Los migrantes agredidos por la Guardia Nacional en Chiapas: ¡°Nos acribillaron en medio de una lluvia de balas¡±
EL PA?S conversa con dos de los cubanos que fueron atacados en una balacera el pasado 31 de octubre, donde dos personas murieron y cuatro m¨¢s resultaron heridas. Las fuerzas de seguridad alegan que actuaron en defensa propia
La madrugada del 31 de octubre, Roberto vio una intempestiva luz que confundi¨® con el destello que dicen que se ve al final del t¨²nel, cuando la delgada l¨ªnea de la vida y la muerte se cruzan. Eran las luces de una patrulla de la Guardia Nacional. El veh¨ªculo, con matr¨ªcula 19.307, persegu¨ªa a tres camionetas en las que viajaban 13 migrantes, provenientes de Cuba, Hait¨ª, Brasil y Ghana. Entre ellos estaban un beb¨¦ y una ni?a. A la altura de la comunidad El Progreso, en el municipio de Pijijiapan (Chiapas) las armas militares fueron accionadas y una r¨¢faga de proyectiles ...
La madrugada del 31 de octubre, Roberto vio una intempestiva luz que confundi¨® con el destello que dicen que se ve al final del t¨²nel, cuando la delgada l¨ªnea de la vida y la muerte se cruzan. Eran las luces de una patrulla de la Guardia Nacional. El veh¨ªculo, con matr¨ªcula 19.307, persegu¨ªa a tres camionetas en las que viajaban 13 migrantes, provenientes de Cuba, Hait¨ª, Brasil y Ghana. Entre ellos estaban un beb¨¦ y una ni?a. A la altura de la comunidad El Progreso, en el municipio de Pijijiapan (Chiapas) las armas militares fueron accionadas y una r¨¢faga de proyectiles acab¨® con la vida de dos cubanos que estaban cruzando M¨¦xico, en compa?¨ªa de un traficante de personas, para llegar a la frontera con Estados Unidos.
¡°A Crist¨®bal le metieron nueve balazos, lo acribillaron en medio de una lluvia de balas¡±, relata tenso Roberto, de 42 a?os, que viajaba en la misma camioneta que sus dos compatriotas fallecidos. La Guardia Nacional ha reconocido los disparos, pero afirma que los agentes actuaron por ¡°el riesgo inminente a su integridad¡±. ¡°Despu¨¦s que lo mataron [a Crist¨®bal] le llegaron a sembrar esa arma con la que dijeron que nosotros atacamos, pero nada de eso ocurri¨® y dispararon porque gritaban al conductor de la camioneta que detuviera su marcha¡±, recuerda con el torso descubierto y con s¨®lo unos calzoncillos que usan por el calor agobiante en esta zona de la la regi¨®n sur de Chiapas.
Roberto habla sigiloso con EL PA?S en un pasillo oscuro, dentro de las instalaciones del DIF municipal de Pijijiapan, donde los 10 migrantes que sobrevivieron fueron resguardados tras el atentado. En ese inmueble localizado en el casco urbano, intentan recuperarse de la pesadilla vivida. Algunos, por lapsos, se apuestan frente a un cristo colocado en uno de los muros del lugar para orar e intentar tranquilizarse. Roberto est¨¢ acompa?ado de Antonio, de 28 a?os, otro de los cubanos que tambi¨¦n estuvo en la camioneta atacada. Relatan los momentos de p¨¢nico que vivieron junto a ni?os y mujeres en una ruta solitaria de Chiapas, donde apenas unas viviendas con iluminaci¨®n l¨¢nguida permiten vislumbrar el tenebroso camino.
Antonio solo asiente a lo que Tito describe, mientras porta un vendaje que le cubre los pectorales y el brazo izquierdo, por donde una bala lo alcanz¨® y culebre¨® hasta salir a la altura del cuello. Se nota todav¨ªa sacudido por el sonido de la metrallas que taladran en su mente y le hacen recordar, un tanto estoico y con los ojos saltones, el momento de la balacera.
El supuesto enfrentamiento se origin¨® en la comunidad El Progreso, a s¨®lo 15 kil¨®metros de donde en ese momento descansaba la caravana, de unas 6.000 personas, que ahora avanza en ruta por el Estado de Oaxaca. Seg¨²n los isle?os, el conductor de la camioneta en que viajaban detuvo la marcha, descendi¨® y frente al veh¨ªculo que tripulaba alz¨® las manos en se?al de rendici¨®n ante los agentes, pero a¨²n as¨ª las balas llegaron.
La versi¨®n de la Guardia Nacional sostiene lo opuesto. Las fuerzas de seguridad afirman que el domingo 31 de octubre, la Coordinaci¨®n Regional Chiapas 11 report¨® que un grupo de tres veh¨ªculos evadi¨® el puesto de seguridad ciudadana Huixtla, por lo que se iniciaron patrullajes para su localizaci¨®n. ¡°En un camino de terracer¨ªa que conduce al ejido Echegaray, el personal de la Guardia Nacional se encontr¨® de frente con una camioneta tipo pick up, a cuyo conductor se le marc¨® el alto por medio de se?ales audibles y visibles para efectuar una revisi¨®n preventiva¡±, inform¨® en un comunicado.
El bolet¨ªn oficial se?al¨® que ¡°contrario a las instrucciones, el conductor intent¨® embestir a los elementos de la Guardia Nacional acelerando la marcha del veh¨ªculo, por lo que ante la respuesta del conductor y al verse en riesgo inminente su integridad, accionaron sus armas para detener el veh¨ªculo logrando la detenci¨®n de su marcha aproximadamente 50 metros adelante¡±.
¡°Despu¨¦s de balearnos, se daban golpes en la cabeza¡±
Los extranjeros dibujan una sonrisa al escuchar las declaraciones de la Guardia Nacional. ¡°Despu¨¦s de balearnos ellos mismos nos llevaron al hospital, se daban golpes en la cabeza, se daban de topes en la pared, golpeaban las ventanas porque se hab¨ªan dado cuenta de lo que hab¨ªan hecho, hab¨ªan matado a uno de los nuestros y dejado herido de muerte a otro, que horas despu¨¦s tambi¨¦n muri¨®¡±, narra Roberto.
Tras unos minutos de conversaci¨®n, un polic¨ªa perteneciente a la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica Municipal (SSPM) se acerca al pasillo donde est¨¢n Roberto y sus compa?eros y les advierte que es necesario dejar de dar entrevistas. Estos solicitan salir aunque sea a la banqueta, pero el guardia local asegura que es imposible. ¡°Ni afuera ni adentro, amigo; enti¨¦ndame que el problema va a ser para m¨ª si ustedes se ponen a hablar de esto¡±, sostiene el oficial.
Seg¨²n las autoridades federales, el personal de la Guardia Nacional participante, as¨ª como su armamento y equipo fueron puestos a disposici¨®n de las autoridades ministeriales para el esclarecimiento de los hechos, pero de los avances en la investigaci¨®n nada se sabe.
Este peri¨®dico contact¨® con el ¨¢rea de prensa de la Guardia Nacional, que solo respondi¨® que la investigaci¨®n est¨¢ abierta y le compete a las autoridades ministeriales. Por su parte, la Fiscal¨ªa General del Estado en Chiapas, afirma que la investigaci¨®n pudo haber reca¨ªdo en la Fiscal¨ªa de inmigrantes o ser concentrada a la capital, Tuxtla Guti¨¦rrez, pero no hay mas indicios de d¨®nde y c¨®mo se desarrolla la investigaci¨®n.
Dos d¨ªas despu¨¦s de la entrevista con los cubanos, EL PA?S regres¨® al DIF para conocer la situaci¨®n del grupo en cautiverio, pero fueron trasladados hacia otro destino. ¡°Se los llevaron pa¡¯ Tuxtla Guti¨¦rrez¡±, afirma una mujer que reci¨¦n ha abandonado el edificio municipal.
El ataque sobre un grupo desarmado de migrantes se trata de otro pasaje nebuloso, sombr¨ªo y con un mar de inc¨®gnitas sin resolver que cae sobre la Guardia Nacional. El cuerpo de seguridad, uno de los emblemas del presidente L¨®pez Obrador, se ha especializado en la regi¨®n sur de M¨¦xico en la caza de los migrantes que tratan de llegar a la frontera norte.
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