Kamala Harris acorrala a Donald Trump en un debate de alta tensi¨®n
La candidata dem¨®crata logra poner a la defensiva al expresidente, haci¨¦ndole reaccionar con excesos, mientras pide ¡°pasar p¨¢gina¡±
Donald Trump y Kamala Harris protagonizaron este martes en Filadelfia un debate a cara de perro, sin concesiones, en el que chocaron frontalmente en los principales asuntos de campa?a: econom¨ªa, inmigraci¨®n, aborto, delincuencia y respeto por la democracia. Fue un debate vivo, emocionante, muy tenso, en el que la batalla dur¨® de la primera pregunta a la ¨²ltima y en la que la dem¨®crata fue m¨¢s capaz de cuestionar la idoneidad para el cargo de Trump que lo contrario. Harris proclam¨® que ¡°es hora de pasar la p¨¢gina¡± de Trump y consigui¨® acorralar en ocasiones al expresidente, al que atac¨® por su gesti¨®n, su car¨¢cter y sus casos judiciales. Logr¨® ponerle a la defensiva, haci¨¦ndole morder el anzuelo con sus provocaciones. El expresidente se refugi¨® en su discurso m¨¢s hiperb¨®lico y extremo, al punto de ser corregido varias veces por los moderadores, David Muir y Linsey Davis, por sus disparates. Como guinda, Harris recibi¨® al final del debate el apoyo expreso de Taylor Swift, pidiendo el voto para ella.
La primera sorpresa fue que ambos candidatos se dieron la mano, algo que busc¨® deliberadamente Harris acerc¨¢ndose a la zona del atril del expresidente: ¡°Tengamos un buen debate¡±, le dijo. ¡°Me alegro de verte¡±, contest¨® ¨¦l. Era la primera vez que se encontraban en persona. Tras ello, la vicepresidenta se lanz¨® al ataque desde la primera pregunta, que combin¨® con mensajes de optimismo hacia los electores. Harris, como una fiscal que trata de convencer al jurado, ten¨ªa el debate muy preparado y lo interpret¨® a la perfecci¨®n ante un Trump que gritaba cada vez m¨¢s, y recurr¨ªa a la inmigraci¨®n sin cesar, fuera cual fuera el tema del que se estaba hablando.
El debate part¨ªa como un examen sobre la idoneidad de Harris para el cargo de presidenta, pero lo que hizo ella fue cuestionar la de Trump una y otra vez. Trat¨® de provocarle con ataques personales. En un momento dado, Harris se dirigi¨® a Trump y le dijo que, como vicepresidenta, hab¨ªa hablado con l¨ªderes extranjeros: ¡°Y dicen que eres una verg¨¹enza¡±. Trump, sorprendentemente ¡ªo quiz¨¢ no tanto¡ª replic¨® con los halagos que le lanza Viktor Orb¨¢n, primer ministro de Hungr¨ªa, con claras pulsiones autoritarias.
Cuando Trump volvi¨® a insistir en el bulo de que no hab¨ªa perdido las elecciones de 2020, Harris atac¨® con dureza: ¡°Donald Trump fue despedido por 81 millones de personas. As¨ª que seamos claros al respecto. Est¨¢ claro que le est¨¢ costando mucho asimilarlo¡±, asegur¨® con ese retint¨ªn que les est¨¢ funcionando a los dem¨®cratas para atacar a Trump con algo de sentido del humor.
La vicepresidenta se present¨® como candidata del cambio sin renunciar a la herencia de Biden. ¡°Est¨¢ claro que no soy Joe Biden, y desde luego no soy Donald Trump¡±, dijo en una frase en la que se mostr¨® como el paso a una nueva generaci¨®n que busca superar la polarizaci¨®n extrema que vive la pol¨ªtica estadounidense. Se habl¨® m¨¢s tiempo de los puntos flacos de Trump que de los de Harris (o de la presidencia de Biden). En cierto modo, parec¨ªa ella la candidata de la oposici¨®n.
La dem¨®crata record¨® que vivi¨® el asalto al Capitolio desde dentro. ¡°Para todos los que nos est¨¢n viendo, que recuerdan lo que fue el 6 de enero, les digo que no tenemos que volver atr¨¢s. No volvamos atr¨¢s. No vamos a volver atr¨¢s¡±, dijo Harris, machacando con uno de los lemas de su campa?a. ¡°Es hora de pasar p¨¢gina. (...) Hay un lugar en nuestra campa?a para que defiendas el pa¨ªs, defiendas nuestra democracia, defiendas el Estado de derecho y pongas fin al caos y al enfoque que consiste en atacar los cimientos de nuestra democracia porque no te gusta el resultado¡±, remat¨®.
M¨¢s preocupado de defenderse, Trump no encontr¨® una forma efectiva de atacar a Harris, pero sobre todo, apenas present¨® propuesta alguna. Su visi¨®n de Estados Unidos es tan apocal¨ªptica que pierde credibilidad. Le resulta efectiva entre sus fieles, pero no pareci¨® aprovechar el debate para ampliar su base electoral. Ense?¨® su peor versi¨®n, enfadado y con un discurso ca¨®tico, de nuevo repleto de mentiras, muchas de ellas ya conocidas y otras nuevas. Y Harris repeli¨® sus ofensivas con eficacia. Cuando Trump afirm¨® que la dem¨®crata ¡°quer¨ªa confiscar las armas de todo el mundo¡±, ella no solo lo neg¨®, sino que revel¨® que tiene una.
Los moderadores le corrigieron en algunas de sus afirmaciones m¨¢s descabelladas, como en que hay Estados en que se permite matar a los ni?os despu¨¦s de nacer o la de que los inmigrantes se est¨¢n comiendo los gatos y las mascotas en Ohio: ¡°Los que han entrado se est¨¢n comiendo a los perros, se est¨¢n comiendo a los gatos. Se est¨¢n comiendo a las mascotas que viven all¨ª. Esto es lo que est¨¢ pasando en nuestro pa¨ªs, y es una verg¨¹enza¡±, dijo antes de que los moderadores le replicasen (Taylor Swift ha pedido el voto para Harris con una foto en que aparece con un gato, por cierto).
Harris atac¨® a Trump con el aborto, un asunto que mueve a los votantes y en el que Trump no tiene una postura clara. ¡°Uno no tiene que abandonar su fe o sus profundas creencias para estar de acuerdo en que el Gobierno, y Donald Trump, desde luego, no deber¨ªa decirle a una mujer lo que tiene que hacer con su cuerpo¡±, dijo la dem¨®crata, aunque el expresidente neg¨® que pretendiese una prohibici¨®n del aborto en todo el pa¨ªs. Y as¨ª como en su d¨ªa, Trump acu?¨® aquello del ¡°crimen inmigrante de Biden¡±, Harris etiquet¨® las restricciones en numerosos Estados como ¡°prohibiciones de abortar de Trump¡±.
Ni siquiera en la econom¨ªa, un terreno que le favorece, consigui¨® Trump imponer su mensaje. Harris le golpe¨® con que el expresidente solo busca su propio inter¨¦s. Sab¨ªa c¨®mo provocarle y ponerle una y otra vez a la defensiva: ¡°Voy a hacer algo realmente inusual. Voy a invitaros a asistir a uno de los m¨ªtines de Donald Trump. Porque es algo realmente interesante de ver¡±, dijo mirando directamente a la c¨¢mara, como dirigi¨¦ndose a la audiencia. ¡°En sus m¨ªtines habla de personajes de ficci¨®n como Hannibal Lecter. Hablar¨¢ de que los molinos de viento provocan c¨¢ncer. Y lo que tambi¨¦n notar¨¢n es que la gente empieza a abandonar sus m¨ªtines antes de tiempo por cansancio y aburrimiento. Lo ¨²nico de lo que no le oir¨¢n hablar es de ustedes. No le oir¨¦is hablar de vuestras necesidades, vuestros sue?os y vuestros deseos, y os dir¨¦ que creo que os merec¨¦is un presidente que realmente os ponga en primer lugar, y os prometo que lo har¨¦¡±, dijo la vicepresidenta.
Trump entr¨® al trapo otra vez: ¡°La gente no abandona mis m¨ªtines. Tenemos los m¨ªtines m¨¢s grandes, los m¨ªtines m¨¢s incre¨ªbles de la historia de la pol¨ªtica¡±, contest¨® el expresidente, de nuevo a la defensiva, mordiendo cada anzuelo que le pon¨ªa Harris y alzando la voz con un gesto de enfado cada vez m¨¢s evidente. Y luego se puso a hablar de los supuestos inmigrantes que se comen a los gatos.
En el lenguaje no verbal, Harris tambi¨¦n gan¨® por goleada, aunque a veces pareciera que sobreactuaba. Cuando Trump hablaba, ella miraba a su rival y reaccionaba con gestos a sus palabras, mientras el republicano siempre miraba al frente con el rostro tenso.
El expresidente calific¨® a Harris de ¡°marxista¡±. En el intercambio de golpes, ella le acus¨® de favorecer a los multimillonarios, y ¨¦l la tild¨® de radical. La vicepresidenta llam¨® racista a Trump a la cara, recordando que su inmobiliaria marginaba a los afroamericanos a la hora de alquilar vivienda. Cuando los moderadores preguntaron al expresidente por las declaraciones en que cuestion¨® la identidad racial de Harris, respondi¨®: ¡°Todo lo que puedo decir es que le¨ª que no era negra, que se hab¨ªa salido. Y dije eso, y luego le¨ª que era negra. Y no pasa nada. Cualquiera de las dos cosas me parece bien. Depende de ella¡±, dijo Trump, a lo que Harris replic¨®: ¡°Es una tragedia que tengamos a alguien que quiere ser presidente y que, sistem¨¢ticamente, a lo largo de su carrera, ha intentado utilizar la raza para dividir al pueblo estadounidense¡±, dijo. Y para rematar: ¡°Creo que el pueblo estadounidense quiere algo mejor que eso¡±.
En el turno de cierre, sin embargo, Harris trat¨® de lanzar un mensaje de esperanza y optimismo, de ¡°pasar la p¨¢gina¡±, reiterando su lema y apelando al votante moderado e indeciso. Trump, que por sorteo ten¨ªa el ¨²ltimo turno, lo dedic¨® a atacar a su rival. ¡°Ella va a hacer esto, ella va a hacer lo otro, va a hacer todas esas cosas maravillosas. ?Por qu¨¦ no lo ha hecho en tres a?os y medio?¡±, cuestion¨® antes de decir que Biden y ella son ¡°el peor presidente y la peor vicepresidenta de la historia de Estados Unidos¡±.
Al poco de acabar el debate, Trump apareci¨® junto a la sala de prensa por sorpresa: ¡°Creo que ha sido el mejor debate de mi vida¡±, dijo, al tiempo que se quejaba: ¡°Los moderadores han sido muy injustos¡±. ¡°Obviamente, eran tres contra uno¡±, sostuvo. El lenguaje no verbal le traicionaba. Cuando gan¨® por goleada el debate contra Biden, en Atlanta, no compareci¨®. Parec¨ªa que esta vez ven¨ªa a quejarse del ¨¢rbitro o, peor a¨²n, a rearbitrar el partido.
Mientras, Harris se dirig¨ªa a sus seguidores en el muelle a orillas del r¨ªo Delaware. De fondo, sonaba The man, la canci¨®n de Taylor Swift.
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