Un error de c¨¢lculo de Macron

En una visita en enero de 2017 al departamento de Pas-de-Calais, situado en el norte de Francia, Emmanuel Macron, entonces candidato a las presidenciales, asegur¨® ante las c¨¢maras que, si los franceses le votaban, ¨¦l ser¨ªa el mejor baluarte contra la extrema derecha. El exministro de Econom¨ªa hab¨ªa elegido la antigua cuenca minera para lanzar su campa?a por ser el s¨ªmbolo de esa Francia que, desilusionada con los partidos tradicionales, hab¨ªa empezado a virar peligrosamente hacia la extrema derecha. El mismo que hoy esgrime el riesgo de ¡°una guerra civil¡± en caso de que ¡°los extremos¡± llegaran a gobernar habl¨® en aquel entonces de la necesidad de luchar contra los que instrumentalizan el miedo y las divisiones. Siete a?os m¨¢s tarde y tras dos mandatos de Macron al frente del pa¨ªs, el Reagrupamiento Nacional (RN) ha pasado de contar con tres millones de votos en la primera vuelta de unas legislativas a sumar 10 millones. Pas-de-Calais se ha convertido en el basti¨®n de la extrema derecha y la ciudad de H¨¦nin-Beaumont, en el feudo de Marine Le Pen. Este domingo, 14 de sus candidatos, entre ellos la misma Le Pen, fueron elegidos en la primera vuelta en este departamento hist¨®ricamente de izquierdas.

El resultado obtenido por el RN, con el 33% de los votos, es hist¨®rico. La derrota de la antigua mayor¨ªa presidencial, con apenas 21% y adelantada por el bloque de izquierda (28%), no es la demostraci¨®n de que los franceses necesitaban ¡°clarificar la situaci¨®n pol¨ªtica¡±, como ha dicho el presidente, sino m¨¢s bien una prueba m¨¢s de su error de c¨¢lculo. Es como si el mandatario no quisiera darse cuenta de la gravedad de la situaci¨®n, con un RN a un paso de conseguir la mayor¨ªa absoluta y de llevar a cabo su plan de destrucci¨®n de la democracia francesa y del proyecto europeo. Macron ha mantenido este domingo la misma ret¨®rica que destil¨® durante la campa?a y que consiste en equiparar al RN con La Francia Insumisa (LFI), llamando a ¡°la uni¨®n de los dem¨®cratas y republicanos¡± en la segunda vuelta del 7 de julio, aunque muchos analistas interpretan que sus palabras dejan fuera de este frente republicano a los candidatos de LFI. Una posici¨®n insostenible, en opini¨®n de algunos expertos, y que a medida que pasan los d¨ªas puede convertirse en minoritaria incluso en su propio bloque. As¨ª lo demostr¨® la intervenci¨®n mucho m¨¢s matizada del primer ministro, Gabriel Attal, que asegur¨® que ¡°ni un voto deb¨ªa ir al RN¡± y llam¨® a los candidatos de Ensemble a desistir en la segunda vuelta siempre que un candidato republicano est¨¦ en mejor posici¨®n de vencer al partido de Le Pen.

A pesar de la estrategia de desdemonizaci¨®n, el RN sigue siendo un partido profundamente xen¨®fobo, nacionalista y antieuropeo, que ha seguido eligiendo para las legislativas a candidatos con perfiles abiertamente racistas y antisemitas, incluso conspiracionistas, como revelaron Lib¨¦ration y Le Monde. Y aunque es indudable que Jean-Luc M¨¦lenchon y algunos de sus lugartenientes han tenido un discurso ambiguo e imperdonable sobre el antisemitismo por motivos electoralistas, dictados por el contexto pol¨ªtico de la guerra en Gaza, reducir LFI a la figura de M¨¦lenchon y equiparar la ultraderecha al movimiento de izquierdas ¡ªcuyo programa no se basa, como s¨ª el del RN, en suprimir derechos hist¨®ricos adquiridos tras a?os de lucha social y pol¨ªtica¡ª no tendr¨¢ perd¨®n si el extremismo de los Le Pen llega al poder. A¨²n m¨¢s cuando Francia est¨¢ a unas semanas de acoger los Juegos Ol¨ªmpicos, y en el contexto de las guerras de Ucrania y Gaza y de la presidencia h¨²ngara de la UE a partir de este lunes. Incluso el propio l¨ªder de LFI ha dado una consigna clara ¨Dalgo que hasta ahora siempre hab¨ªa evitado¨D llamando a sus candidatos a desistir, hasta frente a un macronista.

¡°He tirado [a los franceses] una granada en las piernas. Ahora veremos c¨®mo se apa?an¡±, dijo Macron a un empresario con el que se reuni¨® al d¨ªa siguiente de la disoluci¨®n de la Asamblea Nacional, seg¨²n una informaci¨®n de Le Monde que el El¨ªseo ha desmentido ¨Dy que el diario mantiene¨D. Lo que muchos franceses comprometidos con la democracia quieren ahora ver es qu¨¦ har¨¢ ¨¦l en medio de la crisis que ha propiciado deliberadamente, y si por fin intentar¨¢ de verdad luchar contra una extrema derecha que ¨¦l mismo ha alimentado todos estos a?os. Nunca es tarde.

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