Musk ampl¨ªa su poder en la Casa Blanca tras provocar una escisi¨®n en el trumpismo
La renuncia de Vivek Ramaswamy deja en solitario al due?o de Tesla, que se ha enfrentado a Bannon, al frente del departamento encargado de adelgazar la Administraci¨®n estadounidense
Terminaron los actos de toma de posesi¨®n del nuevo presidente, decenas de miles de trumpistas regresaron a sus Estados de origen, los rickshaws tur¨ªsticos llegados de Nueva York para hacer su agosto en el g¨¦lido enero se volvieron a Central Park, y empezaron las primeras disensiones en el seno de la nueva Administraci¨®n. La pareja m¨¢s temida por los funcionarios federales de Washington ¨Dformada por el hombre m¨¢s rico del mundo, Elon Musk, y Vivek Ramaswamy, joven milmillonario que hizo su fortuna en el negocio de la biotecnolog¨ªa¡ª ha roto antes de ponerse a la tarea que les hab¨ªa encomendado el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump: dirigir al alim¨®n un reci¨¦n creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE son sus siglas en ingl¨¦s).
Ramaswamy se baja del tren de los recortes en la Administraci¨®n, y Musk ve crecer a¨²n m¨¢s con esa renuncia su poder e influencia en la Casa Blanca, pocas semanas despu¨¦s de que una bronca en las redes sociales por los visados H-1B de los que las empresas tecnol¨®gicas se sirven para reclutar empleados extranjeros altamente cualificados desembocara en algo as¨ª como una guerra civil en el trumpismo en la que Ramaswamy tuvo un protagonismo que, seg¨²n informa The New York Times, enfad¨® a Musk y, mucho peor, irrit¨® a Trump. La discusi¨®n desemboc¨® en un enfrentamiento abierto de tintes racistas de Musk con Steve Bannon, ide¨®logo del nacionalpopulismo, defensor de los intereses de los trabajadores estadounidenses y el hombre que hace no tanto susurraba al o¨ªdo de Trump.
Los planes de Ramaswamy pasan por perseguir su designaci¨®n como candidato y asegurarse despu¨¦s la elecci¨®n como gobernador de Ohio, Estado del Medio Oeste en el que naci¨®, en la ciudad de Cincinnati, hace 35 a?os. Est¨¢ previsto que formalice su anuncio la semana pr¨®xima. El final de ese camino es noviembre de 2026, cuando termine el segundo mandato del republicano Mike DeWine, al que la ley impide volver a presentarse.
A Musk y a Ramaswamy se los ha visto, pese a todo, en buena sinton¨ªa personal en las distintas celebraciones y galas que han tenido lugar estos d¨ªas en Washington para celebrar la vuelta de Trump a la Casa Blanca. En una de ellas, se hicieron el lunes una foto cogidos de la mano que Ramaswamy subi¨® a su cuenta de X con la frase ¡°un nuevo amanecer¡± y el emoji de la bandera estadounidense, tal vez para mitigar la tozudez de su derrota. En otro post escribi¨® al d¨ªa siguiente: ¡°Ha sido un honor para m¨ª ayudar a crear DOGE. Estoy seguro de que Elon y su equipo tendr¨¢n ¨¦xito en su tarea de adelgazar el Gobierno¡±.
No deja de ser ir¨®nico que la primera materializaci¨®n de una medida del DOGE sea el recorte a la mitad de su equipo directivo. Seg¨²n public¨® The Washington Post este martes por la noche, los motivos de ese cambio de planes hay que buscarlos en ¡°las profundas diferencias filos¨®ficas [entre ambos] sobre c¨®mo deber¨ªa funcionar el organismo¡±, encargado de meter tijera en la Administraci¨®n estadounidense y llamado a plantear una guerra contra lo que los republicanos llaman el Estado Profundo (Deep State), para referirse al hipertrofiado cuerpo de funcionarios que no ha parado de crecer, denuncian, desde los tiempos del New Deal de Franklin D. Roosevelt.
Ramaswamy y Musk publicaron en noviembre en The Wall Street Journal un art¨ªculo de opini¨®n firmado por los dos, pero escrito, seg¨²n el Post, por el primero. El texto promet¨ªa ¡°tres tipos fundamentales de reforma: rescisiones regulatorias, reducciones administrativas y ahorro de costos¡±. Este lunes, entre el aluvi¨®n de ¨®rdenes ejecutivas firmadas por Trump en su primer d¨ªa de regreso en el Despacho Oval, hab¨ªa una referida al DOGE, en la que el nuevo presidente optaba por la visi¨®n de Musk para el departamento, propinando de paso un severo golpe al futuro pol¨ªtico en Washington de Ramaswamy.
Las atribuciones de DOGE se centrar¨¢n as¨ª, como quer¨ªa Musk, en meter tijera incidiendo sobre la tecnolog¨ªa que emplea la Administraci¨®n, frente a una idea m¨¢s institucional de Ramaswamy, que abogaba por identificar qu¨¦ agencias federales podr¨ªan pasar a mejor vida sin el benepl¨¢cito del Congreso y promulgando leyes que fomentaran el ahorro.
La orden cambia el nombre del Servicio Digital de Estados Unidos, creado en 2014 por Barack Obama, ¡°por el de Servicio DOGE de Estados Unidos¡±. La nueva unidad contar¨¢ con un administrador que depender¨¢ de la jefa de gabinete de La Casa Blanca, Susie Wiles. El texto, en el que no hay rastro del programa de m¨¢ximos expuesto por Ramaswamy en el Journal, promete ¡°modernizar la tecnolog¨ªa y los programas inform¨¢ticos federales para maximizar la eficiencia y productividad gubernamentales¡±. Tambi¨¦n confirma algo de lo que ya se hab¨ªa hablado: la previsi¨®n de que sus trabajos concluyan el 4 de julio de 2026, cuando se celebre el 250? aniversario de la independencia de Estados Unidos.
En ese dise?o, Musk ¨Dque es el hombre m¨¢s rico del mundo gracias a una fortuna calculada este mi¨¦rcoles en unos 434.000 millones de d¨®lares (416.000 millones de euros) que su entrada en pol¨ªtica ha duplicado¨D sigue sin contar con un sueldo de la Administraci¨®n, aunque todos los an¨¢lisis dan por hecho que su cercan¨ªa a Trump ser¨¢ extraordinariamente beneficiosa para sus empresas, especialmente para la astron¨¢utica SpaceX, que obtiene cada a?o miles de millones de contratos con la Administraci¨®n estadounidense. A partir de ahora, seg¨²n la orden de Trump, tendr¨¢ ¡°acceso completo y r¨¢pido a todos los registros, sistemas de software y sistemas de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n no clasificados de las agencias¡±. Esos datos confidenciales lo colocar¨¢n en una posici¨®n de privilegio sin precedentes para hacer nuevos y lucrativos negocios.
Fin del teletrabajo
En su encargo de reducir los costos de la Administraci¨®n, el due?o de X y Tesla, entre otras compa?¨ªas, recibi¨® el lunes una ayuda indirecta con la firma por parte del nuevo presidente de una orden ejecutiva que obliga a los empleados federales a acudir a sus oficinas los cinco d¨ªas laborables de la semana. Despu¨¦s de la pandemia, el teletrabajo se convirti¨® en la norma en Washington, lo que contribuy¨® a la desertizaci¨®n de su centro. Trump y los suyos conf¨ªan que esas nuevas condiciones empujen a muchos a buscar trabajo en empresas del sector privado. Entre tanto, han comenzado los despidos en departamentos sensibles, como el de Justicia, y este mi¨¦rcoles los responsables de los programas de diversidad de las agencias recibieron la notificaci¨®n de su suspensi¨®n de empleo en vista de que las pol¨ªticas inclusivas son ahora anatema en el sector p¨²blico y en algunas partes del sector privado en Estados Unidos.
Desde que los destinos de Trump y de Musk se juntaron durante la campa?a electoral, un ciclo en el que el segundo se convirti¨® en el mayor donante republicano, con una aportaci¨®n de m¨¢s de 260 millones de d¨®lares, se abrieron tambi¨¦n las apuestas sobre cu¨¢nto tiempo durar¨¢ el idilio entre dos personalidades tan volc¨¢nicas y dos egos tan descomunales. De momento, el romance aguanta, y el presidente ha mostrado su apoyo a Musk hasta cuando este se puso en contra a la vieja guardia nacionalista del trumpismo, que corrieron a defender a los trabajadores estadounidenses, a cuenta de los visados tecnol¨®gicos. En una entrevista con Il Corriere della Sera, Bannon defini¨® al nuevo mejor amigo del presidente como ¡°un tipo verdaderamente malvado¡±.
¡°Har¨¦ que echen de aqu¨ª [Washington, desde donde Bannon emite War Room su podcast] a Elon Musk el d¨ªa de la toma de posesi¨®n. No tendr¨¢ un pase azul a la Casa Blanca, no tendr¨¢ acceso completo a la Casa Blanca, ser¨¢ como cualquier otra persona. (...) Me he propuesto personalmente acabar con ese tipo¡±, declar¨® Bannon al rotativo italiano. Lleg¨® ¨Dy pas¨®, el gran d¨ªa de la jura de Trump¨D, los rickshaws tur¨ªsticos se fueron por donde hab¨ªan venido y Musk, que ya tiene un correo electr¨®nico de la Casa Blanca, sigue all¨ª, con acceso libre y aparentemente ilimitado al Despacho Oval. Bien cerca del pol¨ªtico m¨¢s poderoso del mundo.
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