Presidentes que marchan: L¨®pez Obrador vuelve la mirada a L¨¢zaro C¨¢rdenas
El presidente de M¨¦xico encabeza este domingo una manifestaci¨®n a favor de su Gobierno y retoma una pr¨¢ctica caracter¨ªstica de los a?os treinta del siglo pasado, en los albores del modelo priista
Una fotograf¨ªa en blanco y negro muestra al presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas del R¨ªo al frente de una movilizaci¨®n de ciudadanos. La imagen, localizada en los archivos del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), fue tomada en 1935, el primer a?o del Gobierno cardenista. Esa movilizaci¨®n encabezada por el presidente de M¨¦xico fue conocida como la Marcha del progreso. Un ideal ¨Cel del progreso¨C muy incrustado en la concepci¨®n de las naciones del siglo pasado. El sexenio de C¨¢rdenas (1934-1940) marc¨® una ruptura con los gobiernos surgidos de la Revoluci¨®n. Se acabaron los caudillos...
Una fotograf¨ªa en blanco y negro muestra al presidente L¨¢zaro C¨¢rdenas del R¨ªo al frente de una movilizaci¨®n de ciudadanos. La imagen, localizada en los archivos del Instituto Nacional de Antropolog¨ªa e Historia (INAH), fue tomada en 1935, el primer a?o del Gobierno cardenista. Esa movilizaci¨®n encabezada por el presidente de M¨¦xico fue conocida como la Marcha del progreso. Un ideal ¨Cel del progreso¨C muy incrustado en la concepci¨®n de las naciones del siglo pasado. El sexenio de C¨¢rdenas (1934-1940) marc¨® una ruptura con los gobiernos surgidos de la Revoluci¨®n. Se acabaron los caudillos, pero en su lugar quedaron unos l¨ªderes carism¨¢ticos que ya no vest¨ªan uniformes. C¨¢rdenas persigui¨® la idea de un solo pa¨ªs y la unidad popular frente a las amenazas a la naci¨®n, entonces m¨¢s exteriores que interiores. La figura del presidente fuerte dio origen a un partido ¨²nico, el Revolucionario Institucional (PRI). Casi 90 a?os despu¨¦s, el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ferviente admirador de C¨¢rdenas, se pondr¨¢ este domingo al frente de una marcha ciudadana a favor de su propio Gobierno.
Desde C¨¢rdenas, ning¨²n presidente en funciones hab¨ªa vuelto a salir a marchar, coinciden historiadores, polit¨®logos y acad¨¦micos entrevistados por EL PA?S. Hubo, s¨ª, movilizaciones populares orquestadas por el aparato partidista, del que los presidentes mexicanos ya no lograron desmarcarse. No importaba tanto cu¨¢l fuese el nombre del mandatario en turno, era referido con el sobrenombre de ¡°PPP¡±: Primer Priista del Pa¨ªs.
El origen del PRI coincide con el origen del presidencialismo. Plutarco El¨ªas Calles fund¨® en 1928 el Partido Nacional Revolucionario (PNR), que en 1938 C¨¢rdenas transform¨® en el Partido de la Revoluci¨®n Mexicana (PRM), luego de que su Gobierno expropi¨® a las empresas petroleras extranjeras. En 1946 se cre¨® el PRI, el partido que institucionaliz¨® la revoluci¨®n. Y no de manera metaf¨®rica. El PRI cre¨® corporaciones para adherir a las disidencias al aparato partidista. Incorpor¨® ¨Cy desmoviliz¨®¨C a los campesinos (en la CNC), a los obreros (en la CROC), a los trabajadores y sus sindicatos (en la CTM), y a los j¨®venes, las mujeres, los comerciantes, los jubilados y los transportistas (en la CNOP). El PRI quiso que en ¨¦l cupiesen todos los mexicanos. So?aba con ser un partido ¨Cparafraseando a Borges¨C del tama?o del pa¨ªs. Sus colores han sido los de la bandera nacional. Los ensayistas han escrito que todo mexicano lleva un priista dentro. De ser cierto, el PRI ser¨ªa m¨¢s bien un partido biopol¨ªtico que ejerce su poder en el esp¨ªritu de las personas, seg¨²n Foucault. La historia del partido y sus liderazgos explica la historia pol¨ªtica del M¨¦xico reciente.
¡°El Gobierno de L¨®pez Obrador, igual que el de C¨¢rdenas, es un gobierno para el pueblo, pero no del pueblo. L¨®pez Obrador llega a la presidencia por un movimiento social, pero es un movimiento donde ¨¦l se conforma como un caudillo. Estamos hablando de un grado de conciencia pol¨ªtica muy atrasada, donde las personas siguen a un l¨ªder carism¨¢tico¡±, explica Porfirio Toledo, profesor de Historia de M¨¦xico en la Facultad de Ciencias Pol¨ªticas y Sociales de la UNAM. ¡°C¨¢rdenas tendi¨® las bases para un r¨¦gimen autoritario, el presidencialista, y es ah¨ª donde se consolida el partido corporativo. Eso es populismo y es, por lo tanto, paternalismo. Y no tiene nada que ver con la democracia¡±, a?ade.
Despu¨¦s de C¨¢rdenas, el partido se encarg¨® de movilizar al pueblo ¨Ca trav¨¦s de sus corporaciones?¨C para ungir al presidente. Para Adolfo L¨®pez Mateos, una concentraci¨®n en el Z¨®calo en apoyo a la nacionalizaci¨®n de la industria el¨¦ctrica (1960). Para Gustavo D¨ªaz Ordaz, su Mitin del desagravio, semanas antes de la matanza de estudiantes en Tlatelolco (1968). Para Luis Echeverr¨ªa, las movilizaciones callejeras de las Fuerzas vivas del PRI para festejar sus informes de Gobierno. Para Jos¨¦ L¨®pez Portillo, una marcha al Z¨®calo a favor de la nacionalizaci¨®n de la banca (1982). ¡°Esas respuestas presidenciales suceden en una coyuntura muy particular, pero casi todas son movilizaciones que se convocan ante una crisis o ante m¨²ltiples crisis¡±, explica Rodolfo Gami?o, historiador y docente de la Universidad Iberoamericana. La polit¨®loga y acad¨¦mica de El Colegio de M¨¦xico (Colmex) Soledad Loaeza se?ala que esos desfiles sirvieron para legitimar pol¨ªticas del Gobierno. ¡°Son muestras de apoyo a una decisi¨®n presidencial y de afirmaci¨®n nacionalista. No son movilizaciones de enfrentamiento¡±, expone.
Esa fue la era en que se institucionaliz¨® el acarreo como cultura pol¨ªtica: traslado de personas de los Estados a la capital en camiones; reparto de comida ¨Ctortas, refrescos, fruta¨C; reparto de dinero; reparto de gorras, playeras, matracas y banderas; promesas de pavimentar calles o repellar las paredes de las casas. En resumen, administraci¨®n de la pobreza. Acarreo de voluntades m¨¢s que de los cuerpos que las contienen. Durante esas d¨¦cadas, las movilizaciones populares al margen del partido, las aut¨¦nticas disidencias, fueron reprimidas por el r¨¦gimen, como sucedi¨® en el 2 de octubre de 1968, en el Halconazo de 1971 y a lo largo del periodo conocido como la Guerra sucia (entre la d¨¦cada de 1960 y la de 1980).
L¨®pez Obrador, que tambi¨¦n milit¨® en el PRI, convoc¨® el domingo a su marcha luego de una manifestaci¨®n ciudadana en contra de su iniciativa de reforma electoral. Fue la movilizaci¨®n m¨¢s numerosa en sus cuatro a?os de Gobierno. Aunque el presidente sostiene que su Administraci¨®n representa una ruptura con el pasado ¨Cpriista y neoliberal¨C, lo viejo no ha acabado de morir ni lo nuevo de nacer, como ¨¦l mismo ha dicho. En el Metro de la Ciudad de M¨¦xico, en puentes peatonales y bardas proliferan anuncios que convocan a la marcha y cuyo financiamiento se desconoce. Gobernadores, diputados, senadores, alcaldes y dirigentes de Morena han anunciado sin rubores que van a transportar a cientos de personas de los Estados a la capital. Como el viaje es largo y dura la caminata, ser¨¢ necesario alimentar a las bases. Playeras, banderas, matracas y pancartas, quiz¨¢, para mostrar al presidente que no est¨¢ solo.
Pero de alguna manera s¨ª lo est¨¢. El hecho de que ¨¦l encabece su marcha demuestra que el partido que fund¨® en 2015 ha sido incapaz de movilizar a la base social, se?alan los especialistas. El presidente suple as¨ª la ausencia del partido. ¡°Si ¨¦l tuviera detr¨¢s de s¨ª una estructura org¨¢nica que se hubiera movilizado en cada momento, d¨ªa a d¨ªa, para crear organizaci¨®n, ese es el partido que se movilizar¨ªa, no el domingo, sino siempre, en todos los lugares y en todos los aspectos de la vida. Los estudiantes en sus escuelas, los campesinos en el campo, los trabajadores en sus sindicatos. La gente estar¨ªa movilizada all¨ª donde se da la vida diaria. Pero esa estructura org¨¢nica no existe. Y, como no existe, ¨¦l tiene que sustituirla¡±, explica Toledo, de la UNAM. Para Gami?o, de la Ibero, L¨®pez Obrador ha reinstaurado el presidencialismo como instrumento de unificaci¨®n. ¡°Lo que ha caracterizado su presidencia es el mensaje de: ¡®Ante las crisis, estoy yo; yo soy el centro¡¯. Es la respuesta al hecho de que no ha logrado concretar un consenso social en M¨¦xico¡±, explica. Para Loaeza, del Colmex, L¨®pez Obrador transit¨® de los desfiles de afirmaci¨®n priista a la movilizaci¨®n de las diferencias. ¡°Ning¨²n presidente hab¨ªa convocado a la divisi¨®n como lo ha hecho ¨¦l¡±, sostiene.
L¨®pez Obrador, que ha dicho que ¨¦l gobierna para todos y no para un partido, se convertir¨¢ este domingo en el primer presidente que en los ¨²ltimos noventa a?os sale a manifestarse a favor de su proyecto, que ¨¦l encabeza, poni¨¦ndose ¨¦l mismo al frente de la marcha, en la que los asistentes llevar¨¢n carteles con su rostro y su nombre, y gritar¨¢n vivas y hurras a ¨¦l, el presidente, que viva ¨¦l, viva.
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