madrid, a donde lleg¨® a principios de a?o para recuperarse de las graves heridas de la guerra: las que se ven y las que no. Desde el inicio de la invasi¨®n rusa...
Tan solo son unos pocos pasos apoyado en las muletas, pero son los primeros que da Dmitro Lohvinenko, soldado de infanter¨ªa ucranio de 34 a?os, desde que perdi¨® la pierna derecha durante un bombardeo ruso. Los ha dado en Espa?a, en el Hospital Central de la Defensa G¨®mez Ulla de Madrid, a donde lleg¨® a principios de a?o para recuperarse de las graves heridas de la guerra: las que se ven y las que no. Desde el inicio de la invasi¨®n rusa, Espa?a ha acogido a 57 soldados ucranios, la mayor¨ªa de ellos con heridas muy graves, para darles asistencia sanitaria en Madrid y Zaragoza.
¡°Nunca hab¨ªa disparado un arma, pero el mismo d¨ªa 24 de febrero [de 2022, inicio de la invasi¨®n], cuando las bombas comenzaban a caer por todo el pa¨ªs, decid¨ª alistarme en el ej¨¦rcito¡±, cuenta Lohvinenko en un parque cercano al hospital el pasado abril, poco antes de regresar a su pa¨ªs. Habla despacio, pero con la ayuda de Adriana, traductora y ahora tambi¨¦n su amiga, ya entiende algunas cosas y a veces se lanza con alguna palabra en castellano: ¡°cigarro¡±, ¡°gracias¡±, ¡°c¨¢mara¡±¡
Cuando decidi¨® alistarse, su padre no entendi¨® la decisi¨®n y le dijo que no hab¨ªa dejado descendencia y que todo pod¨ªa terminar en ¨¦l. Pero no se ech¨® atr¨¢s y acab¨® en la Brigada de Defensa Territorial 108. A Lohvinenko le citaron para el periodo de instrucci¨®n solo dos d¨ªas despu¨¦s de que ¨¦l se alistase en el ej¨¦rcito y la formaci¨®n dur¨® menos de tres meses. ¡°Era el que mejor punter¨ªa ten¨ªa¡±, presume. A primeros de junio del a?o pasado, le dijeron que ya estaba listo para ir al frente.
Natural de Donetsk, Dmitro era fot¨®grafo antes de que la invasi¨®n rusa lo cambiara todo. Lo que empez¨® como una afici¨®n ¨Dse hab¨ªa formado como operario de maquinaria industrial para el tratamiento de carb¨®n¨D acab¨® siendo su profesi¨®n. Primero fue una cadena de televisi¨®n local la que se fij¨® en ¨¦l, y m¨¢s tarde el Ayuntamiento de Dnipr¨® le contrat¨® para cubrir espect¨¢culos culturales y eventos deportivos. Su trabajo a¨²n puede verse en su cuenta de Instagram y revela que su autor sabe mirar y que le apasionaba lo que hac¨ªa. Ahora que ya no puede regresar al frente, le gustar¨ªa ser fot¨®grafo del ej¨¦rcito ¡°para documentar las atrocidades que est¨¢n haciendo los rusos¡± y si eso no es posible, dice, ¡°ayudar en alg¨²n centro de rehabilitaci¨®n para heridos¡±. ¡°Mi familia hasta el momento se encuentra bien, no han salido de Ucrania, pero los combates contin¨²an y la situaci¨®n cambia cada d¨ªa¡±, recuerda.
?l mismo fotografi¨® su pierna reventada tras un bombardeo. Muestra a este fot¨®grafo la imagen, terror¨ªfica, imposible de reproducir. Y cuenta c¨®mo ocurri¨®: ¡°Nos est¨¢bamos preparando para defender un punto cercano a un peque?o bosque, en la zona de Donb¨¢s, cavando trincheras donde nos proteg¨ªamos mientras las bombas ca¨ªan cada vez m¨¢s cerca. El 25 de agosto, 24 horas despu¨¦s de que celebr¨¢ramos el D¨ªa de la Independencia de Ucrania, los bombardeos se hicieron mucho m¨¢s intensos y en uno de los ataques no me dio tiempo a llegar a la zanja y la metralla me alcanz¨® de lleno la pierna derecha¡±, recuerda, mientras acaricia la pr¨®tesis mec¨¢nica y estira el calcet¨ªn que la cubre.
¡°En pocos minutos el bosque qued¨® totalmente arrasado. Gracias al curso de primeros auxilios que realizamos en la base de entrenamiento, me pude hacer un torniquete hasta que tres de mis compa?eros me sacaron de all¨ª. Uno de ellos, de 19 a?os, muri¨® posteriormente en otro bombardeo. Me metieron en un coche por el medio del campo y un param¨¦dico me hizo las primeras curas hasta llegar al hospital de campa?a. De ah¨ª me llevaron a Zaporiyia. En cuanto me vio, el m¨¦dico me dijo que hab¨ªa que operar de urgencia y que iba a perder la pierna.¡±
Despu¨¦s de nueve interminables operaciones quir¨²rgicas, le ofrecieron viajar a un pa¨ªs extranjero para colocarle una pr¨®tesis. Acept¨®, y a principios de a?o lleg¨® a Espa?a junto a otros 10 militares heridos de gravedad en la guerra. Aqu¨ª tampoco ha sido f¨¢cil: la herida de la pierna no cicatrizaba bien, y los dolores eran constantes. Al principio tuvo varias reuniones con psic¨®logos y psiquiatras, pero ahora se encuentra fuerte y dice que ya no los necesita. El pasado 12 de abril, en una emocionante ceremonia, el ministro de Defensa de su pa¨ªs, Oleksii Reznikov, acompa?ado de su hom¨®loga espa?ola, Margarita Robles, entreg¨® a Lohvinenko y a otros 36 compa?eros heridos en combate la cruz al valor.
Lohvinenko se emociona al hablar de c¨®mo se defiende su pa¨ªs. ¡°Muchos de los que est¨¢n combatiendo no eran militares. Conozco a peluqueros, carteros, profesores o gente que ten¨ªa una tienda y que nunca antes hab¨ªa usado un arma y ahora lo ¨²nico que quieren es defender Ucrania hasta el final. Perd¨®n, no hasta el final, sino hasta lograr la victoria¡±, aclara. Y prosigue: ¡°El pueblo ucranio es pac¨ªfico y trabajador, pero se han equivocado al meterse con nosotros. Yo ya no tengo miedo a morir, solo a perder mi hogar, mi familia, mis amigos, mi cultura y mi tierra. No vamos a dar ning¨²n paso atr¨¢s. La verdad est¨¢ de nuestro lado y los rusos quieren que Ucrania desaparezca, por eso siembran el terror asesinando a los civiles e intentando obligar a los que queden vivos a que salgan del pa¨ªs. Que sepan que eso no va a pasar¡±.
Pese a todo, el fot¨®grafo no ha perdido el sentido del humor. Adriana, la traductora, le ha preguntado al llegar: ¡°?C¨®mo va tu pierna?¡±. Dmitro ha sonre¨ªdo y le ha dicho: ¡°?Cu¨¢l? ?La que dej¨¦ en Ucrania o esta de aqu¨ª?¡±. Dice que ya no le importa mucho, que ya no piensa tanto en lo que ha perdido. ¡°S¨ª que me hubiera gustado combatir m¨¢s tiempo¡±, se lamenta. Como no va a ser posible, su siguiente objetivo es hacer un documental sobre ese chico de 19 a?os que le sac¨® del bombardeo y muri¨® en otro, poco despu¨¦s. ¡°Ser¨ªa un peque?o homenaje a uno de los compa?eros que me salvaron la vida¡±.
El pasado 30 de abril, Dmitro Lohvinenko regres¨® a Ucrania para proseguir su rehabilitaci¨®n all¨ª y reencontrarse con su familia. Ya desde su casa, al otro lado del tel¨¦fono, reflexiona: ¡°S¨¦ que el camino que me toca recorrer ahora no va a ser f¨¢cil, pero estoy preparado y no voy a olvidar el apoyo y cada gesto que he recibido en Espa?a¡±.
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