El l¨ªder republicano del Congreso ordena abrir una investigaci¨®n de ¡®impeachment¡¯ contra Biden

Los republicanos inician el periodo de sesiones de la C¨¢mara de Representantes dispuestos a no dar tregua al presidente, Joe Biden. El l¨ªder republicano del Congreso, Kevin McCarthy, ha ordenado abrir una investigaci¨®n para el procesamiento pol¨ªtico o impeachment de Biden por los negocios de su familia, y en particular de su hijo, Hunter Biden, en el exterior. Ya hab¨ªa dicho en una entrevista que ese era el ¡°siguiente paso l¨®gico¡± en las investigaciones acerca de su hijo, Hunter Biden, y sus negocios en el exterior. Esta vez lo ha repetido en el Capitolio en el primer d¨ªa del nuevo curso pol¨ªtico al tiempo que anunciaba la petici¨®n formal para abrir esa investigaci¨®n. McCarthy trata as¨ª de apaciguar al ala dura de su partido, dispuesta a pedir su propia cabeza si no eleva la presi¨®n sobre el presidente.

McCarthy ha anunciado su decisi¨®n en una comparecencia de tres minutos y medio en la que no ha admitido preguntas. En ella ha encargado dirigir los trabajos a la Comisi¨®n de Supervisi¨®n de la C¨¢mara en coordinaci¨®n con la Comisi¨®n judicial y la de Medios y Arbitrios. ¡°Hoy ordeno a nuestras comisiones de la C¨¢mara que abran una investigaci¨®n formal de impeachment contra el presidente Joe Biden. Este siguiente paso l¨®gico dar¨¢ a nuestras comisiones el pleno poder para reunir todos los hechos y respuestas para el p¨²blico estadounidense¡±, ha a?adido.

En la mayor¨ªa de los anteriores procesos pol¨ªticos, se hab¨ªa sometido a la votaci¨®n del pleno la apertura de una investigaci¨®n, pero en este caso ha sido el presidente de la C¨¢mara el que la ha ordenado unilateralmente, y en contra de lo que hab¨ªa asegurado hasta hace muy poco. ¡°[McCarthy] prometi¨® celebrar una votaci¨®n para abrir un juicio pol¨ªtico, ahora se ha dado la vuelta porque no tiene apoyo. Extremismo pol¨ªtico en su peor versi¨®n¡±, ha tuiteado Ian Sams, portavoz de la Casa Blanca. Llegado el momento, la C¨¢mara de Representantes tendr¨¢ que votar si presenta cargos pol¨ªticos contra Biden y el Senado decidir sobre si es responsable.

McCarthy ha tratado de argumentar su posici¨®n: ¡°No tomo esta decisi¨®n a la ligera. Independientemente de su partido, o a qui¨¦n vot¨®, estos hechos deben preocupar a todos los estadounidenses. El pueblo americano merece saber que los cargos p¨²blicos no est¨¢n en venta, que el Gobierno federal no est¨¢ siendo utilizado para encubrir las acciones de una familia pol¨ªticamente destacada. Ahora, animo al presidente y a su equipo a cooperar plenamente con esta investigaci¨®n en aras de la transparencia. Estamos comprometidos a obtener respuestas para el p¨²blico estadounidense, ni m¨¢s ni menos. Iremos donde las pruebas nos lleven¡±, ha concluido.

En su introducci¨®n, McCarthy ha sostenido que las investigaciones sobre Biden ¡°dibujan una cultura de corrupci¨®n¡±. ¡°A trav¨¦s de nuestras investigaciones, hemos encontrado que el presidente Biden minti¨® al pueblo estadounidense sobre su propio conocimiento de los negocios de su familia en el extranjero. Los testigos han declarado que el presidente se uni¨® en m¨²ltiples llamadas telef¨®nicas, y tuvo m¨²ltiples interacciones, cenas que resultaron en coches y millones de d¨®lares para sus hijos y los socios de sus hijos. Sabemos que los registros bancarios muestran que casi 20 millones de d¨®lares en pagos fueron dirigidos a los miembros de la familia Biden y asociados a trav¨¦s de diversas firmas fantasma. Solo el Departamento del Tesoro tiene m¨¢s de 150 transacciones que implican a la familia Biden y otros socios de negocios que fueron marcados como actividad sospechosa por los bancos estadounidenses¡±, ha dicho. Ha destacado que ¡°incluso un informante de confianza del FBI ha alegado un soborno a la familia Biden¡±, en referencia a una denuncia an¨®nima sin comprobar¡±.

McCarthy acusado a Biden de usar su oficina, en la ¨¦poca en que era vicepresidente de Barack Obama, para coordinarse con los negocios de su hijo a trav¨¦s del papel de este como consejero en la firma ucrania Burisma. ¡°A pesar de las graves acusaciones, parece que a la familia del presidente se le ha ofrecido un trato especial, por parte de la propia Administraci¨®n de Biden, trato que de otro modo no habr¨ªan recibido de no estar relacionados con el presidente. Se trata de acusaciones de abuso de poder, obstrucci¨®n y corrupci¨®n. Y merecen una mayor investigaci¨®n por parte de la C¨¢mara de Representantes¡±, ha a?adido.

La Casa Blanca siempre ha negado la participaci¨®n del presidente en los negocios de su hijo. No hay pruebas que acrediten su papel en ellos, m¨¢s all¨¢ de esos saludos y encuentros circunstanciales. Nada apunta hasta ahora que Biden se beneficiase personalmente. El presidente ha mantenido el apoyo a su hijo y aparece en p¨²blico con ¨¦l frecuentemente, incluso pese a las investigaciones penales que se siguen contra ¨¦l. El fiscal especial David Weiss, encargado de su caso, quiere imputarle este mes por mentir al comprar un arma diciendo que estaba libre de drogas en una ¨¦poca en que era adicto. En relaci¨®n con sus negocios, el fiscal le acusaba de dos delitos menores de fraude fiscal en un acuerdo que qued¨® en el aire en el momento de ratificarse.

El procesamiento pol¨ªtico es un procedimiento excepcional. Solo tres presidentes a lo largo de la historia (Andrew Johnson, en 1868; Bill Clinton, en 1998, y Donald Trump, este por dos veces, en 2019 y 2021) han sido sometidos al juicio pol¨ªtico a instancias de la C¨¢mara de Representantes y todos han sido absueltos por el Senado, donde se precisa una mayor¨ªa de dos tercios para una condena. Richard Nixon dimiti¨® cuando se tramitaba su procesamiento. No hay precedentes, por otro lado, de un impeachment contra un presidente por actos ocurridos antes de ocupar su cargo.

La investigaci¨®n a Biden llega cuando su predecesor afronta una cargada agenda judicial a poco m¨¢s de un a?o de las elecciones. ¡°Este es un esfuerzo evidente para impulsar la campa?a de Donald Trump mediante el establecimiento de una falsa equivalencia moral entre Trump, el expresidente acusado cuatro veces¡± y Biden, que se enfrenta a ¡°cero pruebas de irregularidad alguna¡±, ha dicho Jamie Raskin, el congresista dem¨®crata de mayor rango en la Comisi¨®n de Supervisi¨®n de la C¨¢mara, en declaraciones recogidas por AP.

Presiones del ala dura

El movimiento de McCarthy es una cesi¨®n al ala radical de su partido, que presiona a su propio speaker en dos frentes. Por un lado, con el impeachment, ya fuera por los negocios de su hijo, que es el caso abierto, o con cualquier otra excusa. Por otro, quieren sacarse la espina del acuerdo para suspender el techo de deuda con nuevos recortes de gasto y otras condiciones como exigencia para aprobar las partidas presupuestarias para el nuevo a?o fiscal, que comienza el 1 de octubre. Los m¨¢s duros est¨¢n dispuestos a provocar lo que se conoce como cierre del Gobierno al no aprobar las leyes de gasto. Eso provocar¨ªa la suspensi¨®n de parte de los servicios p¨²blicos y que decenas de miles de empleados federales dejasen de cobrar sus n¨®minas.

McCarthy es consciente de que una medida tan dr¨¢stica puede volverse en contra de los republicanos. Esa opini¨®n la comparten sus compa?eros de partido m¨¢s moderados, pero la mayor¨ªa republicana es tan precaria que el ala dura quiere imponer su chantaje. El presidente de la C¨¢mara de Representantes ha avisado de que si no se habilita el gasto, tampoco pueden financiarse las investigaciones contra el presidente.

Aparte de avanzar hacia el impeachment, el ala dura, concentrada en el llamado Freedom Caucus, pide tambi¨¦n endurecer la pol¨ªtica migratoria y castigar sin fondos las investigaciones del Departamento de Justicia y el FBI que consideran una ¡°caza de brujas¡±, como las que han llevado a las imputaciones del expresidente Donald Trump.

Las medidas legales que reclaman los republicanos de la C¨¢mara de Representantes no tienen posibilidades de salir adelante en el Senado, de mayor¨ªa dem¨®crata, as¨ª que la situaci¨®n amenaza con un bloqueo. Si McCarthy se apoya en los moderados de su partido y la minor¨ªa dem¨®crata de la C¨¢mara para sacar adelante las partidas de gasto, los miembros del ala dura est¨¢n dispuestos a pedir su cabeza. Ya escenificaron una rebeli¨®n cuando el techo de deuda se suspendi¨® con esa mayor¨ªa bipartidista y ahora se muestran a¨²n m¨¢s amenazantes.

¡°El presidente McCarthy no deber¨ªa ceder ante los miembros de extrema derecha que amenazan con cerrar el Gobierno a menos que consigan un impeachment infundado y sin pruebas contra el presidente Biden. Las consecuencias para el pueblo estadounidense son demasiado graves¡±, ha dicho el portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams.

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