Las mujeres impulsan el cambio pol¨ªtico en Polonia
El voto femenino sin precedentes en las elecciones legislativas polacas fue decisivo en la victoria del bloque liberal frente al ultraconservador Ley y Justicia
Millones de mujeres marcharon por las calles de Polonia en 2020 cuando el Tribunal Constitucional, a instancias de diputados del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), declar¨® ilegal el aborto tambi¨¦n en caso de malformaci¨®n del feto. Volvieron a protestar cuando muri¨® una mujer porque l...
Millones de mujeres marcharon por las calles de Polonia en 2020 cuando el Tribunal Constitucional, a instancias de diputados del partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), declar¨® ilegal el aborto tambi¨¦n en caso de malformaci¨®n del feto. Volvieron a protestar cuando muri¨® una mujer porque los m¨¦dicos no le hab¨ªan practicado a tiempo un aborto en un embarazo inviable. Y cuando se enteraron de la muerte de otra, y otra m¨¢s; hasta seis, que se sepa. El domingo pasado salieron en masa otra vez, esta vez en direcci¨®n a las urnas, para decir basta. Y lo lograron. La movilizaci¨®n sin precedentes de las mujeres en las elecciones legislativas polacas fue decisiva en la victoria del bloque de la oposici¨®n liberal, que ahora tiene la mayor¨ªa necesaria para formar gobierno.
Marta Lempart es una de las promotoras de aquellas marchas y acumula m¨¢s de 100 denuncias y juicios por su activismo. El ¨²ltimo d¨ªa de campa?a electoral, el viernes 13 de octubre, llega a las 9.00 a su oficina en Varsovia acompa?ada de sus dos perros. Tambi¨¦n, de dos agentes encubiertos que vigilan, a una distancia razonable, que no se cumplan las amenazas de muerte que pesan sobre ella, y a la vez, controlan sus pasos, seg¨²n cuenta. La sede de Strajk Kobiet (Huelga de Mujeres) es un b¨²nker blindado con medidas de alta seguridad. La oficina de Lempart, un refugio con un gran ventanal y una pared empapelada con motivos florales. All¨ª, con un caf¨¦, explica que las protestas por el aborto, organizadas en m¨¢s de 600 ciudades y pueblos de todos los tama?os, han contribuido a cambiar el paisaje pol¨ªtico del pa¨ªs.
En 2019, el 43% de las mujeres votaron a PiS, seg¨²n los datos de los sondeos a pie de urna de la empresa demosc¨®pica Ipsos. ¡°Eso va a cambiar¡±, augura convencida a dos d¨ªas de los comicios. Lempart, alta y en¨¦rgica, recuerda algunas declaraciones del l¨ªder del partido, Jaroslaw Kaczynski, como cuando dijo que ¡°las mujeres embarazadas tambi¨¦n tienen derecho a vivir¡±. ¡°?Tambi¨¦n!¡±, subraya indignada.
La activista de 44 a?os ten¨ªa raz¨®n. Las mismas encuestas de Ipsos de este a?o registraron que el apoyo de las mujeres al partido ultraconservador ha ca¨ªdo al 36,5%, 6,5 puntos menos que en la convocatoria anterior. La movilizaci¨®n de las votantes fue adem¨¢s hist¨®rica: esos primeros sondeos registraron una participaci¨®n femenina del 74,7%. La de los hombres fue tambi¨¦n r¨¦cord, del 73,1%, pero m¨¢s de un punto y medio por debajo. Y sobre todo: el voto agregado de las mujeres a las tres candidaturas de la oposici¨®n con posibilidad de sacar a PiS del poder sum¨® el 56,1%, frente al 50% en el caso de los hombres.
¡°El voto de las mujeres alcanz¨® un nivel sin precedentes¡±, se?ala Wojciech Przybylski, analista del think tank Visegrad Insight. El experto subraya que, seg¨²n otro sondeo a pie de urna (de OGB Pro), el segundo asunto que los electores declararon como motivo para votar, despu¨¦s de la situaci¨®n econ¨®mica, fue el aborto y los derechos de las mujeres, con el 16,5% de respuestas. El experto asegura que ¡°ser mujer en Polonia es peligroso¡±. Interrumpir un embarazo es delito, y hay m¨¦dicos que lo evitan incluso en los pocos supuestos permitidos.
Las protestas negras a favor del aborto empezaron en 2016, cuando el Gobierno plante¨® restringirlo, y explotaron cuatro a?os despu¨¦s, cuando la sentencia del Constitucional lo prohibi¨® pr¨¢cticamente por completo. La soci¨®loga Magdalena Grabowska, de la Academia Polaca de las Ciencias, recuerda que se las comparaba con las del sindicato Solidaridad que terminaron con el r¨¦gimen comunista. Lo que se preguntaban esta experta en estudios de g¨¦nero y sus colegas desde 2020 es hasta qu¨¦ punto los partidos recoger¨ªan las demandas de este movimiento.
Grabowska cree que, en un panorama pol¨ªtico dominado por hombres, esto todav¨ªa no ha ocurrido. Y no se refiere solo al aborto, el acceso a la p¨ªldora del d¨ªa despu¨¦s, o la financiaci¨®n p¨²blica de los tratamientos de reproducci¨®n asistida, fulminada por el Gobierno ultraconservador de PiS. Las mujeres, se?ala la soci¨®loga, tambi¨¦n quieren cambios en temas fundamentales como el acceso al trabajo, la sanidad, la separaci¨®n de la Iglesia y el Estado, y la educaci¨®n, por nombrar algunos.
Campa?as de movilizaci¨®n
Antes de las elecciones, seg¨²n Lempart, ¡°se convirti¨® en el deporte preferido de hombres de la ¨¦lite pol¨ªtica¡± culpar a las mujeres de que el Gobierno del PiS conseguir¨ªa un tercer mandato porque muchas no pensaban ir a votar. ¡°Se las caracterizaba como vagas, pasivas, conservadoras¡±, apunta tambi¨¦n Grabowska en una videollamada.
Para contrarrestar esa abstenci¨®n que recog¨ªan algunas encuestas, la sociedad civil ¡ª organizaciones de defensa del aborto, grupos feministas y otros m¨¢s conservadores, activistas por el Estado de derecho, etc.¡ª, famosos e influencers, y los partidos, se lanzaron a movilizar el voto femenino. Agnieszka Pomaska, diputada y candidata del partido liberal de centroderecha Plataforma C¨ªvica (PO), recorri¨® 13.000 kil¨®metros en un autob¨²s con su campa?a ¡°mujeres por las elecciones¡±, junto a su compa?era Barbara Nowacka.
El movimiento Strajk Kobiet centr¨® su campa?a, principalmente en redes sociales, en los j¨®venes que participaron en las manifestaciones proaborto. Con el lema Vota por el aborto, intentaron convencerles de que su protesta no estar¨ªa completa si no se consegu¨ªa una mayor¨ªa parlamentaria que la convirtiese en ley, independientemente de qu¨¦ pensasen de la pol¨ªtica. El voto de los j¨®venes, entre quienes se preve¨ªa tambi¨¦n una alta abstenci¨®n, result¨® igualmente decisivo en estos comicios.
El feminismo se va abriendo paso muy lentamente en Polonia, con tropiezos. El partido Izquierda promovi¨® un programa de 10 puntos por la igualdad y PO recogi¨® el sentir de las protestas y gir¨® en su postura habitual respecto al aborto, con la promesa de permitirlo hasta la semana 12?. La feminista Grabowska, que asegura que la formaci¨®n de Donald Tusk ha hecho ¡°un trabajo fant¨¢stico¡±, critica a la vez una propuesta ¡°bochornosa¡± de ayudas para el cuidado de ni?os menores de tres a?os, bautizada como ¡°de la abuela¡±. Los cuidados, de nuevo, reca¨ªan en las mujeres ¡ªno en los abuelos¡ª, en lugar de invertir en centros de educaci¨®n infantil p¨²blica. La diputada Pomaska reconoce que el nombre no fue acertado y lo cambiaron por ¡°mam¨¢ activa¡±. M¨¢s all¨¢ de la denominaci¨®n, defiende el concepto para promover la incorporaci¨®n de las mujeres al trabajo.
R¨¦cord de candidatas
En estas elecciones las mujeres han batido otros r¨¦cords, aparte de la participaci¨®n. Entre las listas al Sejm ¡ªla C¨¢mara baja del Parlamento¡ª, nunca hab¨ªa habido tantas candidatas, con un 44% del total. Pero no todas las formaciones tienen listas cremallera, como PO y la Izquierda, y los primeros puestos los ocupan m¨¢s los hombres que las mujeres. El resultado es que de los 460 esca?os, 136 los ocupar¨¢n mujeres, es decir, un 29,6%. Es tambi¨¦n un m¨¢ximo en la historia democr¨¢tica polaca, pero queda lejos de la paridad.
Las mujeres vigilan ahora los pr¨®ximos movimientos de los partidos liberales que tienen opciones de gobernar si PiS fracasa, como es previsible, en el intento de montar un Ejecutivo. ¡°Las mujeres han hecho posible esta victoria. Ahora le toca al nuevo Gobierno entender y demostrar que no pueden tratar sus demandas como algo marginal¡±, dice Grabowska.
Est¨¢ por ver qu¨¦ posici¨®n ocupan las mujeres en ese posible Gobierno. Lempart tiene poca fe en ver ministras al frente de departamentos como Econom¨ªa, Defensa o Interior. ¡°Las mujeres ser¨¢n viceministras, porque evidentemente alguien tiene que hacer el trabajo¡±, ironiza. Pomaska reconoce que no ser¨¢ f¨¢cil conseguir el objetivo de la paridad: ¡°Es obvio que los l¨ªderes de los tres partidos son hombres, pero no vamos a dejar de recordarles que estas elecciones las hemos ganado nosotras¡±.
¡°La cantidad de mujeres que han votado no puede ser ignorada en la futura coalici¨®n. Y pese a todo, no tienen una posici¨®n com¨²n en asuntos como los derechos reproductivos¡±, incide el analista Przybylski. De los tres partidos que forman el bloque liberal, PO y la Izquierda est¨¢n a favor del aborto libre en el primer trimestre. La coalici¨®n Tercera V¨ªa, sin embargo, est¨¢ formada por partidos cristiano-conservadores que en campa?a prometieron un refer¨¦ndum, sin aclarar su postura. Ahora, el l¨ªder del agrario PSL, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, dice que la interrupci¨®n del embarazo no estar¨¢ en el acuerdo de gobierno.
¡°Es una campa?a demencial, hist¨¦rica¡±, dice Lempart. ¡°Dos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones chantajean a Tusk con el tema del aborto. ?Qu¨¦ os pasa?¡±, pregunta ret¨®ricamente. Strajk Kobiet est¨¢ lista para la pr¨®xima lucha, para las protestas que hagan falta. ¡°Nos quejaremos, nos frustraremos¡±, augura. ¡°Pero ya no tendremos que trabajar en un entorno hostil en el que se nos considera enemigos del Estado; podremos sentirnos seguras, sin ser objetivo de amenazas f¨ªsicas y legales¡±, contin¨²a por Zoom cuatro d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, con el fondo floreado de su oficina. ¡°Igual me equivoco, pero ahora siento que puedo andar por la calle con los cascos puestos. Siento que me he quitado una carga enorme que no sab¨ªa cu¨¢nto pesaba realmente hasta ahora¡±, dice aliviada. Muchas mujeres en Polonia, como ella, han conseguido empezar a respirar tranquilas.
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