Los republicanos del Congreso elevar¨¢n la presi¨®n sobre Biden en el nuevo curso pol¨ªtico de EE UU

El Capitolio va recobrando la animaci¨®n tras la pausa veraniega. En Washington a¨²n hace un pegajoso y sofocante calor y los republicanos quieren mantener la temperatura pol¨ªtica muy alta. La C¨¢mara de Representantes reanuda este martes las sesiones y la mayor¨ªa republicana afila los cuchillos. A poco m¨¢s de un a?o de las elecciones presidenciales, el ala dura del partido planea endurecer su oposici¨®n a Joe Biden, recurriendo incluso a las alternativas m¨¢s radicales. El procesamiento pol¨ªtico (impeachment) del inquilino de la Casa Blanca y el conocido como cierre del Gobierno ¡ªen realidad se trata de la imposibilidad de asumir parte de los gastos federales, incluidas las n¨®minas de los funcionarios¡ª por falta de financiaci¨®n est¨¢n sobre la mesa.

Los republicanos m¨¢s extremistas quedaron muy decepcionados por el acuerdo que permiti¨® suspender por dos a?os el techo de deuda autorizada por el Congreso. Fue todo un triunfo para Biden y provoc¨® la rebeli¨®n del ala dura contra el presidente de la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, que arranc¨® solo concesiones menores al firmar el acuerdo.

El pacto llevaba impl¨ªcito que el Congreso diera luz verde a las partidas de gasto para el nuevo a?o presupuestario, que arranca el 1 de octubre. Pero llega el momento de aprobarlas y parte de los republicanos se niegan, lo que provocar¨ªa el temido cierre del Gobierno. Esa dr¨¢stica medida es muy impopular entre los ciudadanos, pues parte de los servicios p¨²blicos colapsan y muchos empleados dejan de cobrar, por lo que McCarthy quiere evitar aparecer como responsable de ese caos. En su partido, sin embargo, algunos prefieren la pol¨ªtica de tierra quemada con tal de reducir el gasto p¨²blico.

¡°No podemos permitirnos las maniobras temerarias o la toma de rehenes que vimos por parte de los republicanos de la C¨¢mara de Representantes a principios de este a?o, cuando empujaron a nuestro pa¨ªs al borde del impago para apaciguar a los m¨¢s extremistas¡±, se?al¨® el l¨ªder de los dem¨®cratas en el Senado, Chuck Schumer, en una carta a los miembros de su grupo a principios de este mes. El Senado ha aprobado las partidas de gasto con apoyo de ambos partidos, pero es en la C¨¢mara de Representantes donde hay una olla a presi¨®n.

Procesar a Biden

La otra bomba del arsenal republicano es el impeachment. El procesamiento pol¨ªtico es un procedimiento excepcional. Solo tres presidentes a lo largo de la historia (Andrew Johnson, en 1868; Bill Clinton, en 1998, y Donald Trump, este por dos veces, en 2019 y 2021) han sido sometidos al juicio pol¨ªtico del Senado a instancias de la C¨¢mara de Representantes y todos han sido absueltos. Richard Nixon dimiti¨® cuando se tramitaba su procesamiento.

Aunque est¨¢ previsto para situaciones muy graves, los republicanos llevan buscando cualquier excusa para someter a Biden a un impeachment desde que lograron la mayor¨ªa, incluso siendo conscientes de que la acusaci¨®n no tendr¨ªa ninguna posibilidad de prosperar en el Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata. Es, en parte, una venganza por los impeachments a Trump ¡ª¡±Ellos nos lo hicieron¡±, clama el expresidente en sus redes¡ª y en parte una forma de hacer de contrapeso a los casos judiciales que, de nuevo Trump, tiene en su agenda. Los republicanos han ido construyendo en paralelo dos posibles casos: uno, por permitir la ¡°invasi¨®n¡± de inmigrantes en la frontera con M¨¦xico; y otro, por la posible implicaci¨®n del presidente en los negocios de su hijo en el extranjero mientras Biden era vicepresidente.

Con motivo de la inmigraci¨®n, los republicanos ya dieron el primer paso, pero provocando un rifirrafe monumental entre los propios compa?eros de partido. Marjorie Taylor Greene (MTG), la congresista m¨¢s leal a Trump, fue expulsada del ala radical del partido, el Freedom Caucus o Grupo de la Libertad, por llamar a su compa?era extremista Lauren Boebert ¡°peque?a zorra¡± en pleno hemiciclo. Boebert present¨® una iniciativa a trav¨¦s de un atajo procedimental para someter a Biden a un proceso pol¨ªtico por lo que llamaba su ¡°agenda de fronteras abiertas¡±. Sin recurrir al tr¨¢mite de urgencia, MTG estaba tramitando su propia petici¨®n por el mismo motivo y no le sent¨® nada bien que le robase el protagonismo su compa?era, tambi¨¦n del ala radical: ¡°Ha sido realmente una peque?a zorra asquerosa conmigo¡±, declar¨®. En paralelo, MTG ha presentado una propuesta para ¡°borrar de la historia¡± los dos juicios pol¨ªticos a que fue sometido Trump y que la congresista considera ¡°atroces y err¨®neos¡±.

El otro asunto con el que los republicanos atacan a Biden es su hijo Hunter, a quien el fiscal planea imputar este mes por la compra ilegal de un arma, ya que minti¨® al decir que estaba libre de drogas al adquirirla. El hijo del presidente hab¨ªa llegado a un acuerdo con el fiscal que naufrag¨® en el ¨²ltimo momento. Hunter Biden hizo negocios en el extranjero, en Ucrania y China, cuando su padre era vicepresidente de Barack Obama.

Los republicanos han intentado, hasta ahora sin ¨¦xito, encontrar pruebas de la implicaci¨®n del presidente en esos negocios algo turbios. Por ahora, lo m¨¢s que han demostrado es que Biden salud¨® alguna vez a los socios o potenciales clientes de su hijo y, aparentemente, acudi¨® a una cena, pero sin tratar de esos negocios. Tampoco hay ning¨²n precedente de procesar pol¨ªticamente a un presidente por actos previos al ejercicio de su cargo. Que no haya pruebas, indicios de peso ni precedentes es una minucia para buena parte de los republicanos.

Los dos frentes se entremezclan. Espoleada por Trump, Taylor Greene pone el impeachment como primera condici¨®n para apoyar las leyes de gasto. Pero adem¨¢s, pide dejar de financiar la guerra de Ucrania, ¡°eliminar¡± todos los mandatos y vacunas contra la covid y dejar sin fondos al fiscal especial y los agentes del FBI que investigan a Trump, seg¨²n dijo en un acto reciente con votantes. El congresista por Florida Matt Gaetz amenaza a su l¨ªder parlamentario: ¡°Tenemos que tomar la iniciativa. Eso significa forzar votaciones sobre el impeachment. Y si McCarthy se interpone en nuestro camino, puede que no tenga el trabajo mucho tiempo¡±.

El l¨ªder republicano de la C¨¢mara parece dispuesto a que se abra una investigaci¨®n por un posible impeachment a Biden a cambio de lograr votos para evitar un cierre gubernamental. En una entrevista con la cadena Fox de finales de agosto dec¨ªa que esa investigaci¨®n ser¨ªa ¡°un paso natural¡±. Sin formular cargos concretos contra el presidente, aleg¨® que parece haber ¡°una cultura de corrupci¨®n que ha estado funcionando dentro de toda la familia Biden¡±. McCarthy usa el argumento de que si no se desbloquean los fondos, las actividades de investigaci¨®n tendr¨ªan que suspenderse.

El speaker intenta lograr de momento una pr¨®rroga de las partidas mientras se negocia un acuerdo con los dem¨®cratas sobre los niveles de gasto, pero no le va a ser f¨¢cil mantener la unidad de su grupo. El Freedom Caucus ha dado su propia lista de exigencias. Incluso para una pr¨®rroga a corto plazo: una ley contra la migraci¨®n, hacer frente a lo que llaman ¡°caza de brujas¡± del Departamento de Justicia y el FBI (en aparente referencia a las investigaciones a Trump, entre otras) y acabar con las pol¨ªticas woke (progresistas, de igualdad y diversidad) del Pent¨¢gono.

El congresista por Texas Chip Roy se ha erigido como uno de los cabecillas del ala dura: ¡°Los republicanos no deber¨ªan financiar (con deuda) las cosas contra las que hacen campa?a y luego simplemente encogerse de hombros: frontera, politizaci¨®n del DOJ [Departamento de Justicia], progresismo del DOD [Departamento de Defensa], abuso del IRS [la Agencia Tributaria], tiran¨ªa de la covid¡±, resum¨ªa la semana pasada.

A Biden le espera un oto?o parlamentario caliente. Su prioridad es que se desbloqueen las partidas de gasto, pero al tiempo se prepara ¡ªtanto jur¨ªdica, como pol¨ªticamente¡ª para combatir un eventual impeachment. Se juega la reelecci¨®n.

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