?Cese, pausa, alto el fuego? EE UU bloquea con sus objeciones una resoluci¨®n sobre Gaza en el Consejo de Seguridad
Washington rechaza el despliegue de un mecanismo de control de la ayuda por parte de la ONU y la votaci¨®n del texto se pospone un d¨ªa m¨¢s
A medida que transcurren los d¨ªas, y la guerra entre Israel y Ham¨¢s avanza sin freno hacia su cuarto mes, la impotencia de la ONU a la hora de adoptar medidas que frenen la sangr¨ªa de Gaza est¨¢ poniendo de relieve, m¨¢s que el bloqueo de su Consejo de Seguridad, el creciente aislamiento de EE UU en la organizaci¨®n, similar al que rodea a Rusia desde que invadi¨® Ucrania a finales de febrero de 2022. ...
A medida que transcurren los d¨ªas, y la guerra entre Israel y Ham¨¢s avanza sin freno hacia su cuarto mes, la impotencia de la ONU a la hora de adoptar medidas que frenen la sangr¨ªa de Gaza est¨¢ poniendo de relieve, m¨¢s que el bloqueo de su Consejo de Seguridad, el creciente aislamiento de EE UU en la organizaci¨®n, similar al que rodea a Rusia desde que invadi¨® Ucrania a finales de febrero de 2022. El veto de Washington a un proyecto de resoluci¨®n de alto el fuego humanitario en el Consejo, el pasado 8 de diciembre, y su oposici¨®n a la adoptada por amplia mayor¨ªa en la Asamblea General cuatro d¨ªas despu¨¦s, han desnudado a la superpotencia: en esa ¨²ltima votaci¨®n, solo secundaron su rechazo otros nueve pa¨ªses, todos de escaso peso en el concierto internacional, salvo Israel. En lo relativo a la guerra de Gaza, EE UU est¨¢ solo frente al mundo, o viceversa.
El persistente rechazo de la Administraci¨®n de Joe Biden a cualquier medida que implique un alto el fuego o un cese de las hostilidades, aunque sea para proporcionar ayuda humanitaria, ha torpedeado y ralentizado tambi¨¦n el funcionamiento del Consejo de Seguridad, el ¨®rgano encargado de velar por la paz y la seguridad mundiales. La habitualmente pautada agenda de sesiones y comparecencias ha sufrido en los ¨²ltimos d¨ªas continuas enmiendas, y el orden del d¨ªa se ha visto perturbado en varias ocasiones para dar tiempo a las negociaciones. La ¨²ltima, este mi¨¦rcoles, al retrasarse por tercer d¨ªa consecutivo la votaci¨®n de un nuevo proyecto de resoluci¨®n.
La iniciativa, presentada por Emiratos ?rabes Unidos, propone un cese de las hostilidades para permitir la entrega de ayuda a los gazat¨ªes y una novedad, un mecanismo de control por parte de la ONU para supervisar su distribuci¨®n. Esa inspecci¨®n parec¨ªa ser este mi¨¦rcoles el principal punto de fricci¨®n, pues EE UU, igual que Israel, se niega a transferir el control de la inspecci¨®n de la ayuda a la ONU, un paso que Washington ha defendido en otros conflictos b¨¦licos y que los grupos humanitarios consideran vital para hacer llegar los suministros con la suficiente rapidez. Israel es muy reacio a perder el control de ese proceso. Fuentes diplom¨¢ticas apuntaban a la posibilidad de un nuevo veto estadounidense antes de confirmarse el aplazamiento al jueves de la votaci¨®n.
El secretario de Estado, Antony Blinken, declaraba hoy que la representaci¨®n de EE UU ¡°sigue colaborando amplia y constructivamente con varios pa¨ªses para tratar de resolver algunas de las cuestiones pendientes de esta resoluci¨®n del Consejo de Seguridad¡±. En una clara alusi¨®n al propuesto mecanismo de supervisi¨®n de la ONU, el titular de Exteriores estadounidense apuntaba: ¡°Queremos asegurarnos de que la resoluci¨®n..., y lo que pide... realmente hace avanzar ese esfuerzo y no hace nada que pueda realmente perjudicar la entrega de ayuda humanitaria (o) hacerla m¨¢s complicada¡±.
Los puntos clave del texto, sometidos a una revisi¨®n casi incesante desde que el pasado viernes fuera presentado al Consejo, son la petici¨®n de ¡°un cese urgente y sostenible de las hostilidades¡± para permitir la entrega de ayuda, acompa?ado del despliegue inmediato del mecanismo de supervisi¨®n de la ONU; en suma, ¡°un acceso humanitario pleno, r¨¢pido, seguro y sin trabas¡± por tierra, mar y aire. El texto subraya la profunda preocupaci¨®n de la organizaci¨®n ¡°por el grave y r¨¢pido deterioro de la situaci¨®n humanitaria¡± en Gaza y sus ¡°graves repercusiones¡± en la poblaci¨®n civil de la zona, sobre todo, en las mujeres y los menores. Tambi¨¦n recuerda la obligaci¨®n de ¡°respetar y proteger al personal m¨¦dico y de ayuda humanitaria¡± y exige a las partes que cumplan con sus obligaciones en virtud del derecho internacional.
Menci¨®n a Ham¨¢s y rechazo de un alto el fuego
Pese a los llamamientos desesperados del secretario general, Ant¨®nio Guterres, que invoc¨® el art¨ªculo 99 de la Carta de la ONU para tratar de forzar un alto el fuego humanitario, el debate se ha enredado desde que empez¨® la guerra en una discusi¨®n bizantina, o sem¨¢ntica, sobre los t¨¦rminos del texto. Washington rechaza de plano expresiones como ¡°fin, pausa, interrupci¨®n de los combates¡± y difiere sobre la definici¨®n correcta del modo en que se canalice la ayuda: ¡°Corredor¡± y ¡°pasillo humanitario¡± son algunas de las opciones, a las que se a?ade ahora el rechazo a la supervisi¨®n de la ONU. EE UU, como voz de Israel en el Consejo, ha establecido dos l¨ªneas rojas: cualquier menci¨®n a un alto el fuego o incluso un cese de las hostilidades ¨Dsea ¡°sostenible¡±, ¡°duradero¡± o ¡°prolongado¡±, entre otras denominaciones¨D, pues ambos pa¨ªses consideran que solo beneficiar¨ªa a Ham¨¢s, y el a?adido de una referencia expresa a los ataques de Ham¨¢s del pasado 7 de octubre, que desencadenaron la guerra. A ellas se suma ahora su objeci¨®n a que la ONU supervise las entregas de ayuda.
En la versi¨®n casi definitiva del borrador ¨Dal menos, la que circulaba este martes¨D se expresa una en¨¦rgica condena ¡°a todos los actos de terrorismo¡± que probablemente parecer¨¢ tibia a Washington. Adem¨¢s, el texto aboga por la soluci¨®n de los dos Estados, subrayando la importancia de unificar Cisjordania y Gaza bajo la Autoridad Palestina (ANP). Otro punto de fricci¨®n con el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu, que ya ha manifestado que no permitir¨¢ un Gobierno de la ANP en la Franja. Washington, en cambio, ha barajado esa opci¨®n como la preferible.
M¨¢s all¨¢ de la f¨¦rrea defensa de su aliado en Oriente Pr¨®ximo, Washington se ha quedado solo en la comunidad internacional, un hecho que contradice la apuesta de la Casa Blanca por el multilateralismo tras los cuatro a?os de aislacionismo de Donald Trump. Las l¨ªneas rojas de Israel, trazadas al mil¨ªmetro por EE UU en el Consejo ¨Ddonde el Estado israel¨ª no se sienta¨D, pueden hacer descarrilar la propuesta emirat¨ª este jueves, cuando te¨®ricamente se someter¨¢ a votaci¨®n, si no se produce un nuevo retraso. Ser¨ªa la segunda vez en dos semanas que el representante estadounidense alza la mano en se?al de veto, una imagen que el 8 de diciembre ejemplific¨® su aislamiento internacional.
Ese d¨ªa, Washington vet¨® una resoluci¨®n del Consejo que exig¨ªa un alto el fuego humanitario inmediato entre Israel y Ham¨¢s. La Asamblea General de la ONU, de 193 miembros, exigi¨® cuatro d¨ªas despu¨¦s un alto el fuego, con el voto a favor de 153 Estados, pero su decisi¨®n carece del car¨¢cter vinculante que s¨ª tienen las del Consejo.
El golpe a la credibilidad de EE UU en la ONU puede ser definitivo si repite su veto. Una resoluci¨®n del Consejo necesita al menos nueve votos a favor y ning¨²n veto de Estados Unidos, Francia, China, Gran Breta?a o Rusia, los cinco miembros permanentes del m¨¢ximo ¨®rgano de la ONU con ese derecho. El bucle sem¨¢ntico en que ha entrado el debate no permite albergar muchas esperanzas sobre un resultado pr¨¢ctico y, a¨²n menos, sobre la voluntad de EE UU de aliviar el sufrimiento en Gaza, dado que, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, Washington est¨¢ decidido a no socavar la capacidad de combate de Israel con un mecanismo de inspecci¨®n de la ayuda. Conversaciones de ¨²ltima hora entre EE UU y Emiratos y Egipto intentan solventar las diferencias.
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