El FBI extrema la seguridad ante la toma de posesi¨®n de Biden
Las autoridades eval¨²an a los miembros de la Guardia Nacional que vigilar¨¢n la ceremonia
A un d¨ªa de que Joe Biden jure su cargo como presidente de Estados Unidos, la noticia de que el FBI lleva una semana investigando a los 25.000 miembros de la Guardia Nacional que proteger¨¢n el acto para extremar todas las precauciones ha incrementado el grado de ansiedad y preocupaci¨®n por la seguridad del presidente electo, Joe Biden; de la vicepres...
A un d¨ªa de que Joe Biden jure su cargo como presidente de Estados Unidos, la noticia de que el FBI lleva una semana investigando a los 25.000 miembros de la Guardia Nacional que proteger¨¢n el acto para extremar todas las precauciones ha incrementado el grado de ansiedad y preocupaci¨®n por la seguridad del presidente electo, Joe Biden; de la vicepresidenta, Kamala Harris, y de todos los asistentes a la toma de posesi¨®n del dem¨®crata en la capital estadounidense. El acto se produce solo dos semanas despu¨¦s del asalto contra el Capitolio que orquestaron partidarios del presidente saliente, Donald Trump.
No es f¨¢cil investigar a 25.000 personas en tan corto espacio de tiempo, pero es mucho lo que est¨¢ en juego. En una toma de posesi¨®n normal, no despu¨¦s del ataque contra el Capitolio del pasado 6 de enero, el despliegue hubiera sido muy inferior (entre 8.000 y 10.000 efectivos). Seg¨²n el secretario del Ej¨¦rcito, Ryan McCarthy, citado por la agencia Associated Press, los responsables de la seguridad son conscientes de la posible amenaza y han advertido a los superiores de que est¨¦n muy atentos si observan alg¨²n problema o actitud sospechosa dentro de las filas, seg¨²n se ha ido aproximando el 20 de enero.
¡°No paramos de revisar, una, dos y hasta tres veces a cada uno de los individuos asignados a la operaci¨®n¡± desplegada en la capital de la naci¨®n, recalc¨® McCarthy. La revisi¨®n que est¨¢ haciendo el FBI se a?ade a la que, de forma rutinaria, llevan a cabo los mandos militares sobre sus hombres en este tipo de ocasiones. A las cautelas habituales se ha sumado en esta ocasi¨®n el temor a que ma?ana se pudiera repetir algo parecido a lo ocurrido el pasado 6 de enero y los indicios de que algunos de los participantes en el asalto pudieran haber contado con el conocimiento, m¨¢s o menos directo, de miembros de las fuerzas de seguridad estadounidenses.
Desde el 11-S se da prioridad al terrorismo dentro de las fronteras estadounidenses porque, en muchos casos, los individuos se radicalizan en EE UU y se unen a Al Qaeda, el Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) o a grupos semejantes. Pero la amenaza que pende sobre Biden en el d¨ªa de su toma de posesi¨®n es de otro signo y ha sido alimentada y reforzada por fan¨¢ticos de Trump como los supremacistas blancos, la extrema derecha y otros grupos radicales que han hecho bandera del fraude electoral que el presidente anunci¨® incluso antes de que se celebrasen las elecciones del pasado 3 de noviembre.
Para McCarthy, la mayor inquietud ser¨ªa un ataque coordinado por parte de grupos de individuos armados, as¨ª como la colocaci¨®n de explosivos u otro tipo de artefactos. El secretario del Ej¨¦rcito considera tambi¨¦n, tras haber revisado los informes del espionaje, que podr¨ªan existir facciones planeando marchas con armas antes del d¨ªa de la ceremonia de inicio de mandato de Biden y probablemente despu¨¦s.
Entre los grupos extremistas que participaron en el asalto al Capitolio, que dej¨® cinco muertos, se encuentran los llamados Oath Keepers (creado en 2009, se rigen bajo el lema constitucional de defender el pa¨ªs ¡°contra todo enemigo, extranjero o interno¡±) y los Three Percenters (milicia nacida en 2008 basada en el concepto err¨®neo de que tan solo un 3% de los estadounidenses lucharon en la guerra de independencia contra los brit¨¢nicos). Stewart Rhodes, miembro destacado de los Oath Keepers, predijo tras la noche electoral del pasado noviembre que la naci¨®n se encaminaba hacia una guerra civil y que nunca reconocer¨ªan como leg¨ªtima la victoria de Biden.
Detenidos
Entre los m¨¢s de 100 detenidos contra los que el Departamento de Justicia ya ha dictado cargos por su participaci¨®n en los hechos del pasado 6 de enero se encuentra Jon Schaffer, guitarrista de heavy metal de Indiana, miembro de los Oath Keepers y que se entreg¨® al FBI el pasado domingo. Schaffer tambi¨¦n particip¨® en una concentraci¨®n en noviembre a favor de Trump, donde declar¨® que jam¨¢s permitir¨ªan ¡°un sistema comunista¡±. ¡°No va a suceder¡±, dijo. ¡°Si llegamos a ese punto habr¨¢ un ba?o de sangre, cr¨¦ame. Nadie quiere que esto pase, pero si siguen empuj¨¢ndonos en esa direcci¨®n llegaremos a un punto donde no nos quedar¨¢ otra elecci¨®n¡±, a?adi¨®.
Para el FBI, el grupo mis¨®gino y racista que se denomina Proud Boys es un foco de preocupaci¨®n. Y, sin embargo, desde el allanamiento del Congreso, sus l¨ªderes se han retirado de las protestas y tampoco planean rebelarse ma?ana mi¨¦rcoles. Su presidente, Enrique Tarrio, planeaba estar en los actos del d¨ªa 6, pero fue detenido al llegar a Washington acusado de destrucci¨®n de la propiedad por la quema de una bandera del movimiento Black Lives Matter. Tarrio asegura que est¨¢ disuadiendo a sus miembros sobre sus planes para acudir a marchas armadas en los pr¨®ximos d¨ªas. Los Proud Boys, seg¨²n Tarrio, est¨¢n ¡°en modo congelaci¨®n en lo que se refiere a manifestaciones y no se va a organizar ning¨²n evento durante el pr¨®ximo mes¡±.
Falsa alarma
Con una ciudad sitiada, en la que sus ciudadanos cada d¨ªa amanecen con nuevas im¨¢genes y nuevos titulares de lo que podr¨ªa haber sido una masacre en el Capitolio el pasado d¨ªa 6, los ¨¢nimos est¨¢n en el rango de la psicosis. Por eso, cuando ayer se desat¨® un incendio en las proximidades del Congreso saltaron todas las alarmas. La ciudad, blindada ante la toma de posesi¨®n del dem¨®crata Joe Biden como presidente, se temi¨® lo peor.
Result¨® ser un ¡°exceso de cautela¡± ¡ªtras los graves fallos de seguridad vividos el pasado d¨ªa 6¡ª, la Polic¨ªa del Capitolio se cubr¨ªa las espaldas y alertaba el lunes de una ¡°amenaza externa para la seguridad¡±. De inmediato, los accesos al Capitolio quedaron cerrados hasta que se aclar¨® lo sucedido. Pero hasta entonces, las autoridades evacuaron algunas zonas e incluso recomendaron permanecer lejos de las ventanas del Congreso, seg¨²n inform¨® la cadena de televisi¨®n CNN.
Cuando lleg¨® la explicaci¨®n por parte de los servicios de Bomberos, se relajaron los nervios. Se trataba de un peque?o incendio en una tienda de campa?a donde viv¨ªa un indigente. Pero esta ciudad va a estar en alerta colectiva y personal durante bastante tiempo.
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