¡°Muchos de los beneficios del nuevo Chapultepec no se ver¨¢n hasta dentro de 20 a?os¡±
El artista detalla a El PA?S los avances de la remodelaci¨®n de las 800 hect¨¢reas del pulm¨®n verde de M¨¦xico, el mayor proyecto cultural del sexenio
La pandemia interrumpi¨® los paseos y las investigaciones sobre el terreno, pero Gabriel Orozco asegura que ya le hab¨ªa dado tiempo a recorrer casi todas las 800 hect¨¢reas del Bosque de Chapultepec. Y eso ha sido importante, porque una de las cosas que aprendi¨® por el camino es que ¡°gran parte de este proyecto se resuelve andando¡±. Pese a los dif¨ªciles tiempos v¨ªricos, el mayor proyecto cultural del sexenio ha seguido avanzan...
La pandemia interrumpi¨® los paseos y las investigaciones sobre el terreno, pero Gabriel Orozco asegura que ya le hab¨ªa dado tiempo a recorrer casi todas las 800 hect¨¢reas del Bosque de Chapultepec. Y eso ha sido importante, porque una de las cosas que aprendi¨® por el camino es que ¡°gran parte de este proyecto se resuelve andando¡±. Pese a los dif¨ªciles tiempos v¨ªricos, el mayor proyecto cultural del sexenio ha seguido avanzando desde que, en abril del a?o pasado, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador anunciara la remodelaci¨®n de uno de los espacios verdes urbanos m¨¢s grandes del planeta, un gigante con amplias zonas ya urbanizadas y un tama?o total de, por ejemplo, dos veces el Central Park de Nueva York.
Para convertir el Bosque de Chapultepec en ¡°el espacio cultural m¨¢s grande e importante del mundo¡±, el presidente nombr¨® como coordinador a Orozco, el artista contempor¨¢neo m¨¢s internacional y cotizado del pa¨ªs, que acept¨® el tit¨¢nico encargo ¡°por honor¡±, sin prestaci¨®n econ¨®mica a cambio. Un a?o y medio despu¨¦s, su equipo, formado por arquitectos, bi¨®logos, ingenieros o urbanistas, ha presentado en una exposici¨®n las l¨ªneas generales de su plan maestro.
Por los pasillos de la muestra, Orozco explica a El PA?S la ¡°sinopsis gr¨¢fica de conceptos y diagn¨®sticos¡± ayudado por maquetas, mapas y textos, que son solo una muestra de las m¨¢s de 600 p¨¢ginas de trabajo que acumulan. Durante la conversaci¨®n se repiten verbos como balancear, conectar, restaurar, reforestar. Hasta que el bosque urbano, con siglos de historia, vuelva a ser ¡°un organismo sano y entero, no fragmentado y dislocado¡±. Sobre un posible calendario final anticipa: ¡°Es muy dif¨ªcil saber cu¨¢ndo se pueda inaugurar todo. Muchos de los beneficios no se van a ver hasta dentro de 20 a?os¡±.
Ante las cr¨ªticas acerca de la idoneidad del proyecto en un pa¨ªs tan centralizado como M¨¦xico y las recomendaciones de redirigir los fondos ¨C3.508 millones de pesos para el a?o que viene (177 millones de d¨®lares), el 25% del presupuesto total de Cultura¨C a las instituciones del sector m¨¢s afectadas por la pandemia, Orozco defiende que se trata de una derrama espec¨ªfica que no resta financiaci¨®n al resto de partidas culturales. Sobre todo, porque el coraz¨®n del proyecto, seg¨²n su coordinador, trasciende lo cultural y es ¡°fundamentalmente ecol¨®gico¡±, con nuevas construcciones que se basar¨¢n en ¡°restaurar la infraestructura ya existente que est¨¢ subutilizada o de plano derruida¡±.
Pregunta. ?C¨®mo ha afectado la pandemia al avance del proyecto?
Respuesta. Por suerte llev¨¢bamos un a?o de investigaciones y diagn¨®sticos. Aunque yo no pude, mi equipo ha seguido trabajando. En la restauraci¨®n, por ejemplo, de las 40 hect¨¢reas de la tercera secci¨®n. Lo que se vio interrumpido principalmente fue la comunicaci¨®n. Esta exposici¨®n es la primera vez que estamos ense?ando al p¨²blico lo que hemos trabajado en un a?o y medio. Una sinopsis gr¨¢fica de lo que hemos avanzado.
P. La exposici¨®n es tambi¨¦n una llamada al di¨¢logo con vecinos y agentes sociales. ?C¨®mo est¨¢ siendo la respuesta?
R. Bastante buena. Tenemos un cuaderno de asuntos y sugerencias, sigue abierto el portal en Internet y est¨¢n los quioscos informativos alrededor del bosque. Mi equipo de trabajo nunca ha estado cerrado a propuestas que nos llegan paulatinamente de artistas, arquitectos y urbanistas. Esto es un proceso de reflexi¨®n en torno al proyecto. Algunos conceptos ya est¨¢n desarrollados en planos ejecutivos, otros apenas formul¨¢ndose. Se ha sumado bastante gente a proponer cosas y se est¨¢n analizando. Se convoc¨® un concurso para el Centro de Cultura Ambiental y un nuevo jard¨ªn etnobot¨¢nico en la secci¨®n dos que tuvo una participaci¨®n mucho m¨¢s grande de la que esper¨¢bamos. Entraron 120 equipos de bi¨®logos, ambientalistas, arquitectos y paisajistas. Ya hay jurado y el 22 diciembre seleccionaremos a cinco finalistas para que desarrollen el anteproyecto y luego nombrar un ganador. Los primeros concursos han generado una participaci¨®n muy grande.
P. Hace unos meses provoc¨® pol¨¦mica el supuesto traslado del jard¨ªn bot¨¢nico para construir uno de los pabellones.
R. No se va a tocar ni un ¨¢rbol, ni una planta. La propuesta para el Pabell¨®n Contempor¨¢neo Mexicano es dar un mejor servicio tanto al jard¨ªn bot¨¢nico de la primera secci¨®n como a toda esa zona de museos hist¨®ricos: Arte Moderno, Antropolog¨ªa, Tamayo y el Castillo. Falta por acabar de restaurar h¨ªdricamente la zona. Queremos ampliar el jard¨ªn bot¨¢nico y quitar alguna infraestructura que est¨¢ abandonada o subutilizada. Lo que estamos haciendo en general en todo el proyecto es restaurar los recursos ya existentes que est¨¢n subutilizados o de plano derruidos para restaurar, reforestar y hacerlos m¨¢s accesibles.
P. ?Cu¨¢l es la zona m¨¢s afectada?
R. La secci¨®n dos. Porque es la m¨¢s industrial. Era una zona de minas, que tiene un suelo inestable y adem¨¢s es la que m¨¢s se ha abocado a la industria del entretenimiento con La Feria, el Museo del Ni?o, zonas que han tendido a una idea de parque m¨¢s que de bosque. Queremos recuperar el bosque, por eso el nuevo jard¨ªn etnobot¨¢nico, que ser¨¢ cuatro veces m¨¢s grande que el actual, es tan importante como una manera de reforestar y al mismo tiempo generar un tipo de cultura en relaci¨®n a la naturaleza. Por eso hablamos de bioculturalidad. En M¨¦xico, como en otros lugares, la gente no termina de relacionar la cultura con la ecolog¨ªa. La percepci¨®n del proyecto empez¨® a ser absorbida desde la secci¨®n cultural, cuando en realidad el proyecto es fundamentalmente ecol¨®gico
P. Otra pata importante del proyecto es la accesibilidad y la conexi¨®n de las distintas zonas del bosque. El Perif¨¦rico es un monstruo de cemento de dos niveles que parte el espacio verde.
R. Nuestra propuesta es llevar a cabo tres trazos para transe¨²ntes. Hemos encontrado tres zonas a nivel donde pensamos que podemos trazar un puente ancho, que llamamos calzada peatonal, que pasar¨¢ de un lado al otro del Perif¨¦rico entre los dos pisos. Proponemos que sea suficientemente ancho para que puedan pasar carreolas para la familia, personas con capacidades diferentes, bicicletas y, porque no, en su momento alg¨²n tipo de transporte p¨²blico. No son los cl¨¢sicos pasos peatonales que tienes que subir la escalera y luego bajar. Es un paso a nivel, con una pendiente m¨ªnima y eso hace que sea muy ¨¢gil y factible la conectividad.
Para explicar mejor mejor sus planes de movilidad, Orozco se acerca a una de las maquetas en tres dimensiones a escala del territorio completo del parque. Se?ala con la mano el primer punto, que empalmar¨¢ con la Calzada de los Compositores, cerca de la zona del actual parque de atracciones, tambi¨¦n en remodelaci¨®n. A¨²n est¨¢n analizando otro posible cruce m¨¢s al sur, en la esquina de Constituyentes con la Calzada de Chivatito, justo en la entrada de Los Pinos, la antigua residencia presidencial, que desde la llegada al poder de L¨®pez Obrador se ha reconvertido en un centro cultural. Y el tercero paso, al norte, a la espalda del Auditorio Nacional.
La maqueta replica la orograf¨ªa sinuosa del bosque. Barrancas, montes, cuencas y manantiales. Hasta un viejo volc¨¢n, seco desde tiempos prehist¨®ricos, sobre el que el segundo virrey de la Nueva Espa?a levant¨® un palacio para descansar despu¨¦s de las jornadas de caza. Convertido en el siglo XIX en fortaleza militar, la leyenda dice que durante la invasi¨®n estadounidense un grupo de cadetes, de 12 a 18 a?os, resistieron hasta el final el envite enemigo. Y que el ¨²ltimo de ellos, ya acorralado, decidi¨® envolverse en la bandera mexicana y lanzase al vac¨ªo por la ladera del volc¨¢n para evitar que la insignia patria cayera en manos estadounidenses. El mito nacional de los Ni?os H¨¦roes.
¡°Todo mexicano tiene su propio Chapultepec¡±, dice uno de los textos de la exposici¨®n en relaci¨®n a su importancia simb¨®lica. Los or¨ªgenes del parque son anteriores a la fundaci¨®n de Tenochtitl¨¢n y en su territorio se ha concentrado hist¨®ricamente el poder pol¨ªtico, cultural y militar del pa¨ªs. Desde los ba?os de Moctezuma, el castillo de los Ni?os H¨¦roes que recuperar¨ªa luego el emperador Maximiliano de Habsburgo, la residencia oficial de los presidentes, varios museos claves, el pante¨®n de nombres ilustres o las amplias instalaciones militares.
El Bosque de Chapultepec tambi¨¦n es la representaci¨®n de las desigualdades de M¨¦xico. Se?alando la franja lim¨ªtrofe de la zona sur, Orozco apunta que ¡°este es un punto de inaccesibilidad que ha generado mucha injusticia social para toda esta poblaci¨®n que no tiene acceso a este servicio ambiental, recreativo y de espacio p¨²blico que es Chapultepec¡±. Se trata de las colonias 16 de septiembre y Daniel Garza, dos barrios populares que miran de frente al parque pero con la entrada bloqueada por otra megacarretera, la Avenida Constituyentes. Una de los opciones que baraja su equipo es soterrar la autov¨ªa. ¡°Estamos en los estudios finales para tomar la decisi¨®n m¨¢s conveniente. Hay varias teor¨ªas de movilidad de cu¨¢l es la mejor soluci¨®n. No es un proyecto barato, pero supone la posibilidad de acceso para un sector importante de la poblaci¨®n, que ha sido el que menos ha podido disfrutar el bosque¡±.
P. Sobre todo en comparaci¨®n con los barrios del norte del parque, como Lomas de Chapultepec, una de las zonas m¨¢s ricas de la ciudad.
R. Aqu¨ª puede verse, no tienen barreras con el parque. Todo son zonas verdes y jardines. Incluso han invadido parcialmente, poco a poco, el espacio p¨²blico.
P. ?Van a hacer algo con esas invasiones?
R. Lo primero es sanear el espacio para que empiece haber un consorcio, una comunidad, un ecosistema social que comience a rehabilitar y refertilizar una zona que ha estado abandonada.
P. La intervenci¨®n cultural tambi¨¦n pretende equilibrar la oferta de todo el parque.
R. Esta exposici¨®n ayuda a entender la dimensi¨®n del proyecto, de los ejes que estamos tratando de implementar: social, ecol¨®gico y cultural. La parte cultural que se quiere proponer es en sentido amplio. La cultura no solamente como las Bellas Artes sino como artes aplicadas, artes ambientales, artes sociales y como una restauraci¨®n y reapertura de un espacio p¨²blico como este.
P. ?Qu¨¦ es la Casa de la Cultura Pol¨ªtica?
R. Tenemos tres propuestas de rehabilitaci¨®n de casas dentro del recinto de Los Pinos. Una ya se inaugur¨®, que es la Casa L¨¢zaro C¨¢rdenas. La otra es la Casa del Ma¨ªz, en el Molino del rey. Y una tercera, que estamos viendo cu¨¢l ser¨¢, donde consideramos que ser¨ªa importante que se conservara algo de memoria de lo que fue la cultura pol¨ªtica que se desarroll¨® no solo dentro de Los Pinos, sino todo el arte, periodismo, oposici¨®n, los movimientos sociales que estuvieron en confrontaci¨®n o en di¨¢logo. Queremos aprovechar la apertura de Los Pinos y la implementaci¨®n de este nuevo bosque para generar un espacio de archivo, biblioteca y centro de exposiciones temporales sobre lo que es la cultura pol¨ªtica, que no es lo mismo que la pol¨ªtica cultural.
P. ?C¨®mo responde a las cr¨ªticas acerca de la idoneidad del proyecto y las recomendaciones de redirigir esos fondos a los sectores culturales m¨¢s afectados por la pandemia?
R. Este proyecto es una inversi¨®n no un gasto p¨²blico. Una inversi¨®n cultural, ambiental y social. Est¨¢s invirtiendo en uno de los espacios p¨²blicos m¨¢s importantes del pa¨ªs. No es m¨¢s cultura en el sentido tradicionalista europeo. Es cultura porque ya es un centro cultural inmenso, uno de los lugares m¨¢s visitados del pa¨ªs. Adem¨¢s, el hecho de que haya habido recortes en instituciones no tiene nada que ver porque esta inversi¨®n se hace con un presupuesto espec¨ªfico, que adem¨¢s est¨¢ repartido casi en partes iguales para los tres ejes: social, medio ambiente y cultural. Vamos a refertilizar el subsuelo, dar acceso y restaurar la infraestructura que ya est¨¢. La zona militar, por ejemplo, tiene cuatro nodos culturales, todos en naves industriales que ya existen. A eso me refiero con que es una inversi¨®n restaurativa, cultural, social y de salud.
P. Otra cr¨ªtica es que la ciudad no necesita m¨¢s museos. ?Qu¨¦ son exactamente los pabellones que propone?
R. Pabell¨®n viene del franc¨¦s. Es un espacio que normalmente est¨¢ en un bosque o en un parque. El Palacio de Cristal del parque del Retiro de Madrid, por ejemplo. O el Serpentine del Hyde Park de Londres. Es un espacio de exposici¨®n y de an¨¢lisis, una mezcla entre un laboratorio, un invernadero y un espacio de conservaci¨®n. Por eso la palabra pabell¨®n es la que nos pareci¨® m¨¢s correcta. Porque no estamos hablando en ning¨²n caso de un museo. Lo que m¨¢s se acerca a un museo es la Casa L¨¢zaro C¨¢rdenas, donde la familia ha cedido una colecci¨®n. Lo que pretendemos es balancear el programa cultural de Chapultepec, que ha ido creciendo fragmentariamente y sus territorios est¨¢n parchados, no necesariamente bien interconectados como un ecosistema cultural o de movilidad. Queremos que cada uno de los nodos, como una acupuntura, sean detonadores tanto culturales como ecol¨®gicos.
P. ?Qu¨¦ es el cubo ac¨²stico?
R. Una zona ya impactada que se construy¨® pensando en un lugar para los vendedores ambulantes y qued¨® abandonada. No funcion¨® ni 15 d¨ªas y se hizo en una zona donde el Centro Cultural del Bosque, con sus teatros y academias, fue encajonado por un Auditorio Nacional posterior que termin¨® por generar un anacronismo. Toda esta zona que es ahora un estacionamiento es donde hemos proyectado el jard¨ªn etnobot¨¢nico y el cubo.
P. ?Qu¨¦ infraestructura ser¨¢ la base para el Pabell¨®n Cultural Mexicano?
R. Va sobre una plancha de concreto con un pabell¨®n que se quit¨® de la zona de adultos mayores. Un pabell¨®n viejo, totalmente desproporcionado. A la vez vamos a darle mejor atenci¨®n al jard¨ªn bot¨¢nico y terminar de restaurar este estanque abandonado. Para generar adem¨¢s cierta l¨®gica de conectividad en la oferta cultural de la primera secci¨®n, que esta parchada. Y ha generado crisis en el museo de Arte Moderno, que est¨¢ aislado de todo un recorrido posible, que incluir¨¢ nuestra contemporaneidad cultural incluyendo lo ambiental. La f¨®rmula siempre es la misma: pabell¨®n y restauraci¨®n ecol¨®gica.
P. ?Qu¨¦ plazos maneja para la finalizaci¨®n del proyecto?
R. Es muy dif¨ªcil saber cu¨¢ndo se puede inaugurar una cosa de este tipo. Ni siquiera s¨¦ c¨®mo va uno a poder medir el ¨¦xito o no del proyecto. Tal vez hasta que en tres o cuatro a?os veamos cosas que se sanearon bien y empezaron a brotar beneficios tanto sociales, culturales como ambientales. Cuando empiece la plataforma verde, el cuerpo del bosque entero a funcionar como un organismo sano y entero, no fragmentado, dislocado. Muchas cosas no las vamos a ver hasta dentro de 20 a?os.