El miedo del patriarca en el cine de Alejandra M¨¢rquez
La directora mexicana presenta ¡®El Norte sobre el vac¨ªo¡¯, su nueva pel¨ªcula sobre la masculinidad amenazada de un viejo cazador en el norte de M¨¦xico
El reino de Don Reynaldo est¨¢ a punto de desaparecer. El viejo cazador, protagonista de una nueva pel¨ªcula mexicana titulada El Norte sobre el vac¨ªo, es due?o de un enorme rancho al norte del pa¨ªs, en el estado de Nuevo Le¨®n, que hered¨® de su padre y quisiera dejar en manos de su hijo. Pero Don Reynaldo tiene varios problemas. Por un lado, su hijo es mucho m¨¢s urbano que rural, le interesa poco mudarse al rancho y el padre no parece interesado en dejar el lugar a cargo de sus dos hijas. Adem¨¢s, sus empleados temen que los ...
El reino de Don Reynaldo est¨¢ a punto de desaparecer. El viejo cazador, protagonista de una nueva pel¨ªcula mexicana titulada El Norte sobre el vac¨ªo, es due?o de un enorme rancho al norte del pa¨ªs, en el estado de Nuevo Le¨®n, que hered¨® de su padre y quisiera dejar en manos de su hijo. Pero Don Reynaldo tiene varios problemas. Por un lado, su hijo es mucho m¨¢s urbano que rural, le interesa poco mudarse al rancho y el padre no parece interesado en dejar el lugar a cargo de sus dos hijas. Adem¨¢s, sus empleados temen que los herederos no cuidar¨ªan el territorio como ellos. Pero m¨¢s grave, Don Reynaldo est¨¢ siendo extorsionado por un grupo de narcos en la zona y se rehusa a pagarles una cuota. Pero aunque el miedo a las armas es latente, El norte sobre el vac¨ªo no es un filme m¨¢s sobre balas y capos. Es m¨¢s bien una pel¨ªcula feminista donde el protagonista es la masculinidad de Don Reynaldo, esta que se muestra firme como el hierro frente a los amigos pero teme quebrarse en cualquier momento. ¡°?De qu¨¦ le sirve a un hombre dominar al mundo entero si se pierde a si mismo?¡±, cantan, como un presagio, sus hijos en la mesa en un momento del filme. El norte sobre el vac¨ªo no es el fin del patriarcado, pero quiz¨¢s s¨ª sobre el miedo del patriarca.
¡°Yo quer¨ªa hablar de la masculinidad en relaci¨®n a la violencia, pero no nada m¨¢s la violencia ¡®grandota¡¯, la que captura los titulares de los peri¨®dicos siempre¡±, dice la directora de la pel¨ªcula, Alejandra M¨¢rquez Abella (San Luis Potos¨ª, 39 a?os). M¨¢s que traer balaceras, la pel¨ªcula cuestiona la educaci¨®n de g¨¦nero, esa que ¡°muchas veces, pues, les cuesta la vida¡± a los hombres. El largometraje est¨¢ inspirado en una historia real, la del rachero Alejo Garza Tamez, un viejo cazador que se enfrent¨® al cartel de Los Zetas cuando intentaron adue?arse de su tierra en Tamaulipas. Falleci¨® en 2010, en un enfrentamiento contra el narco.
El norte sobre el vac¨ªo se estrena por primera vez en el Festival de Cine de Berl¨ªn, evento que arranc¨® esta semana escogiendo esta y otras tres pel¨ªculas dirigidas por mujeres mexicanas (Manto de gemas de Natalia L¨®pez Gallardo, El Reino de Dios de Claudia Sainte-Luce, y Alma y Paz de Cris Gris). El a?o pasado el cine de directoras mexicanas tambi¨¦n fue premiado y rese?ado positivamente alrededor del mundo, con filmes como Noche de Fuego de Tatiana Huezo o Sin Se?as Particulares de Fernanda Valadez. El trabajo de directoras no es nuevo en M¨¦xico, insisten las nuevas premiadas, pero s¨ª est¨¢ recibiendo un reconocimiento internacional que normalmente absorben solo los tres mosqueteros (Cuar¨®n, I?arritu, Del Toro). EL PA?S entrevist¨® a M¨¢rquez para hablar sobre el rol de las directoras y su nueva pel¨ªcula sobre la masculinidad de Don Reynaldo.
Pregunta. Recientemente tres directoras mexicanas ¨CFernanda Valadez, Tatiana Huezo, Natalia Almada¨C hablaron con The New York Times de lo dif¨ªcil que ha sido encontrar mujeres en escuelas de cine o ser respetadas como directoras. ?Ha sido parecido su caso?
Respuesta. S¨ª, sin duda, y prefiero decir que la discriminaci¨®n que vivimos las directoras es tem¨¢tica tambi¨¦n: siento que es muy dif¨ªcil empujar, financiar, producir y terminar proyectos que hablan sobre la experiencia de las mujeres. Creo que eso en concreto est¨¢ entendido en el mundo del cine, en cuanto a la gente que toma las decisiones de financiamiento o de programaci¨®n. Este tipo de pel¨ªculas siempre van a estar relegadas, van a ser menores, menos importantes. Como que hay temas y hay situaciones que valen la pena y hay otros que pareciera que no. Y para m¨ª siempre ha sido ese el problema. Claro, la falta de referentes te habla de eso.
P. ?Pero los movimientos feministas en M¨¦xico y en el mundo no han generado cambios en ese sentido?
R. Yo creo que s¨ª, pero tampoco sabr¨ªa decir qu¨¦. Siento que va cambiando porque cada vez somos m¨¢s [directoras]. Yo creo que tambi¨¦n hay una percepci¨®n distinta en las escuelas de cine, o en los espacios del cine, en las producciones mismas. Las historias y la experiencia de las mujeres son quiz¨¢s un poco m¨¢s aceptadas. Pero me parece que no ha habido como un cambio radical y definitivo todav¨ªa. Ah¨ª va.
P. En los ¨²ltimos 21 a?os, despu¨¦s del estreno de Amores Perros en el 2000 y el reconocimiento a los tres famosos directores mexicanos en los siguientes a?os, ?abrieron esos ¨¦xitos nuevas puertas para las directoras? ?O m¨¢s bien ha sido un esfuerzo paralelo?
R. Yo creo que ha sido un esfuerzo paralelo de las mujeres. Creo que ellos, y esa pel¨ªcula en concreto, abri¨® la puerta a otras cosas, a otras situaciones que se dieron despu¨¦s en el nuevo cine mexicano. Pero siento que no, que la labor de las mujeres ha sido bastante de ellas. Nos han abierto puertas las cineastas previas a nosotras, que han sido poquitas pero muy contundentes. Mar¨ªa Novaro es una de ellas, por ejemplo. No es que esto haya empezado con nosotras, es un trabajo de much¨ªsimos a?os, mucho m¨¢s que 21 a?os yo dir¨ªa, y de muchas mujeres que quiz¨¢s no pudieron ser directoras, no pudieron ser fot¨®grafas, porque les dijeron que ten¨ªan que ser productoras o que ten¨ªan que ser escritoras. Les dijeron que no pod¨ªan hacer lo que quer¨ªan hacer. Me he encontrado en estos a?os con mujeres que vienen de pronto y nos dicen ¡®bueno, pero ustedes no son las ¨²nicas o las primeras¡¯. Y digo ¡®claro, tienen toda la raz¨®n¡¯. Lo que menos deber¨ªa suceder es que caigamos en una segunda vuelta de invisibilizaci¨®n de ellas, y de su trabajo, y de todo lo que hicieron, y de todas las puertas que nos abrieron.
P. ?Se considera feminista?
R: Me considero feminista full, s¨ª.
P: ?Hay algo en la t¨¦cnica de hacer cine que cambia con una conciencia feminista?
R: Sin duda, creo que justamente eso que llaman female gaze, o la mirada femenina. La mirada femenina suena a una cosa como formul¨¢ica y reproducible. Y en realidad para m¨ª es simplemente ampliar un poquito el espectro de visi¨®n que estamos teniendo para las experiencias que suceden en el mundo. Es verdad que desde el cine m¨¢s cl¨¢sico hab¨ªamos venido replicando, hombres y mujeres, la mirada masculina sobre cualquier tema. Entonces como que me da mucho miedo ahora encasillar la mirada femenina. Para hacer una pel¨ªcula feminista no deber¨ªas tener que pasar por llenar una lista de palomitas, o de situaciones, como decir ¡®ah es mujer la protagonista¡¯, o ¡®ah, el tema es feminista¡¯, o ¡®ah, es una biopic sobre una feminista¡¯. Pues no, es mucho m¨¢s profundo. Y yo pienso profundamente que esto est¨¢ s¨²per vinculado con la t¨¦cnica, y con el lenguaje cinematogr¨¢fico, y con la b¨²squeda que hagas en cada pel¨ªcula. No es una f¨®rmula. No puedes comprar el paquete feminista para aplicar las reglas a cualquier cosa. Siento que dentro de la propia narraci¨®n de la pel¨ªcula que est¨¢s haciendo se esconden esos propios c¨®digos que tienes que encontrar y que tienes que saber manejar bien para hablar de la experiencia de esta mujer o de este hombre. Pero se puede hacer de una manera distinta y que no refuerce los estereotipos de g¨¦nero con los que hemos estado lidiando. Yo siempre digo que a veces hay que saber filmar la falta de poder de una mujer en vez de querer empoderarlas a todas porque s¨ª. Hay algo de agencia en reconocer y saber mirar la falta de poder de alguien en la vida.
P. ?Cu¨¢l fue la semilla de su nueva pel¨ªcula? ?Por qu¨¦ escogi¨® hablar de estos rancheros en el norte del pa¨ªs?
R. Esto lleg¨® porque [la productora] Bengala, que son Gabriel Nunzio y Diego Osorno, ten¨ªan un gui¨®n escrito por Gabriel, un gui¨®n que contaba una an¨¦cdota que estaba inspirada en esto que pas¨® en Tamaulipas hace 10 a?os m¨¢s o menos. Es una historia que se parece un poquito a la del protagonista de mi pel¨ªcula. Cuando la le¨ª, pues me pareci¨® como la t¨ªpica historia de western o de la Revoluci¨®n Mexicana que hemos escuchado millones de veces, y me pareci¨® interesante imaginarme el ejercicio de qu¨¦ pasar¨ªa si yo me pusiera ah¨ª, a pensar desde ah¨ª. Me pareci¨® interesante tratar de reconfigurar una historia que siempre se ha contado desde la apreciaci¨®n de valores como el hero¨ªsmo y la valent¨ªa. Y decir bueno, ¡®?pero qu¨¦ es el hero¨ªsmo? ?Qu¨¦ es la valent¨ªa? ?desde cu¨¢ndo aprendimos que eso son virtudes y que son virtudes de los hombres?¡¯ Termin¨¦ reescribiendo el gui¨®n con Gabriel.
P. Su anterior pel¨ªcula, Las ni?as bien (2018), era sobre la alta sociedad en Ciudad de M¨¦xico y lo que ocurre cuando esta pierde su riqueza. ?Esta nueva pel¨ªcula es tambi¨¦n sobre ¨¦lites y su p¨¦rdida de estatus, pero en el norte?
R. S¨ª hay un tema latente sobre las clases sociales, que adem¨¢s ni siquiera funcionan igual ac¨¢ y all¨¢. El clasismo y la raza, por ejemplo, funcionan distinto en el norte que en otros lados.
Pero no son tan ¨¦lite los del norte, en esta [pel¨ªcula] estamos jugando a que s¨ª hay una diferencia entre ellos y la gente que trabaja el rancho que les pertenece. Este juego de ?y de qui¨¦n es la tierra? ?De qui¨¦n la trabaja? ?O de qui¨¦n la compr¨® o se la heredaron? Siento que es una pel¨ªcula que empieza, quiz¨¢s, haciendo un comentario sobre la ¨¦lite y de la clase, la raza, las relaciones entre los trabajadores y los jefes. Pero se va yendo tambi¨¦n a cuestionar el antropocentrismo, y el colonialismo, y se vuelve una cosa como m¨¢s amplia donde nada importa, porque todos nos vamos a ir de esta tierra en alg¨²n momento. Esta pel¨ªcula es m¨¢s existencial en ese sentido.
P. Y si Las ni?as bien ten¨ªa un foco m¨¢s femenino esta parece ser m¨¢s sobre la masculinidad del protagonista, Don Reynaldo.
R: Yo quer¨ªa hablar de la masculinidad en relaci¨®n a la violencia, pero no nada m¨¢s la violencia ¡®grandota¡¯ y la que captura los titulares de los peri¨®dicos siempre, que s¨ª es la m¨¢s brutal y la m¨¢s importante. Pero c¨®mo se relaciona esa con la educaci¨®n que reciben los ni?os hombres para inculcarles estos sentimientos: tienes que ser valiente, tienes que ser heroico. La masculinidad entendida desde ese lugar que muchas veces, pues, les cuesta la vida. Se va volviendo como una profec¨ªa autoestablecida. Me parece eso, que la masculinidad, la ense?anza y el mundo cultural de los hombres ¨Cque adem¨¢s obviamente es el patriarcado y es el capitalismo en grandes rasgos¨C y c¨®mo incluso hasta la manera violenta que tenemos de alimentarnos hoy en d¨ªa es parte de eso.
P. Justo los animales tambi¨¦n son protagonistas, como testigos o como los sacrificados para comer. La pel¨ªcula se enfoca en ranas, cabritos, tar¨¢ntulas... ?Cu¨¢l es la met¨¢fora?
P. Pues nosotros nos re¨ªamos con Claudia Becerril, que es la fot¨®grafa, porque dec¨ªamos que esto ya es el animal gaze [la mirada animal], que esto habr¨ªa que abrirlo m¨¢s a incluir la experiencia de otros seres vivos, que no seamos los humanos nada m¨¢s. Porque justamente la pel¨ªcula hace esta pregunta de ¡®?de qui¨¦n es la tierra?¡¯, ¡®?Qui¨¦n es el due?o de la tierra?¡¯. Y esto dicho un poco en dos sentidos: la tierra como ese pedacito de tierra que es de Don Reynaldo, o de su pap¨¢ que se la hered¨®; o es de quien se la quiere robar; o es de los trabajadores que la que la nutren y la trabajan; o es de esos, los animales que hoy la habitan. Nos parec¨ªa una pregunta muy relevante en estos tiempos, porque estamos tratando el planeta como si fuera una propiedad privada de los seres humanos.
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