Ucrania convierte a dos artistas en s¨ªmbolo de la resistencia contra Rusia
La invasi¨®n rusa destruy¨® edificios con el legado pict¨®rico de Maria Primachenko y Polina Raiko, protagonistas estos d¨ªas de varias exposiciones para fortalecer la identidad nacional
Alguien grafite¨® en los escombros del destruido museo local de Ivankiv mensajes a favor de Europa. ¡°M¨¢s Europa y menos guerra¡±, dice el texto que acompa?a el dibujo de la imagen mitol¨®gica de la obra El rapto de Europa, con los colores de Ucrania y de la UE. El museo local de Ivankiv, en la provincia de Kiev, fue destruido el 25 de febrero de 2022 por un misil ruso, un d¨ªa despu¨¦s del inicio de la invasi¨®n de Ucrania. Albergaba 14 pinturas de su ...
Alguien grafite¨® en los escombros del destruido museo local de Ivankiv mensajes a favor de Europa. ¡°M¨¢s Europa y menos guerra¡±, dice el texto que acompa?a el dibujo de la imagen mitol¨®gica de la obra El rapto de Europa, con los colores de Ucrania y de la UE. El museo local de Ivankiv, en la provincia de Kiev, fue destruido el 25 de febrero de 2022 por un misil ruso, un d¨ªa despu¨¦s del inicio de la invasi¨®n de Ucrania. Albergaba 14 pinturas de su artista local m¨¢s conocida, Mar¨ªa Primachenko (1909-1997). La operaci¨®n heroica para salvar su obra es hoy un s¨ªmbolo de la voluntad ucrania por sobrevivir.
Lejos de Ivankiv, 550 kil¨®metros al sur, en la provincia de Jers¨®n, la obra art¨ªstica de Polina Raiko (1928-2004) qued¨® el pasado junio anegada bajo las aguas del r¨ªo Dni¨¦per. Su casa era su obra magna, cada rinc¨®n del edificio pintado con figuras del folclore ucranio, religiosas y tambi¨¦n sovi¨¦ticas. El pasado 6 de junio revent¨® la presa de Nueva Kajovka, bajo control ruso, una cat¨¢strofe que tanto Kiev como la UE y los servicios de inteligencia occidentales est¨¢n convencidos de que fue un sabotaje de las fuerzas invasoras para detener el avance ucranio en el frente sur. La inundaci¨®n se llev¨® por delante decenas de municipios y tambi¨¦n la casa de Raiko, en el municipio de Oleshki.
Esta aldea se encuentra en territorio ocupado por Rusia y la fundaci¨®n que gestiona su patrimonio ha podido comprobar, por im¨¢genes tomadas por vecinos, que el 70% de sus pinturas han desaparecido o est¨¢n maltrechas.
Raiko, a diferencia de Primachenko, era una desconocida hasta la reciente desaparici¨®n de su obra. Pero el impacto informativo que sigui¨® a la desgracia, la ha proyectado como un ejemplo del mejor arte na¨ªf ucranio y, sobre todo, de la resiliencia contra un invasor que quiere desintegrar el pa¨ªs. Este verano se han organizado dos exposiciones en Kiev que reproducen las pinturas de Raiko, una de ellas, en la Casa Ucrania, uno de los principales espacios expositivos de la capital, y precisamente junto a una exhibici¨®n de Primachenko, la artista na¨ªf nacional m¨¢s reconocida internacionalmente. De esta ¨²ltima tambi¨¦n se ofrece este verano una exposici¨®n en Lviv, en el oeste del pa¨ªs.
Raiko y Primachenko eran mujeres del mundo rural, y su trabajo se inspiraba en el entorno en el que vivieron, de la vida en el campo, de las leyendas heredadas y de una fantas¨ªa sin l¨ªmites. En un ensayo publicado en 2021 por el museo Ivan Honchar de Kiev, donde se muestran estos d¨ªas im¨¢genes de la casa de Raiko, se informaba de que el arte na¨ªf est¨¢ estrechamente vinculado a la identidad ucrania desde el siglo XVIII.
Hasta hoy han llegado numerosas muestras de ello porque durante la Uni¨®n Sovi¨¦tica no fueron objeto de represi¨®n como otras expresiones art¨ªsticas, seg¨²n el documento en cuesti¨®n: ¡°Las autoridades sovi¨¦ticas frecuentemente liquidaron o silenciaron a artistas profesionales, sin embargo, el arte na¨ªf fue tratado con respeto. En tiempos sovi¨¦ticos, el arte na¨ªf era considerado an¨®nimo, se cre¨ªa que, como el pueblo, era un fen¨®meno de masas sin individualidad¡±.
La Fundaci¨®n Primachenko, gestionada por su familia, s¨ª resalta que pese a todos los premios que recibi¨® la artista durante la URSS, ¡°el Gobierno sovi¨¦tico quiso suprimir su voz¡±. Desde una supuesta inocencia, una ya anciana Primachenko pint¨® numerosas obras que abordaban la cat¨¢strofe nuclear de Chern¨®bil (1986) y el drama que supuso para las gentes de su comarca. Ivankiv se encuentra a 50 kil¨®metros de la central nuclear.
Entre la sociedad ucrania y el arte na¨ªf, sea el de Primachenko o el de otro referente como fue Katerina Bilokur, hay una fuerte conexi¨®n emocional e identitaria, que puede detectarse en el ¨¦xito de p¨²blico de sus exposiciones o tambi¨¦n en el uso de sus im¨¢genes en dise?os contempor¨¢neos de ropa, incluso en esl¨®ganes patri¨®ticos. Por ejemplo, Una paloma ha extendido sus alas y clama por la paz, una de las pinturas m¨¢s conocidas de Primachenko, fue utilizado en 2022 como s¨ªmbolo en campa?as de apoyo internacional a Ucrania.
Eugene Bereznicki, director de la Fundaci¨®n Bereznicki e impulsor de la semana de arte de Kiev, confirma que el arte na¨ªf, por su facilidad para conectar visualmente con ¨¦l, se ha convertido en una se?a de identidad ucrania: ¡°El arte na¨ªf es muy primario, muy sincero, y eso lo hace potente. S¨ª es parte de la identidad m¨¢s b¨¢sica ucrania, pero nuestro arte va mucho m¨¢s all¨¢¡±. ¡°Lo que pasa es que los ucranios est¨¢n ahora en una primera fase de disfrutar del arte, es como un ni?o cuando le dan un juguete por primera vez y no deja de jugar con ¨¦l¡±, a?ade Bereznicki.
Las obras de estas artistas se est¨¢n revalorizando en el mercado internacional, confirma Bereznicki, precisamente por su atractivo visual y porque se las reconoce como el alma de Ucrania, un pa¨ªs que est¨¢ en boca de todos por la invasi¨®n que sufre. Pero su tir¨®n no es de ahora. Primachenko fue reconocida por primera vez a nivel global en 1937, en la Exposici¨®n Internacional de Par¨ªs. La descubri¨® la artista francoucrania Alexandra Ekster y se rindieron a su arte desde Chagall a Picasso. Este ¨²ltimo declar¨® que Primachenko era una genialidad, y su fama no dej¨® de crecer pese a que siempre fue una mujer de campo, instalada en su aldea, Bolotnia.
¡°Mar¨ªa Primachenko escribi¨® una nueva p¨¢gina en la historia del patrimonio cultural ucranio¡±, indica su fundaci¨®n, ¡°y estableci¨® los fundamentos para un mejor entendimiento de la identidad nacional para las nuevas generaciones¡±. Esta visi¨®n, compartida por los estamentos pol¨ªticos ucranios, hizo de la salvaci¨®n de su obra en Ivankiv una cuesti¨®n de orgullo nacional, como qued¨® expl¨ªcito en la exposici¨®n organizada en septiembre de 2022 en la Casa Ucrania con las 14 piezas rescatadas del museo de Ivankiv. ¡°Lo que hicieron los vecinos no solo fue salvar las pinturas de Primachenko, tambi¨¦n salvaron la identidad ucrania¡±, asegur¨® el por entonces gobernador de la provincia de Kiev, Oleksi Kuleba, y hoy alto cargo en la oficina del presidente, Volod¨ªmir Zelenski.
¡°Estas pinturas [las rescatadas en Ivankiv] se han convertido en un s¨ªmbolo de la unidad de los ucranios en la defensa conjunta de lo que aprecian¡±, afirma Anastasiia Primachenko, bisnieta de Mar¨ªa y representante de la fundaci¨®n familiar. Para ella, la obra de su bisabuela no es tanto un s¨ªmbolo de la resistencia contra Rusia como ¡°un despertar y un renacimiento de la identidad ucrania¡±.
Yaroslav Kovalenko tiene 27 a?os y vive a escasos 100 metros del museo calcinado por el misil ruso. Kovalenko habla en un perfecto castellano, como muchos otros en Ivankiv: es un ni?o de Chern¨®bil, j¨®venes que pasaron a?os de estancias veraniegas en Espa?a para salir de las zonas m¨¢s castigadas por el accidente nuclear. Este estudiante de Derecho relata que fueron unos pocos ciudadanos los que se atrevieron a saltar las llamas para rescatar las obras. Las pinturas fueron escondidas por ellos porque Ivankiv se encontraba bajo ocupaci¨®n rusa. ¡°Pocos pudieron salir del pueblo porque los rusos llegaron aqu¨ª en los primeros d¨ªas de la invasi¨®n y no sab¨ªamos qu¨¦ estaba sucediendo¡±, recuerda Kovalenko, que se refugi¨® en una casa de campo de su t¨ªa. De los casi dos meses bajo yugo ruso quedan los carteles, en edificios abandonados y en los bosques, avisando de la presencia de minas.
Bolotnia, la aldea colindante a Ivankiv donde naci¨®, vivi¨® y muri¨® Primachenko, no tuvo militares destacados rusos. Seg¨²n varios lugare?os consultados, solo un d¨ªa apareci¨® un grupo de soldados preguntando si ten¨ªan ¡°alcohol, chicas y saunas disponibles¡±. Como la respuesta fue negativa, regresaron a Ivankiv. Los rusos no ocuparon la casa natal de Primachenko, una bonita construcci¨®n de una planta, de ladrillo rojo, con un amplio jard¨ªn y en la que domina el olor de los manzanos. En las ventanas todav¨ªa cuelgan las cortinas que ella misma bord¨®: su madre era una maestra de este arte y la hija estudi¨® en la escuela de confecci¨®n art¨ªstica de Ivankiv. En 1936, cuando fue descubierto su talento, fue invitada a estudiar en Kiev en un seminario experimental de bordado y cer¨¢micas art¨ªsticas. Estos fueron sus estudios.
A escasos 100 metros de la finca de Primachenko, Lena Romanyuk, de 77 a?os, y dos amigas, todas vestidas con batas de alegres colores, muestran su esperanza de que la Fundaci¨®n Primachenko pueda llevar a cabo el proyecto de convertir la casa familiar en un museo. Romanyuk, que se encarga de mantener cuidada la tumba de la pintora, evoca su infancia, cuando Primachenko confeccionaba vestidos para ella y otros ni?os del pueblo.
Pocos visitan la casa o la tumba de Primachenko, afirman las vecinas de Bolotnia, solo cuando hay alg¨²n aniversario se?alado. Menos personas habr¨¢n visitado la casa y obra de arte de Raiko, una mujer que solo empez¨® a pintar como terapia, para sobrellevar graves traumas familiares, cuando ten¨ªa 69 a?os. ¡°Es triste, pero frecuentemente las desgracias dan a conocer artistas que estaban infravaloradas¡±, apunta Bereznicki. Su casa, que fue retratada palmo a palmo en 2013 por el museo Ivan Honchar, ser¨¢ reconstruida en otra localizaci¨®n. ¡°El de Polina Raiko ser¨¢ otro museo de la guerra, ser¨¢ un s¨ªmbolo de lo que ha sucedido¡±, a?ade Bereznicki.
La casa de Raiko tambi¨¦n tiene a su h¨¦roe. El artista de Jers¨®n Viacheslav Mashnitskyi, director de la Fundaci¨®n Raiko, decidi¨® quedarse en el territorio ocupado por Rusia para salvaguardar su legado. Su familia y amigos en la Ucrania libre llevan casi un a?o sin saber de ¨¦l.
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