La encrucijada de Ham¨¢s tras la muerte de Sinwar
El futuro de la organizaci¨®n depende de la elecci¨®n del nuevo l¨ªder, de las presiones de Israel y la comunidad internacional, y del papel que jueguen desde dentro los moderados
Said, de ocho a?os, grita a hombros de su padre mientras luce unas gafas Ray Ban de sol falsas y alza con las dos manos una hoja de papel con la imagen de Yahia Sinwar, el l¨ªder de Ham¨¢s muerto a manos de soldados israel¨ªes el mi¨¦rcoles en Gaza. A su alrededor, una decena de banderas palestinas y una de L¨ªbano. Ni una sola del ...
Said, de ocho a?os, grita a hombros de su padre mientras luce unas gafas Ray Ban de sol falsas y alza con las dos manos una hoja de papel con la imagen de Yahia Sinwar, el l¨ªder de Ham¨¢s muerto a manos de soldados israel¨ªes el mi¨¦rcoles en Gaza. A su alrededor, una decena de banderas palestinas y una de L¨ªbano. Ni una sola del verde caracter¨ªstico que representa a Ham¨¢s, aunque abiertamente se profieren consignas a favor de sus l¨ªderes, especialmente los que han sido liquidados por el Estado jud¨ªo. Apenas una treintena de personas marchan por el centro de Ramala, capital administrativa de la Cisjordania ocupada, tras la oraci¨®n del pasado viernes. Es la manifestaci¨®n semanal ¡°por la paz¡±, explica Hamza Osama, de 40 a?os y padre de Said. Observan la escena, alrededor, una veintena de agentes uniformados y algunos de paisano.
La v¨ªspera, Israel anunci¨® que se hab¨ªa cobrado la pieza m¨¢s buscada en la Franja, al hombre que consideraba promotor del ataque del 7 de octubre de 2023, el detonante de la actual guerra. El ritmo de los bombardeos y las incursiones militares se mantiene, sin embargo, sobre un territorio donde han muerto m¨¢s de 42.500 personas y donde a¨²n permanecen 101 rehenes. Este s¨¢bado, aviones israel¨ªes han lanzado sobre la Franja panfletos con la foto del cad¨¢ver de Sinwar y en los que se lee: ¡°Ham¨¢s ya no gobernar¨¢ Gaza¡±.
El l¨ªder islamista hab¨ªa sido alzado a la jefatura del movimiento en la primera semana de agosto, tras el asesinato de su predecesor, Ismail Haniya, el 31 de julio en un ataque atribuido ocurrido en Teher¨¢n y que fue atribuido a Israel. Las quinielas est¨¢n abiertas ante este nuevo relevo a la fuerza en la c¨²pula, despu¨¦s de que el m¨¢ximo responsable pol¨ªtico de la formaci¨®n, Jalil Khaya, confirmara el viernes, desde el exilio, la muerte de Sinwar. ?l mismo aparece como uno de los posibles sucesores, aunque el futuro no depende solo del liderazgo.
Por primera vez durante la contienda iniciada el 7 de octubre de 2023, los sondeos mostraron en Gaza y Cisjordania el mes pasado una ¡°significativa¡± ca¨ªda del apoyo al ataque liderado por Ham¨¢s, que acab¨® ese d¨ªa con unas 1.200 personas en Israel. Tambi¨¦n se recoge un descenso en las expectativas de que ese grupo saldr¨¢ victorioso de la guerra, seg¨²n una encuesta llevada a cabo entre el 3 y el 7 de septiembre por el Centro Palestino de Pol¨ªticas e Investigaci¨®n de Encuestas (PSR, en sus siglas en ingl¨¦s). Asimismo, se produce un descenso ¡°moderado¡± en el apoyo a ese movimiento islamista, pese a que sigue por delante de otras formaciones palestinas en intenci¨®n de voto. Tambi¨¦n la opci¨®n de la lucha armada pierde adeptos frente a una soluci¨®n negociada para poner fin a la ocupaci¨®n israel¨ª.
El ambiente en Ramala es hoy muy diferente del instaurado en los primeros meses de guerra, con simpatizantes orgullosos visibles en cada esquina. Entonces, el estallido de la violencia dispar¨® a Ham¨¢s en las encuestas en Cisjordania, un territorio en el que su doctrina cala tradicionalmente menos que en Gaza, donde el grupo fue fundado en 1987. ¡°Para los palestinos, las lecciones aprendidas deben ser, ante todo, que ya no debe haber una lucha armada como parte de su estrategia de liberaci¨®n¡±, opina Gershon Baskin, activista por la paz llegado hace medio siglo a Israel desde Estados Unidos y que apuesta por soluciones distintas de las del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu y Ham¨¢s, en una reflexi¨®n escrita este s¨¢bado.
¡°Todo l¨ªder de Ham¨¢s sabe y acepta que su final es la muerte¡±, afirma Faris Sarafandi, corresponsal en Cisjordania del canal de televisi¨®n iran¨ª Al Alam y exprisionero en c¨¢rceles israel¨ªes entre 1996 y 1999 como miembro de Ham¨¢s en sus a?os de estudiante, que ve diferentes razones para el descenso ahora de la presencia p¨²blica de ese movimiento. Por un lado, ¡°cualquiera que sale a protestar es sospechoso de ser de Ham¨¢s y tiene muchas posibilidades de ser arrestado¡± por israel¨ªes o por agentes palestinos. Por otro, un gran n¨²mero de elementos de Ham¨¢s y sus cargos se encuentran en c¨¢rceles del Estado jud¨ªo. Pese a todo, Sarafandi, de 48 a?os, cree que los islamistas ganar¨ªan de forma ¡°masiva¡± si hubiera comicios en Cisjordania, aunque no as¨ª en Gaza. All¨ª, estima, las circunstancias de la guerra y los a?os en el poder del movimiento, casi dos d¨¦cadas, no ayudan.
?Puede la ausencia de Sinwar y otros l¨ªderes, junto al hast¨ªo de la guerra, impulsar un cambio dentro del conocido como Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica? Hay ideas rondando para convertirlo en un movimiento m¨¢s territorial, m¨¢s de derechos humanos, entiende Jos¨¦ Vericat, investigador principal del Real Instituto Elcano, al otro lado del tel¨¦fono. ¡°Cabe la posibilidad¡± de que eso ocurra porque hay palestinos y parte de la comunidad internacional de acuerdo en ¡°acomodar, reconocer y asimilar¡± pol¨ªticamente la corriente islamista, aunque la coyuntura actual ¡°no est¨¢ ayudando a los moderados¡±, sostiene Vericat, que residi¨® casi dos a?os en Gaza y conoce bien los entresijos de Ham¨¢s y las diferentes facciones palestinas.
A diferencia de lugares como San¨¢ (Yemen), donde miles de personas honraron en la calle a Sinwar, muchos impulsados por la guerrilla hut¨ª aliada de Ir¨¢n y Ham¨¢s, no se han celebrado muestras multitudinarias tras su muerte en territorio palestino. Frente a esa aparente desafecci¨®n popular del Movimiento de Resistencia Isl¨¢mica en las calles de Ramala, basta rascar un poco y preguntar el viernes a los manifestantes en esa ciudad para comprobar la realidad. Varios de los entrevistados defienden abiertamente los postulados del grupo y glorifican al l¨ªder muerto, al tiempo que reconocen que el marcaje de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se ha estrechado en los ¨²ltimos meses sobre los seguidores del grupo. Afirman, incluso, que la polic¨ªa y los servicios secretos, adem¨¢s de llevar a cabo arrestos, se?alan objetivos para que a posteriori haya detenciones por parte de agentes israel¨ªes. Solo en Cisjordania los detenidos por autoridades del Estado jud¨ªo en el ¨²ltimo a?o ascienden a unos 10.000 y los muertos a m¨¢s de 700, seg¨²n las ONG locales. El 75% de los 10.000 detenidos ser¨ªan miembros o simpatizantes de Ham¨¢s.
La ANP e Israel mantienen acuerdos de colaboraci¨®n firmados ¡°que no son bien vistos¡± en la calle, valora el periodista palestino. ¡°No vivimos en Europa. Esto es Oriente Pr¨®ximo y los gobiernos no aceptan opositores¡±, a?ade con una sonrisa, porque ¡°se enfrentan a la muerte o a la c¨¢rcel¡±. No conoci¨® personalmente a Sinwar en sus tres a?os de c¨¢rcel, pero s¨ª comprob¨® con su entorno su enorme influjo en el movimiento.
¡°Israel cree que mat¨¢ndolo abrir¨¢ la puerta a un Gobierno menos radical, pero se equivoca. Cada uno de los que venga ser¨¢ igual de radical¡±, agrega Sarafandi que otorga una enorme importancia al liderazgo del grupo que se ejerce desde las prisiones israel¨ªes. En este sentido, entiende que no tardar¨¢n mucho en anunciar al nuevo l¨ªder, que cree que, m¨¢s que en la c¨¢rcel o en Gaza, estar¨¢ fuera y tendr¨¢ m¨¢s perfil pol¨ªtico que militar. Por eso, se?ala, puede ser Jalil Khaya. ¡°Elegir en agosto a Sinwar dentro de la Franja supuso un gesto emocional, una necesidad entonces¡±, a?ade.
El jefe de Ham¨¢s, entiende Vericat, llevaba ya meses viviendo ¡°en el corredor de la muerte¡± y sin tener ¡°un control eficaz del movimiento¡±. Considera, en todo caso, que tanto las fotos de su cad¨¢ver como el v¨ªdeo poco antes de morir en el que se le ve ya herido tratando de defenderse con un palo se han vuelto contra los que han difundido ¡°esas im¨¢genes m¨ªticas¡± de ¡°resistencia total¡± a Israel.
Sinwar ha muerto sin lograr la ¡°gran victoria¡± que hubiera supuesto la liberaci¨®n de presos del grupo ¡ªhay miles en penales israel¨ªes donde ¨¦l pas¨® m¨¢s de dos d¨¦cadas¨D y ¡°devolver a sus or¨ªgenes¡± a una organizaci¨®n hoy ¡°demasiado jerarquizada e institucionalizada¡±, pues, en el fondo, consideraba ¡°una gran trampa¡± haber entrado en el juego electoral, ocupar el Gobierno de la Franja y alejarse del ¡°movimiento de resistencia¡±.
Muere un l¨ªder, nace un mito
El activista Gershon Baskin ha mantenido negociaciones secretas con algunos de sus l¨ªderes y logrado acuerdos de liberaci¨®n como la del soldado israel¨ª Guilad Shalit en 2011, intercambiado por m¨¢s de un millar de presos palestinos, entre ellos el propio Sinwar. Estima que ¡°Israel ha matado a decenas de miles de palestinos inocentes¡± y ¡°ambas partes han cometido cr¨ªmenes de guerra¡±, pero ¡°el islam pol¨ªtico no violento es leg¨ªtimo¡± y ¡°los israel¨ªes tienen que entender que no hay una soluci¨®n militar¡±.
El ¡°mito creado¡± con la difusi¨®n de la muerte de Sinwar, reflexiona Jos¨¦ Vericat, ¡°reafirma la idea de que Ham¨¢s sobrevivir¨¢ porque va m¨¢s all¨¢ del individuo. Es una idea y representa unos valores muy b¨¢sicos que son resistencia a la ocupaci¨®n ante la imposibilidad de conseguir el autogobierno palestino¡±. El experto a?ade que Israel va a tratar, ahora que lo ha eliminado, recuperar a los 101 rehenes secuestrados el 7 de octubre de 2023 y puede que lo intente comprando a los captores, aunque cree que eso es ¡°casi ciencia ficci¨®n¡±.
Para Hamza Osama, que asegura que los israel¨ªes le han arrebatado sus tierras, ¡°Sinwar ha sido asesinado por la ocupaci¨®n israel¨ª, pero eso no acabar¨¢ con su liderazgo¡±, explica mientras acaricia la cabeza de su hijo, al que sostiene mientras este mira el retrato del l¨ªder muerto esta semana. Al ser preguntado por el peque?o, concluye que ¡°esto empez¨® hace 75 a?os, mucho antes de Yahia Sinwar, y van miles y miles de muertos¡±. ¡°Cada uno de los palestinos somos Sinwar¡±, repite varias veces Ahlan Sheik, una mujer de 50 a?os que tambi¨¦n se manifiesta en Ramala.