Hunter Biden, acusado de nueve delitos fiscales en su segunda causa penal

Hunter Biden sigue siendo el dolor de cabeza del presidente Joe Biden. Un gran jurado de Los ?ngeles ha abierto este jueves una nueva causa judicial contra el hijo del mandatario por la presunta comisi¨®n de nueve delitos fiscales. Este es el segundo caso penal contra Hunter Biden justo cuando su padre se adentra en la campa?a para retener la Casa Blanca en 2024. La acusaci¨®n presentada en un juzgado federal de California argumenta que el abogado, de 53 a?os, ten¨ªa el dinero s...

Hunter Biden sigue siendo el dolor de cabeza del presidente Joe Biden. Un gran jurado de Los ?ngeles ha abierto este jueves una nueva causa judicial contra el hijo del mandatario por la presunta comisi¨®n de nueve delitos fiscales. Este es el segundo caso penal contra Hunter Biden justo cuando su padre se adentra en la campa?a para retener la Casa Blanca en 2024. La acusaci¨®n presentada en un juzgado federal de California argumenta que el abogado, de 53 a?os, ten¨ªa el dinero suficiente para pagar 1,4 millones de d¨®lares [unos 1,3 millones de euros] de impuestos entre 2016 y 2019. En lugar de ello, se permiti¨® un lujoso estilo de vida que incluy¨® el alquiler de un Lamborghini, hospedaje en el exclusivo Chateau Marmont de Los ?ngeles y pagos a bailarinas ex¨®ticas, entre otros gastos. Esto alimenta la narrativa del Partido Republicano, que se?ala al hijo del presidente como una muestra de la supuesta corrupci¨®n y nepotismo de la Administraci¨®n dem¨®crata.

El ahora acusado reconoci¨® inicialmente la comisi¨®n de dos delitos de fraude fiscal en 2017 y 2018 (ya regularizados con el pago de un mill¨®n de d¨®lares) por los que iba a ser condenado a penas menores, evitando previsiblemente la entrada en prisi¨®n. La admisi¨®n formaba parte de un acuerdo por el que el fiscal renunciaba a perseguir otro delito de compra y posesi¨®n ilegal de un arma a cambio de que se mantuviera alejado de las drogas durante dos a?os y de que renunciara a tener un arma de fuego en el futuro.

Los cargos de este jueves, tres delitos graves y seis de menor cuant¨ªa, se suman ahora a los que fueron presentados en Delaware anteriormente. El gran jurado acusa a Hunter Biden de mentir a prop¨®sito a las autoridades tributarias, el Internal Revenue Service (IRS), al firmar devoluciones de impuestos falsas, usar dinero corporativo para gastos personales y evadir el pago de impuestos de varios ejercicios.

El fiscal especial David Weiss, que investiga a Hunter Biden desde hace cinco a?os, muestra en el escrito de acusaci¨®n la lujosa vida que mantuvo mientras evad¨ªa impuestos. El documento registra pagos y transacciones en hoteles de lujo, gastos en su exnovia y compras en exclusivas tiendas tanto de Nueva York como de Los ?ngeles, donde vive el hijo del presidente. Weiss asegura que muchos de estos gastos, que podr¨ªan parecer de una estrella de cine, figuran en la autobiograf¨ªa Cosas bonitas, que Hunter Biden public¨® en 2021.

En abril de 2018, Biden pag¨® 1.700 d¨®lares por alquilar un Lamborghini cuando lleg¨® por primera vez al Oeste. Entre abril y mayo de aquel a?o, el abogado y lobbista gast¨® 43.000 d¨®lares para alojarse en el Chateau Marmont, el famoso hotel de Sunset Boulevard frecuentado por las estrellas de la industria del entretenimiento y donde se organizan algunas de las fiestas m¨¢s exclusivas de Hollywood. Un poco m¨¢s adelante, ese mismo 2018, prest¨® a su entonces pareja 7.215 d¨®lares para pagar alojamientos de Airbnb.

El fiscal asegura que Biden utilizaba los hoteles a manera de residencia personal, pues en ese momento no ten¨ªa domicilio alguno. Esto dej¨® un reguero de viajes y noches de hotel en Atlantic City, Nueva York y Los ?ngeles por un monto de 112.000 d¨®lares. ¡°Estas estancias no ten¨ªan ning¨²n prop¨®sito de negocios... En su lugar, como describe en su libro de memorias, eran utilizados para encontrarse con su entonces novia y para constantes fiestas¡±, asegura la acusaci¨®n.

Weiss tambi¨¦n encuentra que Biden hizo pasar en sus bit¨¢coras gastos personales como si fueran corporativos. El m¨¢s oneroso, de 30.000 d¨®lares, fue la matr¨ªcula que pag¨® a una de sus hijas en la Universidad de Columbia de Nueva York.

En agosto de 2018, Biden transfiri¨® mediante una aplicaci¨®n 1.500 d¨®lares a una bailarina ex¨®tica de un sitio de striptease. La transacci¨®n figur¨® como ¡°obra de arte¡±. ¡°La bailarina ex¨®tica no le vendi¨® ninguna obra de arte¡±, se?ala el fiscal especial. Hunter Biden tambi¨¦n pag¨® 11.500 d¨®lares a una prostituta para que pasase dos noches con ¨¦l. Seg¨²n la acusaci¨®n, el abogado trataba de ocultar estos pagos haci¨¦ndolos pasar como salarios.

La nueva acusaci¨®n eleva la presi¨®n sobre Biden. Un acuerdo anterior entre la Fiscal¨ªa y el acusado se derrumb¨® totalmente en julio por la diferente interpretaci¨®n de las partes y las presiones de los republicanos. Estos ve¨ªan en el pacto un trato de favor al hijo del presidente, aunque se trataba de un acuerdo habitual en casos similares en que los acusados se han rehabilitado y no tienen antecedentes penales.

El fiscal Weiss decidi¨® finalmente presentar cargos por la compra del arma, acus¨¢ndole de tres delitos que suman penas m¨¢ximas de hasta 25 a?os de c¨¢rcel y multas de hasta 750.000 d¨®lares, aunque no es habitual que se impongan en un caso como este. Seg¨²n Weiss, minti¨® al asegurar que estaba limpio de drogas cuando compr¨® un Colt Cobra de calibre 38 hace cinco a?os.

Hunter Biden present¨® una declaraci¨®n escrita ¡°en la que certificaba que no era consumidor il¨ªcito ni adicto a ning¨²n estimulante, estupefaciente ni ninguna otra sustancia controlada, cuando en realidad, como ¨¦l sab¨ªa, dicha declaraci¨®n era falsa y ficticia¡±, seg¨²n el pliego de cargos. El fiscal lo acusa de dos delitos por esas supuestas falsedades (uno por los supuestos datos falsos del formulario y otro por mentir al vendedor del arma) y de un tercero por la posesi¨®n posterior del arma, que tambi¨¦n ser¨ªa ilegal por sus adicciones.

Hunter Biden compareci¨® a principios de octubre en un juzgado federal de Wilmington (Delaware) para escuchar los cargos que pesan contra ¨¦l por la presunta compra y posesi¨®n ilegal de la pistola. Se declar¨® no culpable en una comparecencia de algo m¨¢s de 20 minutos rodeada de una gran expectaci¨®n.

Contra el presidente

Los republicanos est¨¢n usando el caso como arma arrojadiza contra el presidente a menos de un a?o de las elecciones. Han convocado a Hunter Biden a comparecer en la C¨¢mara de Representantes. El hijo del presidente acepta acudir, pero siempre que sea en una declaraci¨®n p¨²blica y no a puerta cerrada, como quieren los republicanos. Hunter Biden teme que la informaci¨®n de esas declaraciones pueda filtrarse selectivamente y utilizarse para ¡°manipular, incluso distorsionar, los hechos y desinformar al p¨²blico estadounidense¡±, seg¨²n se?al¨® en una carta a los congresistas.

La citaci¨®n al hijo de Biden forma parte de una investigaci¨®n previa de congresistas para ver si tienen material para procesar pol¨ªticamente al presidente, con un impeachment. El presidente Biden tach¨® el mi¨¦rcoles de ¡°mentiras¡± las afirmaciones de que se comport¨® de forma ilegal o poco ¨¦tica en relaci¨®n con los negocios de su hijo. ¡°No voy a hacer comentarios al respecto. No lo he hecho. Son solo un mont¨®n de mentiras. Son mentiras¡±, coment¨®.

Los republicanos han comunicado a los representantes de Hunter Biden que la citaci¨®n para una declaraci¨®n a puerta cerrada el 13 de diciembre no es negociable y que si no acude lo acusar¨¢n de desacato al Congreso. No est¨¢ claro, sin embargo, que el Congreso tenga capacidad para forzarle a declarar, menos a¨²n cuando la investigaci¨®n que se ha puesto en marcha no ha sido aprobada por el pleno de la C¨¢mara de Representantes. Fue solo una decisi¨®n del anterior presidente de la C¨¢mara, Kevin McCarthy, que trataba de apaciguar al ala dura de su partido. No le sirvi¨® de mucho y fue destituido.

El nuevo presidente de la C¨¢mara, Mike Johnson, planea que la semana pr¨®xima se someta esa investigaci¨®n previa a votaci¨®n. Eso servir¨¢ ¡°para que cuando las citaciones sean impugnadas en los tribunales, estemos en la c¨²spide de nuestra autoridad constitucional¡±, seg¨²n ha dicho Johnson. Parece dar la raz¨®n a quienes creen que de momento las citaciones no tienen fuerza vinculante.

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