Mexicolectivo, el problema no es C¨¢rdenas
Sin duda, algunos de sus planteamientos son atendibles, y dif¨ªcilmente se puede estar en desacuerdo. Lo que resulta m¨¢s pol¨¦mico son los c¨®mo, las intenciones y los protagonistas
El lanzamiento de la nueva organizaci¨®n Mexicolectivo arranc¨® con el pie izquierdo, y no precisamente por inclinaci¨®n ideol¨®gica. La pol¨¦mica entre Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y Cuauht¨¦moc C¨¢rdenas termin¨® llev¨¢ndose la tinta y los micr¨®fonos que tendr¨ªan que haberse dedicado a exponer y divulgar las razones que llevan a crear una nueva organizaci¨®n con fines pol¨ªticos. Como sabemos, el ingeniero C¨¢rdenas, uno de los participantes originales, hizo p¨²blica su decisi¨®n de retirarse de la agrupaci¨®n, luego de que el presidente criticara su participaci¨®n y lo etiquetara como ¡°adversario pol¨ªtico¡±. La polvareda medi¨¢tica desatada termin¨® por enturbiar el lanzamiento de una plataforma que intenta convertirse en una alternativa social y pol¨ªtica al gobierno de la 4T.
Lo de C¨¢rdenas y L¨®pez Obrador no pasar¨¢ de convertirse en el esc¨¢ndalo de media semana, y en d¨ªas o en horas ser¨¢ sustituido por el siguiente. Ser¨¢ un cap¨ªtulo m¨¢s en la larga y accidentada relaci¨®n entre estos dos personajes a lo largo de m¨¢s de 30 a?os. La pregunta es: ?Qu¨¦ trascendencia tendr¨¢ Mexicolectivo y sus ambiciosas propuestas?
Sin duda, algunos de sus planteamientos son atendibles, particularmente cuando los enuncia en t¨¦rminos de nociones absolutas y universales: la b¨²squeda de alternativas para tener una sociedad m¨¢s justa, pr¨®spera y democr¨¢tica; ¡°una plataforma de participaci¨®n ciudadana plural y diversa que busca recoger e intercambiar ideas y propuestas desde la sociedad civil para la construcci¨®n de un mejor pa¨ªs¡±.
Planteamientos formales con los cuales dif¨ªcilmente se puede estar en desacuerdo. Lo que resulta m¨¢s pol¨¦mico son los c¨®mo, las intenciones y los protagonistas. La iniciativa tiene el prop¨®sito esencial de oponerse al proyecto de cambio del gobierno de la 4T y ofrecer una opci¨®n pol¨ªtica alternativa. A lo largo de la presentaci¨®n no se ahorraron descalificaciones sobre la polarizaci¨®n, la corrupci¨®n, la ingobernabilidad y el mal uso de los recursos p¨²blicos del gobierno de L¨®pez Obrador. Argumentos absolutamente leg¨ªtimos de ser esgrimidos por una oposici¨®n en cualquier sociedad democr¨¢tica. Pero ser¨ªa mejor no intentar chiflar y comer pinole al mismo tiempo. Hay algo incongruente en el hecho de convocar a los inconformes, que pertenecen expl¨ªcita o impl¨ªcitamente a uno de los dos polos, a pensar proyectos para derrotar al otro, mientras al mismo tiempo se denuesta la polarizaci¨®n pretendiendo que se hace desde la b¨²squeda de la tolerancia y una supuesta imparcialidad ciudadana. En los documentos y los discursos inaugurales se reiteran t¨¦rminos como sociedad civil o ciudadanos, como si los convocantes m¨¢s visibles no fueran actores pol¨ªticos o no pertenecen o pertenecieron a partidos rivales de Morena.
No se trata de descalificar a personas; los convocantes merecen respeto, entre otras cosas, porque algunos de ellos constituyen una versi¨®n m¨¢s presentable (o menos impresentable, si usted gusta) de las corrientes pol¨ªticas y gobiernos a los que han pertenecido. Pero el hecho es que el lanzamiento fue, afirma la cr¨®nica de EL PA?S, ¡°Una pasarela de pol¨ªticos de la vieja guardia del PRI, el PAN y el PRD; exfuncionarios p¨²blicos de los gobiernos de Pe?a Nieto, Felipe Calder¨®n y Vicente Fox¡±. Francisco Labastida, Jos¨¦ Narro, Diego Valadez, Patricia Mercado, Dante Delgado, Josefina V¨¢zquez Mota, Julio Frenk, Alejandra Barrales y otra docena de figuras de la escena p¨²blica. Es decir, actores pol¨ªticos contrarios al obradorismo, desplazados del poder y desencantados de la incapacidad de los partidos pol¨ªticos de oposici¨®n para enfrentar con ¨¦xito a Morena. Presentarse como una tercera v¨ªa o un movimiento que abraza la pluralidad, es una libertad literaria que no se empata ni con el contenido de las presentaciones ni mucho menos con la identidad de los convocantes. No es m¨¢s plural que la alianza entre PRI, PAN y PRD contra los que buscan otro tipo de r¨¦gimen.
Desde luego, hay tambi¨¦n algunos activistas de la llamada sociedad civil entre los organizadores. Lo cual nos remite al problema de fondo. En ning¨²n momento se asume que sean parte de esa sociedad civil los sectores populares, el 62% que aprueba a L¨®pez Obrador, a pesar de representar la mayor porci¨®n de los mexicanos. Sociedad civil es un concepto acu?ado para describir, en las sociedades modernas, a la diversidad de personas que act¨²an en el espacio p¨²blico, generalmente de manera colectiva fuera de las estructuras gubernamentales, de los partidos pol¨ªticos, las empresas o poderes econ¨®micos, y las instituciones religiosas. O sea, gremios y trabajadores, ejidatarios y comunitarios, vecinos de barrios que toman calles o instalaciones, padres de familia, tiangueros y comerciantes ambulantes, y un largu¨ªsimo etc¨¦tera.
La mayor parte de estos convocantes no se dan cuenta que t¨¢citamente consideran a los pobres un problema a resolver. Son un objetivo por solucionar, no son un sujeto. Pobreza, da?o ecol¨®gico, ausencia de estado de derecho, inseguridad p¨²blica: temas del programa. No perciben que el reto no es qu¨¦ vamos a hacer por ellos (como asume Mexicolectivo), sino qu¨¦ vamos a hacer con y junto a ellos. Entre otras cosas porque ellos son la mayor parte de los ciudadanos. El t¨¦rmino de sociedad civil se acu?¨® en Europa y probablemente all¨ª equivale a lo que los convocantes entienden como tal. Pero en M¨¦xico la mayor parte de esa sociedad civil son los sectores populares, es decir, los que apoyan a L¨®pez Obrador. En la visi¨®n deslactosada y desinfectada de organizaciones como Colectivo M¨¦xico, en la que los pobres son una anomal¨ªa a resolver y no el grueso de la poblaci¨®n, sociedad civil termina siendo, para ellos, lo que los antiguos, sin tanto eufemismo, llamaban ¡°gente bien¡±.
No estuve en el evento, pero ni en las cr¨®nicas ni en las fotograf¨ªas se observa la presencia de representantes de los sectores populares, de aquellos que no forman parte de su sociedad civil. Y no se trata de apelar a figuras testimoniales o efectos escenogr¨¢ficos de los sectores ¡°humildes¡±, sino de la necesidad de sentar a la mesa a ese otro pa¨ªs que solo ven como diagn¨®stico. Lo que s¨ª hab¨ªa eran ¨¦lites pol¨ªticas y sociales desencantadas de los cambios obradoristas, que intentar¨¢n construir un proyecto para recuperar el voto de las mayor¨ªas que son ajenas a ellos. Buena suerte con eso.
Usuario de Twitter: @jorgezepedap
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