Bruselas ajusta las cuentas en busca de dinero para armas
El dilema entre las pol¨ªticas de solidaridad y la necesidad de gastar m¨¢s en defensa anticipa una feroz batalla entre socios para los pr¨®ximos presupuestos de la UE
La Uni¨®n Europea sigue avanzando hacia el rearme. La Comisi¨®n Europea ajusta las cuentas para una de las grandes prioridades de la pr¨®xima legislatura en un continente en guerra: la militar. Por primera vez, la partida de Defensa ¡ªfundamentalmente, la industria armament¨ªstica¡ª tendr¨¢ un cap¨ªtulo propio en los presupuestos comunitarios, como tienen ahora la Cohesi¨®n ¡ªel buque insignia de la solidaridad europea¡ªy la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n (PAC), dos elementos nucleares que experimentar¨¢n reformas estructurales que desencadenar¨¢n una feroz batalla, avisan fuentes comunitarias. Una partida comunitaria espec¨ªfica para defensa, que busca llenar los arsenales de forma conjunta y desarrollar grandes proyectos de la industria militar europea, supondr¨¢ un cambio hist¨®rico; consolidar¨¢ la metamorfosis hacia la que ya camina una UE que se blinda para afrontar un momento convulso de amenazas in¨¦ditas.
Empieza a perfilarse la batalla por el nuevo marco financiero a siete a?os, que pondr¨¢ los cimientos de la pr¨®xima gran ampliaci¨®n hacia el este, con una Ucrania en guerra contra el agresor ruso llamando a la puerta, un mundo nuevo con un Estados Unidos cada vez m¨¢s proteccionista, una China asertiva y una UE que ha despertado hacia su propia fragilidad en torno a su dependencia militar ¡ªde Washington¡ª y de minerales y materiales de suministradores ¡ªde Pek¨ªn¡ª para la transici¨®n verde y digital. Y a todo esto se une una poblaci¨®n que envejece sin remplazo.
La lucha por los fondos comunes y por c¨®mo repartirlos ser¨¢ dura. La mayor¨ªa de los Estados miembros coinciden en que se necesita dinero para el rearme, y un cap¨ªtulo espec¨ªfico que ayude a nutrir la primera Estrategia Europea de Defensa, que planea compras conjuntas, arsenales compatibles y almacenes de emergencia. Pero la cuesti¨®n es de d¨®nde sacar¨¢n los fondos. Voces socialdem¨®cratas ya han remarcado que no se puede recortar de otras partidas para recolocar en defensa, y a pa¨ªses como Italia o Espa?a les preocupa que la nueva partida sea a costa de perder fondos agr¨ªcolas y de cohesi¨®n.
¡°La pol¨ªtica de cohesi¨®n no puede ser sacrificada en este contexto¡±, dice la comisaria encargada de esa cartera, Elisa Ferreira, que, sin embargo, no continuar¨¢ en el nuevo Ejecutivo comunitario que se dise?e tras las elecciones europeas del 6 al 9 de junio. La portuguesa defiende tajantemente la pol¨ªtica de cohesi¨®n, pero la mayor¨ªa de fuentes consultadas, sin embargo, avistan ya que se reformar¨¢. Tambi¨¦n, los fondos para agricultura. Un informe de un grupo de expertos para la Comisi¨®n Europea de hace unas semanas ya planteaba reformar la pol¨ªtica de cohesi¨®n y asimilarla al sistema del fondo de recuperaci¨®n, es decir, vincular esos fondos solidarios a reformas econ¨®micas. ¡°La pol¨ªtica de cohesi¨®n debe rechazar enfoques de ¡®talla ¨²nica¡¯ y basarse m¨¢s en los lugares y las personas¡±, dice el documento.
Choque entre socios
Preservar la PAC y el buque insignia de la solidaridad europea consagrado en los fondos de cohesi¨®n ha sido objetivo prioritario de socios como Espa?a, Italia o Francia, frente a los pa¨ªses frugales, como Suecia o Pa¨ªses Bajos, que llevan a?os planteando meterles tijera. Ahora, sin embargo, para Par¨ªs ya no parece una l¨ªnea roja tan estricta, ya que tiene una industria de defensa muy potente y cree que sus empresas y su pol¨ªtica de investigaci¨®n y desarrollo podr¨ªan beneficiarse y elevar su papel en la UE. ¡°Si todo se hace bien, se trata simplemente de incorporar un nuevo elemento al eje de lo prioritario y reequilibrar la balanza¡±, dice un alto diplom¨¢tico europeo.
Que ahora no haya un cap¨ªtulo espec¨ªfico para defensa en el presupuesto comunitario no significa que no se dediquen fondos europeos a temas militares, pero est¨¢n incluidos fundamentalmente en las partidas de innovaci¨®n para la industria. Tambi¨¦n, dentro de los fondos estructurales, para movilidad militar: adaptar v¨ªas f¨¦rreas o carreteras, por ejemplo. Adem¨¢s, los Estados miembros pueden pedir fondos de cohesi¨®n para reforzar infraestructuras civiles, aunque sea para fines militares.
Hay dos formas de incluir defensa en el nuevo marco financiero plurianual: redistribuir los fondos que ponen los Estados miembros, dando menos, por ejemplo, a la PAC o redistribuyendo parte de los fondos estructurales a temas de defensa; o ampliar el presupuesto y que los socios pongan m¨¢s dinero. El presupuesto de la UE ahora est¨¢ limitado a algo m¨¢s del 1% del PIB conjunto de los Veintisiete. En 2019 se dobl¨® ese porcentaje de forma temporal para crear el fondo de recuperaci¨®n, con lo que el presupuesto lleg¨® a los dos billones de euros.
Eurobonos para defensa
¡°Lo m¨¢s importante es que la estrategia de defensa solo puede tener ¨¦xito si est¨¢ bien financiada¡±, dice Sophia Besch, investigadora del Instituto Carnegie. ¡°Las negociaciones presupuestarias de la UE son notoriamente dif¨ªciles, con cada Gobierno apostando por sus propias prioridades estrat¨¦gicas e intereses. Ser¨¢ complicado, por ejemplo, persuadir a los socios que afrontan protestas de agricultores para que se recorte la PAC a favor de la defensa; o convencer a los pa¨ªses sin grandes empresas de defensa que se beneficiar¨¢n de las iniciativas de la UE¡±, sigue Besch, que firma un denso an¨¢lisis sobre la nueva estrategia de rearme europea.
La nueva Comisi¨®n Europea tendr¨¢ que presentar el primer borrador de la estructura presupuestaria, para el periodo 2028-2034, el pr¨®ximo a?o. Pero el debate ya est¨¢ caldeado. La guerra de Rusia contra Ucrania avanza en su tercer a?o y los Estados miembros buscan, adem¨¢s de suministrar a Ucrania, reponer y modernizar sus propios arsenales y aumentan las voces que plantean soluciones creativas y tajantes para hacerlo.
La primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, ha planteado emitir eurobonos, es decir, deuda europea conjunta a trav¨¦s de la Comisi¨®n Europea, una idea que han respaldado, entre otros, el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, que es el encargado de la industria de defensa, ha puesto incluso una cifra sobre la mesa: 100.000 millones de euros. Pero no hay unanimidad, Alemania y Pa¨ªses Bajos, por ejemplo, no son demasiado receptivos a la idea y de momento solo es una receta m¨¢s sobre la mesa a analizar. Otra f¨®rmula es crear un fondo ad hoc al margen del presupuesto europeo, con dinero a toca teja y capacidad de emitir deuda, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede).
Los Veintisiete encargaron en marzo al Ejecutivo comunitario propuestas y f¨®rmulas econ¨®micas para abordar las nuevas prioridades en defensa. La presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, las presentar¨¢ previsiblemente en la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno de finales de junio.
Pero en otro salto oce¨¢nico, Bruselas quiere controlar no solo los fondos para industria de defensa, sino tambi¨¦n para armas. Los tratados comunitarios proh¨ªben la compra de armamento a cuenta del presupuesto de la UE. Por eso, las compras de material de defensa para Ucrania se han hecho a trav¨¦s de un fondo intergubernamental (el Fondo Europeo para la Paz). El Ejecutivo comunitario quiere que eso cambie, cree que eso agilizar¨ªa los procesos y evitar¨ªa las largas negociaciones entre los Veintisiete; tambi¨¦n otorgar¨ªa a la Comisi¨®n m¨¢s poder. As¨ª que ha pedido a los servicios jur¨ªdicos europeos que analicen los resquicios y posibilidades dentro de los tratados, seg¨²n una alta fuente comunitaria. Mientras, en Bruselas siguen haciendo cuentas para ver c¨®mo afrontar el rearme conjunto.
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