El huachicol deja im¨¢genes de guerra en los barrios de las grandes ciudades
La explosi¨®n de Puebla debido a la toma clandestina de combustible ha ocasionado un muerto y varios heridos graves as¨ª como la afectaci¨®n de casi 200 viviendas
Las im¨¢genes son las de un pa¨ªs en guerra reci¨¦n bombardeado, edificios arrasados tras las explosiones, columnas de humo y fuego, los escombros tapando las calles. Solo es el ¨²ltimo cap¨ªtulo del huachicol, la perforaci¨®n de ductos para robar combustible, gas o gasolina, que de tarde en tarde estalla por los aires. En esta ocasi¨®n ha sido en Puebla: un muerto y m¨¢s de una decena de heridos, algunos muy graves. El desastre recuerda que las pol¨ªticas emprendidas para frenar estos robos ...
Las im¨¢genes son las de un pa¨ªs en guerra reci¨¦n bombardeado, edificios arrasados tras las explosiones, columnas de humo y fuego, los escombros tapando las calles. Solo es el ¨²ltimo cap¨ªtulo del huachicol, la perforaci¨®n de ductos para robar combustible, gas o gasolina, que de tarde en tarde estalla por los aires. En esta ocasi¨®n ha sido en Puebla: un muerto y m¨¢s de una decena de heridos, algunos muy graves. El desastre recuerda que las pol¨ªticas emprendidas para frenar estos robos que dejan anuales p¨¦rdidas millonarias se han estancado. El Ej¨¦rcito tampoco puede con este crimen.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, ha decretado dos d¨ªas de luto por la cat¨¢strofe de este domingo, que mantiene a ocho heridos graves, cinco de ellos intubados y otros seis en situaci¨®n ¡°delicada¡±. El recuento de las p¨¦rdidas materiales tampoco es peque?o: casi 200 viviendas afectadas con da?os estructurales severos. Todas estas reparaciones son las que refieren las cifras cuando hablan de unos 60.000 millones de pesos al a?o en p¨¦rdidas derivadas de estos robos. Son miles las tomas clandestinas que perforan los ductos y que sirven al crimen organizado y al robo descarado al por menor entra la poblaci¨®n, que acude con sus garrafas cuando mana la gasolina. Los accidentes cuando el combustible se vuelve fuego, suman cientos de cad¨¢veres por todo el pa¨ªs.
El huachicol ha renacido en Puebla. Las tomas clandestinas, m¨¢s de 100 mensuales de media han experimentado un incremento de un 7% este a?o. A pesar de ello, el gobernador Barbosa anunci¨® una disminuci¨®n de estos delitos a principios de octubre, cuando particip¨® en una mesa de Seguridad con el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval. ¡°Ha bajado enormemente el robo de gasolina, es cinco veces menor a lo que ten¨ªamos al arranque de nuestro gobierno¡±, se?al¨® Barbosa en aquella ocasi¨®n e inform¨® de que los delincuentes miran ahora el robo de gas.
Gas o gasolina, la cosa es que estos delitos se han ense?oreado otra vez en varios Estados. Puebla est¨¢ siendo muy afectado, pero tambi¨¦n en Baja California, Hidalgo, Veracruz. En Guanajuato, algunos de los l¨ªderes del crimen organizado llevan ese nombre. Jos¨¦ Antonio Y¨¦pez, el Marro, fue detenido el 2 de agosto del a?o pasado. Se le conoc¨ªa como el capo del huachicol en Guanajuato. El cartel Santa Rosa de Lima levant¨® as¨ª su emporio de crimen. El arresto del l¨ªder fue una medalla para el gobierno de Morena en su lucha contra esta pr¨¢ctica delictiva que abre cientos de agujeros en las cuentas de la petrolera estatal Pemex.
2018 fue un a?o terrible. Pemex report¨® casi 15.000 piquetes clandestinos en sus ductos que le ocasionaron p¨¦rdidas pro valor de 2.068 millones de pesos. El problema era grave para el gobierno de Pe?a Nieto, y su sucesor, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se conjur¨® contra el crimen del combustible. Ech¨® mano del Ej¨¦rcito, vigil¨® las trampas en las gasolineras, y las cifras, las balaceras y las muertes comenzaron a bajar. Pero todo parece haber sido algo pasajero. Aunque no se llega a los niveles de 2018, Pemex ha contado entre enero y julio de este a?o 1.185 perforaciones ilegales en Puebla, aunque la afectaci¨®n en p¨¦rdidas es menor que anta?o, poco m¨¢s de un mill¨®n de pesos.
Este delito ocurre con frecuencia a la luz del d¨ªa o con el conocimiento de muchos. El pasado mes de abril, una fuga de gasolina puso al descubierto una enorme planta dedicada al robo de combustible en un barrio de Ecatepec (Estado de M¨¦xico). Las fotos de aquello tambi¨¦n eran impresionantes. Miles de metros cuadrados de solar al lado de las viviendas donde se acumulaban bidones de alta capacidad y tubos como si se tratara de una industria legal. Entonces, como ayer en el barrio de San Pablo Xochimehuac¨¢n, se anunciaron investigaciones y medidas contra este crimen, que casi nunca tienen resultados satisfactorios.
Las cifras actuales perfilan un M¨¦xico estancado en la lucha contra este crimen. No hay balazos, pero las viviendas siguen saltando por los aires y llev¨¢ndose la vida de los vecinos mientras las p¨¦rdidas sacuden mes con mes las ganancias de la petrolera estatal.
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