Un mural con la imagen de Bachar el Asad en una carretera de Siria.?lvaro Garc¨ªaUn mercedes blindado abandonado en el aeropuerto internacional de Damasco, en el que supuestamente huy¨® Bachar el Asad.?lvaro Garc¨ªaVarios calcetines con la caricatura de Bachar el Asad cuelgan en el escaparate de una tienda de la ciudad siria de Homs.?lvaro Garc¨ªaDos combatientes fundamentalistas isl¨¢micos muestran una bandera con la profesi¨®n de fe mientras gritan 'Al¨¢ es el m¨¢s grande' en el techo de la mansi¨®n de El Asad en Damasco.Antonio PitaUn cartel del dictador huido tirado en una calle de la ciudad siria de Deraa. ?lvaro Garc¨ªaUna estancia incendiada en la revuelta, en el palacio oficial Tishr¨ªn de Damasco.Antonio PitaUna puerta con varios retratos rasgados del dictador sirio. ?lvaro Garc¨ªaUn ni?o juega sobre un tanque abandonado por el ej¨¦rcito del r¨¦gimen en la N5, la autopista que vertebra Sira de norte a sur, a la altura de Deraa, al sur de Damasco.?lvaro Garc¨ªaUna persona pisa una camiseta con la imagen del dictador sirio.?lvaro Garc¨ªaFamilias sirias visitan la mansi¨®n de El Asad en Damasco, a la que ten¨ªan prohibido acercarse.Antonio PitaUn mural con la imagen del padre de Bachar el Asad, Hafez el Asad, tachado con los colores de la bandera de la nueva Siria en Damasco.?lvaro Garc¨ªaUna persona pasa delante de un cartel quemado con la imagen de el Asad en un edificio p¨²blico en Damasco. ?lvaro Garc¨ªaUn cartel quemado y tiroteado en la fachada de un cuartel del ejercito en Damasco.?lvaro Garc¨ªaUna familia curiosea los documentos abandonados en una de las estancias de la mansi¨®n de El Asad en Damasco.Antonio PitaLos restos de un cartel en la autopista N5.?lvaro Garc¨ªaUn lienzo con la imagen del dictador huido es utilizado como felpudo a la entrada de la terminal del aeropuerto internacional de Damasco.?lvaro Garc¨ªaVarias personas pasan sobre un cartel con la imagen del dictador sirio en una calle de Damasco.?lvaro Garc¨ªaCombatientes rebeldes en las escaleras de acceso a la mansi¨®n de Bachar el Asad en Damasco.Antonio Pita
