¡°El distanciamiento social es duro para los ni?os. Necesitan abrazos. Y esto, a la larga, podr¨ªa afectar a su salud mental¡±
Jos¨¦ Luis Gonzalo Marrod¨¢n, psic¨®logo cl¨ªnico y docente, explica c¨®mo afecta esta situaci¨®n de pandemia a los m¨¢s peque?os y qu¨¦ podemos hacer los padres o cuidadores
El instinto de apegarse es tan necesario como lo pueden ser las necesidades de reproducci¨®n o alimentaci¨®n. Todas las personas necesitamos vincularnos unas con otras para poder encontrar apoyo, seguridad y calma emocional. ¡°Los ni?os dependen de los adultos para su supervivencia, as¨ª pues, necesitan apegarse al menos uno que satisfaga sus necesidades tanto f¨ªsicas como afectivas. El apego se activa especialmente, en situaciones de peligro o amenaza. Es ah¨ª cuando el menor busca al cuidador para encontrar en ¨¦l seguridad. Cuando sobreviene la amenaza, el cerebro del ni?o segrega la hormona del ...
El instinto de apegarse es tan necesario como lo pueden ser las necesidades de reproducci¨®n o alimentaci¨®n. Todas las personas necesitamos vincularnos unas con otras para poder encontrar apoyo, seguridad y calma emocional. ¡°Los ni?os dependen de los adultos para su supervivencia, as¨ª pues, necesitan apegarse al menos uno que satisfaga sus necesidades tanto f¨ªsicas como afectivas. El apego se activa especialmente, en situaciones de peligro o amenaza. Es ah¨ª cuando el menor busca al cuidador para encontrar en ¨¦l seguridad. Cuando sobreviene la amenaza, el cerebro del ni?o segrega la hormona del cortisol [producida por la gl¨¢ndula suprarrenal y se libera como respuesta al estr¨¦s], pero cuando el adulto le coge en brazos, le habla con palabras suaves y le calma, el cortisol desciende a niveles normales¡±. Estas palabras son de Jos¨¦ Luis Gonzalo Marrod¨¢n, psic¨®logo cl¨ªnico, docente y coordinador del Postgrado en Traumaterapia infantil-sist¨¦mica de Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan en San Sebasti¨¢n. Con su blog de la Red Apega de profesionales y dirigido por ¨¦l Buenos tratos pretende ¡°informar, y ofrecer recursos a profesionales y familias que atienden o tienen ni?os y adolescentes que han vivido duras historias de vida¡±. Gonzalo Marrod¨¢n explica c¨®mo afecta esta situaci¨®n de pandemia a la salud mental de los m¨¢s peque?os y qu¨¦ podemos hacer los padres o cuidadores.
PREGUNTA. ?C¨®mo responden los ni?os ante un virus como lo es este, desde el punto de vista del apego?
RESPUESTA. Hiperactiv¨¢ndolo, es decir, buscan y necesitan mucho m¨¢s a los cuidadores, porque la atm¨®sfera es de miedo y amenaza. Hemos de entender como normal en un escenario de este tipo, que los ni?os necesiten y busquen la conexi¨®n emocional con sus padres o cuidadores y la cercan¨ªa afectiva y seguridad. Cada uno lo hace desde sus estrategias, hay que aprender a codificarlas, a leerlas. Los ni?os lo hacen a trav¨¦s de su conducta (incluso de la conducta negativa). Las conductas que molestan al adulto (o al contrario, el chico que se a¨ªsla), las llamadas de atenci¨®n¡, en realidad, son sus intentos de comunicarnos que necesitan conexi¨®n emocional. Algo pasa.
P. Ante el impuesto distanciamiento social, ?qu¨¦ otras formas de conexi¨®n pueden darse?
R. Estamos manteniendo la distancia social para no contagiarnos. Las medidas, aunque necesarias, son muy duras para los ni?os porque estos dependen (m¨¢s cuanto m¨¢s peque?os son), del contacto f¨ªsico y cercan¨ªa de los adultos y en especial de los padres, para regularse emocionalmente. Necesitan los abrazos y besos para alimentar su cerebro. No se descarta que, a la larga, puedan desarrollar trastornos emocionales y del estado de ¨¢nimo. Debemos hacer un esfuerzo los adultos con los ni?os, para que nos noten cerca. Podemos dar calidez con la voz y mantener el contacto ocular, haci¨¦ndoles notar que estamos a su lado.
P. ?C¨®mo pueden los adultos cuidar la salud mental de los ni?os?
R. El factor evitable m¨¢s relacionado con la posibilidad de desarrollar trastornos mentales es el abuso sexual, maltrato, el abandono y la negligencia afectiva, sobre todo cuando se produce por parte de seres que dicen que te quieren o se supone que te tienen que querer. Esto es una paradoja mental inasumible para la mente infantil. Una forma de proteger su salud mental es precisamente dispensarles buenos tratos, alimentar sus necesidades emocionales y de vinculaci¨®n afectiva, porque de esto depende el desarrollo sano de los ni?os. Un psiquiatra llamado Daniel J. Siegel dice que si quieres que crezca su cerebro (el del ni?o), alimenta su coraz¨®n.
P. ?Qu¨¦ puede decir de los ¡°buenos tratos¡± en los ni?os, t¨ªtulo del blog de la Red Apega de profesionales y concepto que usted y dicha red, tanto promulgan y defienden?
R. Los buenos tratos incluyen adem¨¢s de afecto y amor, el que los padres sean capaces de poner reglas y l¨ªmites y saberlos mantener, como dice la psic¨®loga Maryorie Dantagnan, con autoridad calmada, con congruencia y siendo consecuentes a sus conductas respetuosas (hay que abolir la torta y el azote, a¨²n perviven) que ense?en a los ni?os. Padres que se encuentren emocionalmente desregulados, pueden pedir ayuda profesional para afrontar la crianza de sus hijos. De los buenos tratos depende que el cerebro del ni?o se desarrolle de manera organizada y autorregulada, lo dicen expertos como Jorge Barudy y Rafael Benito, psiquiatras especializados en apego y neurodesarrollo.
P. ?De qu¨¦ depende que un ni?o est¨¦ bien atendido?
R. Para que los padres puedan cuidar a sus hijos satisfactoriamente estos deben cuidarse primero. Dedicar tiempo a satisfacer sus necesidades para que luego ellos est¨¦n en condiciones de regular a sus hijos. Tambi¨¦n deben vigilar su propia salud mental porque esta situaci¨®n prolongada, con confinamientos y aislamiento social, puede afectarles mucho. Estando mal los padres, no empatizan ni ven las necesidades de sus hijos. En casos severos puede caerse en situaciones de maltrato y negligencia.
El ejemplo del empoderamiento
P. ?Qu¨¦ recomendaciones dar¨ªa a los padres para tratar con sus hijos en estos convulsos momentos?
R. Para un ni?o no hay nada mejor que un adulto firme, c¨¢lido y que le trasmita empoderamiento:
- Cuidarse los adultos cuidadores: Que sepan c¨®mo calmarse y sus hijos les vean como lugares seguros. Podemos usar la met¨¢fora del avi¨®n: Antes de dar al ni?o la m¨¢scara de ox¨ªgeno, tenemos que pon¨¦rnosla nosotros como cuidadores o padres.
- Rituales y costumbres: Tener diariamente unos h¨¢bitos de higiene, orden, alimentaci¨®n, ejercicio f¨ªsico, ir a clase (o hacerlo online en el caso de familias confinadas) y hacer los deberes y actividades l¨²dicas en familia. Los padres deben acompa?arles. Una rutina fija les dar¨¢ seguridad.
- Dar informaci¨®n real sobre lo que pasa (y pregunten): Est¨¢ adaptada a su nivel de comprensi¨®n. Pero el c¨®mo se lo digamos a los ni?os, es m¨¢s importante que lo qu¨¦ les digamos. Hablar sobre lo que les d¨¦ miedo, angustie de la pandemia (como el temor a la muerte), sobre lo que viven a diario..., interesarnos por su mundo afectivo y vivencias internas, ?no solo por su conducta y estudios! As¨ª el ni?o desarrollar¨¢ la expectativa de que sus padres son sensibles y receptivos a sus problemas personales.
P. Como dice, el ni?o necesita sentir cercan¨ªa en los adultos que le acompa?an a todos los niveles, ?qu¨¦ se puede hacer?
R. Esto es trabajo y b¨²squeda de nuevas formas para que los ni?os sientan apoyo y ayuda. El psic¨®logo Allan Schore hab¨ªa alertado antes de la pandemia de lo negativo que es para los ni?os que sus padres est¨¦n f¨ªsicamente presentes, pero emocionalmente ausentes y le llama ¡°el abandono pr¨®ximo¡± Una nueva manera de comunicarse que ya existe y que hemos de reforzar es el lenguaje de la gestualidad. Debemos leer muchos cuentos a los ni?os, pues contienen met¨¢foras que van directas adem¨¢s a su hemisferio derecho del cerebro (que entiende de im¨¢genes y met¨¢foras) y les permiten crecer y empoderarse.
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