Una empresa de seguridad de EE UU desaf¨ªa la hegemon¨ªa de Wagner en su basti¨®n en ?frica
La compa?¨ªa Bancroft Global Development, con experiencia de entrenamiento en Somalia, admite conversaciones con el Gobierno de Rep¨²blica Centroafricana, mientras este pa¨ªs habla de ¡°diversificar¡± sus relaciones m¨¢s all¨¢ de Rusia
Las marchas, m¨¢s o menos orquestadas, en favor de Wagner son habituales en Rep¨²blica Centroafricana desde que la empresa rusa de mercenarios llegara al pa¨ªs hace casi siete a?os. Lo inusual y llamativo en las concentraciones del pasado enero, de las que inform¨® la prensa local, fue la aparici¨®n de un nuevo s¨ªmbolo gr¨¢fico, la cabeza de un le¨®n sobre un c¨ªrculo azul, en una de las pancartas junto a las palabras ¡°stop¡± y ¡°non¡±. El logotipo, tachado, es el de ...
Las marchas, m¨¢s o menos orquestadas, en favor de Wagner son habituales en Rep¨²blica Centroafricana desde que la empresa rusa de mercenarios llegara al pa¨ªs hace casi siete a?os. Lo inusual y llamativo en las concentraciones del pasado enero, de las que inform¨® la prensa local, fue la aparici¨®n de un nuevo s¨ªmbolo gr¨¢fico, la cabeza de un le¨®n sobre un c¨ªrculo azul, en una de las pancartas junto a las palabras ¡°stop¡± y ¡°non¡±. El logotipo, tachado, es el de Bancroft Global Development, empresa de seguridad privada estadounidense con una larga experiencia en el entrenamiento de militares en Somalia. Las concentraciones, los d¨ªas 24 y 25, recorrieron las calles de Nd¨¦l¨¦ y Bangui, la capital. En esta ¨²ltima ciudad, decenas de personas llegaron hasta las proximidades de la Embajada de Estados Unidos con lemas contra la ¡°entrada ilegal¡± de norteamericanos en el pa¨ªs. Tan solo unas semanas antes, Bancroft hab¨ªa admitido mantener negociaciones con el Gobierno centroafricano para ¡°posibles actividades futuras¡±.
Rep¨²blica Centroafricana (5,5 millones de habitantes) es el gran laboratorio africano de Wagner; el ejemplo m¨¢s exitoso del poder¨ªo exterior ruso ¡ªel presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, admiti¨® el pasado verano aportar unos 860 millones de euros al grupo entre 2022 y 2023¡ª desplegado desde las sombras por v¨ªas econ¨®micas, propagand¨ªsticas y militares. Es tambi¨¦n paradigma de una f¨®rmula repetida en el continente: un pa¨ªs rico en recursos naturales, entre ellos, oro y diamantes, con una miseria e inestabilidad galopantes ¨Dse sit¨²a en el puesto 188 de 191 en el ?ndice de Desarrollo Humano¨D. Por esto, entre otras cosas, es por lo que Mosc¨² comenz¨® en 2017 a construir un entramado empresarial y de seguridad que le ha granjeado un fuerte apoyo popular, tras a?os de enfrentamientos entre milicias cristianas y musulmanas, y dinero en caja a trav¨¦s de la explotaci¨®n de las minas del pa¨ªs. Para Bruselas y Washington, la aventura de Wagner ha ido acompa?ada de abusos de los derechos humanos, por lo que el grupo est¨¢ en su lista de entidades sancionadas.
A finales del pasado diciembre, el portavoz presidencial Albert Yalok¨¦ Mokp¨¨me manifest¨® en una entrevista con la popular Radio Ndeke Luka que el pa¨ªs estaba ¡°diversificando¡± sus relaciones en materia de seguridad, m¨¢s all¨¢ de la colaboraci¨®n con Rusia, Angola, Marruecos o Guinea. El vocero del presidente Faustin-Archange Touad¨¦ra a?adi¨® lo siguiente: ¡°EE UU tambi¨¦n ofrece [¡] entrenar a soldados, tanto en suelo centroafricano como en suelo americano¡±. Unos d¨ªas despu¨¦s, a preguntas de la agencia francesa France Presse (AFP), Bancroft admiti¨® la existencia desde julio de un ¡°marco de discusi¨®n¡± con Bangui para su futura presencia en el pa¨ªs. ¡°Eso es todo¡±, zanj¨® la empresa de seguridad. Jeune Afrique y Radio France Internationale (RFI) han informado recientemente de que la compa?¨ªa ya habr¨ªa enviado algunos trabajadores al pa¨ªs africano.
Tanto el Departamento de Estado como la embajadora estadounidense en el pa¨ªs, Patricia Mahoney, han negado de forma p¨²blica en las ¨²ltimas semanas que Washington haya participado en la decisi¨®n de Bancroft de adentrarse en Rep¨²blica Centroafricana, haciendo hincapi¨¦ en que se trata de una sociedad privada que no representa al Gobierno. La presencia de uniformados estadounidenses en este pa¨ªs cuenta con el precedente de la Administraci¨®n Obama, que envi¨® en 2011 a un grupo de militares para dar caza a Joseph Kony, l¨ªder del Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or, a¨²n en paradero desconocido. Adem¨¢s de mercenarios rusos, Rep¨²blica Centroafricana acoge tambi¨¦n una misi¨®n de entrenamiento europea y un contingente de la ONU.
Experiencia en Somalia
La primera piedra de lo que hoy es Bancroft Global Development la puso en Virginia hace 24 a?os su fundador, Michael Stock, un joven graduado cum laude en la Universidad de Princeton, v¨¢stago de una rica familia de banqueros estadounidenses. Entonces, aquella empresa se llamaba Landmine Clearance International (limpieza de minas terrestres). Nueve a?os despu¨¦s, la firma adopt¨® su nombre actual, con sede ahora en Washington. Pronto comenz¨® a prestar sus servicios en su misi¨®n estrella: Somalia.
En este pa¨ªs del Cuerno de ?frica, sacudido por m¨¢s de tres d¨¦cadas de conflicto, Bancroft ha entrenado a soldados ugandeses y burundeses de la AMISOM (hoy ATMIS), misi¨®n lanzada en 2007 por la Uni¨®n Africana con respaldo de la ONU. La empresa de Stock, integrada por decenas de expertos militares ¡ªjunto a los estadounidenses, tambi¨¦n hay europeos y sudafricanos¨D, est¨¢ detr¨¢s de la formaci¨®n de la Brigada Danab, una de las unidades de mayor prestigio en el combate contra la milicia integrista Al Shabab.
Seg¨²n informa la compa?¨ªa en el apartado de su web sobre financiaci¨®n, su mayor contribuyente es el Departamento de Estado. Sirva de ejemplo que la Oficina del Inspector General estadounidense, destinada a evaluar el gasto p¨²blico, puso en cuesti¨®n en un informe en julio de 2021 m¨¢s de cuatro millones de d¨®lares gastados por Bancroft en Somalia y cuyo origen fue el Departamento de Estado. Para costear sus operaciones, la compa?¨ªa cuenta adem¨¢s con sus propias inversiones en el terreno. En el registro de las compras p¨²blicas hechas por organismos de Naciones Unidas aparecen decenas de asientos sobre arrendamientos de propiedades de la empresa Bancroft firmados por su misi¨®n en Somalia.
Sea con el benepl¨¢cito o no de Washington, el movimiento efectuado por esta empresa de seguridad norteamericana en Rep¨²blica Centroafricana ha agitado a los fieles del grupo Wagner, acusado de matanzas y torturas en el pa¨ªs por la organizaci¨®n Human Rights Watch y relatores de la ONU. Y esto, siete meses despu¨¦s de la muerte de Yevgueni Prigozhin, fundador y principal mentor de la aventura africana de estos mercenarios. Hasta la desaparici¨®n del empresario de San Petersburgo, se situaba en lo m¨¢s alto de la direcci¨®n de este entramado en Bangui al ruso Alexander Ivanov, responsable del grupo de instructores que desembarcaron en 2018 para formar al ej¨¦rcito centroafricano y proteger al presidente Touad¨¦ra. Seg¨²n el proyecto de investigaci¨®n de origen franc¨¦s All Eyes on Wagner (AEOW), el nuevo hombre fuerte de Mosc¨² en este pa¨ªs ser¨ªa Pavlov Denis Vlad¨ªmirovich, un agente de los servicios de inteligencia bajo cobertura diplom¨¢tica.
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