Scholz apela a la ¡°prudencia¡± ante la guerra para remontar frente al conservador Merz en Alemania
El canciller socialdem¨®crata se somete este lunes a una cuesti¨®n de confianza que espera perder para permitir as¨ª las elecciones anticipadas de febrero
Perder para ganar. El canciller socialdem¨®crata Olaf Scholz se someter¨¢ este lunes a una cuesti¨®n de confianza con una derrota que se da por descontada y que ¨¦l mismo busca. Es la ¨²nica v¨ªa constitucional para adelantar las elecciones al 23 de febrero tras romperse la coalici¨®n de Gobierno, el tr¨¢mite necesario para poner en marcha una campa?a en la que...
Perder para ganar. El canciller socialdem¨®crata Olaf Scholz se someter¨¢ este lunes a una cuesti¨®n de confianza con una derrota que se da por descontada y que ¨¦l mismo busca. Es la ¨²nica v¨ªa constitucional para adelantar las elecciones al 23 de febrero tras romperse la coalici¨®n de Gobierno, el tr¨¢mite necesario para poner en marcha una campa?a en la que el impopular Scholz quiere desmentir los sondeos adversos.
Para lograr el milagro, el jefe del Ejecutivo alem¨¢n agita la bandera de la ¡°paz¡± y la ¡°prudencia¡± ante la guerra de Rusia en Ucrania. Y defiende la ¡°moderaci¨®n¡± en tiempos de crisis econ¨®mica y polarizaci¨®n y debate sobre el futuro del Estado del bienestar. La p¨¦rdida de la confianza en el Bundestag debe ser la primera piedra para la improbable remontada ante el favorito para sucederle: el democristiano Friedrich Merz.
¡°La amplia mayor¨ªa democr¨¢tica de nuestro pa¨ªs no quiere aventuras arriesgadas, sino seguridad y estabilidad¡±, proclam¨® Scholz hace unos d¨ªas en un discurso en la sede berlinesa del Partido Socialdem¨®crata (SPD). El canciller conf¨ªa en su capacidad para desmentir los sondeos. Ya lo logr¨® con su victoria en 2021 y piensa, o quiere pensar, que lo repetir¨¢.
Los sondeos sit¨²an a la Uni¨®n Democristiana-Uni¨®n Socialcristiana (CDU-CSU) de Merz como primera fuerza, con m¨¢s del 30% de los votos, seguida de la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que ronda el 20%, y el SPD, con alrededor del 17%. Lo significativo para los socialdem¨®cratas es que, cuando se pregunta a los ciudadanos a qui¨¦n preferir¨ªan como canciller, si a Scholz o a Merz, un 43% opta por el primero y un 45% por el segundo. Casi un empate. Hace dos semanas el resultado era de 39% a 44%.
No se esperan sorpresas en la moci¨®n de confianza en el Bundestag. Los 207 diputados del SPD deber¨ªan votar a favor de Scholz. Aunque se sumen Los Verdes, que gobiernan en minor¨ªa con los socialdem¨®cratas desde la ruptura de la coalici¨®n con los liberales, no alcanzar¨ªan la mayor¨ªa de 367. La derrota del canciller es casi segura; el resultado, el previsto, y el c¨¢lculo de Scholz desde que el 6 de noviembre destituy¨® al ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner. Despu¨¦s del voto, seg¨²n la Constituci¨®n, el canciller deber¨¢ pedirle al presidente de la Rep¨²blica, Frank-Walter Steinmeier, que disuelva el Parlamento en un plazo de 21 d¨ªas.
El SPD y la CDU-CSU presentar¨¢n esta misma semana sus programas. Tras la pausa navide?a, en enero se celebrar¨¢n congresos extraordinarios de ambos partidos y comenzar¨¢ la campa?a en toda su intensidad. Ser¨¢, eso s¨ª, m¨¢s breve y r¨¢pida que las anteriores. Y coincidir¨¢ tanto con el cambio de Gobierno en Estados Unidos como con el prolongado periodo de incertidumbre pol¨ªtica en Francia.
Para Scholz, seg¨²n el polit¨®logo Uwe Jun, se trata de ocupar el centro, ¡°y retratar a Merz casi como un destructor neoliberal del Estado social y alguien que meter¨¢ a Alemania en una guerra¡±. ¡°Esta ser¨¢ la estrategia¡±, prev¨¦ en conversaci¨®n telef¨®nica el profesor de la Universidad de Tr¨¦veris. ¡°Se diferenciar¨¢ de Merz con una campa?a muy negativa¡±.
La pol¨ªtica exterior, en un momento decisivo en la guerra de Ucrania y con Donald Trump a punto de instalarse de nuevo en la Casa Blanca, raramente es central en una campa?a. En este pa¨ªs, sin embargo, hay un antecedente que nadie olvida. El entonces canciller Gerhard Schr?der, tambi¨¦n socialdem¨®crata, dio la vuelta a los sondeos en 2002 agitando el no a la guerra de Irak, y esta es una posici¨®n que conecta con una corriente profunda pacifista en la sociedad alemana.
La posici¨®n de Scholz no es tanto un no a la guerra como un s¨ª, pero. El canciller recuerda a cada ocasi¨®n que Alemania es el pa¨ªs de Europa que m¨¢s apoya a Kiev. Al mismo tiempo, ha fijado l¨ªmites estrictos a este apoyo al negarse a entregar los misiles de crucero Taurus o a permitir que se usen armas alemanas para atacar territorio de una potencia at¨®mica como Rusia. ¡°Para nosotros¡±, se lee en el borrador del programa del SPD, ¡°ni Alemania ni la OTAN deben convertirse en partes beligerantes¡±.
El socialdem¨®crata busca el punto medio entre, de un lado, los populistas de izquierda y de extrema derecha que abogan por desentenderse de Ucrania, y, de otro, Merz, quien defiende el env¨ªo de los Taurus y a quien el canciller acusa de ¡°jugar a la ruleta rusa¡±. ¡°?Seguimos apoyando a Ucrania con firmeza y prudencia?¡±, se pregunta ret¨®ricamente el SPD en su programa. ¡°?O nos metemos en peligrosas aventuras en cuestiones de guerra y paz?¡±.
El diputado Norbert R?ttgen, cabeza pensante de la CDU en pol¨ªtica exterior, ve en la campa?a de Scholz respecto a Ucrania ¡°un signo de desesperaci¨®n¡±. Cree que, m¨¢s que un punto de equilibrio, plantea posiciones contradictorias. ¡°Scholz dice dos frases¡±, declara a EL PA?S. ¡°La primera es que Alemania apoya militarmente a Ucrania como ning¨²n otro pa¨ªs europeo. La segunda, que cada nueva arma o euro que damos conduce a la guerra. Pienso que hay muy pocos alemanes que est¨¦n de acuerdo con ambas frases a la vez¡±. Es decir, resultar¨¢ dif¨ªcil encontrar votantes simult¨¢neamente favorables a respaldar a Ucrania y a limitar la ayuda.
¡°Todos estamos a favor de la paz, pero la pregunta es c¨®mo se alcanza¡±, defiende R?ttgen. ¡°Nuestra visi¨®n, en todo caso, es que, por muy importantes que vayan a ser estas cuestiones, habr¨¢ otros temas decisivos¡±. Y cita la crisis econ¨®mica e industrial, los transportes e infraestructuras, la inmigraci¨®n.
En su programa electoral, la CDU propondr¨¢ reducciones de impuestos y un endurecimiento de la pol¨ªtica migratoria, seg¨²n los borradores filtrados. El SPD, un aumento del salario m¨ªnimo, la reintroducci¨®n del impuesto sobre el patrimonio y la reforma de la norma constitucional que limita la capacidad del Estado para endeudarse.
Adem¨¢s de las elecciones de 2002, hay otra campa?a que puede servirle de referente a Scholz: la de 2005. El canciller Schr?der part¨ªa con desventaja ante la democristiana Angela Merkel, y estuvo a punto de empatar alertando de la amenaza de los conservadores para el Estado del bienestar. Hay otro antecedente a¨²n m¨¢s cercano: la campa?a de 2021. Scholz, que era ministro de Finanzas saliente en la gran coalici¨®n con Merkel, remont¨®, y ahora este es su mantra y el de sus asesores: si hace tres a?os fue posible, ahora tambi¨¦n.
¡°Pero Scholz ya no tiene aura de ser un ministro de ¨¦xito con una canciller popular [Merkel], sino la de haber sido el canciller en una coalici¨®n fracasada. Y esto es complicado corregirlo¡±, precisa Jun, de la Universidad de Tr¨¦veris. ¡°No lo tienen perdido, pero s¨ª claramente m¨¢s dif¨ªcil que entonces¡±.