EE UU trata de tranquilizar a sus aliados sobre la ayuda a Ucrania pese a la resistencia en el Congreso de los republicanos m¨¢s radicales

El Gobierno de Estados Unidos se ha movilizado a marchas forzadas para tratar de tranquilizar a sus aliados sobre el suministro de ayuda a Ucrania, despu¨¦s de que el Congreso excluyera nuevos fondos para ese pa¨ªs en la ley, aprobada este fin de semana, que asegura el pago de los gastos federales durante las pr¨®ximas seis semanas. Este martes, el presidente de EE UU, Joe Biden, ha celebrado una teleconferencia con los principales socios en el respaldo a Kiev para coordinar los pr¨®ximos pasos en el conflicto, seg¨²n ha informado la Casa Blanca.

Biden convoc¨® la llamada, a la que se unieron el primer ministro de Canad¨¢, Justin Trudeau; la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el canciller alem¨¢n, Olaf Scholz; los jefes de Gobierno de Italia, Giorgia Meloni, del Reino Unido, Rishi Sunak, y de Jap¨®n, Fumio Kishida; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; los presidentes de Polonia y Rumania, Andrzej Duda y Klaus Iohannis, respectivamente; y la ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna.

Con esta conversaci¨®n, la Casa Blanca quiere subrayar a los aliados el mensaje de que, pese al traspi¨¦ en el Congreso por la oposici¨®n de los republicanos m¨¢s radicales, Estados Unidos continuar¨¢ su asistencia a Kiev, de quien es el principal valedor.

La situaci¨®n se ha complicado m¨¢s a¨²n una vez que, horas m¨¢s tarde de la llamada, las disputas internas entre el ala moderada y el ala trumpista del Partido Republicano en la C¨¢mara de Representantes de EE UU hayan provocado el cese del presidente de la c¨¢mara, Kevin McCarthy, y la suspensi¨®n de los plenos hasta que se elija un sustituto. Algo que puede tardar: para el nombramiento de McCarthy fueron necesarias quince rondas de votaci¨®n.

Esas disputas internas provocaron la semana pasada un punto muerto en las negociaciones para prorrogar el suministro de fondos a las instituciones federales. El impasse, que estuvo a punto de obligar a la suspensi¨®n de las operaciones no imprescindibles de la Administraci¨®n, solo se resolvi¨® ¡ªpor el momento, hasta mediados de noviembre¡ª despu¨¦s de que ambas c¨¢maras del Congreso, la de Representantes y el Senado, aceptaran excluir del proyecto de ley definitivo los fondos para Ucrania. La Casa Blanca hab¨ªa pedido en agosto 24.000 millones de d¨®lares para cubrir las necesidades ucranias hasta el pr¨®ximo a?o fiscal. El Senado, 6.100 millones.

La negativa a los fondos azuzada por los congresistas ultras caus¨® consternaci¨®n en la Casa Blanca y entre las filas de los partidarios de Kiev en ambos partidos. Aunque Biden firm¨® la ley el s¨¢bado por la noche, al d¨ªa siguiente se dirigi¨® a los estadounidenses para subrayar que Washington continuar¨¢ la asistencia al pa¨ªs invadido por Rusia todo el tiempo necesario.

El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ha transmitido ese mismo mensaje de tranquilidad a las fuerzas ucranias, en una llamada telef¨®nica este lunes con su hom¨®logo en Kiev, Rustem Umerov, para ¡°reiterar el compromiso continuado de Estados Unidos frente a la agresi¨®n rusa¡±, seg¨²n informaba el Pent¨¢gono.

En el Congreso ¡ªy a la espera de que regrese la normalidad a la C¨¢mara de Representantes¡ª, los legisladores exploran v¨ªas para garantizar que Ucrania no quede desprotegida. Aunque el Pent¨¢gono dispone de un remanente de unos 1.600 millones de d¨®lares, los fondos estadounidenses se agotar¨¢n en noviembre si el Congreso no aprueba nuevas partidas. ¡°No podemos permitir, bajo ninguna circunstancia, que se interrumpa el apoyo estadounidense a Ucrania¡±, instaba Biden el domingo. ¡°No tenemos mucho tiempo, y hay mucha urgencia¡±.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, insist¨ªa en esa idea en una rueda de prensa en la Casa Blanca: una interrupci¨®n en la asistencia que prive a las fuerzas ucranias de armamento o munici¨®n puede tener un resultado desastroso. Quedan entre seis y ocho semanas de buen tiempo para que Ucrania contin¨²e su contraofensiva y recupere terreno ocupado antes de la llegada del invierno, explicaba.¡°El tiempo no est¨¢ de nuestro lado¡±, apuntaba el alto cargo, al llamar al Congreso a renovar la ayuda lo antes posible.

Washington es el principal apoyo de Kiev en la guerra iniciada cuando las fuerzas rusas entraron en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica en febrero del a?o pasado. Desde entonces, el Congreso estadounidense ha aprobado cerca de 113.000 millones de d¨®lares en aportaciones econ¨®micas, militares y humanitarias a Ucrania.

Hasta el momento, la Casa Blanca no ha aportado m¨¢s detalles sobre el contenido de la conversaci¨®n de este martes con los aliados. Desde Varsovia, el presidente Andrzej Duda ha adelantado que Biden hab¨ªa expresado su convicci¨®n de que el Congreso acabar¨¢ aprobando la asistencia. El presidente estadounidense ¡°comenz¨® cont¨¢ndonos la situaci¨®n en Estados Unidos y cu¨¢l es la verdadera situaci¨®n pol¨ªtica en torno a Ucrania. Nos asegur¨® que hay respaldo al apoyo¡±. El inquilino de la Casa Blanca recibi¨®, por su parte, el compromiso del resto de participantes con la aportaci¨®n de ayuda, seg¨²n el jefe de Estado polaco, que revel¨® que los l¨ªderes tambi¨¦n abordaron los planes de reconstrucci¨®n del pa¨ªs atacado.

¡°Buena llamada con los l¨ªderes de la OTAN¡±, indic¨® Stoltenberg en su cuenta en X, la antigua Twitter. ¡°Aunque Rusia contin¨²a su guerra brutal, todos nosotros seguimos comprometidos en el apoyo a Ucrania, en tanto sea necesario¡±.

Sin embargo, pese a los llamamientos optimistas de Biden y a que la gran mayor¨ªa de los legisladores estadounidenses respalda continuar el apoyo a Kiev; en el Capitolio se constata con resignaci¨®n que cada vez ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil sacar adelante nuevas partidas para Kiev. Especialmente, a medida que avance la campa?a electoral y se acerquen las elecciones de noviembre de 2024, en la que todos los congresistas de la C¨¢mara Baja y un tercio de los senadores se juegan el esca?o.

Las votaciones de la semana pasada en la C¨¢mara Baja dejaron claro que crece la resistencia dentro de los conservadores a continuar lo que perciben como un cheque en blanco a un pa¨ªs lejano. Casi la mitad de la bancada republicana en esa instituci¨®n se pronunci¨® en contra de lo que hasta ahora hab¨ªa sido algo rutinario, una partida de 300 millones de d¨®lares para la compra de armamento y el adiestramiento de soldados ucranios. Una de las opciones que los republicanos de la C¨¢mara Baja plantean ahora es la de vincular la ayuda a Ucrania con el endurecimiento de las medidas de control en la frontera con M¨¦xico.

El presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, viaj¨® hace 10 d¨ªas a Washington para implorar a los legisladores que no flaquearan en su asistencia al pa¨ªs invadido. Una derrota, advert¨ªa, dejar¨ªa a una Rusia envalentonada a las puertas de Europa, con grandes consecuencias para Occidente.

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