La nueva (y vieja) estrategia de Trump contra Kamala Harris: la raza

En la clausura de la convenci¨®n del Partido Republicano en la que se hab¨ªa coronado como candidato presidencial, Donald Trump, reci¨¦n recuperado de un atentado, se esforzaba en hacer gala de moderaci¨®n y saber estar. Pero eso era el mes pasado, cuando llevaba viento electoral de cola y las encuestas le daban una ventaja cada vez mayor sobre su rival dem¨®crata, Joe Biden. Tras la renuncia del presidente a presentarse a la reelecci¨®n, y a la vista de que la vicepresidenta Kamala Harris va ganando terreno en esta accidentada campa?a electoral, el republicano ha recurrido a una de sus estrategias favoritas: los insultos personales y raciales.

Su comparecencia ante la convenci¨®n anual de periodistas negros en Chicago este mi¨¦rcoles ha desatado la pol¨¦mica. Nada m¨¢s empezar su intervenci¨®n en un panel junto a tres periodistas negras se lanz¨® a arremeter de modo personal contra su rival. ¡°No sab¨ªa que fuera negra hasta hace unos a?os, cuando decidi¨® volverse negra y ahora quiere que se la conozca como negra¡±. ¡°?Es india o es negra?¡±, insist¨ªa sobre la vicepresidenta, de padre jamaicano y madre india, que en su autobiograf¨ªa se describe como negra y que se gradu¨® en la Universidad de Howard, creada originalmente para estudiantes afroamericanos. E insinuaba que solo hab¨ªa llegado al cargo que ahora ocupa por su color de piel, no por sus m¨¦ritos.

No fue el ¨²nico comentario que arranc¨® resoplidos de asombro. Preguntado sobre la econom¨ªa, respondi¨® que ¡°millones de inmigrantes¡± llegan a Estados Unidos para ¡°quitar trabajos de negros¡± (aunque luego matiz¨® que por ello entend¨ªa todo tipo de empleos).

Sin mencionarlo, Harris le respondi¨® horas despu¨¦s en un mitin ante una asociaci¨®n de mujeres negras: ¡°El pueblo estadounidense merece un l¨ªder que cuente la verdad. Un l¨ªder que no responda con hostilidad e ira cuando se le ponen los hechos delante. Merecemos un l¨ªder que entienda que nuestras diferencias no nos dividen¡±. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ella misma afroamericana, exig¨ªa ¡°respeto¡± para la vicepresidenta frente a las palabras de Trump.

Los comentarios del presidente evocaban los que formul¨® en 2011, antes de ser candidato pol¨ªtico, contra el presidente Barack Obama, del que puso en duda que hubiera nacido de verdad en Estados Unidos. Y causaban malestar incluso dentro de su propio partido. La senadora por Alaska Lisa Murkowski, una de los pocos legisladores republicanos que no ha declarado su apoyo a Trump, consideraba las palabras del expresidente ¡°muy desafortunadas¡±.

Las cr¨ªticas no le han disuadido. El candidato presidencial republicano publicaba este jueves en sus redes sociales una fotograf¨ªa de Harris con un sari indio, insinuando de nuevo que la vicepresidenta no es negra, sino india. ¡°?Gracias, Kamala, por esta bonita foto que mandaste de hace muchos a?os! Tu calidez, amistad y amor por tu herencia india se agradecen mucho¡±, comenta.

Uno de cada diez estadounidenses, 33,8 millones, declara tener dos o m¨¢s identidades raciales, seg¨²n el ¨²ltimo censo estadounidense, de 2020. Una d¨¦cada antes, esa cifra era mucho menor, nueve millones de personas. La exportavoz de Trump Alyssa Farah Griffin ha declarado que ¡°la mayor¨ªa de los estadounidenses, aunque aparentemente no Trump, entienden el concepto de pertenecer a dos razas, y hablar de esa manera sobre la identidad racial de alguien es ofensivo¡±.

Giro de discurso

Hace poco m¨¢s de dos semanas, el expresidente hab¨ªa mostrado, brevemente, otra cara distinta. En la convenci¨®n republicana, y con la oreja derecha cubierta con un aparatoso vendaje para recordar d¨®nde hab¨ªa recibido un disparo, hab¨ªa querido mostrarse como un hombre de Estado. ¡°La discordia y la divisi¨®n en nuestra sociedad deben quedar cerradas¡±, instaba al comienzo de su discurso de aceptaci¨®n de la candidatura. Pero sus intervenciones a lo largo de esta semana han dejado claro que Trump sigue recurriendo a la ret¨®rica sarc¨¢stica y los ataques personales de los que ha hecho gala en esta y en otras campa?as previas. El martes acusaba a Harris, casada con un empresario jud¨ªo, Douglas Emhoff, de ¡°no gustarle los jud¨ªos¡±. Y aseguraba que si llega a la presidencia ser¨¢ ¡°un juguete¡± en manos de otros l¨ªderes mundiales.

No es, precisamente, la estrategia que recomiendan los asesores republicanos. Estos expertos prefieren centrarse en el historial y las propuestas pol¨ªticas de la dem¨®crata, que consideran que les otorga armamento suficiente como para bloquear su ascenso en las encuestas. En cambio, el ataque a sus rasgos personales ¡ª¡±Kamala la Risitas¡±, como la suele apodar Trump en sus m¨ªtines, por sus frecuentes carcajadas, o ¡°mujer sin hijos aficionada a los gatos¡±, como se ha referido a ella el aspirante a vicepresidente republicano J.D. Vance¡ª puede ser contraproducente, consideran. Algunas de esas mismas caracter¨ªsticas pueden resultar atractivas para los votantes indecisos.

¡°Tenemos que centrarnos en las propuestas pol¨ªticas¡±, declaraba el senador republicano Mike Rounds al digital Punchbowl News. ¡°Eso es lo que el pueblo estadounidense quiere y lo que nos permitir¨¢ ganar¡±.

Las declaraciones de Trump ante los periodistas negros se produc¨ªan cuando el expresidente trata de cortejar a los votantes afroamericanos, que tradicionalmente forman la base electoral dem¨®crata, pero que en los a?os de mandato de Joe Biden hab¨ªan iniciado un incipiente acercamiento hacia los republicanos. El expresidente tiene previsto participar en un mitin en Atlanta, la capital de Georgia y de mayor¨ªa negra. Precisamente, Harris ofreci¨® all¨ª el martes su mitin m¨¢s multitudinario hasta la fecha. Su p¨²blico fue, muy mayoritariamente, afroamericano.

Una nueva ronda de encuestas en Estados bisagra, donde se decidir¨¢ el resultado de las elecciones, elaborada por la agencia conservadora Public Opinion Strategies, mostr¨® este jueves que Harris adelanta a Trump en Pensilvania por un 48% frente a un 45% y en Wisconsin, por 48% frente a un 46%. En Arizona y Nevada se invierten los papeles y el republicano logra un 48 y un 46%, respectivamente, mientras que la vicepresidenta cuenta con un 43 y un 45%. En M¨ªchigan, ambos est¨¢n empatados al 45%.

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