Ucrania sue?a con la UE, pero todav¨ªa busca su identidad europea
Zelenski quiere acelerar el proceso de adhesi¨®n de Kiev al proyecto comunitario mientras la ciudadan¨ªa todav¨ªa siente que la herencia sovi¨¦tica y rusa les diferencia del resto del continente
Ucrania ha decidido que quiere ser parte de la Uni¨®n Europea, pero muchos de sus ciudadanos todav¨ªa se preguntan si son europeos. El objetivo de Marian Prysiazhniuk era que sus alumnos, adolescentes ucranios, asimilaran que s¨ª lo son. Prysiazhniuk era profesor de un centro educativo para bachilleres que se preparan para acceder a la universidad. La invasi¨®n rusa, iniciada en febrero de 2022, acab¨® con el programa de estudios que ¨¦l coordinaba. Este hombre de 32 a?os, recientemente alistado en el ej¨¦rcito, todav¨ªa recuerda c¨®mo se enfadaba cuando realizaba viajes formativos a Polonia o a Alemania con sus pupilos: ¡°Me dec¨ªan que ¨ªbamos de viaje a Europa, como si fuera un lugar diferente, y para m¨ª era importante que entendieran que ellos ya est¨¢n en Europa, que Ucrania es Europa, y que tuvieran claro que compartimos los mismos valores¡±.
Ucrania es un pa¨ªs a caballo entre dos mundos, entre el este y el oeste; y fue durante siglos parte del imperio ruso y luego, del sovi¨¦tico. ¡°Los ucranios siempre han tenido un problema con la identidad, siempre la han buscado, y esta b¨²squeda ya es precisamente parte de su mentalidad¡±, afirma Erika Szyszczak, profesora de la Universidad de Sussex (Inglaterra) y experta en las relaciones econ¨®micas entre la UE y Ucrania. Szyszczak opina que la adaptaci¨®n ucrania a Europa es m¨¢s compleja que la de Polonia, por ejemplo, por el simple hecho de la distancia geogr¨¢fica, pero tambi¨¦n por cuestiones como la religi¨®n ¡ªmientras Polonia es enteramente cat¨®lica, en Ucrania ha predominado la Iglesia ortodoxa rusa¡ª y, sobre todo, por ¡°una mayor cultura sovi¨¦tica¡±.
El legado sovi¨¦tico se ha ido diluyendo desde su independencia, en 1991, y la actual guerra lo ha terminado de apuntillar. Una abrumadora mayor¨ªa de la poblaci¨®n est¨¢ hoy a favor de romper relaciones con Rusia y abrazar la UE. Seg¨²n una encuesta del pasado octubre del Instituto Internacional de Sociolog¨ªa de Kiev (KIIS, por sus siglas en ingl¨¦s), un 88% quiere formar parte de la UE; en 2021, seg¨²n el mismo instituto, el porcentaje era del 75%. En 2018, en un estudio ampliamente citado del centro de estudios geopol¨ªticos y de defensa Razumkov, el apoyo al acceso a la UE era del 58%.
El informe de Razumkov establec¨ªa hace cinco a?os cuatro razones b¨¢sicas por las que los ucranios, sobre todo en las regiones del este, las m¨¢s pr¨®ximas culturalmente a Rusia, ten¨ªan ¡°problemas para identificarse como europeos¡±: primero, ¡°la desconexi¨®n de la vida cultural y pol¨ªtica europea¡±; segundo, la influencia del pasado sovi¨¦tico; tercero, la influencia de la propaganda rusa; y cuarto, ¡°las vagas promesas de la UE¡± durante d¨¦cadas para acoger a Ucrania en la familia comunitaria.
El camino de Ucrania hacia la UE empez¨® en 1994, cuando se firm¨®, durante la presidencia de Leonid Kuchma, el primer acuerdo de cooperaci¨®n con el club comunitario. Ya en aquel momento se produc¨ªa la tensi¨®n que marcar¨ªa la historia reciente ucrania, el juego de equilibrios entre la Europa occidental y Rusia: la firma coincidi¨® con el rechazo a la propuesta rusa de una uni¨®n aduanera con las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas. En 1996, Kuchma, considerado el presidente m¨¢s prorruso de Ucrania junto a V¨ªktor Yanuk¨®vich, afirmaba durante una visita de Estado a Finlandia: ¡°Una de nuestras principales misiones es superar el aislamiento artificial de Ucrania respecto a Europa, que durante siglos ha privado a los ucranios, como dec¨ªa el poeta [Pavlo Tychyna], del sentimiento de pertenecer a una sola familia¡±.
Fue precisamente la marcha atr¨¢s del presidente V¨ªktor Yanuk¨®vich en 2013 en el acuerdo de asociaci¨®n de Ucrania con la UE, favoreciendo un pacto similar con Rusia, lo que desemboc¨® en la revoluci¨®n del Maid¨¢n, que le desaloj¨® de la jefatura del Estado. Para Alyona Getmanchuk, directora de New Europe, un centro de an¨¢lisis del proceso ucranio hacia la UE, el Maid¨¢n y la revoluci¨®n naranja de 2004 [protestas que llevaron a repetir unas elecciones] son la prueba de que el europe¨ªsmo de la poblaci¨®n ucrania es m¨¢s fuerte que en otros pa¨ªses de la Europa del este que consiguieron formar parte del club comunitario mucho antes. ¡°En Ucrania no ha habido revoluciones para volver a Rusia¡±, como s¨ª las hubo para acercarse a la UE, a?ade Getmanchuk. S¨ª se produjeron, sin embargo, tras la ca¨ªda de Yanuk¨®vich, los levantamientos separatistas en la regi¨®n de Donb¨¢s de 2014, con el apoyo militar y pol¨ªtico ruso; y la anexi¨®n unilateral de Crimea a Rusia, en un territorio con una mayor¨ªa prorrusa.
La aceptaci¨®n el pasado junio de Ucrania como pa¨ªs candidato a formar parte de la UE ¡°fue un golpe de efecto psicol¨®gico muy potente¡± que termin¨® con d¨¦cadas de decepciones, de pasividad por ambas partes para asumir el reto, dice Getmanchuk. Paul D¡¯Anieri, profesor de la Universidad California Riverside, investigador de la historia de Ucrania y Rusia, advert¨ªa el pasado diciembre en una entrevista con EL PA?S que tambi¨¦n exist¨ªa el riesgo de que en Ucrania se produjera un giro ¡°antioccidental¡± si la UE y la OTAN no cumplen con las expectativas de ayuda. La directora de New Europe asegura que este giro no se producir¨¢ porque las nuevas generaciones asumen que Europa es sin¨®nimo de progreso. ¡°Aceptamos incluso que las exigencias para entrar en la UE ser¨¢n m¨¢s duras para nosotros porque pagaremos por los errores de otros¡±, dice Getmanchuk en referencia a ampliaciones previas hacia la Europa del Este que han ocasionado crisis comunitarias, como en el caso de Hungr¨ªa o de Polonia.
Las banderas de la UE son habituales en los edificios p¨²blicos de Ucrania, de escuelas a ministerios. ?Representan el sentir de la poblaci¨®n? Prysiazhniuk cree que una cosa es la convicci¨®n pol¨ªtica y otra, la preparaci¨®n de la gente. ¡°Da igual si eres de Kramatorsk o de Lviv, del este o del oeste, todav¨ªa no hemos tenido suficiente intercambio con el resto de Europa, por eso es importante empezar a ense?ar en las escuelas cu¨¢les son los valores europeos que compartimos, sean la democracia o los derechos humanos¡±. El europe¨ªsmo de Ucrania lo demuestra precisamente el contraste con el invasor, dice Prysiazhniuk, porque Rusia ni quiere ser europea ni aspira a sus valores universales.
Reformas
Szyszczak concede que un reto ser¨¢ la adaptaci¨®n de los ucranios a las profundas reformas legales que implica estar en la UE, adaptarse a que las normas comunitarias son muchas y de obligado cumplimiento, tambi¨¦n ajustarse a un nuevo r¨¦gimen tributario, en un pa¨ªs de baja presi¨®n impositiva y donde impera un liberalismo econ¨®mico en el que se reduce al m¨¢ximo la intervenci¨®n del Estado. Este es un modelo habitual en los pa¨ªses de la Europa del Este que, a diferencia de la Europa occidental, no construyeron su Estado a partir de la socialdemocracia y de la democracia cristiana, sino a partir de una reacci¨®n visceral a la dictadura comunista.
Szyszczak y Getmanchuk coinciden en que el cuerpo de funcionarios, la mayor¨ªa nacidos en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y con puestos laborales inamovibles, es el m¨¢s dif¨ªcil de transformar hacia una mentalidad europea. Szyszczak cree que es el sector privado el que liderar¨¢ de nuevo la transformaci¨®n hacia un europe¨ªsmo que puede tener m¨¢s de pr¨¢ctico que de coraz¨®n: ¡°Hay gente que abraza la UE porque consideran que es la ¨²nica forma de dar ¨ªmpetu a la reforma del pa¨ªs¡±.
Roman Vakulenko tiene 26 a?os, dirige una empresa de taxis en Kiev y piensa exactamente de esta manera: ¡°Los ucranios nos sentimos en parte europeos porque entendemos que nos traer¨¢ m¨¢s seguridad legal o la posibilidad de viajar libremente, cambiar profundamente las normas del juego no es un problema para nosotros, ya lo hemos hecho en el pasado¡±. Pero, por otra parte, a?ade Vakulenko, los ucranios tambi¨¦n tienen la impresi¨®n de que no son todav¨ªa europeos ¡°porque tienen que cambiar muchas cosas que se comparten con Rusia, como una corrupci¨®n muy extendida¡±. Precisamente Zelenski se ha comprometido con la Comisi¨®n Europea a hacer frente a esa corrupci¨®n. Entre enero y febrero se han producido m¨²ltiples redadas en ministerios y otros organismos p¨²blicos en casos de presunta malversaci¨®n de fondos p¨²blicos y tr¨¢fico de influencias que han provocado el relevo de una docena de altos cargos.
Vakulenko naci¨® pocos a?os despu¨¦s de la independencia de su pa¨ªs y asegura que ha vivido la influencia sovi¨¦tica por sus padres. Los m¨¢s j¨®venes, dice, ser¨¢n los que dar¨¢n el salto definitivo: ¡°En 10 a?os Ucrania ser¨¢ un pa¨ªs totalmente diferente, ser¨¢ europeo, y estos debates ya no tendr¨¢n sentido¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.