La UE da carpetazo al tope al gas pese a las reticencias de Italia y de los grupos de izquierda del sur
La medida aprobada hace m¨¢s de dos a?os deja de estar en vigor a partir de este 31 de enero
La crisis energ¨¦tica derivada de la invasi¨®n a Ucrania por parte de Rusia qued¨® atr¨¢s hace tiempo, pero los precios altos del gas han llegado a la Uni¨®n Europea para quedarse. Este combustible, esencial para alimentar calefacciones e industria, ronda hoy los 50 euros por megavatio hora, en zona de m¨¢ximos desde la crisis energ¨¦tica. Pese a este panorama, agravado por ...
La crisis energ¨¦tica derivada de la invasi¨®n a Ucrania por parte de Rusia qued¨® atr¨¢s hace tiempo, pero los precios altos del gas han llegado a la Uni¨®n Europea para quedarse. Este combustible, esencial para alimentar calefacciones e industria, ronda hoy los 50 euros por megavatio hora, en zona de m¨¢ximos desde la crisis energ¨¦tica. Pese a este panorama, agravado por una bajada m¨¢s r¨¢pida de lo previsto en los dep¨®sitos subterr¨¢neos, el Ejecutivo comunitario dar¨¢ carpetazo este viernes al tope al gas, el l¨ªmite con el que cape¨® la fase m¨¢s aguda del temporal y que contribuy¨® a atajar la especulaci¨®n en los siempre nerviosos mercados de la energ¨ªa. El fin de esta medida, una suerte de cortafuegos frente a futuras escaladas, cuenta con la oposici¨®n de algunos Estados miembro ¡ªen especial, de Italia, el segundo mayor consumidor de la Uni¨®n, tras Alemania¡ª y de un nutrido grupo de eurodiputados de izquierdas.
En Bruselas, la Comisi¨®n Europea tiene muy claro que el momento de esa v¨¢lvula de seguridad ¡ªactivada a ra¨ªz de la subida de los precios energ¨¦ticos que se produjo cuando se limit¨® de golpe la compra de gas y petr¨®leo a Rusia como represalia por la invasi¨®n a gran escala de Ucrania¡ª qued¨® atr¨¢s. Pero los precios de este combustible llevan tiempo al alza y se acercan a los m¨¢ximos de hace dos a?os, presionando tambi¨¦n a las cotizaciones el¨¦ctricas. ¡°La limitaci¨®n del precio del gas se introdujo como parte de las medidas de emergencia en un contexto particular, la crisis energ¨¦tica en 2022. Estaban pensadas para un periodo de tiempo limitado con el fin de sacar a los Estados miembros de la UE de la crisis¡±, explica Anna-Kaisa Itikonen, la portavoz del Ejecutivo comunitario para asuntos energ¨¦ticos. Ese ¡°tiempo limitado¡± acaba justo este viernes 31 de enero, seg¨²n aquella regulaci¨®n que se aprob¨® hace algo m¨¢s de dos a?os.
Entonces, urgida por un grupo de pa¨ªses del sur y la periferia, y frente a la sempiterna resistencia alemana, austriaca y neerlandesa, la UE termin¨® de dar el paso, en lo m¨¢s crudo de la crisis. Fijaba, por la v¨ªa de urgencia, un precio m¨¢ximo de 180 euros por megavatio hora (MWh) en la cotizaci¨®n del gas en los Veintisiete; un potente ¨®rdago a los especuladores, que estaban haciendo dinero a manos llenas, y un mensaje a los mercados que recuerda al ya manido ¡°har¨¦ lo que tenga que hacer¡± de Mario Draghi, all¨¢ por 2012. La efectividad de la medida llev¨® al bloque a renovarla un a?o despu¨¦s. Hasta hoy.
Animada porque la crisis inflacionaria que trajeron las cotizaciones disparadas del gas ya parece quedar atr¨¢s y que en sus m¨¢s de dos a?os de vigencia nunca se ha activado el tope, la intenci¨®n de la Comisi¨®n Europea confirma que ya lo deja caer. Pero esos argumentos no sirven de escudo frente a la pol¨¦mica. Primero, porque, aunque a a?os luz de los m¨¢s de 300 euros alcanzados en el verano de 2022, las recientes subidas han llevado la cotizaci¨®n de esta materia prima a m¨¢ximos de m¨¢s de un a?o. Segundo, y m¨¢s importante, por las reticencias mostradas por el Italia ¡ªtercera econom¨ªa del euro¡ª y por una treintena de eurodiputados, sobre todo procedentes de la izquierda de la Europa meridional, en una carta remitida a la Comisi¨®n Europea.
En ambos casos, la petici¨®n es clara: que los Veintisiete no renuncien a esta herramienta para evitar quedar ¡°a merced de los especuladores¡± ¡ªen palabras de los eurodiputados que enviaron la misiva a al Ejecutivo comunitario¡ª y que se reduzca el umbral para adecuarlo a la nueva realidad de los precios. El ministro italiano de Medio Ambiente y Energ¨ªa, Gilberto Pichetto, ha llegado a poner cifras: el tope, ha dejado caer en varias entrevistas con medios locales, ¡°deber¨ªa ser de entre 50 y 60 euros [por MWh] (...) para poner fin a operaciones puramente financieras que luego pesan sobre las familias y las empresas¡±.
La posici¨®n italiana se explica porque su industria depende mucho del gas. Y ese es un tema muy importante en este pa¨ªs y en el conjunto de la UE; Italia es la segunda potencia industrial de la UE despu¨¦s de Alemania. Ambos eran muy dependientes del gas ruso hasta que estall¨® la invasi¨®n de Ucrania. Roma ahora se ha volcado hacia el gas argelino, ya que en su mix energ¨¦tico no hay muchas renovables y nada de combustible nuclear.
Uno de los firmantes de la carta es el eurodiputado socialista espa?ol Nicol¨¢s Gonz¨¢lez. ?l no es un entusiasta del tope al gas, cree que puede tener efectos perversos si los proveedores de este combustible deciden venderlo a otras zonas geogr¨¢ficas donde no existe. Pero tambi¨¦n defiende que su existencia tambi¨¦n sirve para ¡°dar una se?al al mercado¡±.
Esa carta, promovida por el parlamentario italiano Dario Tamburrano, del grupo de La Izquierda, est¨¢ dirigida concretamente a la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, la vicepresidenta Teresa Ribera y el comisario de Energ¨ªa, Dan Jorgensen. Curiosamente, Ribera, ahora n¨²mero dos del Ejecutivo de la Uni¨®n, fue, como vicepresidenta espa?ola, una de las voces que m¨¢s insistieron en la conveniencia del tope.