Mike Pence rechaza las llamadas a destituir a Trump y abre la puerta al ¡®impeachment¡¯

El vicepresidente de EE UU, Mike Pence, ha rechazado las llamadas de los legisladores dem¨®cratas a que promueva la destituci¨®n de Donald Trump. La negativa de Pence, expresada por carta a la l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, se conoce horas antes de que la C¨¢mara baja se dispusiera a votar, el martes por la noche (madrugada del mi¨¦rcoles en Espa?a), una resoluci¨®n en la que se solicitaba formalmente al vicepresidente que invocara la 25? enmienda de la Constituci¨®n para declarar al presidente Trump incapaz de llevar a cabo sus deberes y obligaciones y despojarle de estos. En caso de que al t¨¦rmino del plazo de 24 horas Pence no interviniera, los dem¨®cratas anunciaron que votar¨ªan este mi¨¦rcoles el segundo impeachment del presidente, para tratar de que el Senado lo destituya, la semana antes de que termine su mandato y el presidente electo Joe Biden sea investido.

¡°No ced¨ª a la presi¨®n para ejercer un poder m¨¢s all¨¢ de mi autoridad constitucional¡±, alega Pence en su carta a Pelosi, ¡°y no ceder¨¦ ahora a los esfuerzos de la C¨¢mara de Representantes de jugar juegos pol¨ªticos en un momento tan grave en la vida de nuestra naci¨®n¡±. Rechazada la posibilidad de una destituci¨®n por la v¨ªa de la 25? enmienda antes incluso de empezar el plazo que ofrec¨ªan los congresistas, la v¨ªa para el impeachment queda despejada.

La C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos, dominada por los dem¨®cratas, aprob¨® este martes una resoluci¨®n en la que insta al vicepresidente Mike Pence y al Gabinete a invocar la 25? enmienda de la Constituci¨®n para destituir al mandatario, Donald Trump, pese a que el funcionario descart¨® esa posibilidad.

La C¨¢mara de Representantes pide a Pence que invoque la 25? enmienda

El vicepresidente Pence exhibe as¨ª un ¨²ltimo gesto de lealtad al presidente Trump. O acaso de un celo escrupuloso hacia los l¨ªmites de los poderes de su cargo, como dice en su carta. Entre los limitados poderes que la legislaci¨®n constitucional entrega al que es el ¨²nico cargo electo a nivel nacional adem¨¢s del propio presidente, figura el contenido en la 25? enmienda: la potestad de transmitir a los l¨ªderes de ambas c¨¢maras legislativas una declaraci¨®n escrita, aprobada por la mayor¨ªa de los principales miembros del Ejecutivo, de que el presidente ¡°es incapaz de cumplir los poderes y obligaciones de su cargo¡±, debiendo asumir inmediatamente el propio vicepresidente dichos poderes y obligaciones como ¡°presidente interino¡±. El guante arrojado a Pence por los congresistas pon¨ªa a prueba la relaci¨®n, rayana en el servilismo, que los dos nombres que compartieron el cartel de la candidatura republicana en 2016 y en 2020 han mantenido en estos convulsos cuatro a?os. Una relaci¨®n que, en estas ¨²ltimas semanas, se ha enfriado de manera evidente.

Si ya era remota la probabilidad de que Pence decidiera traicionar a Trump en la recta final, y pasar a la historia como un muy ef¨ªmero 46? presidente de Estados Unidos, esta poco menos que se extingui¨® la noche del lunes. Ambos se reunieron en el Despacho Oval y, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n, se comprometieron a seguir trabajando juntos ¡°lo que queda de mandato¡±. El hecho de que la reuni¨®n fuera la primera interacci¨®n entre ambos desde antes del asalto al Capitolio revela el ins¨®lito deterioro de la confianza de Trump en quien ha sido uno de sus m¨¢s fieles escuderos.

El enfriamiento comenz¨® el 15 de diciembre, cuando alguien convenci¨® a Trump de que Pence era su ¨²ltima esperanza para revertir el resultado de las elecciones que perdi¨® el 3 de noviembre. La posibilidad de que el vicepresidente objetara el recuento en el Congreso de los votos del Colegio Electoral se convirti¨® en una obsesi¨®n para Trump. Pence estudi¨® la posibilidad con expertos constitucionalistas, que coincidieron en considerarla inviable. El equipo del vicepresidente supo, seg¨²n The Washington Post, que los abogados de Trump preparaban incluso una demanda contra ¨¦l. El hecho de que Pence se apoyara en juristas del Departamento de Justicia para neutralizar la demanda, seg¨²n el Post, enfureci¨® a¨²n m¨¢s a Trump.

La presi¨®n a Pence incluy¨® una llamada la ma?ana del mismo mi¨¦rcoles 6 de enero, el d¨ªa fat¨ªdico en el que el vicepresidente acudi¨® a presidir el Senado para el ritual de la certificaci¨®n del resultado electoral. Tras la negativa de Pence, el presidente arremeti¨® p¨²blicamente contra ¨¦l. ¡°Mike Pence no ha tenido el valor de hacer lo que deber¨ªa haber hecho para proteger a nuestro pa¨ªs y a la Constituci¨®n¡±, tuite¨® a las 13.24. Para esa hora, las hordas trumpistas, arengadas por el presidente ya hab¨ªan tomado al asalto el Congreso. ¡°?D¨®nde est¨¢ Pence?¡±, gritaban los sublevados. El vicepresidente hab¨ªa sido evacuado del Senado y se encontraba oculto en una localizaci¨®n secreta del Capitolio. El presidente no llam¨® a Pence para comprobar si se encontraba bien. Ni ese d¨ªa ni los d¨ªas siguientes.

El presidente anunci¨® que no asistir¨¢ a la toma de posesi¨®n de Joe Biden y Kamala Harris el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. Pence, sin embargo, ha confirmado que s¨ª acudir¨¢. El vicepresidente se ha mantenido al lado de Trump en todas las crisis. Se las arregl¨® incluso para esquivar los golpes al frente de la err¨¢tica respuesta de la Casa Blanca a la crisis del coronavirus, transitando con destreza el cisma entre la ciencia y las salidas de tono del presidente. Ahora, su distanciamiento con las bases trumpistas arroja inc¨®gnitas sobre sus indisimuladas aspiraciones presidenciales.

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