El vigilante que se jug¨® la vida para salvar de las bombas rusas las obras de la artista ucrania Primachenko
Anatoli Haritonov rescat¨® de las llamas en el primer d¨ªa de guerra 14 cuadros de la pintora alabada por Pablo Picasso y Marc Chagall. Hoy est¨¢n en un lugar secreto bajo tierra
¡°Como toda Ucrania¡±, Anatoli Haritonov pas¨® en vela la noche del 24 de febrero. En su caso, no era solo el temor a la invasi¨®n rusa (que en efecto comenz¨® a primera hora de la ma?ana), sino el runr¨²n en la cabeza por haber dejado los 14 cuadros de una de las principales pintoras ucranias, Maria Primachenko (alabada por Pablo Picasso y Marc Chagall cuando expuso en Par¨ªs), en el humilde museo en el que trabajaba como vigilante en la localidad de Ivankiv, unos 70 kil¨®metros al noroeste de Kiev. Consciente de que eran la joya de la corona, los hab¨ªa guardado pocas horas antes ¨Dcuando los tambores de guerra eran ya casi ensordecedores¨D en un arc¨®n de madera tradicionalmente empleado para almacenar trigo, pero estaba intranquilo porque segu¨ªan en el museo. Ese mismo mediod¨ªa, sus temores se hicieron realidad: los blindados rusos pasaron por Ivankiv desde Bielorrusia hacia la capital ucrania y el impacto de un proyectil incendi¨® el edificio.
Las autoridades ucranias anunciaron inicialmente que el fuego hab¨ªa acabado con las obras de Primachenko (una autodidacta que produjo cientos de coloridos cuadros de est¨¦tica na¨ªf), pero no sab¨ªan que Haritonov ¨Dque vive justo enfrente del museo¨D se jug¨® la vida por salvarlas. Hoy est¨¢n bajo tierra, en un lugar secreto en el que seguir¨¢n hasta que acabe la guerra y puedan volver al museo, un esqueleto calcinado que ha perdido casi toda su colecci¨®n de artefactos hist¨®ricos locales.
¡°En la madrugada ya se o¨ªan aviones y helic¨®pteros, as¨ª que mi familia y yo bajamos al s¨®tano. Yo a veces sub¨ªa para saber qu¨¦ pasaba y ve¨ªa la batalla, con la posici¨®n rusa en un puente y la nuestra al otro lado¡±, cuenta hoy Haritonov, de 47 a?os, frente a los escombros del museo, que hab¨ªa sido renovado en 2019. ¡°De repente o¨ª el estruendo del techo de hojalata cayendo en el suelo. Sal¨ª y vi el edificio en llamas. La verdad es que no dud¨¦. Lo primero que sacamos fueron los cuadros de Primachenko. Es el gran tesoro¡±, agrega. Habla en plural porque otros dos vecinos de la tranquila Ivankiv le ayudaron a arrancar a tirones con las manos las rejas de hierro que proteg¨ªan las ventanas para colarse y rescatar entre las llamas lo poco que pudieron. Como guarda, ten¨ªa las llaves del museo, pero el fuego dominaba ya la puerta.
¨D?Cu¨¢nto tiempo estuvieron dentro?
¨DEstaba tan nervioso que ni me acuerdo. Dir¨ªa que 10 o 15 minutos. Sal¨ª cuando ya no pod¨ªa respirar por el humo y me iban cayendo encima demasiados trocitos ardiendo de pl¨¢stico y de madera que se desprend¨ªan del techo.
Haritonov, empleado como vigilante a tiempo parcial desde 2005, narra el rescate sin rastro de arrogancia, con su vestimenta cotidiana y un poco abrumado por el inter¨¦s. ¡°Es un gran legado cultural de la zona y yo vivo enfrente. Si no hubiese hecho nada, me habr¨ªa sentido avergonzado, no me habr¨ªa podido mirar en el espejo¡±, se?ala. Frente al museo se pueden ver las se?ales de la ca¨ªda de cuatro proyectiles y restos de metralla en la puerta del garaje de enfrente.
Lograron salvar en torno a un 10% de las 800 piezas del museo, llamado de Historia y Costumbres Locales. ¡°Algunas cosas de cer¨¢mica y hierro, pero nada de madera¡±, precisa. Es el caso de bayonetas, cascos y granadas de la Segunda Guerra Mundial o de dos bustos de bronce de partisanos que tiene de momento en el porche de su domicilio. La mayor¨ªa de las piezas, como bordados, iconos o utensilios de la importante comunidad jud¨ªa que residi¨® en la zona hasta el Holocausto, son hoy ceniza.
La directora del museo, Nadiya Biriyk, de 59 a?os, admite que los cuadros de Primachenko est¨¢n hoy escondidos bajo tierra, pero se niega a decir d¨®nde o a mostrar fotograf¨ªas de los cuadros bajo resguardo. Desconf¨ªa de la presencia de un periodista extranjero en su despacho en la Casa de Cultura y reconoce que no oculta la informaci¨®n solo por si las tropas rusas ¨Dque se replegaron de los alrededores de Kiev a principios de abril¨D toman la localidad, sino por una disputa burocr¨¢tica en torno a d¨®nde deben exhibirse. Son el principal atractivo de una instituci¨®n que apenas recib¨ªa tras su renovaci¨®n unos 5.000 visitantes al a?o, casi todos ucranios. ¡°Estaba en tan mal estado antes de la reforma, con el techo cay¨¦ndose, que llegamos a guardarlos aqu¨ª¡±, dice Biriyk mientras se?ala una caja fuerte.
El museo, en una antigua mansi¨®n nobiliaria de apenas siete salas, est¨¢ a menos de una hora a pie de Bolotnia, la aldea en la que Primachenko naci¨® en 1909, enferm¨® de polio de ni?a, aprendi¨® sola a pintar, perdi¨® a su prometido y a su hermano en la II Guerra Mundial y gan¨® los dos premios culturales m¨¢s importantes de la entonces rep¨²blica sovi¨¦tica de Ucrania: el Taras Shevchenko (1966) y el de Artista del Pueblo (1970). La Unesco declar¨® 2009 el a?o de Primachenko.
Falleci¨® en 1997, a los 88 a?os, dejando cientos de cuadros, incluida una serie sobre el accidente nuclear de Chern¨®bil (a unos 35 kil¨®metros de su pueblo) en la que su siempre alegre pintura se llen¨® de criaturas amenazantes. Un cuadro de esa serie, Las flores crecieron cerca del cuarto bloque (1990), fue comprado recientemente por 500.000 d¨®lares (m¨¢s de 475.000 euros) por un ucranio en el extranjero, en una subasta que destin¨® las ganancias a las Fuerzas Armadas del pa¨ªs. El mes pasado, la Bienal de Venecia a?adi¨® en el ¨²ltimo minuto (tanto que no aparec¨ªa en el cat¨¢logo oficial) a su muestra principal otra obra de Primachenko, Espantap¨¢jaros, de 1967. Sus composiciones se han podido ver en algunas manifestaciones mundiales en solidaridad con Ucrania ante la invasi¨®n rusa.
Olena Shestakova, comisaria de la mayor colecci¨®n de Primachenko en el mundo ¨Dunas 650 creaciones en el Museo Nacional de Arte Decorativo Popular de Ucrania, en Kiev¨D, subraya la importancia de la artista, pese a que fue autodidacta, con una tem¨¢tica muy apegada a su tierra y no se mud¨® a las grandes capitales del arte. ¡°Ten¨ªa una cosmovisi¨®n especial, sin an¨¢logos ni en el arte ucranio ni en el mundial. Su obra es un fen¨®meno profundamente nacional, con un marcado estilo art¨ªstico individual [...] Alcanz¨® la expresividad extrema en la creaci¨®n de todo un mundo de criaturas fant¨¢sticas, animales o p¨¢jaros¡±, se?ala por correo electr¨®nico. A diferencia, por ejemplo, de otro nombre fundamental del arte na¨ªf como Henri Rousseau, que pint¨® la selva sin haberla pisado jam¨¢s, Primachenko se inspiraba en la fauna y flora de la zona para plasmar flores, plantas o animales con colores y trazos inspirados por la ornamentaci¨®n tradicional. Shestakova agrega: ¡°Demostr¨® no solo un conocimiento profundo y completo de las tradiciones populares, as¨ª como capacidad de sintetizar la experiencia de muchas generaciones de maestros populares, sino tambi¨¦n capacidad de traducir al lenguaje de los colores y las l¨ªneas la ¨¦poca en la que vivi¨®¡±.
Babelia
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