Hallado muerto en su celda Unabomber, el terrorista ermita?o que se opon¨ªa a la tecnolog¨ªa
Ted Kaczynski envi¨® durante dos d¨¦cadas 16 cartas bomba que causaron tres muertos. Tras su arresto por parte del FBI en 1996, cumpl¨ªa varias cadenas perpetuas
Theodore Ted Kaczynski, el cient¨ªfico terrorista m¨¢s conocido como Unabomber, que mand¨® durante d¨¦cadas una serie de cartas bomba y cautiv¨® en los a?os noventa la imaginaci¨®n estadounidense con su cruzada contra la tecnolog¨ªa, fue hallado muerto este s¨¢bado a primera hora de la ma?ana en la celda en la que cumpl¨ªa cuatro cadenas perpetuas. Ten¨ªa 81 a?os. La noticia la dio un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones, que no comunic¨® la causa del fallecimiento. El domingo, la agenci...
Theodore Ted Kaczynski, el cient¨ªfico terrorista m¨¢s conocido como Unabomber, que mand¨® durante d¨¦cadas una serie de cartas bomba y cautiv¨® en los a?os noventa la imaginaci¨®n estadounidense con su cruzada contra la tecnolog¨ªa, fue hallado muerto este s¨¢bado a primera hora de la ma?ana en la celda en la que cumpl¨ªa cuatro cadenas perpetuas. Ten¨ªa 81 a?os. La noticia la dio un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones, que no comunic¨® la causa del fallecimiento. El domingo, la agencia AP public¨®, citando cuatro fuentes sin identificar, que en realidad se hab¨ªa tratado de un suicidio.
Entre 1978 y 1995, Kaczynski envi¨® 16 explosivos de fabricaci¨®n casera por correspondencia, muchos de ellos a universidades, pero tambi¨¦n a empresarios, un inform¨¢tico, un publicista, el presidente de una aerol¨ªnea y un lobista de la industria maderera. A todos ellos los culpaba de los males del progreso y del declive de la vida natural.
Las cartas provocaron 3 muertos y 23 heridos. El FBI, para el que Unabomber se convirti¨® en una verdadera obsesi¨®n existencial, despleg¨® 40 agentes en 1996 para arrestarlo en la caba?a en la que viv¨ªa apartado del mundo. Durante los a?os en los que rein¨® su terror, el gesto anodino de abrir un sobre se convirti¨® en fuente de ansiedad para muchos estadounidenses.
Hasta 2021, Kaczynski cumpl¨ªa condena en un penal de m¨¢xima seguridad de Colorado. Debido al empeoramiento de su estado de salud, fue trasladado a una prisi¨®n medicalizada en Butner, Carolina del Norte, donde este s¨¢bado le lleg¨® su hora.
Nacido en 1942 en Chicago, creci¨® como un adolescente superdotado que emprendi¨® una carrera brillante en las matem¨¢ticas puras. Se gradu¨® en Harvard, universidad en la que ingres¨® a los 16 a?os tras saltarse un par de cursos, obtuvo un doctorado por la de Michigan en una de las ramas m¨¢s oscuras de la disciplina y trabaj¨® como profesor asistente en la de Berkeley.
Sin agua corriente ni electricidad
A finales de los sesenta abandon¨® la vida acad¨¦mica. En 1971, decidi¨® perseguir uno de los mitos fundacionales de Estados Unidos, el del hombre que, harto de la hipocres¨ªa de la sociedad, decide, como Henry David Thoreau, apartarse a una caba?a sin agua corriente ni electricidad. En su caso, no fue en Concord (Massachusetts), sino en Lincoln (Montana). La mitolog¨ªa que se mont¨® en torno a su figura achaca esa decisi¨®n a las consecuencias imprevistas de un pol¨¦mico experimento psicol¨®gico de la CIA en Harvard para desarrollar t¨¦cnicas de control mental.
Se construy¨® una bicicleta con la que iba a aprovisionarse al pueblo m¨¢s cercano. En 1978, inici¨® su actividad terrorista. Su primera v¨ªctima fue un guardia de seguridad de la Universidad de Northwestern, al norte de Chicago, que no era el objetivo de su ataque. En los a?os ochenta, ya se hab¨ªa convertido en la obsesi¨®n del FBI y de cierta cultura pop que coquetea en este pa¨ªs con la vida de asesinos en serie y de otros personajes al l¨ªmite.
En 1995, The New York Times y The Washington Post ¡ªdiario que habilit¨® todo un suplemento especial para acomodarlo¡ª aceptaron a petici¨®n del Gobierno difundir un manifiesto de Unabomber. Esperaban que as¨ª dejar¨ªa de atentar. El editor del Times entonces, Arthur O. Sulzberger Jr., no recurri¨® para defender la decisi¨®n a la Primera Enmienda de la Constituci¨®n, que garantiza la libertad de expresi¨®n, sino al papel que un peri¨®dico debe desempe?ar ¡°como parte de una comunidad¡±.
El art¨ªculo se convirti¨® inmediatamente en un texto antisistema de referencia para disgusto de los familiares de sus v¨ªctimas, que se opusieron p¨²blicamente a la idealizaci¨®n del personaje. Varias editoriales en los m¨¢rgenes tienen a la venta diversas versiones en papel.
Ten¨ªa 35.000 palabras y era un alegato contra la tecnolog¨ªa que arrancaba as¨ª: ¡°La revoluci¨®n industrial y sus consecuencias han sido un desastre para la raza humana. Han aumentado la esperanza de vida de los que vivimos en pa¨ªses avanzados, pero han desestabilizado la sociedad y han condenado a los seres humanos a la indignidad¡±. El texto, escrito a m¨¢quina, tambi¨¦n dec¨ªa, en una parte en la que es inevitable no escuchar los ecos sobre el actual debate en torno a la inteligencia artificial, que ¡°la ciencia avanza ciegamente, sin tener en cuenta el bienestar real de la raza humana¡±.
Tras su arresto, la imagen de ermita?o barbudo flanqueado por los agentes dio la vuelta al mundo. Parec¨ªa encajar limpiamente en el molde del noble salvaje, un arquetipo de larga tradici¨®n en la cultura libertaria.
Su peculiar personalidad, que se transparentaba hasta en su forma de escribir, acab¨® convirti¨¦ndose en su propia trampa. Fue su hermano tres a?os menor, David, quien, al leer el manifiesto en la prensa, reconoci¨® la mano de su familiar en expresiones y giros gramaticales. Tras sopesar el dilema de denunciar a un hermano, acab¨® por hacerlo.
El operativo se puso en marcha y, tras semanas de vigilancia, la larga y misteriosa historia de Unabomber, que ya era entonces la investigaci¨®n a la que el FBI hab¨ªa destinado m¨¢s fondos y personal, termin¨® de la manera menos aparatosa. Con un agente llamando a la puerta de la caba?a y diciendo: ¡°Ted, tenemos que hablar contigo¡±.
Durante el juicio, salieron a relucir informes psicol¨®gicos que vieron en su literatura rastros de una personalidad esquizofr¨¦nica, y Kaczynski trat¨® de defenderse a s¨ª mismo, pese a que se estaba jugando la pena de muerte.
Finalmente, se declar¨® culpable en 1998, aunque nunca expres¨® arrepentimiento. Un juez federal de distrito de Sacramento (California) lo sentenci¨® a cuatro cadenas perpetuas consecutivas y 30 a?os. As¨ª fue como Unabomber cambi¨® su estancia en la monta?a de nueve metros cuadrados por una celda de ocho estrechamente vigilada. En ambas, pas¨® m¨¢s o menos la misma cantidad de tiempo, un cuarto de siglo en cada una, hasta su muerte este s¨¢bado.
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