La investigaci¨®n sobre la gesti¨®n de la covid en el Reino Unido vuelve a mostrar la incompetencia de Boris Johnson
¡°?Para qu¨¦ estamos destrozando la econom¨ªa por defender a unas personas que se van a morir pronto de todos modos?¡±, se pregunt¨® en una reuni¨®n el ex primer ministro
No es lo mismo que muchos ciudadanos brit¨¢nicos intuyeran el gran descontrol reinante en el Gobierno brit¨¢nico durante los primeros meses de la pandemia a poder escuchar o leer de primera mano c¨®mo el equipo que rodeaba a Boris Johnson se echaba cada d¨ªa las manos a la cabeza por su incompetencia. ¡°Cambia de estrategia cada d¨ªa¡±, escribi¨® en mensajes de WhatsApp fechados en septiembre de 2020 Simon Case, quien ya era entonc...
No es lo mismo que muchos ciudadanos brit¨¢nicos intuyeran el gran descontrol reinante en el Gobierno brit¨¢nico durante los primeros meses de la pandemia a poder escuchar o leer de primera mano c¨®mo el equipo que rodeaba a Boris Johnson se echaba cada d¨ªa las manos a la cabeza por su incompetencia. ¡°Cambia de estrategia cada d¨ªa¡±, escribi¨® en mensajes de WhatsApp fechados en septiembre de 2020 Simon Case, quien ya era entonces ¡ªy sigue si¨¦ndolo hoy¡ª secretario del Gabinete y jefe m¨¢ximo del cuerpo de altos funcionarios brit¨¢nicos.
Los textos han sido revelados este lunes por la comisi¨®n independiente que investiga desde hace meses la gesti¨®n del Gobierno de la crisis sanitaria desatada con la irrupci¨®n del coronavirus. Case, en un tono desesperado, acusaba en sus mensajes a Johnson de ¡°hacer que fuera imposible gobernar¡±, y suger¨ªa que ¡°no pod¨ªan seguir apoy¨¢ndole si manten¨ªa ese modo de actuar¡±. ¡°Estoy al l¨ªmite de mi paciencia¡±, escrib¨ªa el secretario del Gabinete. ¡°El capit¨¢n del equipo no puede cambiar de guion cada d¨ªa (...) Corremos el riesgo de llegar al nivel de locura de Trump o de Bolsonaro¡±, advert¨ªa el alto funcionario.
El lunes estaba destinado a inaugurar una semana de comparecencias potencialmente da?inas para la imagen de aquel Gobierno de Johnson que muchos brit¨¢nicos preferir¨ªan olvidar. Los testimonios escuchados en la sala que preside la baronesa Heather Hallett, una exmagistrada del Tribunal de Apelaci¨®n, han dejado claro el caos y descontrol que reinaron en Downing Street durante aquellos d¨ªas.
El primero en comparecer ha sido Martin Reynolds, el secretario privado del ex primer ministro, conocido como Party Marty (Marty el fiestero). Fue el autor del correo electr¨®nico enviado a m¨¢s de 100 personas del equipo de Gobierno durante la pandemia, para celebrar una fiesta en el jard¨ªn de la residencia oficial de Johnson en mayo del 2020 ¡ª¡±que cada uno traiga su propio alcohol¡±, suger¨ªa¡ª. Reynolds ha puesto su cara m¨¢s compungida para pedir perd¨®n p¨²blicamente por aquella iniciativa, pero el interrogatorio certero del abogado Hugo Keith, que lidera el equipo de la acusaci¨®n en los trabajos de la comisi¨®n, le ha ido acorralando en un doble sentido: el de reconocer que su contrici¨®n carec¨ªa de credibilidad, y el de revelar la irresponsabilidad de su entonces jefe y primer ministro.
Reynolds ha sido incapaz de explicar por qu¨¦, semanas antes de que fuera a anunciarse que habr¨ªa una investigaci¨®n oficial e independiente de la gesti¨®n de la pandemia, activ¨® la funci¨®n de privacidad de WhatsApp por la que los mensajes del grupo que trabajaba en Downing Street desaparec¨ªan pr¨¢cticamente despu¨¦s de ser le¨ªdos. Fue en abril de 2021, y lo ¨²nico que Reynolds ha sido capaz de balbucear ha sido la conjetura de que quiz¨¢ ¡°estaba preocupado de que alguien hiciera una captura de pantalla y filtrara algunos de los mensajes¡±.
El despiste del ¡°modo Brexit¡±
La revelaci¨®n m¨¢s sobrecogedora de Reynolds, sin embargo, ha sido la de admitir que la pandemia pill¨® al Gobierno de Johnson sin una m¨ªnima estrategia ante la crisis, y en estado de descontrol. Acababan de abandonar el ¡°modo Brexit¡±, que hab¨ªa consumido los esfuerzos del inicio del mandato, para sumergirse en una guerra de poder y terror entre Dominic Cummings, el entonces poderoso asesor de Johnson, y el equipo de altos funcionarios, un ¡°listado de mierda¡± de servidores p¨²blicos, seg¨²n Cummings, del que hab¨ªa que deshacerse cuanto antes.
¡°El N¨²mero 10 [como se llama a la oficina del primer ministro en Downing Street] se hab¨ªa convertido en una oficina disfuncional, mis¨®gina y en guerra consigo misma¡±, ha admitido Reynolds, quien tambi¨¦n revelaba que Helen McNamara, por aquel entonces la vicesecretaria de Gabinete y n¨²mero dos de Case, escribi¨® un demoledor informe en mayo de 2010 que se?alaba la ¡°muy mejorable¡± gesti¨®n del Gobierno durante la primera fase de la pandemia. ¡°Disfuncional, falto de disciplina, ca¨®tico y con un elevado grado de machismo¡±, ha le¨ªdo en voz alta parte del informe el abogado Keith. ¡°Estoy de acuerdo con lo que dice¡±, admit¨ªa Reynolds.
¡°Los que van a morir¡±
La comisi¨®n ha podido interrogar tambi¨¦n a Imran Shafi, uno de los m¨²ltiples asesores de Johnson que participaba en las reuniones de Gobierno. Guardaba notas manuscritas de uno de aquellos encuentros, en marzo de 2020, que reflejan el di¨¢logo entre Johnson y su entonces ministro de Econom¨ªa, Rishi Sunak. ¡°Estamos matando al paciente para acabar con el tumor. ?Para qu¨¦ estamos destrozando la econom¨ªa por defender a unas personas que se van a morir pronto de todos modos?¡±, se preguntaba en voz alta un primer ministro que dudaba, d¨ªa s¨ª d¨ªa no, entre no hacer nada y dejar que el virus se extendiera o llevar a cabo el confinamiento que el resto de Europa comenzaba a imponer. Y que, en los d¨ªas previos a que la crisis estallara, se encerr¨® con su entonces pareja, Carrie Symonds, en la residencia oficial campestre de Chequers sin que nadie le informara de lo que se ven¨ªa encima, ni mostrara ¨¦l inter¨¦s alguno.
Si el aperitivo de la semana ha resultado demoledor para la imagen de Johnson, este martes puede ser a¨²n peor. Comparece Cummings, el ide¨®logo de la campa?a del Brexit, de la campa?a de la victoria electoral de 2019 y de los primeros bandazos inexplicables de ese Gobierno, que acabaron provocando la dimisi¨®n/expulsi¨®n del propio Cummings, quien, desde entonces, se ha dedicado en cuerpo y alma a destrozar a su exjefe.
La comisi¨®n tiene previsto terminar sus trabajos en 2026. Cuando Johnson aprob¨® su puesta en marcha, confiaba en haber sido reelegido para entonces primer ministro y evitar as¨ª todo riesgo. Meses despu¨¦s, fueron los diputados conservadores los que forzaron su dimisi¨®n.
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