?Qu¨¦ diferencia hay entre la alergia a la leche y la intolerancia a la lactosa?

La idoneidad de la alimentaci¨®n de los ni?os con leche de vaca suele cuestionarse con afirmaciones sin evidencia cient¨ªfica, como que su consumo empeora los s¨ªntomas del asma o que sube los niveles de colesterol. Afirmaciones que se escuchan en los corrillos de madres y padres del colegio. Y a lo que los pediatras contestan con un rotundo no. ¡°Estas creencias son falsas, as¨ª como el hecho de que la intolerancia a la lactosa en los ni?os peque?os es para siempre, ya que suele ser transitoria y se supera de manera espont¨¢nea¡±, explica Iv¨¢n Caraba?o, profesor aso...

La idoneidad de la alimentaci¨®n de los ni?os con leche de vaca suele cuestionarse con afirmaciones sin evidencia cient¨ªfica, como que su consumo empeora los s¨ªntomas del asma o que sube los niveles de colesterol. Afirmaciones que se escuchan en los corrillos de madres y padres del colegio. Y a lo que los pediatras contestan con un rotundo no. ¡°Estas creencias son falsas, as¨ª como el hecho de que la intolerancia a la lactosa en los ni?os peque?os es para siempre, ya que suele ser transitoria y se supera de manera espont¨¢nea¡±, explica Iv¨¢n Caraba?o, profesor asociado de Pediatr¨ªa en la Universidad Complutense de Madrid. Caraba?o asegura que la leche es un alimento completo para los m¨¢s peque?os y que los seres humanos disponen de una maquinaria eficaz para su procesamiento, por lo que si se tolera adecuadamente no es necesario dejar de tomarla.

La cantidad de leche recomendada en los ni?os var¨ªa seg¨²n la edad. Seg¨²n el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (US Departament of Agriculture), estas son las cantidades diarias de este alimento aconsejables para ni?os y adolescentes: de dos a tres a?os, dos tazas (480 mililitros); de cuatro a ocho a?os, unas dos tazas y media (600 mililitros); y de nueve a 18 a?os, tres tazas (720 mililitros). ¡°Durante la adolescencia se requiere un mayor aporte de calcio¡±, prosigue el pediatra, ¡°y es razonable aumentar su ingesta, as¨ª como de otros productos l¨¢cteos, para construir huesos fuertes durante el crecimiento¡±. Caraba?o a?ade que el calcio tambi¨¦n est¨¢ en otros alimentos como las legumbres, los frutos secos o las conservas de pescado.

¡°Adem¨¢s, si la madre no da el pecho al beb¨¦, a partir del a?o de edad, se le puede dar un vaso de leche entera y un yogur como parte de su dieta¡±, explica Laura Llorente, nutricionista y psic¨®loga del Instituto Centta, una cl¨ªnica de psicolog¨ªa situada en Madrid. ¡°La leche es un alimento completo porque aporta tambi¨¦n prote¨ªnas ¡ªcase¨ªna¡ª, f¨®sforo, carbohidratos, vitaminas A, B y D y minerales¡±, incide esta experta. Seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Pediatr¨ªa (AEP), cada 100 mililitros de leche aportan unas 60-65 calor¨ªas.

Qu¨¦ pasa cuando el ni?o no tolera la leche

Caraba?o explica que la leche de vaca tambi¨¦n contiene lactosa ¡ªaz¨²car de la leche¡ª y puede provocar una intolerancia que se traduce en s¨ªntomas como dolor abdominal, flatulencia, diarrea acuosa o enrojecimiento en la zona del pa?al en el caso los beb¨¦s. ¡°Entre un 10% y un 20% de la poblaci¨®n infantil tiene intolerancia a la lactosa¡±, prosigue este experto, ¡°y su diagn¨®stico se realiza tras pruebas de aliento o un test gen¨¦tico¡±.

¡°En el caso de los ni?os menores de seis a?os, la mala absorci¨®n de la lactosa es muy poco frecuente y esta aumenta con la edad y alcanza su punto m¨¢ximo de los 10 a los 16 a?os¡±, explica Jos¨¦ Carlos Mar¨ªn, director cient¨ªfico del Instituto Cl¨ªnico del Aparato Digestivo, en Madrid. ¡°La tolerancia var¨ªa seg¨²n la cantidad que se ingiere. En cualquier caso, las personas con intolerancia a la lactosa suelen asimilar bien cierta cantidad de este az¨²car. Por lo general, el equivalente a un vaso de leche al d¨ªa, alrededor de 10 gramos de lactosa diarios¡±.

Exactamente, seg¨²n contin¨²a Mar¨ªn, la intolerancia a la lactosa aparece cuando no se puede digerir adecuadamente esta sustancia y al no ser absorbida por el intestino se produce la irritaci¨®n en el sistema digestivo. Seg¨²n sostiene el experto, los ni?os que tienen la variante gen¨¦tica que produce intolerancia a la lactosa son tan sanos como aquellos que tienen la que les permite consumir lactosa con normalidad. Y aclara que el tratamiento puede ser tan f¨¢cil como sustituir la leche por un producto que no tenga lactosa.

Diferencias con la alergia

¡°La lactosa no suele generar alergia alimentaria. Esta ¨²ltima es una respuesta at¨ªpica del sistema inmunitario que suele darse por las prote¨ªnas presentes en este alimento como la case¨ªna, las lactoglobulinas y los anticuerpos bovinos¡±, a?ade Mar¨ªn. Los datos indican que entre un 2% y un 5% de los ni?os espa?oles la padece, seg¨²n la AEP. ¡°En este caso, los ni?os suelen padecer irritaciones intestinales como diarrea cr¨®nica, poca ganancia de peso, v¨®mitos y decaimiento¡±, menciona entre los s¨ªntomas Caraba?o. La reacci¨®n al¨¦rgica sucede inmediatamente despu¨¦s de que el ni?o la consuma y los s¨ªntomas pueden variar de leves a graves. Adem¨¢s de los ya mencionados, se pueden incluir sibilancia del pecho, urticaria y puede causar anafilaxia, una reacci¨®n grave que puede poner en riesgo la vida del menor, seg¨²n informa la Cl¨ªnica Mayo de EE UU en su web.

¡°La alergia suele aparecer durante los primeros tres a?os de vida y a partir de esa edad es muy excepcional¡±, a?ade Mar¨ªn. Este experto explica que es poco habitual en adolescentes, pero es una de las m¨¢s frecuentes a los cuatro a?os. Los menores que la sufren deben seguir una dieta rigurosamente exenta de prote¨ªnas de leche de vaca. ¡°Si el ni?o tomara una f¨®rmula artificial de leche, se sustituir¨ªa por una que lleve leche de vaca hidrolizada¡±, ejemplifica Caraba?o. Por su parte, Llorente recuerda que el consumo de l¨¢cteos vacunos no es imprescindible: ¡°Se ha vendido como un producto estrella de fuente principal de calcio y prote¨ªnas, pero no es el ¨²nico alimento del que se pueden obtener estos nutrientes, tambi¨¦n est¨¢n presentes en las bebidas de origen vegetal, como las de avena o almendras¡±.

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