Donald Trump y un bid¨®n de gasolina: ¡°Ahora vamos a caminar hasta el Capitolio¡±
La violencia desatada en Washington culmina meses de tensi¨®n alentada por el presidente de Estados Unidos con las acusaciones infundadas de fraude electoral
No miren lo que dice, miren lo que hace y c¨®mo gobierna. Durante cuatro a?os, los votantes de Donald Trump han quitado hierro a la ret¨®rica incendiaria del republicano arguyendo que ¡°sus tuits¡± -como si una amenaza, publicada en Twitter, fuera menos amenaza- desquiciaban a los blandos de piel mientras su Gobierno simplemente desarrollaba una agenda conservadora de toda la vida. ?Cu¨¢nto importan las palabras de un presidente? ?Qu¨¦ impacto tienen las astracanadas? Estados Unidos lleva explorando esas inc¨®gnitas desde el 20 de enero de 2017, fecha en que jur¨® el cargo el empresario neoyorquino, y este mi¨¦rcoles se ha asomado al abismo.
¡°Despu¨¦s de esto, vamos a bajar caminando hasta el Capitolio y vamos a animar a nuestros valientes senadores y congresistas¡±, dijo Trump por la ma?ana a la muchedumbre a la que hab¨ªa convocado ante la Casa Blanca. ¡°A algunos no los vamos a animar mucho porque nunca recuperar¨¦is vuestro pa¨ªs con debilidad, ten¨¦is que mostrar fuerza y ser fuertes¡±, a?adi¨®.
Trump llevaba agitando el fantasma del fraude electoral desde hace meses, tal y como hizo en las presidenciales de 2016, a medida que los sondeos le se?alaban como perdedor. La diferencia consiste en que esta vez, en efecto, cay¨® derrotado por el candidato dem¨®crata, Joe Biden, e inici¨® entonces una huida hacia adelante en la que alent¨® sin tregua la ira de sus seguidores m¨¢s antisistema. Este mi¨¦rcoles, en pleno p¨¢nico, con miles de sus ac¨®litos asediando el Congreso, su vocaci¨®n pir¨®mana lleg¨® al paroxismo. ¡°Estas son las cosas y acontecimientos que ocurren cuando una victoria sagrada y abrumadora es arrebatada de forma agresiva a grandes patriotas que han sido tratados mal e injustamente durante mucho tiempo. Id a casa en paz y amor. ?Recordad este d¨ªa para siempre¡±, escribi¨® en su cuenta de Twitter.
Un rato antes, en una declaraci¨®n grabada en v¨ªdeo tras varias horas de miedo y caos, hab¨ªa lanzado una primera petici¨®n a sus seguidores para que abandonasen el Capitolio, pero el breve discurso comenzaba insistiendo en la teor¨ªa conspirativa del fraude.
¡°Conozco vuestro dolor y vuestro sufrimiento, ha habido una elecci¨®n que nos han robado, fue una elecci¨®n ganada con diferencia, y todos lo saben, especialmente el otro lado¡±, dijo, pero ahora, a?adi¨®, ¡°deb¨¦is iros todos a casa, marchaos en paz¡±. ¡°Es un tiempo muy duro, no ha habido otro momento en el que algo as¨ª haya podido suceder, que nos puedan quitar [una victoria] a vosotros, a m¨ª, a todos, en una elecci¨®n fraudulenta¡±, agreg¨®.
El republicano intensific¨® su cruzada contra la voluntad de los estadounidenses expresada en las urnas a partir del 5 de noviembre, cuando ya se sab¨ªa vencido, aunque el resultado se confirmar¨ªa el 7. Aquel jueves por la tarde convoc¨® a la prensa en la misma Casa Blanca para lanzar una bomba de racimo sobre la legitimidad del sistema electoral de Estados Unidos, sobre las autoridades de los territorios que daban la victoria a Biden y sobre el propio dem¨®crata. ¡°Si cuentas los votos legales, gano f¨¢cilmente. Si cuentas los ilegales, los que han llegado tarde, pueden intentar robarnos las elecciones¡±, dijo. En esta l¨ªnea, acus¨® a los medios de comunicaci¨®n, a los poderes econ¨®micos y a las grandes tecnol¨®gicas de una ¡°hist¨®rica interferencia electoral¡±.
El presidente y sus aliados sosten¨ªan que se hab¨ªa producido un fraude masivo en los Estados que hab¨ªan resultado decisivos en su derrota -Pensilvania, Michigan, Georgia, Wisconsin, Arizona y Michigan-, que se hab¨ªan destruido miles de votos de trumpistas, que los dem¨®cratas hab¨ªan llenado las urnas de papeletas de fallecidos¡ Empez¨® la ofensiva judicial y ni las autoridades electorales de dichos territorios, ni los tribunales, ni el Departamento de Justicia hallaron pruebas de semejante operaci¨®n.
Mientras, sin embargo, las teor¨ªas conspirativas no dejaban de crecer, hasta llegar al esperpento. El jefe de su equipo legal, Rudy Giuliani (exalcalde Nueva York), denunci¨® el 19 de noviembre una ¡°conspiraci¨®n nacional¡±, compar¨® el recuento con la pel¨ªcula de Joe Pesci Mi primo Vinny y sostuvo falsamente que los votos se contaron en Espa?a y Alemania por una compa?¨ªa venezolana de ¡°aliados de Maduro y Ch¨¢vez¡± y tambi¨¦n a trav¨¦s de una empresa espa?ola, en referencia a Indra, otra mentira.
Los trumpistas sal¨ªan a la calle. Se convoc¨® una gran manifestaci¨®n el 14 de noviembre en Washington; el grupo Paren el robo convoc¨® otra el 12 de diciembre.
El equipo de Trump perdi¨® m¨¢s de 50 pleitos en un Tribunal Supremo de mayor¨ªa conservadora, con tres de sus nueve jueces nombrados por el propio presidente, que por unanimidad rehus¨® intervenir. Aun as¨ª, Trump sigui¨® con su campa?a en Twitter, se?alando como traidores a los republicanos que no le apoyaban en su campa?a de conspiraciones. ¡°Brian Kemp deber¨ªa dimitir de su cargo, es un obstruccionista que rechaza admitir que ganamos Georgia¡±, dijo del gobernador de dicho territorio la semana pasada. El s¨¢bado, como quien se considera impune, incluso telefone¨® al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para urgirle a ¡°encontrar¡± los ¡°11.780 votos¡± que necesitaba para revertir la victoria de Biden, insistiendo en ese presunto fraude. No funcion¨®. Este mi¨¦rcoles sus fieles volvieron a salir a la calle.
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