¡°Hijo, tenemos que hablar de eso¡±
?Y qu¨¦ es eso? Pues sexualidad y pornograf¨ªa. El primer error es retrasar la conversaci¨®n, evitarla o tratarla simplemente de manera puntual, en el formato t¨ªpico de una ¡°charla¡± tediosa
?Y qu¨¦ es eso? Pues sexualidad y pornograf¨ªa. Es cierto que se puede hablar de sexualidad sin hablar de pornograf¨ªa, pero tambi¨¦n es verdad que cuanto m¨¢s retrasemos la conversaci¨®n sobre la sexualidad, m¨¢s necesaria ser¨¢ la charla sobre pornograf¨ªa. Y aqu¨ª tal vez est¨¢ el primer error, retrasar la conversaci¨®n, evitarla o tratarla simplemente de manera puntual, precisamente en el formato t¨ªpico de una ¡°charla¡± tediosa.
En realidad, la conversaci¨®n sobre sexualidad no deber¨ªa ser tal, es decir, no tendr¨ªa que ser una experiencia puntual, como el que tiene que pasar un mal trago y quiere...
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?Y qu¨¦ es eso? Pues sexualidad y pornograf¨ªa. Es cierto que se puede hablar de sexualidad sin hablar de pornograf¨ªa, pero tambi¨¦n es verdad que cuanto m¨¢s retrasemos la conversaci¨®n sobre la sexualidad, m¨¢s necesaria ser¨¢ la charla sobre pornograf¨ªa. Y aqu¨ª tal vez est¨¢ el primer error, retrasar la conversaci¨®n, evitarla o tratarla simplemente de manera puntual, precisamente en el formato t¨ªpico de una ¡°charla¡± tediosa.
En realidad, la conversaci¨®n sobre sexualidad no deber¨ªa ser tal, es decir, no tendr¨ªa que ser una experiencia puntual, como el que tiene que pasar un mal trago y quiere que sea r¨¢pido e indoloro. Las charlas aisladas no suelen funcionar, como tampoco funcionan las asignaturas aisladas cuando se trata de trabajar valores y realizar cambios que queden para siempre. No podemos esperar pasar el apuro una vez, vivirlo con verg¨¹enza, y resolver un problema que ya est¨¢ afectando a toda una generaci¨®n. La educaci¨®n afectivo-sexual deber¨ªa ser transversal y contar con presencia continua.
Por todos es sabido que los dispositivos con acceso a internet y las redes sociales han propiciado la difusi¨®n del porno. Seg¨²n los expertos, el primer contacto, habitualmente accidental, con la pornograf¨ªa no es raro que ocurra a la temprana edad de 8 a?os. El lanzamiento de los m¨®viles inteligentes, con aquellos primeros terminales Android hace ya m¨¢s de una d¨¦cada, ha supuesto un cambio important¨ªsimo en el acceso y consumo de pornograf¨ªa.
Que los ni?os y adolescentes accedan a estos contenidos tiene consecuencias en su educaci¨®n. No se trata simplemente de que puedan ver im¨¢genes prohibidas o tab¨², sino que la evidente inmadurez que a esas edades a¨²n se tiene los lleva a deformar actitudes, a entender las relaciones sexuales de una manera totalmente desfigurada y alejada de la realidad.
A partir de los 13 a?os el contacto con el porno ya no es accidental. Tenemos que entender que la curiosidad que sienten los adolescentes es inevitable, y estos contenidos les ayudan a encontrar respuestas. Lo preocupante es que adem¨¢s les dan pautas para el comportamiento que supuestamente deben seguir en algo en lo que carecen totalmente de experiencia. La ausencia de referentes o modelos que acompa?en a los j¨®venes en este proceso, que nos guste o no forma parte de su educaci¨®n, empeora a¨²n m¨¢s la situaci¨®n.
Es evidente, aunque no por ello deja de ser tr¨¢gico, que los adolescentes no ven este tipo de contenidos de la mano de un adulto que con sentido cr¨ªtico les explique que lo que ven es tan irreal como una pel¨ªcula de zombis. Ni te va a aparecer un ser de ultratumba por la calle a medianoche, ni el sexo es lo que muestran las pel¨ªculas porno. Pero si el tema no se trata en familia ni en la escuela, y al contrario que ocurre con otras conductas que se aprenden por imitaci¨®n, no hay roles que aprender porque todo queda en la intimidad, no es raro que recurran a lo que sea para resolver sus dudas.
El 25 de noviembre se conmemora cada a?o el D¨ªa Internacional de la Eliminaci¨®n de la Violencia contra la Mujer. Mientras la sociedad casi al completo se vuelca en atajar esta lacra, la gran mayor¨ªa de las pel¨ªculas porno muestran una imagen de la mujer totalmente degradada. Mujeres usadas como mercanc¨ªa, cosificadas, al servicio del hombre, o de los hombres, en plural, porque tampoco es raro que aparezcan escenas de sexo en grupo, y por supuesto violencia, mucha violencia. No se puede elaborar un concepto de las relaciones sexuales sano si la ¨²nica educaci¨®n, si podemos llamarla as¨ª, a la que tienen acceso los j¨®venes es esta. Por eso es tan importante no perder de vista que el consumo de porno puede entra?ar un riesgo a?adido y es el aumento de la violencia contra las mujeres.
Partiendo de la base de que es altamente improbable que los padres acompa?en a los hijos en esa b¨²squeda de respuestas desde los contenidos pornogr¨¢ficos, lo ideal ser¨ªa tratar el tema de la sexualidad con naturalidad antes de que traten de saciar su curiosidad en internet. Por suerte, no todo es terrible en la red de redes. Save the Children ha publicado en su p¨¢gina web varias gu¨ªas para hacernos m¨¢s sencillo este trabajo.
Y para hacernos entender que la educaci¨®n lo queramos o no es sexual, como seres sexuados que somos, y que no hay motivos para evitar o retrasar este aspecto de la educaci¨®n de nuestros hijos, incluida la conversaci¨®n sobre el porno. Aunque tambi¨¦n es cierto que, si ya han llegado a la adolescencia y nunca hemos abordado el tema, nuestra actitud debe ser m¨¢s bien la de ¡°nunca es tarde¡± y entrar en faena respondiendo sus preguntas sin m¨¢s dilaci¨®n.
No obstante, hay algo que s¨ª podemos hacer para acompa?ar a nuestros hijos en la b¨²squeda de respuestas en internet. Podemos explorar juntos los recursos que diferentes organismos ponen a su disposici¨®n, como el proyecto de educaci¨®n afectivo-sexual de la Direcci¨®n General de Salud P¨²blica de la Consejer¨ªa de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Un proyecto dirigido a j¨®venes y basado en las relaciones de buen trato, la perspectiva de g¨¦nero, la diversidad y la participaci¨®n.
Por otra parte, yo tampoco despreciar¨ªa la ayuda de un buen libro al que podamos recurrir con ellos o del que puedan echar mano a solas si el pudor les incomoda demasiado. Y para los que sean solventes con el ingl¨¦s, la p¨¢gina de Erika Lust y Pablo Dobner es todo un compendio de recursos para padres con hijos adolescentes o incluso ni?os menores de 11 a?os.
*Eva Bail¨¦n es ingeniera en Telecomunicaciones y autora del blog todoeldiaconectados.com sobre nuevas tecnolog¨ªas para ni?os. Inici¨® la campa?a de Change.org ¡°por unos deberes escolares justos¡±. Ahora es diputada en la Asamblea de Madrid y portavoz de Educaci¨®n de Ciudadanos.
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