Los fumadores de marihuana se mudan a la plaza de la Informaci¨®n
Los defensores de la legalizaci¨®n del cannabis, que hace unas semanas fueron desalojados de los alrededores del Senado, buscan consolidar espacios ¡°para fumar libremente¡± en Ciudad de M¨¦xico
El olor a marihuana recorre la plaza de la Informaci¨®n de Ciudad de M¨¦xico, un peque?o parque localizado junto a la avenida Paseo de la Reforma, en pleno centro de la capital. En ella, unos j¨®venes fuman mota, otro se hace un porro, y otro m¨¢s trata de conseguir clientes saludando a los que pasan por el lugar. En uno de sus accesos, Mar¨ªa, una componente de la Comuna 420 que prefiere no dar su nombre verdadero, preside una mesa repleta de informaci¨®n sobre la marihuana. ¡°Estamos tratando de reflexionar sobre c¨®mo debemos de actuar para volver al Senado y exigir espacios para fumar libremente¡±,...
El olor a marihuana recorre la plaza de la Informaci¨®n de Ciudad de M¨¦xico, un peque?o parque localizado junto a la avenida Paseo de la Reforma, en pleno centro de la capital. En ella, unos j¨®venes fuman mota, otro se hace un porro, y otro m¨¢s trata de conseguir clientes saludando a los que pasan por el lugar. En uno de sus accesos, Mar¨ªa, una componente de la Comuna 420 que prefiere no dar su nombre verdadero, preside una mesa repleta de informaci¨®n sobre la marihuana. ¡°Estamos tratando de reflexionar sobre c¨®mo debemos de actuar para volver al Senado y exigir espacios para fumar libremente¡±, cuenta. Los fumadores de mota se han asentado estos d¨ªas en el peque?o parque para tratar de movilizar apoyos, tan solo unas semanas despu¨¦s de que la polic¨ªa local desmantelara el plant¨®n que establecieron en la plaza Luis Pasteur, a las puertas de la C¨¢mara alta.
¡°Fue una total violaci¨®n de derechos humanos. Llegaron 200 granaderos y levantaron el plant¨®n sin decirnos por qu¨¦¡±, afirma Mar¨ªa. La protesta iniciada hace tres a?os a las puertas del Senado por el Movimiento Cann¨¢bico Mexicano para garantizar el consumo personal de la marihuana parec¨ªa llegar a su fin el pasado 4 de febrero, cuando Jos¨¦ Rivera, uno de los voceros del Plant¨®n 420 ¡ªel nombre que antes ten¨ªa la Comuna¡ª dio un mensaje a los medios explicando que la protesta hab¨ªa dejado de incomodar a las autoridades. A pesar de las palabras de Rivera, la concentraci¨®n de fumadores de marihuana se mantuvo en las puertas del Poder Legislativo, hasta que las autoridades desocuparon el campamento.
La plaza Luis Pasteur se encuentra este jueves bloqueada con decenas de vallas azules y vigilada por polic¨ªas. A dos kil¨®metros del lugar, las decenas de fumadores siguen a lo suyo, sin la intervenci¨®n de los agentes, que controlan los alrededores del parquecito. ¡°La idea es volver a recuperar el espacio que ya se perdi¨®. Volver a presionar en el Senado. Apenas nos estamos movilizando despu¨¦s de la demanda que metimos hace 15 d¨ªas¡±, afirma la joven.
El plant¨®n en el Senado iba a durar tres meses, pero acab¨® durando tres a?os. En ese tiempo, ha habido varios cambios: en 2021, la Suprema Corte de Justicia Nacional (SCJN) declar¨® inconstitucional la prohibici¨®n del fumar marihuana como entretenimiento; un a?o despu¨¦s, el m¨¢ximo tribunal permiti¨® la posesi¨®n de m¨¢s de cinco gramos de marihuana. Apenas unas semanas despu¨¦s del desmantelamiento en el Senado, la Comuna 420 considera que debe empezar de cero. ¡°Como vemos que el Senado no quiere regular, queremos empezar a trabajar con el Gobierno para que nos d¨¦ un espacio, que sea totalmente leg¨ªtimo. Del pueblo para el pueblo¡±, defiende.
Mar¨ªa cuenta que el desalojo de los fumadores de la plaza Luis Pasteur fue la ra¨ªz para vaciar los dem¨¢s espacios de reuni¨®n de la capital, como el de Insurgentes o el de la Suprema Corte. ¡°Ahorita ya solo queda este espacio leg¨ªtimo¡±. En el lugar de protesta tratan de evitar la compraventa de mota y, ahora, quieren prohibir que se unan menores de edad. ¡°Hemos hecho todo lo que nos han dicho para no pelear. Queremos llegar a acuerdos. La idea es hacer un prototipo de un espacio seguro¡±.
A la mesa de informaci¨®n llega uno de los fumadores:
¡ªHermana, ?no sabes a qui¨¦n le puedo armar un toque?, le pregunta uno de los componentes de la concentraci¨®n.
¡ªNo lo s¨¦, hermano. Recuerda que tienes que traer tu propio consumo. Est¨¢s en un espacio de protesta, aqu¨ª no se puede comprar, pedir, regalar ni donar, responde.
En el interior de la peque?a plaza de la Informaci¨®n, el grupo de chavales sigue fumando tranquilamente, sin la presi¨®n de las autoridades, que contin¨²an vigilando las calles aleda?as. Uno de ellos hace un gesto con la cabeza: ¡°?Quieres?, ?cu¨¢nto?¡±. Mientras tanto, la escultura de Luis Pasteur, que hace tan solo unas semanas dej¨® de oler el humo del cannabis, se rodea de los agentes que vigilan la plazoleta ocupada durante tres a?os por los fumadores.
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