La pandemia no frena a una nueva caravana de migrantes centroamericanos
Alrededor de 3.000 personas se unen en Guatemala a los cientos de hondure?os que salieron el mi¨¦rcoles rumbo a Estados Unidos
Una nueva caravana de migrantes centroamericanos avanza hacia Estados Unidos. El primer grupo sali¨® desde San Pedro Sula (Honduras) el mi¨¦rcoles por la noche, pero este jueves y viernes se han unido 3.000 personas en Guatemala, seg¨²n lo estimado por el Gobierno de este pa¨ªs, que intenta frenar la ruta hacia el norte, tal y como se comprometi¨® con Donald Trump. Como ha sucedido desde que se iniciaran las grandes caravanas en 2018, se espera que se sumen otros, cualquiera que no est¨¦ dispuesto a transita...
Una nueva caravana de migrantes centroamericanos avanza hacia Estados Unidos. El primer grupo sali¨® desde San Pedro Sula (Honduras) el mi¨¦rcoles por la noche, pero este jueves y viernes se han unido 3.000 personas en Guatemala, seg¨²n lo estimado por el Gobierno de este pa¨ªs, que intenta frenar la ruta hacia el norte, tal y como se comprometi¨® con Donald Trump. Como ha sucedido desde que se iniciaran las grandes caravanas en 2018, se espera que se sumen otros, cualquiera que no est¨¦ dispuesto a transitar el infierno migrante mexicano solo, fuera de los caminos, en las sombras. Algunos llevan mascarillas, pero la covid-19 parece ser la ¨²ltima de las preocupaciones de quienes escapan de amenazas concretas de muerte. Una masa migrante que le recuerda al mundo que la violencia y el hambre contin¨²an acech¨¢ndolos, con o sin pandemia.
En el sur de Guatemala, en R¨ªo Dulce, un grupo de cientos de ellos se ha topado con agentes de la Polic¨ªa Nacional que ha intentado sin ¨¦xito disuadirlos. El convenio de libre tr¨¢nsito entre los pa¨ªses centroamericanos les permite circular sin otra documentaci¨®n que la de su pa¨ªs de origen por toda la regi¨®n. Y aunque el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, orden¨® detenerlos en su af¨¢n por cumplir con lo acordado con Estados Unidos, no queda claro si esto entrar¨ªa en conflicto con lo establecido por el convenio. En un v¨ªdeo grabado por el reportero local Felipe Garr¨¢n se observa a unos agentes preguntando al grupo si hay alg¨²n voluntario para regresar a Honduras. Al un¨ªsono responden: ¡°?No!¡±. Los agentes en este punto de Guatemala le explican al reportero que, aunque tienen ¨®rdenes de detenerlos es ¡°imposible¡±: ¡°Nosotros somos siete y ellos son muchos¡±.
Este grupo est¨¢ a m¨¢s de 1.600 kil¨®metros del punto habitual de entrada a M¨¦xico, el puente que divide M¨¦xico con Guatemala en Ciudad Hidalgo (Chiapas). Pero muchos desde ah¨ª suelen moverse en autobuses o haciendo autoestop y tardan aproximadamente algo m¨¢s de un d¨ªa en reunirse todos en la ciudad guatemalteca fronteriza Tec¨²n Um¨¢n, frente a Ciudad Hidalgo. Es aqu¨ª donde generalmente se observa la magnitud de la caravana y comienza la presi¨®n hacia M¨¦xico.
En la conferencia de prensa de este viernes, el presidente L¨®pez Obrador ha calificado a la nueva caravana como una ¡°provocaci¨®n¡± de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos el pr¨®ximo 3 de noviembre. ¡°Nos parece muy raro, es muy extra?o el que salga esta caravana, es mucha la casualidad y ?c¨®mo es que sale de Honduras donde hay hasta toque de queda? Que se permita que se integre este grupo que ya entr¨® a Guatemala, que fue convocado en redes sociales es muy extra?o¡±, ha apuntado el presidente mexicano. Y ha advertido: ¡°S¨ª es un asunto que yo creo que tiene que ver con la elecci¨®n en Estados Unidos, no tengo todos los elementos pero hay indicios de que esto se arm¨® con ese prop¨®sito, no s¨¦ en beneficio de qu¨¦ ni de qui¨¦n. Pero no nos estamos chupando el dedo¡±.
La situaci¨®n ha cambiado mucho desde el ¨²ltimo intento de migrar juntos a mediados de enero. La llegada de esa caravana a la frontera sur mexicana y las im¨¢genes de la Guardia Nacional reprimiendo con dureza a quienes trataban de cruzar el r¨ªo que divide M¨¦xico de Guatemala, lanz¨® un potente mensaje de que el Gobierno de L¨®pez Obrador no ser¨ªa indulgente en su pol¨ªtica migratoria. Y, sobre todo, de que las presiones de Estados Unidos y los exabruptos de Donald Trump para que todo el territorio mexicano se convierta en su gran muro del sur, hab¨ªan surtido efecto. Casi ocho meses despu¨¦s, la pol¨ªtica de mano dura sigue siendo la misma y aunque los focos y los recursos se han destinado estos meses a paliar los efectos de la pandemia, se espera que las autoridades frenen lo m¨¢ximo posible la entrada de migrantes al pa¨ªs.
Las cifras de migrantes detenidos y deportados estos meses demuestran que la agenda pol¨ªtica mexicana no estaba en las fronteras. Entre enero y julio, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles de la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n (Interior) fueron detenidos ¡ªaunque los informes oficiales se?alan eufem¨ªsticamente ¡°presentados¡±¡ª 43.306 migrantes, en su mayor¨ªa hondure?os y guatemaltecos y casi todos en Chiapas, el Estado mexicano que colinda con Guatemala. Esto supone casi un 70% menos detenidos que en el mismo periodo del a?o pasado. Tambi¨¦n, las cifras de deportaciones que ven¨ªan triplic¨¢ndose en los ¨²ltimos a?os, han ca¨ªdo: en total en esos siete meses se deport¨® a 31.722 migrantes. Y se otorg¨® el refugio ¡ªun recurso que muchos comenzaron a solicitar en M¨¦xico dado el bloqueo para continuar hacia el norte y pedirlo en Estados Unidos¡ª a 6.261 personas, la mayor¨ªa venezolanos, pero tambi¨¦n hondure?os (2.083) y de El Salvador (1.010).
La llegada de una nueva caravana migrante ha vuelto a poner el dedo sobre el rengl¨®n de una tragedia que no cesa. Los ¨ªndices de violencia, de pobreza y de ausencia del Estado en los pa¨ªses centroamericanos, especialmente Honduras y El Salvador, se suman ahora a una crisis econ¨®mica global provocada por la pandemia. La asfixia a la que estaban sometidos sus habitantes que hu¨ªan se agrava y la forma m¨¢s segura de escapar parece ser la que idearon ¡ªcon m¨¢s ¨¦xito desde 2018¡ª con las caravanas.
La estrategia de L¨®pez Obrador desde que acept¨® las peticiones de Estados Unidos para frenar la migraci¨®n fue desplegar m¨¢s soldados en las dos fronteras. El a?o pasado, el presidente estadounidense amenaz¨® a M¨¦xico con imponer aranceles a sus exportaciones si no tomaba cartas serias en el asunto. Y el mandatario mexicano respondi¨® con 15.000 militares, miembros del cuerpo de la Guardia Nacional, en la frontera norte y unos 6.500 en la frontera sur, seg¨²n concret¨® el Secretario de Defensa Luis Cresencio Sandoval. Unos agentes que adem¨¢s ten¨ªan la capacidad de detener a los migrantes en el l¨ªmite fronterizo con Estados Unidos, algo muy poco usual hasta ahora, e im¨¢genes como la de una madre con su ni?a detenidas por la Guardia Nacional mientras cruzaban el R¨ªo Bravo dieron la vuelta al mundo.
Adem¨¢s, M¨¦xico firm¨® un acuerdo con su vecino del norte llamado Remain in Mexico (Qu¨¦date en M¨¦xico) por el que en su parte m¨¢s pol¨¦mica se compromet¨ªa a asumir que los miles de migrantes que esperan sus tr¨¢mites de asilo en los tribunales estadounidenses permanecieran en M¨¦xico. Incluso cuando en este pa¨ªs no hubieran iniciado ning¨²n proceso migratorio y tampoco cumple con las condiciones del llamado tercer pa¨ªs seguro, seg¨²n las organizaciones de derechos humanos que criticaron la medida.
Las caravanas parec¨ªan haberse desintegrado, pero no el flujo. En 2019, el a?o en el que la represi¨®n contra ellos fue m¨¢s contundente, fueron detenidos casi 200.000 y deportados unos 150.000. Con el despliegue de la Guardia Nacional y agentes de migraci¨®n funcionando como un embudo desde el sur, los migrantes se salieron de los caminos transitados, esquivaron los retenes militares por el monte, se volvieron a subir a La Bestia, las mordidas a polic¨ªas y agentes migratorios se encarecieron, muchos coyotes (personas encargadas de cruzar migrantes) hicieron el agosto. Fuera de las caravanas han estado en definitiva m¨¢s expuestos al infierno migrante ya conocido: secuestros, violaciones, ejecuciones, trata de personas, asaltos a punta de machete, carne de ca?¨®n para el crimen organizado.
Todo apunta a que esta nueva caravana no lo tendr¨¢ f¨¢cil. La estrategia de pulverizarla comenzar¨¢ desde que pongan un pie en territorio mexicano. Y m¨¢s a¨²n con unas elecciones presidenciales de Estados Unidos en menos de un mes. Los bad hombres de Trump, que en su inmensa mayor¨ªa son cientos de j¨®venes y familias desesperadas por tener una vida, ni siquiera un sue?o americano, avanzan de nuevo. Y el reto del Gobierno mexicano se vuelve m¨¢s complicado estos d¨ªas, pues adem¨¢s de enfrentar una crisis sanitaria y social por la pandemia, tendr¨¢ que asumir las consecuencias de haber aceptado los designios de su vecino del norte.