Meloni elige seguir con la ultraderecha al otro lado del cord¨®n sanitario

Los tres partidos del Gobierno italiano se presentaron este jueves en Estrasburgo cada uno con una postura distinta en la votaci¨®n para reelegir a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisi¨®n. Forza Italia, a favor. La Liga, en contra. Y el m¨¢s importante de los tres, Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, depende. Su grupo europeo, Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), fue el ¨²nico que no aclar¨® antes su intenci¨®n de voto. Solo una vez conocido el resultado anunci¨® que hab¨ªan votado ¡°no¡±, aunque para entonces esto ya era irrelevante, pues la nueva presidenta ten¨ªa votos suficientes con el apoyo de Los Verdes. Ese respaldo, precisamente, fue el argumento que esgrimi¨® el partido de Meloni para explicar su voto contrario, pues aborrece el Plan Verde de la Comisi¨®n, que para ellos es una l¨ªnea roja. ¡°Ha hecho imposible nuestro voto¡±, explic¨® su delegaci¨®n, que enseguida matiz¨®: ¡°Por otra parte, queremos tener una relaci¨®n extremadamente constructiva¡± y en la legislatura ¡°la partida se jugar¨¢ sobre los contenidos¡±. Es decir, Meloni prefiere seguir al otro lado del cord¨®n sanitario, con la ultraderecha populista europea. Pero con un salvoconducto especial, con derecho a atravesarlo para entrar y salir de vez en cuando, y seguir trabaj¨¢ndose la respetabilidad y su condici¨®n de excepci¨®n en ese bando.

La primera ministra italiana se ha visto estas semanas en un callej¨®n de dif¨ªcil salida, atrapada entre su deseo de ser aceptada en la UE como un partido m¨¢s, con acceso a los acuerdos de reparto de poder, lo que implicaba como se?al de buena voluntad apoyar la renovaci¨®n de la presidenta de la Comisi¨®n, y por otro lado, seguir manteniendo el otro pie entre sus socios de la ultraderecha, para no ser considerada una traidora. Todo el grupo de Patriotas por Europa, el tercero de la C¨¢mara, donde est¨¢n el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, Marine Le Pen y Vox, habla de Von der Leyen como el demonio en persona. Para Meloni, alinearse con ella era mucho viaje despu¨¦s de celebrar en las elecciones europeas del 9 de junio el auge de la ultraderecha, proclamar que deb¨ªa ser tenida en cuenta y escenificar que, no solo no tiene incidencia, sino que ella misma apoya la pol¨ªtica tradicional.

¡°Hemos sido coherentes, no compartimos el m¨¦todo ni el m¨¦rito de la elecci¨®n, pero la colaboraci¨®n con la Comisi¨®n continuar¨¢, por ejemplo en inmigraci¨®n¡±. Meloni est¨¢ dolida porque Italia quede en una posici¨®n marginal, pese a ser el tercer pa¨ªs por poblaci¨®n de la UE, pero mantendr¨¢ un canal abierto. Seguir¨¢ haciendo lo que Von der Leyen dijo que apreciaba de ella antes de las elecciones, el poder trabajar en asuntos puntuales, cuando a¨²n no sab¨ªa si le har¨ªa falta su apoyo: ¡°Trabajo bien con Meloni, es una europe¨ªsta¡±. De hecho, tras la reelecci¨®n, la mandataria italiana le dese¨® el jueves ¡°lo mejor en su trabajo¡±. En la pr¨¢ctica, los intentos de la primera ministra de Roma de sacar algo en limpio en Bruselas no han tenido resultado. Solo le queda pelear por un comisario de peso, aunque a Italia en general ya le suele corresponder uno de relevancia por ser el tercer pa¨ªs de la UE. Pretende al menos una vicepresidencia ejecutiva, pero tambi¨¦n parece muy cuesta arriba.

Ataques en Italia de su propio socio de Gobierno

En este camino entre dos aguas que Meloni ha seguido estos a?os buscando una l¨ªnea propia nadie se lo ha puesto f¨¢cil, en ninguno de los dos lados, cuando ha llegado la hora de la verdad. Antes de las elecciones europeas, ante la incertidumbre de los resultados, el Partido Popular Europeo (PPE) juguete¨® con la idea de abrirse a pactos con la ultraderecha, pero una vez que tienen los n¨²meros suficientes, el cord¨®n ha vuelto a extenderse para cerrarle el paso. ¡°No permitir¨¦ a los extremistas destruir la UE¡±, proclam¨® en su discurso Von der Leyen, que a su vez hab¨ªa recibido vetos contra Meloni de sus aliados, socialdem¨®cratas y liberales. Condicionaban su apoyo a dejarla fuera, igual que Los Verdes. Al mismo tiempo, la jefa del Gobierno italiano ha tenido que soportar un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n los ataques de su socio, Matteo Salvini, l¨ªder de la Liga, que en busca de protagonismo ha aprovechado para exhibirse como el m¨¢s ultra del Ejecutivo y la forzaba a tomar postura. M¨¢s a¨²n cuando Orb¨¢n form¨® el nuevo grupo Patriotas por Europa, que aglutin¨® a casi todos los grandes partidos de la ultraderecha, y vaci¨® el suyo, dej¨¢ndola a¨²n m¨¢s aislada.

Para Meloni, apoyar a Von der Leyen era casi como cambiar de bando. Ganaba tiempo porque a¨²n esperaba obtener algo que vender a su electorado como un logro que hubiera hecho merecer la pena la operaci¨®n. Calculaba que sus 24 diputados podr¨ªan ser valiosos para Von der Leyen ante la posibilidad de deserciones en el voto secreto. Pero al final a la presidenta no le han hecho falta, aunque en la prensa italiana se apunta que bajo ese mismo amparo del voto secreto puede haber pactado garantizarle algunos apoyos. El partido de Meloni lo desminti¨® secamente: ¡°Somos gente seria, los acuerdos los hacemos a la luz del Sol¡±.

Lo cierto es que en los d¨ªas previos hubo se?ales de que algo se mov¨ªa, se abri¨® moment¨¢neamente el cord¨®n sanitario. El martes, Hermanos de Italia consider¨® un triunfo casi hist¨®rico el haber obtenido una vicepresidencia del Parlamento Europeo, una de las dos asignadas a ECR. Difundi¨® una nota entusiasta: ¡°Por primera vez una representante de la derecha italiana es elegida vicepresidenta¡± (en realidad es la segunda vez, ya hubo una del partido de Berlusconi). ¡°Se trata de un importante reconocimiento a la acci¨®n pol¨ªtica desarrollada por Hermanos de Italia en el ¨¢mbito europeo (¡­) Una posici¨®n de prestigio que consentir¨¢ a nuestro partido y a Italia poder representar mejor los intereses de Italia en Europa¡±. Esa es la tecla que tocan para hacer ver que sus cesiones y decisiones tienen premio y as¨ª podr¨¢n tener voz en inmigraci¨®n, fronteras o agricultura. La nueva vicepresidenta es Antonella Sberna, de 42 a?os, que precisamente consider¨® su elecci¨®n la prueba de que son ¡°una derecha de gobierno, realista, seria y cre¨ªble¡±.

Pero al mismo tiempo Meloni sigue teniendo que cuidar sus relaciones con el otro frente, el campo ultra al otro lado del cord¨®n sanitario. Ya en la primera resoluci¨®n votada en el Parlamento Europeo, de apoyo a Ucrania, Hermanos de Italia vot¨® en contra de la enmienda que condenaba el viaje de Orb¨¢n a Mosc¨². Y as¨ª seguir¨¢, entrando y saliendo a trav¨¦s del cord¨®n, obviando su existencia.

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