Una naci¨®n armada
La portaci¨®n de armas en iglesias, la violencia dom¨¦stica armada y la salud mental del ej¨¦rcito est¨¢n a debate en Estados Unidos
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Armas de Fuego de 2021, el 32% de la poblaci¨®n estadounidense afirma tener un arma de fuego. La cifra equivale a m¨¢s de 18,4 millones de estadounidenses armados, aunque se incluyen solo a personas adultas mayores de 18 a?os.
A pesar de las masacres armadas que han ocurrido a lo largo de la historia, la constituci¨®n estadounidense presenta un obst¨¢culo importante para su legislaci¨®n: la segunda enmienda constitucional. ¡°Por ser necesaria para la seguridad de un Estado libre una milicia bien regulada, no se restringir¨¢ el derecho del pueblo a poseer y portar armas¡±, es la consigna que se ha usado para defender el armamento de civiles en el pa¨ªs.
Una creciente preocupaci¨®n por los suicidios entre militares activos, el rev¨¦s a las restrictivas leyes de Nueva York y una decisi¨®n de la Suprema Corte contra la violencia ejemplifican las ramificaciones de la problem¨¢tica de las armas en la vida social de Estados Unidos.
La salud mental del Ej¨¦rcito
La tasa de suicidios en Estados Unidos es de 14.1 personas por cada 100.000. Entre personal militar activo, el n¨²mero se dispara a 24.3 por casa 100.000, con una mayor tendencia a usar armas de fuego. En septiembre el ej¨¦rcito estadounidense emiti¨® nuevos lineamientos de prevenci¨®n del suicidio, enfocados a la prevenci¨®n y la atenci¨®n en comunidad de los problemas de salud mental. Sin embargo, las directrices a¨²n no han sido implementadas.
En octubre, el militar en la reserva Robert Card se suicid¨® tras matar a 18 personas con un fusil de asalto en Lewiston, Maine. Anterior a este hecho, Card hab¨ªa estado en tratamiento psiqui¨¢trico, padec¨ªa de paranoia y advirti¨® a un amigo que planeaba un tiroteo masivo. Tanto el ej¨¦rcito como la oficina del sheriff de Maine fueron alertados del deterioro de su salud mental m¨¢s de cinco meses antes de la matanza.
Los curas que van armados
El a?o pasado, el Estado de Nueva York aprob¨® una ley que proh¨ªbe la portaci¨®n de armas en ubicaciones ¡°delicadas¡±, incluidas los sitios de oraci¨®n. El reverendo Jimmie Hardaway Jr. encabez¨® una demanda para revertir la medida. En mayo, la ley fue enmendada para permitir a los l¨ªderes de las congregaciones y a personal de seguridad portar armas de nuevo.
El caso ha enfrentado legalmente a la segunda enmienda constitucional, sobre el derecho a portar armas, con la primera enmienda, que habla del derecho a profesar una religi¨®n sin miedo. Luego de que un supremacista blanco asesinara a nueve personas en una iglesia en Charleston, Carolina del Sur, algunos l¨ªderes religiosos argumentan que armarse es la mejor forma de proteger a sus devotos.
Violencia dom¨¦stica armada
Actualmente, la Suprema Corte est¨¢ considerando la decisi¨®n sobre si las personas pueden ser obligadas legalmente a renunciar a sus armas antes de ser condenadas por un crimen. Para las v¨ªctimas de violencia dom¨¦stica que han logrado ¨®rdenes de alejamiento contra sus agresores, la cuesti¨®n es de vida o muerte.
Janet Paulsen, quien qued¨® paralizada despu¨¦s de que su esposo le disparara con un arma y despu¨¦s se suicidara ha intentado presionar a los legisladores de Georgia para aprobar medidas que permitan a la polic¨ªa retirar las pistolas de su propietario si se encuentran en una crisis familiar. Cuando Paulsen present¨® una orden de alejamiento contra su marido, la polic¨ªa le confisc¨® m¨¢s de 70 armas, pero una confusi¨®n en la orden le permiti¨® conservar la pistola en su camioneta con la que tirote¨® a Paulsen.
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