El candidato a secretario de Defensa de Trump, Pete Hegseth, se enzarza con los dem¨®cratas en su audiencia de confirmaci¨®n

El candidato de Donald Trump para secretario de Defensa, Pete Hegseth, comparec¨ªa este martes ante el Comit¨¦ de Servicios Armados del Senado para su audiencia de confirmaci¨®n. Era la primera gran prueba para el futuro gobierno de Donald Trump y para determinar la capacidad del presidente electo de colocar a sus favoritos, por pol¨¦micos que sean, en las posiciones de gobierno que ¨¦l desee. El presentador de la cadena de televisi¨®n Fox News y veterano de guerra llegaba rodeado de acusaciones sobre supuestos abusos sexuales, sexismo, uso excesivo del alcohol y mal manejo de fondos. Sus respuestas no disiparon las dudas de la oposici¨®n dem¨®crata, que le acribill¨® a preguntas. Pero entre los legisladores republicanos, ahora en la mayor¨ªa, no hubo voces disonantes que parezcan dispuestas a vetarlo - y a enemistarse con su l¨ªder.

Hegseth, y Trump, parecen haber pasado la prueba. El mayor triunfo del presentador llegaba horas despu¨¦s de haberse marchado del Capitolio: La senadora republicana m¨¢s reacia a apoyarle cuando se anunci¨® su candidatura, Joni Ernst, de Iowa, veterana de las Fuerzas Armadas y superviviente de abusos sexuales, anunciaba su respaldo. ¡°Nuestro pr¨®ximo comandante en jefe eligi¨® a Pete Hegseth para ese papel y tras nuestras conversaciones, tras escuchar a los residentes de Iowa, y tras cumplir mi trabajo como senadora, apoyar¨¦ la selecci¨®n del presidente Trump para la secretar¨ªa de Defensa¡±, declaraba en un comunicado.

Es un apoyo clave, y que despejar casi por completo el camino del teleg¨¦nico veterano al liderazgo del Pent¨¢gono. El ¡°no¡± de Ernst hubiera podido arrastrar a otros y condenar al fracaso las ilusiones del presentador: con una mayor¨ªa en el Senado de 52 esca?os por 48 de los dem¨®cratas, Hegseth o cualquier otro aspirante que necesite confirmaci¨®n para su puesto solo pueden permitirse perder tres votos de su bancada, asumiendo que la oposici¨®n vote un¨¢nimemente en su contra.

A lo largo de cuatro horas de audiencia, y una ¨²nica ronda de preguntas para los 27 miembros del comit¨¦, Hegseth defendi¨® sus posiciones, rechaz¨® la mayor parte de las acusaciones como ¡°calumnias an¨®nimas¡± y reconoci¨® que no es una ¡°persona perfecta¡±. Pero se describi¨® como un candidato fuera de los est¨¢ndares habituales, un ¡°agente de cambio¡± que dar¨¢ un vuelco al Pent¨¢gono para llevarlo a una nueva era.

Una nueva era en la que la diversidad dejar¨¢ de ser un objetivo en un departamento que gestiona un presupuesto de 850.000 millones de personas y cuenta con una fuerza laboral de tres millones de trabajadores. ¡°Lo que nos hace fuertes es lo que nos une, no nuestras diferencias¡±, ha asegurado el hombre que, de ser confirmado, ser¨¢ el segundo secretario de Defensa m¨¢s joven de la Historia, a sus 43 a?os, solo superado por Donald Rumsfeld en la Administraci¨®n de Gerald Ford. Y una etapa en la que se abre la puerta a una posible purga de altos mandos militares. ¡°Cada alto cargo ser¨¢ evaluado seg¨²n la meritocracia, est¨¢ndares, letalidad y compromiso con las ¨®rdenes legales que se les impartan¡±, se?al¨®.

Le llovieron preguntas, muy en particular por parte de las senadoras, sobre su posici¨®n acerca de la inclusi¨®n de mujeres en puestos de combate, algo a lo que ¨¦l se hab¨ªa declarado completamente opuesto, en sus libros y en comentarios p¨²blicos, antes de que Trump le propusiera para liderar el Pent¨¢gono. Desde entonces, sostiene que est¨¢ a favor siempre y cuando ellas cumplan los est¨¢ndares de manera estricta y no se rebajen los requisitos para admitirlas.

Hegseth evadi¨® en todo momento precisar, pese a las preguntas de los legisladores dem¨®cratas, si se opondr¨ªa a alguna instrucci¨®n recibida de Donald Trump, o si tratar¨ªa de cambiarla. El entonces presidente lleg¨® a pedir que los soldados dispararan a los manifestantes en las protestas en Washington en el movimiento Black Lives Matter, pero el secretario de Defensa Mark Esper le disuadi¨® de ello.

El interrogatorio tuvo un marcado car¨¢cter partidista. El presidente del comit¨¦, el republicano Roger Wickers, recibi¨® a Hegseth asegurando que su historial ¡°poco convencional¡± y su pasado como veterano en lugares como la base de Guant¨¢namo, Irak o Afganist¨¢n ¡°pueden ser lo que le convierten en un candidato excepcional¡±. Wickers sent¨® el tono de las intervenciones republicanas, al apuntar que las acusaciones contra Hegseth provienen de fuentes ¡°an¨®nimas, en contraste con las muchas cartas de recomendaci¨®n p¨²blicas que hemos visto de gente que ha trabajado con ¨¦l¡±.

Por contra, los dem¨®cratas le acribillaron a preguntas sobre sus diferentes pol¨¦micas: sobre la denuncia de supuesto abuso sexual en una reuni¨®n de mujeres republicanas en 2017 que sald¨® con un pago a su acusadora y por el que nunca se le llegaron a presentar cargos; sobre el mal manejo de fondos que caus¨® la quiebra de la organizaci¨®n ben¨¦fica en favor de los veteranos de guerra que dirigi¨® tras dejar las fuerzas armadas; su consumo de alcohol, que seg¨²n algunos medios se extendi¨® a su puesto laboral y lleg¨® a provocar que sus colaboradores tuvieran que llevarle a casa: Hegseteh ha prometido no probar una gota si llega a ser confirmado.

El dem¨®crata de mayor rango en el comit¨¦, Jack Reed, fue contundente: ¡°no creo que est¨¦ cualificado para responder a las exigencias may¨²sculas de este trabajo¡±, declaraba. ¡°Una serie de fuentes, incluidos textos escritos por usted, le implican en un desprecio por las leyes de la guerra, mala gesti¨®n financiera, declaraciones racistas y sexistas sobre hombres y mujeres en uniforme, abuso del alcohol, abusos sexuales, acoso sexual y otras cuestiones problem¨¢ticas¡±.

La senadora dem¨®crata Tammy Duckworth, veterana de guerra en Irak y que perdi¨® las dos piernas cuando el helic¨®ptero que pilotaba fue derribado en aquel conflicto, se mostr¨® especialmente dura con ¨¦l. ¡°El secretario de Defensa debe tomar decisiones r¨¢pidas cada d¨ªa. Tiene que tener amplitud y profundidad de conocimiento. Ahora mismo me temo que no tiene ninguna de las dos cosas¡±.

Tras las cuatro horas de interrogatorio, el presentador de televisi¨®n parec¨ªa pensar que conseguir¨ªa la confirmaci¨®n. Lanzaba el pu?o en alto y se fotografiaba con los partidarios que hab¨ªan acudido a apoyarle. El pr¨®ximo paso tendr¨¢ lugar el lunes 20: el comit¨¦ tiene prevista una reuni¨®n para que la confirmaci¨®n se someta a votaci¨®n en el pleno del Senado.

La de Hegseth inauguraba una serie de audiencias de confirmaci¨®n para los candidatos al Gobierno de Trump. Este mi¨¦rcoles se celebrar¨¢ en el Comit¨¦ de Relaciones Exteriores la del aspirante a secretario de Estado, Marco Rubio, de quien se espera que reciba el respaldo de los senadores sin problemas. Pero otras vistas se prometen mucho m¨¢s controvertidas. Entre ellas las del candidato a secretario de Sanidad, el antivacunas Robert F Kennedy; el aspirante a dirigir el FBI, Kash Patel, que ha prometido vengarse de los cr¨ªticos del republicano. O la aspirante a dirigir los servicios secretos de EE UU, Tulsi Gabbard, que en el pasado hab¨ªa expresado posiciones favorables a Rusia y se hab¨ªa reunido con el dictador sirio Bachar al Asad.