El Sahel se convierte en el epicentro del terrorismo mundial
La llegada de los militares al poder en Burkina Faso, Mal¨ª y N¨ªger incrementa la violencia en su empe?o por recuperar el terreno que hab¨ªan perdido frente a yihadistas y rebeldes
El Sahel se ha convertido en 2023 en el epicentro del terrorismo mundial, con una de cada tres muertes por esta causa en todo el planeta, seg¨²n el ?ndice de Terrorismo Global publicado por el Instituto para la Econom¨ªa y la Paz. La llegada al poder de juntas militares en los tres pa¨ªses m¨¢s afectados por la expansi¨®n del yihadismo, Burkina Faso, Mal¨ª y N¨ªger, y sus intentos de recuperar por la fuerza parte del territorio que hab¨ªan perdido ante los g...
El Sahel se ha convertido en 2023 en el epicentro del terrorismo mundial, con una de cada tres muertes por esta causa en todo el planeta, seg¨²n el ?ndice de Terrorismo Global publicado por el Instituto para la Econom¨ªa y la Paz. La llegada al poder de juntas militares en los tres pa¨ªses m¨¢s afectados por la expansi¨®n del yihadismo, Burkina Faso, Mal¨ª y N¨ªger, y sus intentos de recuperar por la fuerza parte del territorio que hab¨ªan perdido ante los grupos armados est¨¢n detr¨¢s de este incremento de la actividad terrorista. La situaci¨®n es especialmente preocupante en Burkina Faso, que lidera por primera vez la estad¨ªstica mundial con 1.907 de los 8.352 asesinados por terrorismo en el mundo en 2023. Mal¨ª ocupa la tercera posici¨®n con 753 fallecidos y N¨ªger la d¨¦cima con 468, lo que eleva los muertos en el Sahel central a 3.128 en un a?o.
El conflicto, que comenz¨® en el norte de Mal¨ª en 2012 y luego se extendi¨® a sus dos pa¨ªses vecinos, ha provocado decenas de miles de muertos en una d¨¦cada, pero se ha intensificado en los ¨²ltimos meses tras la toma del poder por los militares. ¡°En buena medida, los golpes de Estado se produjeron por la degradaci¨®n de la situaci¨®n en materia de seguridad. Pero si se atiende a la evoluci¨®n antes y despu¨¦s de los golpes, no da la impresi¨®n de que haya mejorado; al contrario, se ha deteriorado en los tres pa¨ªses¡±, asegura Ibrahim Yahaya, coordinador para el Sahel del International Crisis Group (ICG).
En Mal¨ª, la asonada militar de mayo de 2021 llev¨® al poder al coronel Assimi Go?ta, quien, tras la ruptura de los lazos que le un¨ªan con Francia, estableci¨® una alianza estrat¨¦gica con la Rusia de Vlad¨ªmir Putin. Gracias al apoyo militar de unos 1.500 mercenarios de Wagner presentes en suelo maliense, lanz¨® una ofensiva contra los grupos yihadistas que operan en el centro del pa¨ªs y, desde mediados de 2023, otra contra los grupos armados independentistas tuaregs en el norte. Las victorias obtenidas en ambos frentes, aunque no son definitivas, han reforzado el poder de Go?ta y han ampliado su respaldo popular.
El precio a pagar ha sido una generalizaci¨®n de la violencia contra los civiles protagonizada tanto por el ej¨¦rcito maliense como por los miembros de Wagner. La revelaci¨®n de la masacre de Moura a finales de marzo de 2022, en la que, seg¨²n la ONU, fueron ejecutadas unas 500 v¨ªctimas civiles y violadas unas 60 mujeres por mercenarios rusos y soldados malienses, provoc¨® la expulsi¨®n, un a?o m¨¢s tarde, de la misi¨®n de Naciones Unidas de Mal¨ª. Solo en el ¨²ltimo a?o, unas 100.000 personas han huido del norte del pa¨ªs hacia Argelia, N¨ªger o Mauritania. Fuentes de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) hablan de una ¡°violencia sistem¨¢tica y sin precedentes¡± contra la poblaci¨®n civil y, en particular, contra las comunidades tuaregs que han apoyado tradicionalmente la rebeli¨®n.
Ruptura con Occidente
En Burkina Faso, la prioridad de la junta militar que tom¨® el poder en septiembre de 2022 ha sido desde el primer momento la lucha contra los grupos yihadistas que ocupan m¨¢s de la mitad de su territorio, particularmente el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y la Provincia de Estado Isl¨¢mico del Sahel, antes EIGS. Sin embargo, la ruptura de las nuevas autoridades militares con Occidente ha debilitado las capacidades de sus Fuerzas Armadas y las divisiones internas en el seno del ej¨¦rcito, con amenazas de levantamientos militares, han obligado al presidente Ibrahim Traor¨¦ a extremar la precauci¨®n. De hecho, los instructores rusos que han aterrizado en Burkina Faso han sido vistos sobre todo en la capital, Uagadug¨², m¨¢s para garantizar la seguridad del mandatario que para ir a luchar al frente militar.
¡°Esas tensiones internas hacen que sea dif¨ªcil movilizar a todos los elementos del ej¨¦rcito. Adem¨¢s, les faltan medios, tanto humanos como materiales¡±, asegura Yahaya. La estrategia de combate burkinesa se apoya en buena medida en los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), unos 80.000 civiles repartidos por todo el territorio, casi siempre con escaso armamento y formaci¨®n, que se han convertido en la primera l¨ªnea de defensa ante los yihadistas. Los asesinatos de civiles se producen casi a diario: las fuerzas de seguridad han cometido masacres contra ciudadanos a los que acusan de complicidad con los terroristas mientras que estos asesinan a los integrantes de los VDP o arrasan los pueblos de donde proceden, en una suerte de espiral de violencia sin fin.
Finalmente, en N¨ªger los grupos yihadistas han ido ganando terreno tras el golpe de Estado del verano pasado, y de sus posiciones iniciales en Tillab¨¦ri y Diffa se han extendido a localidades pr¨®ximas a la frontera noroccidental de Nigeria como Dosso y Tahoua. Con los militares m¨¢s preocupados por consolidar su poder en la capital, Niamey, los islamistas radicales se asientan progresivamente. Tras expulsar a las fuerzas francesas, las nuevas autoridades nigerinas se aproximan tambi¨¦n a Rusia. ¡°Sin embargo, hay apoyos y reticencias en el seno del ej¨¦rcito¡± respecto al modelo de cooperaci¨®n militar con Mosc¨², seg¨²n Yahaya, ¡°unos piensan que se puede hacer frente al yihadismo sin ayuda y otros que s¨ª van a necesitar a Rusia¡±.
Ante el vac¨ªo creado por la ruptura con Occidente, y en particular con Francia, las tres juntas militares han decidido mutualizar sus esfuerzos de defensa a trav¨¦s de la Alianza de Estados del Sahel (AES), que evoluciona r¨¢pidamente de pacto exclusivamente militar a una organizaci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica regional al margen de la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao). La fortaleza de esta nueva estructura es su autonom¨ªa del exterior. ¡°En el lago Chad, la fuerza multinacional conjunta, pilotada por Nigeria, ha logrado infligir severas derrotas a Boko Haram, que est¨¢ muy debilitado. Desde esa perspectiva, la AES tiene todo el sentido¡±, a?ade el coordinador para el Sahel del ICG.
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