Las claves del debate entre Tim Walz y J. D. Vance
El cara a cara entre los candidatos a la vicepresidencia se aparta de la polarizaci¨®n extrema que ha marcado todos los debates de Donald Trump
El debate entre los candidatos a vicepresidente, el republicano J. D. Vance y el dem¨®crata Tim Walz, ha sido la ¨²ltima gran cita en la agenda de la campa?a de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. No hay previstos m¨¢s debates entre los candidatos a la presidencia, Donald Trump y Kamala Harris, ni tampoco ning¨²n otro duelo entre los dos protagonistas de este martes. La campa?a se mover¨¢ en adelante por los derroteros de m¨ªtines, entrevistas, ruedas de prensa, anuncios televisivos y ¡ªtal vez¡ª sorpresas imprevistas. ?Mover¨¢ el debate de este martes en Nueva York a los electores? Es dif¨ªcil saberlo. Ha sido un enfrentamiento de guante blanco en el que los dos contendientes han tirado por elevaci¨®n, apuntando a los cabezas de cartel. Vance se ha reivindicado tras sus meteduras de pata y errores de campa?a. A Walz le ha costado transmitir la autenticidad que se le presupone. No ha habido un ganador tan claro como en anteriores duelos. Ambos candidatos han mostrado que hay una forma de hacer pol¨ªtica diferente del extremismo y la polarizaci¨®n con que Trump ha inundado la escena pol¨ªtica estadounidense.
1. Ataques a Trump y a Harris
Tanto el gobernador de Minnesota, Tim Walz, como el senador por Ohio, J. D. Vance, sab¨ªan que el candidato a batir no era el que estaba a unos metros en el otro atril del escenario de la CBS en sus estudios de Nueva York. Walz ha atacado a Trump por las pol¨ªticas de cuando era presidente y por su incapacidad para aceptar democr¨¢ticamente la derrota de 2020. Vance ha percutido sobre los resultados econ¨®micos de la etapa de Joe Biden y Kamala Harris en cuanto a inflaci¨®n e inmigraci¨®n. Se ha referido al ¡°Gobierno de Kamala Harris¡± desde el principio, incluso obviando a Biden en ocasiones y tratando de desmontar la idea de que la dem¨®crata es una candidata del cambio. Walz, al recordar el pasado de Trump, ha insistido en la idea de no volver atr¨¢s, uno de los lemas dem¨®cratas. Ambos han defendido a sus jefes. Lo que apenas ha habido han sido ataques cruzados entre los dos candidatos: al rev¨¦s, se han mostrado comprensi¨®n y hasta empat¨ªa.
2. Vance se reivindica
El candidato republicano a la vicepresidencia hab¨ªa empezado con mal pie su carrera. Meti¨® la pata varias veces, la hemeroteca le traicionaba y en varios actos de campa?a se hab¨ªa mostrado poco natural, inc¨®modo en la interacci¨®n con los votantes. Este martes, sin embargo, ha apelado una y otra vez a su historia personal, de chico de familia pobre que se abre camino pese a las dificultades. Ha hablado de su mujer, de sus hijos, de su madre¡ Lo ten¨ªa muy preparado, tanto que ha empezado con esa cantinela desde la primera pregunta, que no ten¨ªa nada que ver con eso. Pero le ha dado buenos resultados. El senador tiene labia, da bien en c¨¢mara, se dirig¨ªa a las moderadoras y Walz por sus nombres de pila con naturalidad, mostraba empat¨ªa con su rival y no ca¨ªa en ninguna trampa. Como adem¨¢s las expectativas eran bajas, sale reforzado y aleja de s¨ª esa imagen de ¡°tipo raro¡± con que eficazmente le hab¨ªa descalificado en los m¨ªtines el propio Walz. Solo ha patinado en el tramo final, cuando se ha hablado del asalto al Capitolio.
3. Un Walz menos aut¨¦ntico de lo previsto
Con el gobernador dem¨®crata ha pasado lo contrario. Era un candidato que llegaba con la aureola de la autenticidad, del tipo que te ayuda a arreglar el coche, del entrenador de equipo de instituto, del americano medio con el que gran parte de los votantes se identifican. Entr¨® en campa?a con fuerza, enardeci¨® a las masas en los primeros m¨ªtines y ret¨® a Vance en la distancia. Sin embargo, le ha costado transmitir esa imagen aut¨¦ntica. Ha tenido que reconocer ante una repregunta de una de las moderadoras que ¡°se equivoc¨®¡± cuando dijo que hab¨ªa estado en China cuando las protestas de la plaza de Tiananm¨¦n. Inicialmente, cuando le han preguntado por el tema, admiti¨® que a veces era ¡°un poco cabeza de chorlito¡±, pero sin contestar a la pregunta. No ha hecho el mismo esfuerzo que su rival por presentarse a los estadounidenses. Su actuaci¨®n fue de menos a m¨¢s. No fue muy claro en pol¨ªtica exterior en relaci¨®n con Israel e Ir¨¢n y tampoco brill¨® en el apartado econ¨®mico. Su mejor momento fue al retratar a Trump como una amenaza para la democracia.
4. Ni perros ni gatos, pero Trump en la sombra
En los debates siempre hay alg¨²n dato un poco manipulado o seleccionado, alguna afirmaci¨®n descontextualizada y alguna exageraci¨®n, pero a lo que tiene acostumbrado Trump es a encadenar mentiras a mansalva y disparates sin ton ni son. En el debate con Joe Biden, los detectores de mentiras echaban humo con las intervenciones de Trump, aunque el hundimiento del presidente lo eclipsase. En el cara a cara con Harris, su intervenci¨®n lleg¨® al paroxismo y provoc¨® que los moderadores le corrigiesen en algunas de las afirmaciones m¨¢s descabelladas. Por ejemplo, la de que los inmigrantes se comen a los perros, los gatos y las mascotas en Springfield (Ohio) o la de que hay Estados en los que no solo se permite el aborto tard¨ªo, sino incluso matar a los ni?os despu¨¦s de nacer. En el debate entre Walz y Vance no hubo nada parecido. Aun as¨ª, Trump desde su red social hac¨ªa de comentarista e insist¨ªa sin fundamento alguno en que hay Estados donde se permite ¡°asesinar beb¨¦s¡±. El peor momento de Vance fue cuando se trat¨® del asalto al Capitolio. Reh¨¦n de Trump, republicano se neg¨® a reconocer que su l¨ªder hab¨ªa perdido las elecciones, compar¨® su actitud con las quejas de Hillary Clinton por la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y dijo que en 2020 hubo un traspaso pac¨ªfico del poder. ¡°El 6 de enero no fue un anuncio de Facebook¡±, le replic¨® el dem¨®crata. Walz apel¨® directamente a su rival para que contestase si Trump perdi¨® en 2020. Vance le dijo que quer¨ªa ¡°centrarse en el futuro¡±. El dem¨®crata insisti¨®: ¡°Eso no es una maldita respuesta¡±, le dijo. ¡°Estados Unidos, creo que hay una elecci¨®n muy clara entre qui¨¦n va a honrar a la democracia y qui¨¦n va a honrar a Donald Trump¡±, concluy¨®.
5. Sin ganador claro y sin efecto claro
Aunque Vance haya superado las expectativas y a Walz le haya costado transmitir autenticidad, no ha habido un ganador claro como en los dos debates anteriores, en que Trump se impuso a Biden y Harris derrot¨® a Trump. Ambos candidatos a vicepresidente son buenos oradores, cada uno ha colocado sus mensajes, opuestos en muchas materias. Vance se ha impuesto en la econom¨ªa, pero Walz le ha acorralado en la parte final, cuando se hablaba del asalto al Capitolio y la amenaza para la democracia. El debate entre los candidatos a presidente del pasado 10 de septiembre apenas movi¨® las encuestas. Es dif¨ªcil que este lo haga.
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