El pulm¨®n de M¨¦xico en las manos de Gabriel Orozco
L¨®pez Obrador apuesta por el artista m¨¢s internacional del pa¨ªs para convertir el Bosque de Chapultepec en un gran espacio cultural
Hace m¨¢s de 20 a?os, Gabriel Orozco alcanz¨® la fama internacional con un gesto diminuto, presentar en la Bienal de Venecia una caja de zapatos vac¨ªa. Hoy tiene entre manos la intervenci¨®n de uno de los espacios verdes urbanos m¨¢s grandes del planeta, las 800 hect¨¢reas del Bosque de Chapultepec de Ciudad de M¨¦xico, el doble que el Central Park de Nueva York, el triple que el Hyde Park de Londres. El presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador pretende convertir el pulm¨®n de M¨¦xico en ¡°el espacio cultural m¨¢s grande e importante del mundo¡± y ha nombrado como fact¨®tum del proyecto al artista m¨¢s internacional y cotizado del M¨¦xico contempor¨¢neo.
El proyecto se anunci¨® este martes y a¨²n est¨¢ en pa?ales. No hay presupuesto, ni plazo, apenas un primer esbozo sobre los planos en los que ya ha empezado a trabajar. ¡°No se trata de destruir nada, sino de abrir y reforestar¡±, cuenta Orozco sentado en un banco del bosque entre los ¨¢rboles que han visto pasar tlatoanis mexicas, virreyes espa?oles, emperadores austriacos y presidentes priistas. Los or¨ªgenes del parque son anteriores a la fundaci¨®n de Tenochtitl¨¢n y en su territorio se ha concentrado hist¨®ricamente el poder pol¨ªtico y cultural del pa¨ªs. Desde los ba?os de Moctezuma, el castillo del emperador Maximiliano de Habsburgo, la residencia presidencial de la rep¨²blica, varios museos claves ¨CAntropolog¨ªa, Historia, Arte Moderno y Tamayo-, el pante¨®n de nombres ilustres o importantes instalaciones militares.
¡°En un jard¨ªn la paciencia es importante¡±, subraya el artista sobre cu¨¢ndo se van a poder ver los resultados de su intervenci¨®n. ¡°Se puede pensar que algunos proyectos estar¨¢n terminados en un a?o, parte sustancial ser¨¢ visible en tres; si todo va viento en popa y se mantiene el apoyo de todos, en seis a?os habr¨¢ campos bien sembrados, algunos frutos ya visibles, infraestructura urbana y circulaci¨®n bien organizada. Luego, se ver¨¢ c¨®mo se va a usar, c¨®mo empieza a habitarse, c¨®mo la gente se concientiza para cuidarlo e implementar una ecolog¨ªa que genere conciencia y que repercuta en el resto de parques del pa¨ªs¡±, detalla Orozco, al tiempo que aclara: ¡°Es importante entender que no quiero llenarlo de esculturitas y elefantes blancos que no representan nada. Simb¨®licamente todo mexicano tiene parte de su corazoncito en Chapultepec. El proyecto debe ser divertido, serio ambientalmente, econ¨®mico y espectacular arquitect¨®nicamente, a la vez que sensato y que pueda tener una repercusi¨®n cultural, ecol¨®gica y humana en el mejor de los sentidos¡±.
A caballo de cinco ciudades ¨Cvive parte del a?o en Nueva York, Tokio, Par¨ªs, Ciudad de M¨¦xico y desde hace dos a?os en Bali- las referencias se multiplican para Orozco. La trilog¨ªa paisajista de la escuela inglesa, francesa y japonesa se ha vuelto una suerte de discusi¨®n interna para el artista mexicano, sin obviar los recuerdos de su paso por Madrid, cuando los recorridos por El Retiro en los que hac¨ªa piezas con ramas que encontraba se volv¨ªan ¡°paseos filos¨®ficos¡±.
En ese af¨¢n de apertura e interconexi¨®n, uno de los primero retos ser¨¢ integrar las dos monstruosas carreteras ¨Cuna de ella con dos niveles¨C que atraviesan el espacio verde. ¡°El cruce del perif¨¦rico es muy fuerte, hay que ver c¨®mo hacemos un paso peatonal, que no sea nada m¨¢s un paso elevado de peatones que es imposible de cruzar para una madre con su carreola o para una persona mayor La idea es hacer de todo el bosque un paseo posible con fluidez y que tenga cierta unidad, que est¨¦ integrado para que sea posible un marat¨®n Chapultepec o recorrerlo todo en bici¡±.
El artista se retrotrae a la construcci¨®n de la Ciudad Universitaria mexicana para buscar una referencia en su pa¨ªs. ¡°Es algo in¨¦dito desde entonces¡±. Durante los a?os cuarenta, los tiempos dorados del Estado priista posrevolucionario, se abri¨® una convocatoria p¨²blica para articular urban¨ªsticamente las periferias del sur de la ciudad en torno a construcciones funcionalistas, desnudas, austeras pero integradas con el arte pl¨¢stico. En aquel proyecto participaron los mejores arquitectos, ingenieros y artistas de entonces: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Juan O?Gorman o Mario Pani.
Orozco no cobrar¨¢ por su participaci¨®n como coordinador en el proyecto ¨C¡°uno lo hace por honor¡±- y subraya su sinton¨ªa con el nuevo gobierno de Morena: ¡°Me he reencontrado con un liderazgo en mi pa¨ªs y con un presidente que me cae muy bien, que creo que est¨¢ haciendo las cosas con muy buena voluntad y lanzando proyectos muy interesantes¡±. El artista resalta, en todo caso, que s¨ª se invertir¨¢ dinero en trabajos espec¨ªficos, tratando de reclutar a los mejores arquitectos e ingenieros de M¨¦xico sin que eso suponga un derroche, buscado f¨®rmulas que distintas a ¡°a las burbujas inmobiliarias y la especulaci¨®n financiera¡±.
Con una trayectoria profesional diseminada por pr¨¢cticamente todos los grandes museos del mundo ¨Cde Museo de Arte Moderno de Nueva York al Pompidou de Par¨ªs- Orozco enfatiza que este proyecto aspira a trazar un l¨ªmite con la l¨®gica espectacular y comercial del mundo del arte y defiende la iniciativa p¨²blica liderada por el nuevo Gobierno de izquierdas mexicano. ¡°Ya no existen los museos nacionales. Incluso en Francia, el Louvre y el Pompidou se manejan como empresas y abren sus sucursales en partes. La mentalidad del Estado promoviendo, apoyando cultura, incluso como propaganda de su propia ideolog¨ªa est¨¢ cobrando nuevas maneras trabajar en todo el mundo. Ver este proyecto solo desde el punto de vista de un nuevo empoderamiento del Estado me parecer¨ªa un error, porque en va a ser muy importa la participaci¨®n de los vecinos, la iniciativa privada, las diversas clases sociales¡±.
A lo largo de su carrera, Orozco no se ha prodigado en hacer trabajos por encargo ni obras para gobiernos. Su ¨²nica relaci¨®n con lo p¨²blico fue la pol¨¦mica compra ¨Cpor 3 millones de pesos¨C de una obra construida sobre el esqueleto de una ballena para una biblioteca p¨²blica inaugurada durante el gobierno de Fox y que estuvo marcada por los retrasos en los plazos de terminaci¨®n del edificio. ¡°En ese entonces era el primer presidente democr¨¢ticamente electo, era la posibilidad de la democracia trasparente en M¨¦xico y por eso se hizo esa biblioteca y por eso no me import¨® participar¡±
Con un bagaje acad¨¦mico en el ¨¢mbito de la escultura, su obra no se caracteriza por la monumentalidad, pero s¨ª por el juego de escalas. ¡°Todo mi trabajo es una reflexi¨®n sobre la escultura no en sentido convencional, sino funcional, relacionada con los mecanismos sociales y la naturaleza¡±. En 1993, en La isla dentro de la isla, recre¨® los rascacielos de Manhattan con residuos de la calle y plasm¨® ese juego de escalas fotografiando su miniciudad con el skyline de fondo.
Casi tr¨¦s d¨¦cadas despu¨¦s, Orozco habla como un cardi¨®logo para explicar la trascendencia de su intervenci¨®n en el centro neur¨¢lgico del pa¨ªs, que espera que luego puede capilarizarse por otros parques de M¨¦xico, replicando la misma forma de trabajo colaborativo entre arquitectos, urbanistas, artistas y ambientalistas. ¡°Vamos a sanear las arterias para que empiece a bombear la sangre del cuerpo, no es que se te haya olvidado la mano derecha, es que esto es el coraz¨®n del pa¨ªs, el bosque es el coraz¨®n hist¨®rico y cultural de M¨¦xico¡±.
Babelia
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