Ham¨¢s como problema
No debemos olvidar la parte de responsabilidad de la milicia islamista en la tragedia que vive la Franja
Siete meses de guerra, Gaza arrasada, decenas de miles de muertos civiles. La destrucci¨®n del tejido social, urbano y econ¨®mico de todo el territorio. En el horizonte, la perspectiva de una ofensiva total sobre Rafah que recaiga tr¨¢gicamente sobre la ya castigada poblaci¨®n gazat¨ª.
Ante la magnitud de la cat¨¢strofe que se viene sucediendo, d¨ªa a d¨ªa, semana a semana, mes a mes, es obligado un ejercicio de ponderaci¨®n que, por un lado, implique la condena de la estrategia puesta en marcha por Benjam¨ªn Netanyahu, y por otro, tenga en cuenta quien desarroll¨® la crisis y como ha actuado desde entonces.
Todo este dolor podr¨ªa haberse evitado si Ham¨¢s, al comprobar la feroz represalia de Israel, se hubiese abierto a la liberaci¨®n negociada de los rehenes e incluso a la posibilidad de poner fin al conflicto armado. Una actitud en este sentido hubiera puesto l¨ªmite el apoyo de Estados Unidos al primer ministro israel¨ª y su Gabinete de nacionalistas religiosos. Podr¨ªan haberse ahorrado el hambre, la destrucci¨®n y la muerte sin por ello claudicar. Pero Ham¨¢s opt¨® por el martirio a costa de las vidas ajenas, ofreciendo en sacrificio a la poblaci¨®n palestina con tal de justificar su voluntad de aniquilar al pa¨ªs hebreo. Y Netanyahu jug¨® a fondo ese juego, aplicando la ense?anza del libro de Josu¨¦.
?Por qu¨¦ la comunidad internacional y la opini¨®n p¨²blica no han ido m¨¢s all¨¢ de condenar a Ham¨¢s por las atrocidades ¡ª¡±el atentado¡±¡ª del 7 de octubre y ejercido presi¨®n para que sean liberados los rehenes y ponga fin a la guerra? Es m¨¢s, Ham¨¢s est¨¢ quedando fuera del escrutinio p¨²blico y medi¨¢tico. Para tantos analistas, que miran solo a la destrucci¨®n de Gaza, se ha vuelto invisible. Cualquiera tiene en la mente el rostro de Netanyahu, incluso sus alteraciones en el curso de la contienda ¡ªsus rasgos se han afilado, se han acentuado las bolsas y ojeras¡ª. No ocurre lo mismo con Yahia Sinwar, el jefe de Ham¨¢s. Tan olvidado como el hecho de que quien mand¨® y manda en Gaza es exclusivamente Ham¨¢s. Al no hablar de la organizaci¨®n que puso en marcha el ataque contra el sur de Israel, al no mostrar im¨¢genes de los milicianos ca¨ªdos en combate ¡ªen contraste con las de las de ni?os y mujeres¡ª, se olvida que Ham¨¢s es un protagonista fundamental de esta guerra. Como afirma Jonathan Freedland en The Guardian, parece ¡°como si hubieran sido meramente pasivos en los horribles acontecimientos de los ¨²ltimos meses¡±.
Condenar, incluso insistir en la exigencia de castigar los posibles cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad cometidos por Israel contra la poblaci¨®n civil palestina, debe ir asociado a subrayar la responsabilidad de Ham¨¢s al desencadenar y mantener la tragedia. Son las dos caras de la misma moneda. Lo ha demostrado Francia. El respaldo del Gobierno de Emmanuel Macron al Tribunal Penal Internacional que investiga la guerra de Gaza no ha impedido a su ministra de Igualdad anunciar la retirada de subvenciones a las asociaciones feministas que hayan sido ambiguas sobre la violencia sexual de Ham¨¢s. ¡°Ser feminista significa decir cosas, ser feminista significa apoyar a las mujeres que fueron mutiladas el 7 de octubre¡±, afirm¨® en una entrevista. Igual exigencia debe aplicarse a los excesos cometidos por el Tsahal.
Conviene recordar que Ham¨¢s mantiene su vocaci¨®n genocida de acabar con Israel. A las dos semanas de asesinar a 1.200 israel¨ªes, la mayor¨ªa civiles, y secuestrar a m¨¢s de 200 personas, su portavoz, Ghazi Hamad, en una entrevista concedida a la televisi¨®n libanesa afirm¨®: ¡°Lo haremos una y otra vez (¡) Habr¨¢ una segunda, una tercera, una cuarta (¡) Israel no tiene cabida en nuestra tierra. Debemos eliminar ese pa¨ªs (¡) Hay que acabar con ¨¦l¡±. Es un punto de partida que no puede ser borrado.
En suma, Ham¨¢s es parte de la ecuaci¨®n, del problema y la soluci¨®n. Sus movimientos determinan la estrategia de Israel y el futuro de Palestina. Poner en su sitio a Ham¨¢s resulta necesario para alinearse y fortalecer a la facci¨®n moderada israel¨ª ¡ªpacifistas, intelectuales y activistas de la izquierda¡ª que se manifiestan pidiendo elecciones en Tel Aviv y creen en una soluci¨®n pol¨ªtica, en la f¨®rmula de los dos Estados. La ausencia de presi¨®n internacional sobre Ham¨¢s, el silencio ante la violencia sexual que sufrieron las mujeres ¡ªy qu¨¦ seg¨²n el informe de la relatora de Naciones Unidas, probablemente seguir¨¢n padeciendo en cautiverio¡ª o el olvido del destino de los secuestrados les llevar¨¢ a un callej¨®n sin salida. O a la radicalizaci¨®n de signo patri¨®tico. Es necesario por el bien de los palestinos, que no han sido consultados antes de comenzar esta guerra asim¨¦trica. Finalmente, por empat¨ªa humanitaria con los rehenes israel¨ªes y sus familias. Si bien es cierto que en t¨¦rminos num¨¦ricos representan una m¨ªnima parte de las v¨ªctimas palestinas, su sufrimiento tambi¨¦n cuenta. Podr¨ªamos decir, parafraseando a Shylock en El mercader de Venecia de Shakespeare, que si los pinchan, sangran, y su sangre, tambi¨¦n debe dolernos.
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