El caos y los ataques personales marcan el primer debate entre Trump y Biden

El primer debate electoral entre el republicano Donald Trump y el dem¨®crata Joe Biden se convirti¨® en un espect¨¢culo ca¨®tico y virulento, chocante en el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo. Ech¨® chispas desde el primer momento en el que los dos hombres que pelean por la Casa Blanca pusieron un pie en ese escenario de Cleveland (Ohio). Un Trump en su versi¨®n m¨¢s agresiva, insumiso a los turnos de palabra, se lanz¨® en tromba contra un Biden que trat¨® de interpretar el papel presidencial, pero tambi¨¦n baj¨® al barro para frenar al mandatario. Lo tach¨® de ¡°mentiroso¡±, le llam¨® ¡°payaso¡± y lo mand¨® callar.

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El debate, en im¨¢genes

No pasar¨¢ este debate a la historia como uno de esos que acabaron determinando la suerte de una elecci¨®n, s¨ª como muestra del clima de hostilidad que atraviesa el pa¨ªs a cinco semanas de su cita con las urnas. Biden hablaba m¨¢s a la c¨¢mara que a Trump, tratando de apelar a los electores. Trump atiz¨® al contrario con malas formas, al gusto de sus bases m¨¢s fieles. Si este cara a cara sirve como cata de la estrategia para el 3 de noviembre, queda claro que el presidente sigue confiando en la t¨¢ctica de 2016 para ganar.

Sobre la pandemia, sobre la ola de protestas contra el racismo, la econom¨ªa, la sanidad o la propia integridad de las elecciones. No hubo asunto en el que la discusi¨®n no acabase en llamas. Antes del minuto cinco, Trump ya hab¨ªa llamado a Biden ¡°socialista¡±. Al cumplirse 10, ya se hab¨ªa referido a la senadora Elizabeth Warren como ¡°Pocahontas¡± y se hab¨ªa encarado con el moderador, Chris Wallace, una estrella de la cadena conservadora Fox. Y as¨ª durante 90 minutos. En un momento, discutiendo sobre el coronavirus, el republicano insult¨® a Biden: ¡°?Has dicho la palabra listo? No uses esa palabra conmigo¡±, se?al¨®, y remat¨®: ¡°Joe, no hay nada listo en ti¡±. ¡°Oh Dios...¡±, respondi¨® Biden.

Se batieron en el campus universitario Case Western Reserve, en condiciones extra?as, como todo lo que est¨¢ ocurriendo en esta campa?a marcada por la pandemia. Por precauci¨®n ante el riesgo de contagios, no hubo apretones de manos ni apenas p¨²blico, aunque s¨ª concentraciones de protesta contra el presidente en la calle. Era dif¨ªcil predecir qu¨¦ pod¨ªa salir de este primer duelo. Un pol¨ªtico veterano, con medio siglo de trayectoria a la espalda, se enfrentaba a un showman de primera, imprevisible y contrario a las reglas del decoro. Al verse ambos por primera vez en vivo y en directo, se abri¨® la caja de los truenos.

Biden, de 77 a?os, no es h¨¢bil en los debates, como se comprob¨® durante las primarias dem¨®cratas, y Trump, de 74, encuentra en la confrontaci¨®n y las c¨¢maras de televisi¨®n su h¨¢bitat natural. Las vociferaciones del republicano, esa misma electricidad que es capaz de mantener durante sus m¨ªtines de hora y media, contrastaban esta noche con la voz quebradiza del candidato dem¨®crata, siempre menos en¨¦rgico, pero que aguant¨® el tipo e incluso par¨® los pies al presidente en varias ocasiones.

Parec¨ªa ese estudiante delgaducho que un d¨ªa saca fuerza de dentro y planta cara al mat¨®n del instituto: ¡°?Te vas a callar, hombre?¡±; ¡°No hay quien diga una palabra con este payaso, perd¨®n, con esta persona¡±; ¡°Sigue parlotando, hombre¡±, le replic¨® en algunas de las interrupciones. ¡°No estoy aqu¨ª para se?alar sus mentiras, todo el mundo sabe que es un mentiroso¡±, se?al¨® tambi¨¦n cuando Trump le acus¨® de querer eliminar el sistema de seguros de salud privados, algo que, en efecto, es falso.

El candidato que lucha por mantenerse en el cargo suele ser quien recibe los ataques en un debate y se centra en sacar brillo a su gesti¨®n, pero la era Trump ha liquidado tambi¨¦n esta convenci¨®n. El magnate neoyorquino, acechado por las cr¨ªticas por su gesti¨®n de la crisis sanitaria, sali¨® al ataque y acus¨® al dem¨®crata de querer llevar adelante un programa electoral del gusto del senador izquierdista Bernie Sanders, excandidato de las primarias, y de ¡°la izquierda radical¡± de su partido. ¡°La cosa es que yo gan¨¦ a Bernie Sanders", replic¨® Biden, para luego a?adir, en una de esas frases que se recordar¨¢n esta noche: "Ahora el Partido Dem¨®crata soy yo¡±.

Estados Unidos llegaba agitado al cara a cara: el domingo, The New York Times hab¨ªa publicado una informaci¨®n explosiva y muy codiciada, los datos tributarios del republicano de m¨¢s de 20 a?os, que pintan el retrato de un empresario que factura dinero a espuertas, pero sufre p¨¦rdidas y apenas paga impuestos gracias a piruetas fiscales. Trump se limit¨® a defenderse negando la mayor: ¡°He pagado millones en impuestos¡±. Y Biden no entr¨® a matar por la v¨ªa personal, sino que opt¨® por usar el caso del presidente como ejemplo de la necesidad del plan fiscal que ¨¦l propone y revertir¨¢ parte de las rebajas aprobadas por el presidente republicano.

El vicepresidente de la era Obama (2009-2017), en general, trat¨® de mantenerse fr¨ªo ante los cortes y las provocaciones de Trump. Con frecuencia, reaccionaba ri¨¦ndose burlonamente. En un momento, los ataques de Trump llegaron a los propios hijos de Biden. Este hab¨ªa sacado a relucir a Beau, veterano de guerra y fallecido en 2015 de c¨¢ncer, para recriminar a Trump sus supuestas burlas de los soldados, que han trascendido en prensa. Entonces, el republicano dispar¨® hacia su otro hijo, Hunter, al hilo de sus negocios en Ucrania. ¡°A Hunter le echaron del Ej¨¦rcito con deshonor y no tuvo un trabajo hasta que te hicieron vicepresidente¡±.

En el bloque sobre las tensiones raciales, el moderador emplaz¨® a Trump a condenar los grupos supremacistas blancos, cuya presencia en las calles, en protestas y manifestaciones, se ha multiplicado durante su Administraci¨®n. Trump evit¨® rechazarlos. ¡°Casi todo lo que veo [de violencia] es de la izquierda, no de la derecha¡±, dijo, y entonces se dirigi¨® directamente a uno de esos movimientos, Proud Boys: ¡°Proud Boys, retroceded y quedaos a la espera¡±.

Las encuestas expr¨¦s realizadas por las cadenas CNN y CBS nada m¨¢s terminar el debate conced¨ªan la victoria a Biden, pero no est¨¢ claro en qu¨¦ se traduce eso. Solo un 3% de electores afirma que ¡°probablemente¡± el debate les ayudar¨ªa a decidir el voto, seg¨²n una encuesta reciente de la Monmouth University. Y solo hay un 5% de indecisos, seg¨²n la misma universidad. Ese pu?ado de papeletas, con todo, puede resultar decisivo en los territorios bisagra y clave, como el propio Ohio, donde se celebr¨® el evento. Para quienes se sentaron delante de la televisi¨®n a tomar una determinaci¨®n, no hubo sorpresas: cada candidato hizo de s¨ª mismo.

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