El pol¨¦mico Hegseth, confirmado ¡®in extremis¡¯ como secretario de Defensa gracias al voto de Vance

Por los pelos. El candidato de Donald Trump para liderar el Pent¨¢gono, Pete Hegseth, ha quedado confirmado en el cargo a duras penas este viernes en el pleno del Senado de Estados Unidos. Ha sido necesario el desempate de su vicepresidente, J.D Vance, para que el nombramiento del hasta ahora presentador de la cadena Fox News saliese adelante: la votaci¨®n hab¨ªa arrojado un n¨²mero igual de s¨ªes y de noes (50-50), despu¨¦s de que tres republicanos se desligasen de la l¨ªnea de su partido y se sumaran a los 47 dem¨®cratas de la c¨¢mara para pronunciarse en contra del antiguo militar, cuya candidatura hab¨ªa estado rodeada de pol¨¦mica.

Contra el presentador de la cadena de televisi¨®n Fox hab¨ªan llovido hasta el ¨²ltimo momento acusaciones de agresi¨®n sexual, sexismo, maltrato a sus exesposas, mal manejo de fondos en las organizaciones humanitarias que dirigi¨® y consumo excesivo de alcohol.

La votaci¨®n era la primera gran prueba respecto a las propuestas del presidente estadounidense para formar su equipo de Gobierno. Y el resultado supone una llamada de atenci¨®n para Trump: es ins¨®lito un empate en una votaci¨®n para confirmar al titular de una cartera. Hegseth es el segundo en la historia de EE UU que necesita el voto del vicepresidente. En un comentario a la prensa desde Las Vegas, donde se encuentra en una gira oficial, el presidente declaraba: ¡°He o¨ªdo que hemos ganado. Eso es lo que importa, ?no? Ganar¡±.

Con los 47 dem¨®cratas han votado el exl¨ªder republicano en el Senado, Mitch McConnell ¡ªmuy poco entusiasta de Trump¡ª y las conservadoras moderadas Lisa Murkowski (Alaska) y Susan Collins (Maine). McConnell hab¨ªa guardado en todo momento silencio sobre cu¨¢l ser¨ªa su decisi¨®n, mientras que Murkowski y Collins hab¨ªan anunciado un d¨ªa antes que no consideraban que Hegseth ¡ªveterano de guerra en Irak y Afganist¨¢n con la Guardia Nacional¡ª tuviera ni la firmeza de car¨¢cter ni los conocimientos necesarios para ponerse al frente de un departamento con una n¨®mina de tres millones de personas y un presupuesto de 850.000 millones de d¨®lares (aproximadamente, 810.000 millones de euros).

Hegseth se ha mostrado contrario, en diversas ocasiones, a que las mujeres puedan ocupar puestos de combate dentro de las Fuerzas Armadas estadounidenses, algo que se permite a las que cumplen los estrictos requisitos desde 2016. Ellas son cerca del 18% del total de los militares estadounidenses, y su servicio es fundamental para una instituci¨®n que arrastra graves problemas de reclutamiento tras el entusiasmo por alistarse registrado en los a?os inmediatamente posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001. Cerca de 4.000 est¨¢n asignadas a puestos de combate. En las ¨²ltimas semanas, despu¨¦s de que Trump le propusiera para el cargo, el nuevo secretario de Defensa ha asegurado haber cambiado de opini¨®n y ahora respalda que las mujeres puedan participar en primera l¨ªnea de batalla.

En contra de la diversidad

Aunque tanto antes de su audiencia de confirmaci¨®n a comienzos de este mes como de modo previo, Hegseth ha deslizado que una de sus prioridades ser¨¢ acabar con las pol¨ªticas en favor de la diversidad en el Pent¨¢gono. El lunes, Trump firmaba una orden ejecutiva que fulminaba ese tipo de pr¨¢cticas en toda la Administraci¨®n federal. Y ese mismo d¨ªa cesaba a la ¨²nica mujer al frente de una rama de las fuerzas estadounidenses, la almirante Linda Fagan, comandante del Servicio de Guardacostas, con el argumento de que hab¨ªa fomentado demasiado la contrataci¨®n y promoci¨®n de minor¨ªas. El presentador considera que la diversidad perjudica la cohesi¨®n y la capacidad letal de las fuerzas estadounidenses.

¡°Alabo el servicio de Pete Hegseth a nuestra naci¨®n, incluido el liderazgo de tropas en combate y la defensa de nuestros veteranos. Sin embargo, estos logros no calman mis graves preocupaciones sobre su candidatura¡±, explica Murkowski en un comunicado, en el que apunta que el historial de Hegseth en su carrera ¡ªcomo militar lleg¨® al grado de comandante¡ª no demuestra que pueda estar ¡°preparado para una responsabilidad tan inmensa¡±. Y a?ade: ¡°Aunque recientemente [Hegseth] ha revisado esas declaraciones sobre el papel de las mujeres en combate, me sigue preocupando la se?al que la confirmaci¨®n del se?or Hegseth env¨ªa a las mujeres militares y a las que aspiran a alistarse¡±.

Por su parte, Collins a?ad¨ªa como argumento que Hegseth ¡°parece no tener una comprensi¨®n suficiente¡± de cuestiones relativas al comportamiento del personal militar, y que est¨¢n codificadas en la legislaci¨®n estadounidense. ¡°Nuestra prohibici¨®n de la tortura procede de leyes y tratados estadounidenses ratificados por EE UU, entre ellas las convenciones de Ginebra¡±.

Apenas 48 horas antes de la votaci¨®n hab¨ªa saltado el ¨²ltimo de los esc¨¢ndalos que han rodeado al antiguo militar y autor de libros como La guerra contra nuestros guerreros. Una declaraci¨®n jurada de su excu?ada, entregada al dem¨®crata de mayor rango en el Comit¨¦ de Servicios Armados del Senado, Jack Reid, le acusaba de abusar hasta tal punto del alcohol y de comportarse de manera tan agresiva que su entonces esposa, Samantha (con la que el presentador de televisi¨®n tiene tres hijos), ten¨ªa un plan de escape y lleg¨® a ocultarse un d¨ªa en un armario por miedo a ¨¦l.

Pag¨® a la mujer que le acus¨® de agresi¨®n sexual

El antiguo militar ha reconocido que pag¨® 50.000 d¨®lares (unos 48.000 euros) a una mujer que le acus¨® de agresi¨®n sexual en 2017, como parte de un acuerdo para evitar ir a juicio y que el caso, que ¨¦l asegura que es falso, pudiera perjudicar su carrera televisiva. Otras acusaciones aluden a su mal uso de los fondos de dos organizaciones de ayuda a los veteranos que dirigi¨® tras dejar la Guardia Nacional y antes de incorporarse a la cadena Fox News.

Hegseth no era el ¨²nico candidato pol¨¦mico que puede tener dificultades para quedar confirmado en el Senado, como estipula la ley para los miembros del Gobierno y otros altos cargos de la Administraci¨®n estadounidense. Est¨¢n a¨²n pendientes las audiencias de confirmaci¨®n de la aspirante a dirigir los servicios de Inteligencia del pa¨ªs, Tulsi Gabbard. La antigua congresista dem¨®crata suscita preocupaci¨®n entre los legisladores por sus posiciones cercanas a Rusia; su opini¨®n expresada hace a?os en favor de la retirada de cargos contra Edward Snowden, el analista que divulg¨® el esc¨¢ndalo de las escuchas a ciudadanos estadounidenses y que ha adquirido la nacionalidad rusa, y una visita a Siria para reunirse con el dictador Bachar el Asad, derrocado el a?o pasado.

Los legisladores dem¨®cratas tambi¨¦n plantean serias objeciones contra el candidato a secretario de Sanidad, el antivacunas Robert Kennedy, y el aspirante a dirigir el FBI, Kash Patel, un incondicional de Trump que ha prometido utilizar su cargo para tomar represalias contra los supuestos enemigos del actual presidente en la Administraci¨®n de Joe Biden.