El ¡®caso Cienfuegos¡¯, un reto para el maltrecho sistema judicial en M¨¦xico
Celebrada como una victoria diplom¨¢tica, la llegada del general al pa¨ªs supone un desaf¨ªo para la Fiscal¨ªa y el Estado mexicano
El anuncio del traslado del general Salvador Cienfuegos a M¨¦xico ha generado cantidad de reacciones al sur del r¨ªo Bravo. En muchos casos, los comentarios aluden a una palabra, un concepto: impunidad. En M¨¦xico existe la opini¨®n de que la salida del general de Estados Unidos, donde hab¨ªa sido acusado por la Fiscal¨ªa de tres cargos de narcotr¨¢fico y uno de lavado de dinero, implica autom¨¢ticamente su perd¨®n. Hasta ahora, la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica mexicana (FGR) no ha informado sobre el estado de la investigaci¨®n en M¨¦xico despu¨¦s de que la agencia iniciara sus pesquisas cuando supo de la acusaci¨®n contra el militar en Estados Unidos, a mediados de octubre. El 11 de noviembre recibi¨® las pruebas acumuladas por sus pares al otro lado de la frontera, pero hasta ahora no se sabe cu¨¢nto ha avanzado la Justicia mexicana en el caso.
A su llegada a M¨¦xico, el que fuera secretario de Defensa durante el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto fue notificado de que el Ministerio P¨²blico mexicano conduce una investigaci¨®n en su contra con la informaci¨®n que recibi¨® del Departamento de Justicia estadounidense. El reto es may¨²sculo para la Fiscal¨ªa. Te¨®ricamente aut¨®noma, la dependencia deber¨¢ abordar un camino desconocido, ya que nunca ha procesado a un general de la talla de Cienfuegos. El respaldo del presidente, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, a las Fuerzas Armadas y la tibieza de la narrativa gubernamental tras la detenci¨®n del general abren cantidad de interrogantes sobre el futuro de la investigaci¨®n. Por el momento, el Gobierno celebra el triunfo diplom¨¢tico, pero la presi¨®n aumentar¨¢ con Cienfuegos ya de vuelta.
¡°Este es el caso pol¨ªtico m¨¢s importante del sexenio. Es una gran oportunidad que tiene el presidente, para exponer todas las redes de complicidad que existen entre las Fuerzas Armadas y el crimen. Y es que adem¨¢s va a tener la presi¨®n de EE UU para que el proceso salga adelante, lo que en este caso es positivo¡±, considera Carlos P¨¦rez Ricart, doctor en ciencia pol¨ªtica y experto en la relaci¨®n bilateral entre M¨¦xico y Estados Unidos. ¡°Lo peor que podr¨ªa pasar, m¨¢s all¨¢ de culpable o inocente, es que la investigaci¨®n no sea lo suficientemente transparente. Si la FGR logra hacer una investigaci¨®n que no se fije solo en el personaje, sino en las redes de complicidad, puede dar entrada a un macrocaso¡±, a?ade.
Las dudas sobre el proceso en M¨¦xico son evidentes para Ana Lorena Delgadillo, directora Ejecutiva de la Fundaci¨®n para la Justicia. ¡°?Por qu¨¦ tenemos tanto temor de que sean las instituciones mexicanas las que investiguen? Porque han probado que no tienen ni la capacidad ni la autonom¨ªa para llevar a cabo investigaciones como estas. La ciudadan¨ªa no conf¨ªa en la procuraci¨®n de justicia, ni federal ni local, lo cual no es ninguna novedad frente al m¨¢s del 98% de impunidad en el pa¨ªs¡±.
Experta en acceso a la justicia, Delgadillo sospecha del acuerdo entre M¨¦xico y Estados Unidos. ¡°?Por qu¨¦ hace unos d¨ªas la Fiscal¨ªa de Estados Unidos no confiaba en la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica y en pocos d¨ªas esto cambi¨®? ?Qu¨¦ fue lo que sucedi¨® para este repentino cambio? Lo que dice la Fiscal¨ªa estadounidense es que ahora reconoce la importancia de la cooperaci¨®n judicial entre ambos pa¨ªses. Si es as¨ª, ?por qu¨¦ esa cooperaci¨®n no se dio antes y no se notific¨® a M¨¦xico sobre las investigaciones que se estaban realizando a Cienfuegos y sobre su detenci¨®n?¡±.
Graciela Rodr¨ªguez es directora de la Comisi¨®n Mexicana para la Promoci¨®n y Defensa de los Derechos Humanos, una organizaci¨®n que ha documentado delitos cometidos por militares en el contexto de la guerra contra el narco. Muchos, perpetrados cuando Cienfuegos era el secretario de la Defensa. Como Delgadillo, Rodr¨ªguez dice que la FGR no est¨¢ preparada, ¡°no tiene capacidad de hacer una investigaci¨®n de contexto¡±, se?ala.
P¨¦rez Ricart discrepa aqu¨ª: ¡°Cuando el Estado mexicano quiere hacer algo es bastante efectivo. Pero s¨ª, este caso es una prueba de fuego. Y existe una tensi¨®n entre dos fuerzas, la primera es el compromiso de M¨¦xico con Estados Unidos para llevar a cabo el proceso. Algo tendr¨¢ que hacer la Fiscal¨ªa. Y la segunda son los compromisos del Gobierno con el Ej¨¦rcito, o la complicidad entre la Fiscal¨ªa y el Ej¨¦rcito¡ Quiz¨¢ sea una tensi¨®n dif¨ªcilmente irresoluble¡±.
Para Rodr¨ªguez, las pesquisas de la Fiscal¨ªa no deber¨ªan quedarse en los casos de narcotr¨¢fico o lavado. ¡°La ley contempla que la FGR tenga unidades de especialidad en investigaci¨®n de contexto. Es decir, no se trata de ir caso por caso, sino investigar el contexto. Y claro, el tema aqu¨ª es que Cienfuegos deber¨ªa ser investigado desde esa perspectiva. Porque en M¨¦xico hay al menos 143 v¨ªctimas de tortura, asesinato y desaparici¨®n forzada, cometida por militares bajo al mando de Cienfuegos, seg¨²n datos de la oficina del ombudsperson¡±.
Rodr¨ªguez dice adem¨¢s que el mensaje que manda el Gobierno con el retorno de Cienfuegos es ¡°desalentador¡±. Hay un trato diferenciado seg¨²n los casos, defiende. ¡°?Por qu¨¦ Cienfuegos s¨ª vuelve y Garc¨ªa Luna no?¡±, dice, en referencia al jefe de la polic¨ªa durante el Gobierno de Felipe Calder¨®n (2006-2012), preso en EE UU, tambi¨¦n por narcotr¨¢fico. ¡°El mensaje est¨¢ siendo claro en el sentido de que con los militares no. Y eso, en un momento en el que la militarizaci¨®n aumenta, hay un mensaje del Gobierno de apoyo a los militares¡±, concluye.
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